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domingo, 5 de abril de 2020

¿VERDADES ESTÚPIDAS?



Ya solo nos faltaba que hasta los dibujitos de Google nos recuerden que debemos de quedarnos en casa. Una cosa es que haya caraduras en todas partes, e insolidarios, y egoístas, y otra cosa es que nos restrieguen el “quédate en casa” por la cara hasta hacer sangre, por culpa de unos insensatos.

Siempre se ha dicho que la letra con sangre entra, y como no les puedes atizar con un letrero que diga “te tienes que quedar en tu puta casa”, pues les aparcas un multón entre mano y mano, que sea algo así como el padre y la madre de todas las multas, para que se vayan enterando. Y si fuera por este vecino del mundo, con un suplemento por intento de cachondeo a la autoridad competente, o no, que si seguimos así todavía estará por validar lo de la competencia...

En otro orden de cosas acabo de ver los ocho capítulos de la cuarta temporada de “La casa de papel”. Y sin ánimo de hacer ningún spoiler, o dicho en el idioma de Cervantes, sin desvelar nada que pueda ser determinante a la hora de que otros vean más tarde la serie, si seguimos así, en próximas aventuras cada vez habrá más gente en el pasado que incluso en el presente.

Y hablando del idioma de Cervantes, no me gusta nada que la copia que nos distribuyen a los que hablamos español de España, los títulos de crédito estén en inglés. ¿Os imagináis si eso ocurriera con una serie francesa?

Nos pasamos horas enteras diciendo que con esta serie hemos puesto una pica en Flandes, y en cualquier lugar del mundo, y después aceptamos disfrazarla de británica o americana, por aquello del idioma y no contradecir a papá Netflix.

Cualquier día le vemos a Antonio Banderas con su piel oscurecida en varios tonos, por aquello de que para los americanos todo hispano es de color, y no es cuestión de contradecirlos. 

Hay cierto tipo de verdades, y todos las reconocemos, que no son verdaderas, sino estúpidas, y más bien una especie de peaje, o de bajarte los pantalones, para que te sigan dando los de siempre.

*ILUSTRACIÓN: GOOGLE



sábado, 7 de marzo de 2020

PALABRAS PARA UNA IMAGEN



Surfeando por las redes, en realidad por una de sus playas llamada "Twitter" me he encontrado con esta fotografía. Al principio no los había reconocido, y es que el tiempo es implacable con todos. 

Son los actores protagonistas de la recordada “Regreso al futuro”, y un auténtico editorial en sí mismo de lo que queda realmente de aquel recuerdo, o del esqueleto del mismo.

Algún gracioso, entre los que se encuentra este vecino del mundo (nunca dijimos que fueramos perfectos) diría que es toda una metáfora de lo que pides por internet tras haber visto la película, y lo que realmente recibes.

Siguiendo la pista de la foto, y a modo de pagar por unos primeros pensamientos despiadados, descubro que la  misma es de hace unos dos días, ya que Michael J. Fox y Christopher Lloyd han sorprendido a todos los seguidores de la saga de películas, y de sus redes sociales, con una instantánea que se tomaron juntos durante el torneo de póquer que como cada año organiza la Michael J. Fox Foundation en un intento de recaudar fondos en su lucha contra el mal de Parkinson, que en su momento atacó al actor y punto de origen de su lucha por la citada enfermedad.

Es de destacar, analizando la foto, el cariño y ternura que se desprende de ella y especialmente de las maneras y rostros de  los viajeros del Delorean casi 35 años después. Parece que los sentimientos no amarillean y sobreviven a los años y cambios de época.

Tal como transcurren las cosas hoy en día, la instantánea ya ha generado miles de “likes” y comentarios. Los actores, de 58 y 81 años, y sus respectivos personajes de Marty McFly y el doctor Emmett, hace tiempo que entraron en el Olimpo de nuestros corazones y ya no necesitarán más ningún Delorean para viajar, sino simplemente el cariño de todos nosotros, que se renueva, por ejemplo, cada vez que volvemos a vivir sus aventuras o con instantaneas como la actual. 

Detrás de cada película que se precie debe de haber un origen, un punto de realidad que ancle la ficción a unos sentimientos que son el armazón de todo y que sostengan una gran mentira para hacerla toda una verdad.

*FOTO: DE LA RED

lunes, 16 de abril de 2018

RETRATO EN NEGRO



En la época en la que ha surgido la “posverdad” a la verdad le han puesto los cuernos disfrazados de trenzas y peinados al revés.

Los niños ya no juegan al columpio intentando llegar a la luna, directamente  tripulan naves espaciales más allá de Orión y del blade runner de turno en su video juego pirateado.

En los días en los que continuamente al hablar en público se diferencian los sexos, a todos les espera la misma indiferencia.

Ahora que se ha inventado el master de línea blanca, no se puede pedir sueños inmaculados a almas torpedeadas mil veces con publicidad negra. La felicidad se dice que está sobrevalorada  para impedir que busquemos el Edén soñado. Ya no hay un solo muro, sino muchos y de diseño, por supuesto a pagar por el más pobre.

Sin un despertar que comience por reconocernos a nosotros mismos frente a nuestro espejo con un pensamiento libre y propio, no podremos distinguir a los "replicantes" disfrazados de Moisés en el viaje a su “nuestra-tierra-prometida”, y que está al otro lado de ese telón de nubes negras populistas que les rodea y que nunca han querido convertirse.

Respirar verdad cada vez es más difícil en un mundo en el que las niñas ya no desean ser princesas, sino a tener millones de seguidores en su Instagram, mientras en sus fotos siempre se perfilan con morritos amorosos ofrecidos a la nada. Y los niños, siempre más perdidos que ellas, quieren los televisores más grandes para verse un día triunfando en el equipo de fútbol que les llevaría al estrellato.  

Hay días en los que te despiertas buscando la luz, y otros, tristemente la mayoría, en los que ya te levantas con tus zapatos de bailar la música que los de siempre han decidido que se lleva, con los pasos de baile marcados de antemano.

Hay días que son noche y su banda sonora es la soledad. 

*FOTO: DE LA RED

viernes, 1 de septiembre de 2017

DE MENTIRAS Y FASCÍCULOS


¡Qué gran verdad es esa de que por la boca muere el pez!

Al final se aconsejaron los bolardos, y la CIA, bajo esa piel o disfrazada de algún otro ente cercano, filtró a los mossos que se estaba preparando un gran atentado en La Rambla. Y lo demás es intentar sembrar excusas, dudas, para que no se vea que “alguien”, como relataba Don Miguel Gila en sus monólogos de teléfono antiguo, no ha informado a “alguien”.

No se dan cuenta, y si se dan seguro que también les trae al pairo, que vestirse “de no sé, no me consta”, es disfrazarse de su, para ellos, enemigo, el partido opositor, fiel reflejo de un espejo que no les debe de gustar. Y darnos además a todos la sensación de que si mienten en eso, para echar balones fuera, pueden también mentir en todo. Como ese amigo que siempre te viene para poner a parir a todos los demás, y ya sabes, que cuando tú no estés, lo mismo hará contigo.

Es conocido, o al menos es una mentira que nos han repetido miles de veces hasta creérnosla, que un hombre solo puede hacer una cosa a un tiempo, y ... EL ... Gobierno Catalán está tan centrado en su independentismo que no tiene tiempo, ni quiere, repartir su atención en otros asuntos.

Termina, al menos desde el punto de vista de este vecino del mundo, uno de los grandes culebrones de este verano, originado tras el atentado yihadista a Las Ramblas; y el mundo se nos hace más y más pequeño al comprobar que estamos en manos de unos Señores a los que, tras el orgasmo del poder por el poder, la responsabilidad les quema.

Quizás todo ésto sea un buen epílogo para reencontrarnos con un Septiembre, que como cada año sufre de mala prensa: regreso a todo lo que se tiene que regresar, comienzo de las sombras tras un mes de luces veraniegas, y esa gran responsabilidad que supone el tener que elegir qué colección de fascículos vamos a comenzar este año.

Por cierto... ¿Para cuándo una colección de fascículos que te enseñe a ser un buen independentista, con banderas y pinturas de todos los colores acompañando a cada unidad semanal, y ese gran regalo final que bien pudiera  ser un pasaporte de la nacionalidad a la que siempre has aspirado?

Siempre conviene acabar con buenas sensaciones, aunque todo se sustente en una gran mentira. Porque ... ¿quién es el guapo que se mete y se somete a las catacumbas de la verdad, y se arriesga a que al remover las bases, todo se le venga encima? ... No sé, no me consta.

*FOTO: DE LA RED

jueves, 13 de octubre de 2016

EL GRAN PARIPÉ O EL SÍNDROME DE LA MUJER MALTRATADA



Para todos aquellos que siguen a este vecino del mundo por Twitter (@PATXIPE) también, acabo de escribir el tweet más corto de mis cinco años que llevo ya en esa red social: #FelizJueves, eso dicen.


Ayer contemplando ciertas imágenes, y eso que este vecino quiso “ver” más bien pocas (no por nada sino por una gran sensación de empacho de todo), de nuestros políticos en el desfile de las fuerzas armadas con motivo del 12 de Octubre, día patrio donde los haya, advertí cierta sensación de “colegas”, entre políticos que se debieran repeler como el agua y el aceite, que me hizo contemplar la posibilidad de que todo lo que vemos en el día a día es “EL GRAN PARIPÉ”. Vaya por delante de que no sugiero que nuestros políticos de diferentes partidos tengan que andar a la gresca. Es otra cosa. Quizás el estar todos, en ese momento, viendo la vida pasar, ayudara.


Y quizás por eso, al levantarme esta mañana, he tenido la sensación, quizás por el regusto de algún sueño que me haya invadido con nocturnidad y alevosía, nunca mejor dicho,  de que nos pasamos nuestras vidas en una gran lavadora, siendo centrifugados, mientras a nuestro alrededor nos amenizan “el viaje” con millones de imágenes que sólo sirven para distraernos. En el argot taurino sería que entre unos y otros hacen una tarea de aliño, y nos colocan donde quieren, en el tendido que quieren, hasta darnos una y otra vez todo tipo de estocadas.



Una sensación de hartazgo, y no creo ser el único en sentirlo, nos invade. Esa sensación, otra vez, de que nada es verdad ni mentira, sino un gran show por todos lados para robarnos la cartera y que además tengamos sensación de culpa. La misma sensación de culpa que debe de tener esa mujer maltratada una y otra vez por su marido, que además constantemente le recalca que la culpa es de ella y que lo hace por su bien.


Un malestar general, ya para terminar, que se pudiera agravar si uno no creyera en una vida posterior llena de recompensas, ya que por una vez que has tenido, la suerte o no, de obtener la vida, haya otros que quieran vivir su vida, y si te despistas, la tuya también.


*FOTO: DE LA RED

viernes, 16 de septiembre de 2016

HABLANDO DE VERDADES VERDADERAS




Algunas veces, no importa el lugar por tan intrascendente que pueda parecer, se te presenta una variante, quizás alguien la sugiere casi sin pensárselo, y a ti que no la habías contemplado nunca, te da qué pensar y mucho. Y una verdad verdadera, en especial de esas que has aprendido últimamente al cobijo de lo políticamente correcto, se tambalea antes de caer destrozada.


Estaba esta mañana en el mercadillo semanal, rodeado de guiris, y dos nativos, de los pocos que en ese momento estaban cercanos entablan una conversación. Al parecer, se conocen. El primero está haciendo compras en un puesto  que vende ropa interior masculina y calcetines deportivos, y parece que está interesado en unos boxers que venden tres al precio de 5 euros. El segundo, que acaba de llegar le dice: -No compres eso, que seguro que los han traído de India, y a saber las condiciones en que trabajan los pobrecitos de los trabajadores…


El cliente en ciernes, que por un momento parecía despistado, se da la vuelta rápidamente y le contesta, de buenas maneras, eso sí:
-Una cosa es que fuera una marca conocida, que ellos paguen una porquería, y a ti te cobren el mil por cien, o más. Pero estas marcas de mercadillo, si las han traído de India, que me digan el avión porque me cojo un billete y me pego una vuelta por allí.


Y le añade además: -Por lógica, ésto está fabricado en España, lo que se viene en llamar la economía sumergida. Y seguro que no se llevan el dinero ni a Suiza ni a Panamá, porque con subsistir y cubrir gastos tendrán más que suficiente.


El otro, que al parecer venía con ganas de chufla se ha quedado cortado. No le han salido más palabras y se ha disuelto en la primera muchedumbre que le ha venido cercana. 


Por su lado, este vecino, se ha comprado dos paquetes de boxers, unos para ayudar a los trabajadores, y los otros para ayudarse a sí mismo, reduciendo los gastos anuales de ropa, ya que también tiene su economía sumergida, pero ésta, hasta límites insospechados...

*FOTO: DE LA RED


domingo, 10 de julio de 2016

¿UN ATISBO PARA UN SUEÑO?



Una vez oí,  me lo contaron como si hubiera sido una historia verdadera, que un millonario visitó a un gran arquitecto para encargarle una casa, y la única pista que le mostró de lo que quería, fue un valioso y precioso pomo de oro para la puerta principal. Y le dijo: -Quiero que éste pomo sea lo primero que las visitas vean de mi casa, y que sea lo que menos les sorprenda.


A eso se le llama poner altas las expectativas. Al ciudadano medio, sin embargo le vale con que sus hijos nazcan con un pan debajo del brazo aunque en esta época de crisis, con que el pan sea del día anterior, y todavía se le pueda hincar el diente…¡mejor que mejor!.


Acabo de ver, lo de oír es otra cosa, porque la superficie de lo que ves siempre es importante, la rueda de prensa conjunta que han dado en Madrid,  el Presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, y Mariano Rajoy, nuestro todavía Presidente en funciones, o lo que sería lo mismo un Presidente en sí mismo ya historia, y otro con muchas historias  detrás, y que como en la copla popular de las tres hijas de Elena,ninguna era buena”.


Ha sido como ponerle cara al Yin y al Yang, con un Presidente, el americano, que llenaría de sinceridad y carisma una simple pregunta como  ¿Qué hora es?, y el otro que si te hace la misma pregunta, como mínimo te vas a preguntar por qué me la ha hecho, y casi en el mismo instante llegarías al convencimiento de que su gobierno, el tuyo, va a subir el impuesto a las joyas, y a los relojes de caballero.


Podía, la rueda de prensa ha quedado en un intento bastante anárquico, haber sido un gran plano secuencia al estilo de las películas de Luis García Berlanga, pero todo se ha truncado al menos desde el punto de vista de este vecino del mundo, por la falta de credibilidad de uno de los actores principales, ya demasiado conocido, y por el mismo motivo, “quemado” para creerle ciertas cosas.


La historia con la que hemos comenzado el post de hoy, funciona, porque nos creemos que el pomo es de oro, y de ahí todo puede ocurrir… Pero conocemos, desde hace quizás demasiado tiempo, la orografía completa del Señor Rajoy, y en su mapa nunca hemos encontrado un atisbo para un sueño.



De lo desconocido siempre se puede crear un sueño, de lo real, no. Eso pudiera tener muchos nombres, y uno de ellos... ¿“timo”?


*FOTO: DE LA RED


miércoles, 16 de diciembre de 2015

LO QUE LA VERDAD CONLLEVA


Algunas veces, siempre, cuando se pide que te digan la verdad, conviene mantener una conversación interior sobre si verdaderamente quieres saberlo, o quieres que la supuesta verdad tenga el esquema que previamente te has montado en tu interior. Porque la verdad puede ser dolorosa, sobre todo si involucra a tus seres queridos, más incluso que sobre ti mismo, porque, personalmente, creo que eso lo podría “manejar” mejor, que la figura de tus seres queridos. Quizás, porque éstos han podido formar tu geografía interior, tus valores, la manera de ver y deglutir las señales que recibes del exterior.


Durante muchos años ves la vida según tus padres (aunque en tu interior haya surgido ya la chispa de la rebeldía), quizás bajo la apariencia de lo que es tradicional, aunque solo sea costumbre en tu casa y porque alguno de los dos miembros, padre o madre, lo quisiera de esa manera.


Digamos que, durante muchos años, la figura de la ley, o la justicia, esa señora con los ojos tapados y una balanza, tendría fisonomía que en cierta manera recordara a nuestra familia, hasta que un buen día te vas dando cuenta de que una cosa es predicar y otra dar trigo, y que tanto tu padre como tu madre se pueden confundir, y de hecho lo hacen. Y la seguridad del suelo en el que habías pisado con fuerza hasta ese momento, puede ser ahora tan firme como unas arenas movedizas.

Y a todo el proceso anterior se le llama madurar, crecer, e incluso hacerse adulto. ¡Hay que joderse! Al final la vida misma está llena de publicidad engañosa, y no existe una OCU a la que puedas ir contando tus cuitas. En realidad sí hay alguna, que bajo la forma de “vamos arreglar lo espiritual”, al final lo que quieren es venderte la moto de lo suyo. Incluso, algunos te pueden limpiar tus pecados más blanco que las otras religiones o que los otros partidos políticos.

Quizás, y solo quizás, si la belleza está en tu interior, tal vez sea prima hermana  de la verdad y cuñada de las buenas maneras, y “acuñaron” entre todas esa frase de “no hagas o no quieras para los demás, lo que no quieres para ti”. Fácil de decir, pero difícil de llevar a cabo, porque nosotros somos nuestros mejores amigos, y con mucha frecuencia nos dejamos sobornar por nuestro propio amiguismo, que si es exacerbado se apellida “soberbia”, porque el nombre, o la excusa, siempre la pones tú mismo.


¿Seguro que realmente querías saber la verdad?

*FOTO: DE LA RED

sábado, 25 de julio de 2015

LA RELATIVIDAD Y EL MAR


Estoy contento. Ya he cumplido la buena obra del día.

He estado un rato en la playa. El tiempo necesario para darme un buen baño. Al entrar, el agua estaba muy fría, bastante más que ayer, aunque ayer era un poco más temprano. Estaba hablando de eso, en la orilla, con un chico joven, unos diecisiete años, que ponía la misma cara de pasar frío que este vecino del mundo, cuando la que he creído pudiera ser su hermana, de unos catorce años, le ha dicho pensando que yo no le escuchaba: -Vaya acento tiene ese señor. - Me he dado la vuelta, y con una seriedad de solemnidad en el rostro, para desconcertarla, le he contestado, mientras proseguía adentrándome en el siempre proceloso mar: -No, el acento lo tienes tú.-

Ella, desconcertada, miraba a su hermano como no dando crédito a lo que había escuchado. Él, que ya se había dado cuenta de mi tono irónico, se reía mientras callaba y se acrecentaba el desconcierto de la joven.

Con el tiempo, eso espero, comprenderá que ha recibido la primera clase de la relatividad de todo, a cuya ignorancia, este vecino achaca los grandes males de este, iba a decir “país”, pero en realidad ocurre en la mayor parte del mundo.

Quién no ha dicho frases como: -Como en casa en ningún sitio.En esa autonomía (por no decir nombres) no saben vivir. –Como la comida de mi madre no hay.

Tendemos, cosa que naturalmente nunca reconoceremos, a mirar a los demás que son diferentes de nosotros, por encima del hombro. Y cualquier día a consecuencia de alzar tanto la cabeza, corremos el riesgo de desnucarnos por tanta insensatez.

Y si a todo lo anterior, le ponemos un toque mitad político y, rizando el rizo, mitaz de lavavajillas, tendremos que la mayoría de los políticos dicen que su partido limpia más blanco, que los demás nos tienen engañados mostrándonos grises y haciéndolos pasar por blancos.

Tras leer todo ésto, por lo menos nadie puede dudar de lo bien que sienta un buen baño por la mañana, para darle vueltas al magín.

Deberíamos de reflexionar, eso lo primero de todo siempre es un buen 
ejercicio, y plantearnos la siguiente pregunta: ¿Por qué vamos a tener la suerte de nacer en el mejor sitio del mundo y tener la verdad y la certeza de todo? Y a partir de ahí darnos cuenta, de que en el fondo, siempre hemos pensado algo así como: “Pobrecitos todos los demás, por estar confundidos y además no darse cuenta de ello”.


Algunas veces, la mayoría de ellas, con la vida como con el mar nos ocurre que solo vemos aquello que tenemos delante, y que esa playa, la 
tuya, la de siempre, es la mejor de todas.

*FOTO: F.E. PEREZ RUIZ-POVEDA


jueves, 3 de abril de 2014

LA NOCHE COMO VERDAD

Hace muchos años aprendí que la noche es la verdad.  Es el momento en el que los gigantes de la memoria se despiertan, el reino de lo sabido y ocultado. El rastro que queda de los dioses del  miedo.
La noche es la bruja de los cuentos, el hermano malo del bueno, la cara oculta del Edén, la verdad de la mentira. La noche es el sonido del silencio, la sombra del día, el recuerdo de lo que se quiere olvidar. La noche es el vestido del ladrón, el cobijo del amante, el castigo del engañado. La noche es frío para el soltero, la soledad del viudo, la verdad del amargado.
En el mundo de los conquistadores la noche es terreno inconquistable, las arenas movedizas de la memoria, el planeta cuestionable de lo que no se cuestiona. La noche es un susurro constante de lo que quieres olvidar, la cicatriz de la herida, el telón del teatro de la vida.
Los años pasan, y el miedo a la noche contínúa. No existe una escuela para aprender  a dominar la noche, a domarla, a leerla, porque la noche es el lado salvaje del reprimido, la rotura del acero bien templado, el final del terreno conocido, el lugar donde no sirven los mapas.
Aunque te quiera olvidar la noche es tu aliada, porque susurra tu nombre en deseos interminables, porque me recuerda a aquella vida contigo. Ahora, sin embargo, son noches capadas, sin la luz de tus besos, de tus susurros, sin el salvoconducto a la felicidad.
Si la noche es la verdad, el resto es mentira, mentira para olvidar tu ausencia, para emborrachar mis sentimientos, pero nunca te podré ver, no doble, sino una simple vez más, para decirte los “todavía” que tengo almacenados, porque todavía te tengo presente, como a la noche en que decidiste dejarme, y las sombras que todavía me cubren. 

*FOTO: DE LA RED

viernes, 6 de septiembre de 2013

LA VERDAD COMO ATREZO

Hoy en día todo aquel que quiera estar en el candelabro, como dijo la miss aspirante a actriz aspirante a ser aspirada y volverse polvo de estrellas, necesita unas buenas gafas de sol de primerísima marca, y un smartphone o similar. En realidad es todo atrezo y pura pantomima, como la vida misma, pues las gafas no se utilizan para evitar el sol, sino el juego de miradas, y el teléfono para escapar de las preguntas. Será casualidad, y las casualidades en la mayoría de los casos son excusas, pero muchas veces se observa que el famoso va hablando por el móvil, y cuando termina el recorrido durante el que prevé que puede ser preguntado por el periodista de turno, y se mete en el coche que le estaba esperando, cuelga el teléfono.
Más de una vez, este vecino del mundo ha pensado que esos teléfonos no son reales, que son como los expuestos en las tiendas de telefonía, que advierten previamente que son maquetas. Tampoco sería de extrañar, ya que la vida es puro teatro, y en el teatro nada es lo que parece, y los móviles no son tales sino solo recursos interpretativos.
Y es que en nuestros días lo importante es aparentar, por eso más de uno caído en desgracia por la crisis, se lo está pasando todavía peor, pues no quiere que los vecinos se den cuenta de su situación real, y digan aquello de que con los aires que se daba...
Hoy tiene más actualidad que nunca aquel cuento del rey desnudo, por el cual unos sastres iban a ganar una cantidad inmensa de dinero, al hacer un supuesto traje con telas preciosas de excelente calidad e hilos de oro, pero que tenía la extraña característica de que solo podía ser visto por aquellos que realmente eran hijos de quienes todos pensaban que era su padre, con lo cual conseguían que todos mintieran y dijeran que el traje era excelente, para que no se pensara que en realidad ellos mismos eran bastardos. Todo aquel que conoce el cuento sabe que al final, durante el desfile del rey con su supuesto nuevo traje, pero que en realidad iba desnudo, es un niño, el que con su inocencia y crudeza habitual, dice que él lo único que vé es a su rey desnudo.
Lo importante en nuestros días no es encontrar la verdad, sino la utilización que podamos hacer de nuestra verdad para uso propio. Y ahora todo se compra y se vende, y las noticias blancas no cotizan en bolsa. El amor no da dinero, pero si la pelea, la trifulca y los cuernos. Y hay cuernos de todo tipo, porque engañar se puede hacer en todos los ámbitos de la vida.
Hoy es moneda de cambio frecuente, el estirarse de los pelos, aunque luego se vayan a cenar juntos y cobren en tres partes, porque no hay que olvidar que la persona que cuenta o relata el tema, también cobra, y es que al final, los únicos “paganini”, como siempre, somos nosotros, que al final tocamos, pero siempre de oído.

*FOTO: DE LA RED