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domingo, 8 de enero de 2017

INTENTANDO CAMBIAR "LO QUE TE VIENE DE SERIE"


Mis lectores de fondo, ya que escribir un post cada día, dos días, tres días, es como una carrera de fondo, en el que el peor enemigo eres tú, con tus pensamientos y defectos (porque aquí las virtudes, si las hubiera, no cotizan), ya saben que ante un año nuevo, este vecino del mundo, se hace una serie de propósitos, que la mayoría de las veces termina por no cumplir. Este año, sin embargo, no me he propuesto ninguno, al menos de cara a la galería, y en mi interior hay una cierta seguridad de que éste es el año, de cambiar ciertas actitudes, de que el día es muy amplio, y que, en realidad, es eso tan manido, pero tan verdad, de que es el primer día del resto de tu vida.

A este vecino del mundo, le encanta todo tipo de humor, de color de humor, y el negro, ese humor negro que rasga las vestiduras mentales a muchos, le encanta.

Hace poco he leído un chiste, negro, tan negro como un agujero negro, que al menos me ha hecho pensar…

Un médico se pone en contacto con su paciente y le dice:
-Soy su doctor. Le llamo para hablarle de sus análisis.
-¿Qué tal han salido, doctor?
-Sinceramente, tengo malas noticias, y peores. Las malas son que, según sus análisis, le quedan 24 horas de vida.
-Pero, doctor, ¿hay algo peor que eso?
-Me temo que sí. Llevo intentando contactar con usted,  desde ayer…

Muchos se preguntarán que qué me ha podido sugerir este chiste. Quizás, que deberíamos quitarnos la importancia que tenemos para nosotros, al ser nuestros mejores amigos, y vernos desde fuera, como uno más, como una ficha de un inmenso puzle, que no es poco. Pues si falta una sola ficha, el puzle nunca se podrá terminar. E intentar, al menos en mi caso, ver más las cosas positivas, pues el pesimismo, el seguro que va a pasar lo que me temía” actúa siempre como una especie de imán. Y especialmente, no adoptar la actitud de las vacas, ese mirar a los trenes pasar, sin siquiera parpadear...

Quizás, lo que voy a decir ahora, lo que este vecino del mundo va a proponer, no os lo esperaríais nunca, especialmente los que ya llevan mucho tiempo conmigo, pues la persona que va a ser mencionada, no es santo de mi devoción, y además procuro hablar de ella poco, como diría un argentino: -Para así no darle más cancha.

Bien pensado, la vida, así en general, hay que tomársela como considera Belén Esteban al programa en que interviene todas las tardes de lunes a viernes. Ella nunca dice que colabora en un programa, sino que siempre habla, sin parpadear, de “MI programa”, y además, todo gira entorno a ella.

Pues eso, no hay que hablar de la vida en general, sino de “mi vida” (y no va en contra de lo primeramente dicho en este post). No desde un lado egoísta, sino de una especie de salvavidas individual, con el cual no intentas ni hundir, ni ahogar a los demás para sobrevivir, sino que bastante tienes con dirigirte, como una embarcación, a ti mismo, a salvo de cualquier tormenta, y eligiendo siempre la mejor ruta para llegar al puerto que deseas.

La próxima vez, que espero que sea tarde, entre zapping y zapping, me cruce con la Esteban, estoy seguro de que tendré la sensación de que me mira fijamente. Lo de que me pondrá mala cara, ni lo menciono, porque eso ya, le viene de serie.
 
*FOTO: DE LA RED

sábado, 26 de noviembre de 2016

FÁTIMA BÁÑEZ, PROPIETARIA DE LA ÚNICA VERDAD


Hace dos o tres días este vecino del mundo estaba haciendo “zapping” ante el televisor, cuando por casualidades de la vida le ve a la Ministra de Empleo, Fátima Báñez, negar que en España haya salarios a jornada completa por debajo del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), situado en 655 euros mensuales. 


Estaba segura, segura, con esa certidumbre que te induce a dar  la respuesta  que dio; esa que se puede considerar como la respuesta del millón de dolares: “Porque sería ilegal. Y si no es así le invito a denunciarlo”, respondió al diputado de IU, Alberto Garzón, durante la sesión de control al Gobierno.


Por esa regla de tres, señores, podemos estar tranquilos, en España ni tenemos corrupción, ni nadie defrauda a Hacienda, porque está prohibido,  porque puedes ir a la cárcel, o por ambas. Y, además, seguro que Doña Fátima Báñez, ya puestos a creer, todos los años escribe la carta a los Reyes Magos...


Este país en las últimas décadas al menos, ha sufrido de titulitis crónica; los piden para todo, y ahora, que no es que no haya trabajo (porque lo hay, lo único que ocurre es que no quieren pagar como se debe) cuantos más títulos tengas mejor para el empresario, que no te va a pagar por ellos, faltaría más. Y durante los estudios, sean primarios, o secundarios, si les dejarían a los políticos de turno, pondrían todo tipo de filtros, más que nada porque les pone el comprobar que tienen poder.


Sin embargo, a la hora de nombrar ministros, los filtros, pruebas y titulitis saltan por los aires, porque parece más que evidente que lo único que cuenta es ser del partido en el gobierno y, por supuesto, que bebas los vientos por el Presi que es a la postre quien te tiene que poner, no cachondo, sino en el balcón del poder, que por supuesto también debe de excitar.


Quedó más que evidente, hace unos días, y como ya lo comentamos (http://patxipe.blogspot.com.es/2016/11/el-termometro-de-la-piel.html) en el caso del exministro  Jorge Fernández Díaz, que con tal de colocarlo otra vez, no importaba la materia. ¿Para cuándo exámenes para ser ministro?



Seguro, y no me cabe la menor duda, que Doña Fátima Báñez es de esas personas que son tan políticamente correctas que sabiendo que tienes un tremendo dolor de muelas, en lugar de preocuparse directamente por ti,  te preguntan eso de  ¿Qué tal su dolor de muelas?, y tú en un ataque de dolor y de sinceridad le respondes: Mi dolor de muelas progresa adecuadamente, y llegando a su zenit, yo sin embargo estoy como Cristo en el Gólgota, a punto de ver a mi sumo hacedor.


Pero como en el caso de los que cobran menos del salario mínimo, que no lo dicen por no perder lo poco que tienen, tú no le dices nada a la ministra, porque no se te va a quitar el dolor, y sólo podrías ir a peor...


*FOTO: DE LA RED

jueves, 8 de enero de 2015

CONJUGANDO EL VERBO "NORMALIZAR"

Hoy al despertarme me ha ocurrido una cosa curiosa, era tan temprano (seis de la mañana), que no sabía si coger el ánimo de ayer, ya maltrecho, o el de hoy, todavía sin estrenar y con una sonrisa brillantemente nueva, si es que el ánimo puede sonreír. Por eso, ante la disyuntiva, he optado por levantarme a escribir, hoy, pero con un tema que se originó ayer, aunque con los horarios que se gastan nuestras televisiones, el programa en teoría era de ayer, pero se ha podido ver, o sufrir, hoy mismo.
Estaba ya a punto de irme a dormir, cuando por obra de un zapping televisivo, en el programa “Hable con ellas” estaban dando paso al “Coro de hombres gays de Madrid".
Este vecino del mundo, no va a decir eso de que "él no tiene problemas con los gays porque además tiene muchos amigos que lo son". Decir eso ya parece que es ponerse el vendaje antes que la herida, y aquí no debe de haber sospechas por ninguna partSolo quería comentar, y tras haberme documentado sobre los fines de la creación del citado coro, que uno no sabe bien como conjugar el verbo “normalizar”, porque desde el punto de vista de este vecino, lo ideal sería que cualquier persona pudiera intervenir en lo que le diera la gana, en este caso en cualquier coro, pero sinceramente creo que hacer “guetos” no es el camino, y a este vecino del mundo “eso” es lo que le parece.
Mientras hagamos bandera de una causa, la normalización nunca será tal, y en realidad no estoy buscando polémica porque soy el primero que no quisiera que se hicieran distingos ni por sexo, ni por tendencia sexual, ni por pensamiento, pero al crear, en este caso, un coro para gays, en cierta manera se está “prohibiendo” o coartando la libertad de los que no lo son. Lo mismo que ha podido pasar siempre, pero a la inversa. Con lo cual se obtiene otro error, que aunque sea al revés, sigue siendo error.
Si algún integrante de este coro, por ejemplo, tiene un amigo heterosexual que quiera pertenecer a él, el sistema sería fácil: “hacer la vista gorda”, pero está claro que eso tampoco es el camino. Y la historia también nos tiene que haber enseñado que “ignorar” no es la solución.
Durante el proceso de “documentación” he comprobado que el citado coro actuó también en el especial de “El intermedio” en Nochevieja, dirigido por el Señor Zapatero. Lo cual, sí pudiera ser una auténtica metáfora de la situación, y utilización política, que personalmente a este vecino del mundo, no le gustaría.
Además, y volviendo al programa de ayer, en “Hable con ellas”, me entra una duda: ¿Por qué se llevó a este coro al programa, por su calidad musical o por su condición?
"Eso”, también sería cuestión de analizar, porque “señalar”, o ponerse etiquetas,  tampoco es el camino.

*FOTO: DE LA RED

lunes, 11 de agosto de 2014

JASON STATHAM, PRODUCTO DE LIMPIEZA

Ayer practicando uno de los deportes más populares, “el zapping”, descubrí que se estaba emitiendo una de las aventuras de “Asterix  y Obelix” con actores de carne y hueso, si se puede decir que el ahora totalmente irreconocible Gerard Depardieu, y bastante, digamos, “excéntrico”, sigue siendo de carne y hueso, y no una mala caricatura de sí mismo.
Me di cuenta entonces de que este vecino del mundo, tiene algo en común con los antiguos galos, al menos con los retratados en el comic: cada vez tiene más miedo a que se le caiga el cielo encima, concretamente, al menos, el toldo del piso en el que se encuentra estos días. La verdad es que está muy bien anclado al techo, pero como a este vecino ya se le han caído la mayoría de sus mitos, él está convencido de que un toldo es mucho más fácil que se caiga. Especialmente desde que vio el otro día, como se doblaba ante el poder del viento. Por un momento, este vecino creyó que el toldo, convertido en una improvisada vela, iba a poner este piso en primera línea de playa, o incluso a hacerle surcar los mares.
Este sábado pasado fuimos al cine, y como parte de la familia quería ver la nueva entrega de “Transformers”, y este vecino no quería ver una película de dibujos animados, ya que por muchos ordenadores que se utilicen por medio, no le dejan de parecer películas de dibujos animados, y no de efectos especiales, porque eso, para los aficionados al cine de toda la vida, siempre ha sido otra cosa, el vecino eligió otra película.
Quería ir a ver “Begin Again”, porque en el fondo no deja de ser un romántico empedernido, pero por razones de horario, ya que su película tenía que coincidir con la de su familia, eligió, y con muchas ganas además, “El Protector”, con un  Jason Statham, que es una debilidad de este vecino. Es una mezcla, el actor, de un Clint Eastwood de la época de “Harry El sucio”, y un Charles Bronson más políticamente correcto, porque los personajes del Señor Statham, y más en esta película, dan una segunda oportunidad.
Aunque este vecino no tiene intención de realizar una crítica, porque es realmente innecesaria, informaré que el guion de la película y parte de la producción es de un Sylvester Stallone, que no se puede decir que es nuevo en esto. Recordar que ya estuvo nominado al Oscar por mejor guion original de “Rocky”, un guion que dio muchas vueltas ya que quien se encargara del proyecto sabía que junto con el guion iba también el actor principal, y era, entonces, un total desconocido.
En realidad este vecino ha mencionado la película, porque durante la proyección, llegó a la conclusión de que España con tres o cuatro Statham dentro (haciendo limpieza a  izquierdas, derechas, ultras de ambos lados, y especialmente al centro, en donde se definen la mayoría de los políticos de la derecha) estaría mejor,  y además éste, el Statham no es un mito, que como el toldo de la casa, se puede caer; es solo un tipo duro, jugando a hacer películas, y los juegos no deberían hacer daño a nadie.
Confieso, que ayer a la luna más que llena, repleta, le pedí que “yo quiero ser Jason Statham”.

*FOTO: DE LA RED