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domingo, 29 de marzo de 2020

OTRA VUELTA DE TUERCA



Es curioso. Siempre que hay un cambio horario, como el acaecido esta mismo noche, hacemos, o fingimos una especie de algarabía sobre el particular. Hoy, en cambio, con todo lo que tenemos montado desde hace un mes largo, y tenemos la casa propia, y la metafórica, como tenemos, lo de menos va a ser hacia dónde apuntan las puñeteras manecillas del reloj, que en la mayoría de los casos ya cambian automáticamente.

Si algo tenemos en estos tiempos del coronavirus es horas de darle al magín. Y hoy estaba pensando que si por un momento el coronavirus fuera consciente de la que ha montado, no me cabe la menor duda de que, como mínimo, nos pediría perdón.

Y es que así, a lo tonto, como se diría en mi pueblo, ya se ha acaparado el bicho de todo un año. Y para las mismas tiendas, esas que lo mismo están en Manhattan que en Motrico, famosas a nivel mundial, cómo superan al coronavirus. 

¿Quién anuncia este año un Black Friday sino hay campaña más grande e incluso más black que la del corona y la madre y el padre que lo parieron? Además de qué te va a servir una televisión nueva, por ejemplo, con más pulgadas que la mayor existente en tu barrio, si ya te has visto todas las series del mundo mundial y tus ojos tienen forma de pantalla plana.

Hoy, como domingo que es, echaré de menos un vermut bien cargadito con mis amigos, que por cierto cada vez quedamos menos, y a este ritmo de bajas, el que diga que cambiemos de bar, y el que cierre la puerta tras irnos, va a ser el mismo. Y así no se puede.

A partir de mañana, otra vuelta de tuerca y ya se quedan en casa los que no tengan un trabajo que no sea de los imprescindibles. Y acordándome de las primeras imágenes sobre la influencia del coronavirus en el comportamiento de la peña, peñita, peña, más papel higiénico necesitado en las casas. Será por aquello de que la familia que defeca unida, permanece unida.

*FOTO: DE LA RED

domingo, 22 de enero de 2017

PONIÉNDONOS DEL REVÉS


Tiempos convulsos. Este vecino del mundo siempre se ha tenido como eterno positivo, aunque eso nada tenga que ver con tener los pies bien asentados en el suelo, sabiendo lo que hay; que visto lo visto, hay más bien poco… Pero es como si nos hubieran puesto del revés y todo en lo que creíamos se haya enmarcado entre interrogaciones.

Allende los mares, viendo las imágenes de los primeros momentos del cambio de gobierno, con una Señora Trump más bien perdida en un tipo de vestimenta que no domina, y a la que inevitablemente se le ha querido disfrazar, al menos eso parece, a lo Jackie Kennedy, pareciera que el fantasma de la guerra de secesión se volviera a despertar. 

Una fiesta de gobierno de tiros largos, con unos códigos más del siglo XIX, que parece destapar claramente las diferencias sociales, sino lo ha sido ya al tomar como primera medida del gobierno, el destrozar el "Obamacare".

Este vecino del mundo siempre se mueve por sensaciones, no las sigue al pie de la letra, pero siempre las sopesa seriamente. Y viendo las imágenes de la toma de posesión de Donald Trump, le ha dado la sensación de estar viendo simplemente, y no es poco, un espectáculo para masas, una especie del "Un, dos, tres... responda otra vez", pero en su versión trucada, con la sensación de que las puertas  que te ofrece el Señor Trump, siempre van a ser pésimas, y donde siempre, siempre ganará la banca, o en este caso, el multimillonario.

Lo de Trump es, como se dice ahora, para hacérselo mirar. Él nunca ha creído en el cambio climático, pero no habían pasado ni veinticuatro horas de su toma de posesión, y la temperatura de sus calles (porque está claro que él ha tomado, ahora, posesión de “su” país) ha subido muchísimos grados. Con una población ya claramente dividida, porque aquellos que se escondían en la oscuridad de sus creencias de diferencias de razas y sexo, han recibido, o han creído recibir, patente de corso. De ahí la mención que este vecino ha hecho a la “guerra de secesión”. 

¿Faltan cinco minutos para otra caza de brujas?

Y en España, no es que todo siga igual, sino que aunque pareciera imposible, vamos empeorando. 

Alguien debería llamar a los del Libro de los récords Guinness, para que tomaran nota. En un país donde ya se ha puesto en tela de juicio todo, ahora se está comprobando como cierto, aquel rumor que durante tiempos inmemorables, unos y otros oíamos en la calle, de que nuestro entonces monarca y guía en la transición, había tenido, por decirlo suavemente, sus dimes y diretes con más de una de nuestras famosas chicas guapas de aquella época.

Ahora, al parecer, los rumores se han convertido en un verdadero tsunami con una Bárbara Rey como flotador constante en todo tipo de ríos revueltos, y pescadora de ganancias. Y cuanto más se oye, peores son las informaciones, con un niño convertido en notario de las cosas de su madre, con intento de un real embarazo, con un domador domado, y con una, en el fondo, compra de “carne” que, como siempre, hemos pagado todos los españoles, y que nos ha salido a precio de verdaderas angulas.

Si todo eso fuera verdad, y que por aquello de que el campo de la opinión en España se está minando cada día más, este vecino del mundo ha intentado pasar de “putillas” por el tema, la sensación de abandono al españolito de a pie es más que evidente.

Sin embargo, este blogger, al único al que le apetecería, ahora, y visto lo visto, tener frente a frente es a Jaime Peñafiel, para recordarle lo mal que siempre ha tratado, primero a la ciudadana novia del entonces Príncipe Felipe, y  a la ahora Reina, Letizia, por aquello de que “una reina tiene que haber estudiado y vivido para ello, ser una profesional”. 

¿A qué se refería el afamado periodista? ¿A saber llevar la cornamenta con porte?¿A callar durante años y años? ¿A saber sufrir, como con las hemorroides, los cuernos en silencio?

Pareciera que nuestro mundo hasta ahora hubiera estado dentro de un colador manga o "chino", como los que se han usado siempre para filtrar el café de puchero que tan mala prensa tiene ahora, y que tan bueno ha estado siempre, y alguien le ha dado la vuelta como si fuera un calcetín, y toda la porquería ha quedado fuera.

*ILUSTRACIÓN: DE LA RED

martes, 16 de julio de 2013

VIAJE FRIQUI A NINGUNA PARTE

Los tiempos van cambiando, como decía aquella vieja canción, que es una barbarité, que es una frívolité.
En estos tiempos en que todo se quiere rápido, y que tiene que haber constancia fotográfica en las redes sociales, este vecino del mundo ha constatado desde su atalaya, que cada vez se da más el individuo que tiende a crearse una vida social alternativa, solo para ser relatada por facebook y twitter.
Se suele decir que por la boca muere el pez, y por si hubiera dudas, siguiendo la trayectoria de alguno de ellos, por ejemplo, en facebook, te vas dando cuenta de que a través de los datos que va dando en su perfil, y por las fotos que va mostrando, algo falla. O su segundo de trabajo vale más que el de un Messi, por ejemplo,o las cuentan no casan, pues está todo el día con el teléfono móvil en ristre, relatando lo que hace en cada minuto, y contestando, por supuesto, lo que se comenta de él, porque siempre el mundo, los demás, van contra él.
El tiempo te va enseñando, que la mayor parte de tu presente y tu futuro, te lo vas labrando tú mismo en el día a día, y siempre hay un pequeño margen para la suerte e incluso a la improvisación. Lo malo de estos individuos, es que en su desequilibrio entre lo que realmente son y lo que quieren ser, mezclan también a sus seres queridos. Y a este vecino le parece realmente grave, el poner fotos de “estoy con mi hijo, o mi hija, paseando por tal playa”.
Si nos damos cuenta, las misma revistas y programas del corazón, se andan con mucho cuidado en no publicar las caras de los menores de dieciocho años, mientras estos individuos egocéntricos, que es lo mínimo que se puede decir de ellos, exponen a los posibles peligros de ser conocidos a sus seres más queridos, por seguir dando “envidia” según ellos, a todos esos que les afean la conducta.
A más de uno le vendría bien volver a ver, o descubrir por primera vez, esa gran película de Don Fernando Fernán Gómez, que es “Viaje a ninguna parte”, especialmente la parte relativa al personaje interpretado por el gran José Sacristán, y la diferencia entre lo que él pensaba que vivía, y la cruda realidad.
Algunas veces, “friqui del famoseo”, cuando todos los demás te llevan la contraria, no es porque te tengan envida, sino porque estás confundido.

*FOTO: DE LA RED