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jueves, 12 de octubre de 2017

CUANDO LA MANTA SE ROMPE


Algunas veces este vecino del mundo tiene la sensación de que más que débil de ideas para el blog, está yermo. Sin embargo, en cualquier momento, como hoy, alguien viene, en forma de declaraciones y parece transformarse en un brazo muy largo cuya mano llega a tu lengua y comienza a tirar de ella hasta que sientes una necesidad inmensa de “inaugurar” otro artículo, lo prefiero a “post", aunque no sean exactamente lo mismo.

Esta mañana, estaba ojeando mi cuenta de Twitter (@PATXIPE), cuando una joven actriz a la que sigo porque me parecen muy juiciosas sus apreciaciones personales, adjuntaba como idea a 

Hombres de la política y de las mesas de debate, un apunte:

Un hombre comienza a ser interesante cuando aprende a dudar.                                                        
                                                         Carmen Rico-Godoy

Este vecino del mundo, que siempre se aplica el cuento de todo, incluso a modo de conejillo de indias, ha llegado a una rápida conclusión:
-No hay duda, yo soy interesantísimo.

Lo que ocurre es que hace tan solo unas semanas, lo ha recordado inmediatamente, coincidió con una excompañera de trabajo, y siempre sabes si tienes química con alguien, y con ella, siempre se había adivinado, que de haber habido algo, hubiera sido “armas químicas”, por estar uno en las antípodas del otro. Y tras estar un rato hablando, ella me confesó “siempre he sabido que eras una buena persona, pero (era inevitable que apareciera el “pero” a modo de indicación de que ahora venía la bofetada) eres muy indeciso”.

Está claro que ella nunca ha llegado a plantearse, ni remotamente, que quizás nos seguimos hablando precisamente por eso, porque algunas veces tras la indecisión se esconde el saber a qué conduce el paso al frente, y en su caso, o en el mío, sólo hubiera sido el leernos las famosas “verdades del barquero”. Y  ya se sabe que  “barquero” es todo aquel que coge el mando del relato, e inefablemente el de protagonista y, por supuesto, héroe de la historia, porque siempre la cuenta, de otra manera es cuando menos más infrecuente, desde su punto de vista.

Está claro que la persona, con su buen deseo que ha originado este artículo, se estaba refiriendo a lo que ocurre entre el Gobierno Catalán y el Central, pero uno, este vecino, siempre relaciona todo, en primer lugar, con lo que tiene; y a la mayoría ya sólo nos quedan los recuerdos.

Con respecto a Cataluña, este vecino, sin ser politólogo, ni historiador, ni mucho menos futurólogo, está convencido de que este asunto tiene mucho que ver con lo ocurrido a los británicos y su Brexit.

Siempre tan cuidados, con medidas especiales, y ojo, aviso para los que no me conocen, soy vasco, y todo ésto, no me trae de nuevas, porque siempre nos han hecho sentir, a los vascos en general, como dentro de un polvorín, llega un momento en el que te puedes creer imprescindible, e incluso el rey, perdón, en este caso el republicano de la fiesta. Hasta que tiras tanto de la manta, para intentar quedartela, que se rompe, y con la avanzadilla que llevabas te quedas al borde de la nada. Y sino, lo dicho, que se lo pregunten a los británicos, que de ser, al menos ellos así lo creían, el ombligo del mundo, han pasado a tener el trasero muy prieto.

*FOTO: DE LA RED
 IDEA: PATXIPE



viernes, 2 de diciembre de 2016

YA ESTAMOS EN DICIEMBRE ... Y YO CON ESTOS PELOS


A este vecino del mundo siempre le ocurre igual. Para cuando se da cuenta, ya estamos en Diciembre. En muy pocos días nos han cambiado la decoración a nuestro alrededor, como a aquel niño que le dicen que le van a poner una moneda en su frente, apretándola bien, y si consigue andar con ella durante un minuto, sin que se le caiga, será suya. En ese minuto naturalmente descubre que le han tomado el pelo, y ya deja de ser un poco menos inocente… Y nosotros, sin embargo, seguimos sin ver el truco de “Ahora ya es Navidad”.  Pero seguro, que nos volverán a robar la cartera, aunque ya sea sólo lo único que nos quede, la cartera en sí misma...


Porque los problemas continúan, y si el resto del año no atan los perros con longaniza, mucho me temo que en Navidades tampoco atarán los renos ni con longaniza, ni con txistorra en el País Vasco, por mucho que seamos muy nuestros.


¿Y lo de los anuncios navideños? Sinceramente, ha llegado un momento en que este vecino ya está convencido de que van por libre. Uno se puede creer el argumento de “La guerra de las galaxias” y demás capítulos de la saga, pero lo de una Navidad perfecta, con destellos de luz por todas partes, y de casas inmensas, con mesas como calles de grandes repletas de delicatessen, ya ronda con la pornografía pura y dura.


Una de las empresas anunciadoras profetiza que estas Navidades pueden faltar sillas, haciendo un guiño a esa colección de familiares que pueden apuntarse a última hora, como esos hijos que pueden venir por Navidad…y que desde hace muchos años, ya forman parte de nuestro belén iconográfico navideño (vuelve a casa por Navidad).


Señores, seamos realistas, ni el PP, donde dije digo digo diego, se va a abstener de subir los impuestos ni siquiera en Navidad, ya se está viendo, ni todos los que se van aunque no sean emigrantes (ya que según el nuevo lenguaje político solo practican la “movilidad exterior”), volverán por Navidad. Porque después de volver, por Navidad y por los guionistas del anuncio, luego tendrán que regresar a ganarse las habichuelas, los espaguetis, el pastel de riñones, o la comida que sea típica en los lugares a los que se vieron forzados a viajar, y aunque "eso" no lo recoja el anuncio, será lo más costoso, de sentimiento y en "cash".


Que este año, según el anuncio, falten sillas sería el menor de los problemas porque entre familiares siempre se puede practicar los corrillos de pie mientras te pones morado de ricas viandas. Otra cosa es que te estés poniendo morado, o incluso lívido, por no comer, y te tenga que ayudar cualquier asociación de ayuda. Porque incluso con eso ya cuentan los políticos, y saben que donde no llegarán ellos, hay otros que lo harán. Y eso ya es jugar con una red moral, por la cual ya no se ponen rojos de vergüenza porque saben que otros, a la postre nosotros mismos, ayudarán.


Y es que ELLOS no pueden estar en todo. Lo cual, y visto lo visto, siempre es mejor, porque si estuvieran en todas partes, serían Dios. Hubieran nacido en Belén, entre la mula y el buey, y mucho, mucho me temo, que al final seríamos nosotros los que les tuviéramos que limpiar el trasero, y nunca mejor dicho.


Y convendréis conmigo, que ya bastante tenemos con lo que tenemos…


*FOTO: DE LA RED

lunes, 24 de octubre de 2016

CHOCOLATE DEL LORO A LA DONOSTIARRA



El tema de hoy, por una vez netamente donostiarra, aunque sin duda ocurrirá en muchos lugares, no lo hubiera querido tocar nunca, y cuando lo comprendáis entenderéis perfectamente la elección de la palabra "tocar" precisamente. Lo he ido postergando de un mes para otro, dando una especie de oportunidad  a la vida, por si cambiaba la situación, pero visto lo visto, habrá que tomar cartas en el asunto.


Tras más de treinta años de tener una estación de autobuses PROVISIONAL, por fin desde primeros de año podemos “lucir” en Donosti, unas instalaciones, como es debido. ¿Como es debido? No diría yo tanto, y sin volver a la opinión que di la primera vez que vi las instalaciones, y que ya expuse en este blog (http://patxipe.blogspot.com.es/2016/02/estacion-espacial-donosti.html) de que la estación era pequeña, ya a corto plazo, por supuesto según la humilde opinión de este vecino del mundo.


El fin de dilatar, como dicho al principio, esta queja era por si las autoridades competentes se daban cuenta, pero al parecer o no tienen necesidades fisiológicas al ir a tomar un autobús, o directamente no necesitan ir a la estación de autobuses, o incluso, pudiera ser, tienen un servicio especial para traseros VIP.


El caso es que si por una de esas casualidades le da esa, digamos, llamada salvaje de la naturaleza, un apretón, y necesita “evacuar”, se encontrará con una desagradable, muy desagradable, sorpresa. El papel higiénico esta diseñado en ¿cómodas? tiras, porque no llega a hojas, de 11x17 cm. Haga la prueba y verá. O es una sílfide, y tiene el pulso de un cirujano, o lo que me temo: defecará doblemente, la segunda metafóricamente, sobre la empresa encargada del mantenimiento, en un ahorrarse, lo que viene a ser el famoso chocolate del loro.


Una de las veces, este vecino del mundo, se lo dijo directamente al que estaba limpiando los lavabos, pero me respondió que él utiliza lo que le dan. Y en el aire quedó un mudo “y que a vosotros os den también”.



Es una vergüenza que una ciudad que se vende al exterior para tener turismo de lujo, y cuyos habitantes tienen que soportar en carne propia durante todo el año esos precios, además nos tengamos que “manchar”, tristemente es literal, porque al parecer, es la única explicación que le puedo dar, y es que los traseros de lujo no visitan esa zona. 


No hará falta recordar, que en más de un momento me he acordado de esa célebre frase "El día que la mierda tenga algún valor, los pobres nacerán sin ... trasero" Al menos en Donosti nos ahorraríamos el problema en los cuartos de baño de la estación de autobuses...


Ni que decir tiene que algunas veces, muchas, el tema logístico, no va ligado a la lógica.


*FOTO: DE LA RED

P.S.: Tras mandar el post a varias instancias del ayuntamiento, y algún seguimiento esporádico en la mismísima estación de autobuses, por fin  el  28.11.16. este vecino comprueba felizmente que el modelo de papel higiénico, ya es continuo. Y aunque está marcado con puntos a la misma distancia que el anterior, el actual permite poder cortarlo en tiras más largas. Eso sí, la calidad del papel sigue siendo horrible en consistencia. 
Es lo que se suele denominar como: "victoria pírrica".