Mostrando entradas con la etiqueta susto. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta susto. Mostrar todas las entradas

lunes, 29 de mayo de 2017

ESPABILA O REVIENTA, PERO EN FRANCÉS


Estos días los medios informativos se han hecho eco de una innovadora campaña de tráfico en París, y que me ha tocado muy dentro, ya que me he dado por aludido desde el primer momento, con ese mal hábito que muchos tenemos, aunque siempre estemos seguros de que tomamos las debidas precauciones...

Se trata de una impactante campaña del gobierno francés destinada a intentar evitar que los peatones crucen los pasos de cebra sin mirar, y así parar los demoledores y crecientes datos: 4.500 peatones sufren accidentes cada año en Francia.

Se ha usado, para este loable empeño del Gobierno francés, tecnología interactiva para conseguir que los peatones sepan qué se siente, cuando están a punto de ser atropellados, en una especie de frío ultimátum, a modo de un "espabila o revienta" casi literal.

Mediante la ya citada tecnología interactiva, se muestra al peatón “despistado” cruzando en rojo, y tras el ruido de un importante frenazo “enlatado”, pero que hiela el alma, antes de que el sorprendido peatón pueda comprender nada, ve en una marquesina anexa lo que pudo ser y, afortunadamente, quedó en un “casi”-cruel pero esclarecedor ensayo de un percance que no fue. Un primer plano de su cara desencajada por el susto, llena la pantalla de la marquesina, junto con un envenenado recordatorio: "No corras el riesgo de mirar a la muerte a la cara". ´

Bien pensado, en esta campaña el Gobierno Francés, permite sentir lo que sería encontrar la noticia de tu muerte, en primera plana, sin necesidad de esperar “al día después” o vivirlo, si fuera posible, desde el más allá.


Al final, parece que va a ser verdad eso que siempre ha dicho nuestro refranero: “La letra con sangre entra”.

*FOTO: DE LA RED

lunes, 13 de septiembre de 2010

JOLIN CON ANGELINA

 

Ayer, sábado, fuimos al cine pues tenía una cita con Angelina Jolin, como yo la llamo por razones obvias. La pelicula en cuestión es Salt. 

Teniendo en cuenta que el cine, a parte de ser considerado como el séptimo arte, es también una transacción económica, desde ese punto de vista, ningún tipo de protesta. Esto lo comento, porque ahora el cine se te pone bastante caro. Quién más quién menos no va al cine solo. Si como yo, eres cabeza de familia, ...pagas por todos los pecados. Fui con mi mujer, y mi hijo mayor. Tres personas, entre la entrada, unas chuches, y una bebida para cada uno, pues el negocio ahora está diseñado de esa manera, se te pone como una entrada de teatro con la Angelina actuando en directo para ti sólo.

De hecho, yo ya noté que en algún momento me miraba con picardía.

Es una película que desde el primer momento te atrapa y no paras de esquivar balas hasta el final de la aventura. Desde el punto de vista argumental hay cosas que se ven venir, pero como a la que más se le ve venir, ir, subir, bajar, y dar es a la Angelina, pues Jolin, todos contentos que para eso hemos ido a visitarla.

Especial mención merece el derroche de decibelios de la cinta en cuestión. Al final de la película me pasé un buen rato buscando medio tímpano que me había saltado entre ráfaga y ráfaga.. No hubo manera. Lo consideré como un daño colateral.

Atrás quedó la época de que para darte un susto en una escena, el guionista introducía algo que no esperabas, quizás una mano que tocaba en el hombro al protagonista, y que luego era un amigo suyo que le venía a preguntar algo. Ahora, te lanzan una buena ración de decibelios, y mientras te recuperas la película, ya ha finalizado.

Analizando por un momento la belleza de la Jolin, quizás tiene un conjunto de “demasiados”: demasiados pómulos, demasiados ojos, aunque sólo tenga dos, demasiado delgada, que al final consiguen que ella esté demasiado.

A mi mujer no le importa que diga estas cosas; me comprende, porque a ella le pasa lo mismo con algunos actores, en especial con George Clooney, aunque yo como buen español siempre le digo:
-Uff, no se qué me da que a ese le gustan los hombres, aunque yo no tengo nada en contra de eso...

 
Siempre hay que morir matando.
 
*FOTO: DE LA RED