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martes, 26 de noviembre de 2013

CUADERNO DE TAREAS

Todavía con el desayuno en la mano, este vecino se ha topado con una de las noticias del día, que en cierta manera le ha transportado al pasado.
El expresidente Zapatero ha presentado un libro, “El dilema. 600 días de vértigo”, en el que habla sobre la crisis económica que le tocó vivir.
Y vosotros, los lectores fieles de este vecino del mundo os preguntaréis el por qué o el cómo esta noticia ha podido retrotraerme al pasado.
La verdad es que ha sido instantáneo, como el café mismo que me estaba intentando tomar y que casi se me cae por la visión.
Me he visto, y le he visto al Señor Zapatero, en mi viejo pupitre de madera, que por su estado debía de ser el primero que se hizo, escribiendo quinientas veces en el cuaderno de tareas “Escucharé, respetaré y haré lo que el señor profesor mande”.
Cuando fallábamos en clase, teníamos un severo correctivo, y la idea se nos tenía que grabar a fuego, al menos quinientas veces.
En cambio hoy en día, el político de turno, en este caso el Señor Zapatero, se va de rositas, y su manera de expiar las culpas es escribir un libro para que le intentemos comprender, y por supuesto, pasando por caja, y engrosando su curriculum para futuribles trabajos.
Llega un momento en que el cajón de “intentar comprender”, del españolito de a pie, está un poquito lleno, es decir que le llega hasta las narices y no se aguanta más.
Este vecino recuerda que hace años, y además ya lo comenté en esta atalaya, cada vez que en mi pueblo al menos, se cerraba una empresa, con la indemnización se abrían tres o cuatro bares. ¡Bien! Pues lo del libro debe de ser la versión jet-set  del bar, y además le servirá a su autor para presuntamente expiar sus penas ante algunas instancias que con el tiempo le ofrecerán un trabajo,  o dicho de otra manera, una excusa para embolsarse sus buenos dineros a fin de mes. Una especie de cementerio de elefantes, pero millonarios.
Es curioso. El cuaderno de tareas se hacía con el fin de leerlo en casa a modo de resumen, para fijar las ideas. Ahora en cambio, el de este señor y el de otros muchos, quieren que los leamos nosotros para limpiar su imagen. Además, pasando por caja, negocio completo.
Y pensar, que una de las bases de nuestra educación era el famoso "portarse bien". El problema es que nunca se nos ocurrió preguntar para quién, y en el caso de este señor está claro que, al menos, para su partido, y como siempre, para los bancos, que para más inri, tanto los unos como los otros, no comprarán su libro, porque además lo recibirán gratis.

*FOTO: DE LA RED