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miércoles, 8 de enero de 2014

RECUERDOS O PREGUNTAS

Estaba ayer en una larga caminata, intentando perderme del mundanal ruido, cuando me crucé con un amigo, que practicó el único chiste que sólo se puede hacer en esta época del año: -Me alegro de verte. Es que no te veía desde el año pasado.-Y ahora viene el origen del post de hoy.- Por cierto, quería preguntarte, ¿por qué escribes tu blog del vecino?
Me lo preguntó sin mala baba, pero con la inocencia de un niño que lo mismo te dice “me caes muy bien”, o “eres cojo”.
Automáticamente mi cuerpo adoptó la posición de quien sabe que tiene para tiempo, mientras mi boca respondía:-¿Quieres la versión corta, o la larga?
Mi amigo, que ya me conoce, y a pesar de eso seguimos siendo amigos, me respondió: -Las dos, pero primero la corta para ir entrando en materia.
-Pues la corta- le dije mientras mi voz adoptaba un tono, si es que se puede, de déjà vu o de repetición – es porque me da la gana.
Mi amigo con cara de cordero que va al matadero me preguntó: ¿Y la larga? – Estuve por decirle que la larga la tenía entre las piernas, pero como no quería vulgarizar el tema, ni parecer soez, aunque se lo merecía, le dije que lo empleo para sacar lo que llevo dentro, las inquietudes, los pensamientos. Lo que digo siempre, que me sirve para ahorrarme dinero en psicólogos, y que es una especie de diván donde me tumbo, metafóricamente hablando, claro.
Se quedó mudo durante un rato, y ese silencio me creó una duda, no sé si la cara que veía era de alguien que está pensando, o que significa que no hay nadie dentro…
Acto seguido me dio un abrazo de despedida, y con un tono de total confesión, me dijo muy bajo: -Nosotros pensábamos que te pagaban por ello.- Con lo cual era más que evidente que se le habían roto, a él y a alguien más, todas sus teorías.
Mientras se iba, y para rematar la faena le dije con la misma inocencia que se le suponía a él cuando nos encontramos:-De todas maneras, si conoces a alguien que me page por ello, le dices que se ponga en contacto conmigo, y seguramente podré hacer el mismo esfuerzo cobrando-.
Le podía haber explicado que me ocurre lo mismo que cuando pinto, que empleo las hojas en blanco, no para plasmar lo que llevo dentro, sino para encontrar la verdad que se encuentra detrás de la blancura del papel, o del lienzo. Pero quizás con ello hubiera conseguido que nadie más hubiera visto a mi amigo. Y que se creara la leyenda de que había sido abducido por una fuerza oculta, quizás la misma que abduce al vecino cada vez que escribe un post.
Mientras me iba, recordé que alguien alguna vez dijo que no hay presente: todos los caminos son recuerdos o preguntas.

*FOTO: DE LA RED