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martes, 15 de diciembre de 2020

UN INAPETENTE, PARA SERVIRLE

No sé a vosotros pero a este vecino del mundo el “corona”, ya le trato como de la familia porque está las veinticuatro horas con nosotros, me está dejando: de profesión inapetente prácticamente de todo.  Pero eso sí, algo bueno tenía que tener, a modo de un buen limpiador, está dejando todo nítido. Con las ideas clarísimas, si todavía tenía alguna duda, de cómo es la sociedad que nos rodea, y por supuesto, aquí no se escapa nadie, conmigo dentro, con nosotros dentro.

Una sociedad cada día más políticamente correcta, demasiado políticamente correcta, pero a la postre con sólo una idea que es ya una religión: ¿Qué hay de lo mío?

Nos pasamos una parte del día bajo la propaganda de que la culpa es nuestra por no tomar medidas profilácticas adecuadas, y la otra parte, bajo la propaganda también, de que somos los únicos que podemos salvar la economía del barrio, aunque durante mucho tiempo se olvidaron de él (creando verdaderas ciudades-tienda en la periferia).

Ahora es uno de esos momentos en los que todos apelan al corazón, pero no olvides, que junto a él, junto al corazón, la mayoría de las veces está la cartera.  Y entre viaje al corazón y viaje al corazón, la cartera siempre está en peligro.

Una de las curiosidades de esta pandemia es que pudiendo ser contagiado en cualquier sitio, si te aproximas gremio a gremio, todos coinciden, el suyo es uno de los más seguros, porque cumplen las más estrictas normas de seguridad.

Al final el ciudadano de a pie se tendrá que convertir en gremio también para hacerse más seguro, e intentar que al final y medio de reojo los demás gremios no den a entender que la culpa es del cliente, que anda como loco…

Aunque sería entendible que siendo el horno y el bollo, el sujeto activo y el pasivo a un mismo tiempo,  no nos llegue la camisa al …trasero, y andemos con él siempre a la vista.

El lector habrá notado que hoy no hemos mencionado al político de turno, de cualquier condición. Y es que lo mismo que ellos, confirmado, no tienen alma, este vecino del mundo no tiene Almax para su estomago, ni ganas de indignarse cada día un poco más.

Ya lo dijo Bécquer: ...qué solos se quedan los muertos.

*FOTO: DE LA RED

lunes, 29 de febrero de 2016

DE PROFESIÓN: DESILUSIONADO




No sé lo que opinarán otros bloggers, pero este vecino del mundo cada vez que se enfrenta a un papel en blanco,  tiene tanto miedo como un torero expectante ante la puerta de chiqueros esperando a que salga su próximo toro.


Claro está que este vecino no incluye a es@s que escriben cinco líneas cada cierto tiempo, y tres de ellas son para agradecer a la revista en la que están encantad@s de colaborar.


Y que conste, que no es envidia, porque a este vecino no le importaría que alguien le respaldara de cualquier manera, ya que está más triste que un pesimista al recibir una terrible noticia. 


Sin embargo, lo bueno que tiene internet es que tampoco te hace falta una gran inversión para dejarse oír todos los días, o simplemente el día que te apetece soltar aquello que llevas dentro. 


Y es que cualquiera que escriba con cierta asiduidad, es una especie de presa, como aquellas que inauguraba Franco, y cada cierto tiempo tiene que soltar su opinión, sentimientos,  que se le están acumulando quizás en exceso. Porque el problema no es, en el caso de las presas, que desborde, y en los que escriben, que suframos de incontinencia verbal, sino que con la presión ejercida  por el contenido, aquella, la presa, pueda estallar en mil y un pedazos, y en el caso del que escribe, le dé un “jamacuco”, y aunque se quede de cuerpo presenta, irónicamente ya solo sea pasado.


Últimamente  este vecino está embalsando, en su interior, mucho pesimismo y extrañeza, y en cualquier momento puede explotar con todos esos políticos de profesión, que se pasan, por decirlo de una manera fina, recriminando a los demás el no hacer nada, mientras ellos parecen emular a las vacas viendo al tren pasar. Aunque no se debería de generalizar, el político actual gasta más fuerzas  en poner a parir al contrario, que en parir una nueva política. Si ahora en el carnet de identidad se incluyera como antes, el oficio, más de uno, como este vecino del mundo, pondría “de profesión: desilusionado”.


Teniendo en cuenta que mañana comienza el debate de investidura, esta noche debería de ser una especie de Noche de los Políticos Magos de Oriente, que si nos hubiéramos portado bien, en las votaciones, nos traerían todo lo que les pedimos, y teniendo en cuenta que votamos hace ya más de dos meses, les hubiera  dado tiempo a traer las peticiones incluso andando desde Oriente. Pero hace ya mucho tiempo que sabemos que los Políticos Magos no existen, e incluso que si les dejas entrar por la noche a tu casa, puede hasta que te desalojen.


Por cierto, es muy curioso. La mayoría de los partidos  dicen que ya han aprendido los deseos del españolito de a pie y que le van a hacer caso en su deseo depositado en las urnas. Sin embargo, el ideario político sigue en el mismo punto que estaba hace más de dos meses, y los partidos siguen teniendo los mismos a su izquierda y a su derecha. Y en frente nosotros, que sin comerlo ni beberlo, nos sentimos como el blogger del comienzo, vestido de torero y preparado para recibir al miura de la política a puerta gayola. Y lo que es peor, estamos muertos de miedo, tanto por lo que puedan hacer, como porque no lo hagan, que es lo más probable…


Por cierto, hoy es el cumpleaños de Don Pedro Sánchez, nacido en bisiesto. Bueno sería, y no soy socialista, que pudiera celebrar su siguiente cumpleaños bisiesto, dentro de otros cuatro años, como Presidente del Gobierno, eso indicaría cierta estabilidad, aunque al menos para este vecino del mundo, por ahora al menos, está eligiendo malos compañeros de viaje, y encima disfrazados de lo que no son. 


Sin embargo, seguro que si las cosas le salen mal, siempre podrá decir, el Señor Sánchez, aquello de que él en realidad empezó muy joven en eso de la Presidencia, ya que si le eligen Presidente, cosa poco probable, pero no imposible, en realidad solo tiene 11 años … bisiestos.


Por lo demás, y antes de terminar, este vecino del mundo ya ha decidido, y ante notario, que en su próxima reencarnación quiere nacer "británico". Ellos, los británicos, son otra cosa. Nosotros, viajando por Europa,  como emigrantes, e incluso en nuestro propio país,  siempre somos perennes sospechosos de todo. En cambio, ser británico, y especialmente fuera de su "United Kingdom", es ser mitad crítico, mitad quejica o tiquismiquis.


En el caso de que a un grupo de británicos  no le gusta, cosa más que probable, cualquier cosa del país que están visitando, en seguida te dirán unas frases seguramente ininteligibles para tí, porque ellos te hablarán siempre en su idioma, que para ellos es el correcto, el único, el verdadero, cuya traducción más o menos sería: -Nos vamos a quejar a las autoridades internacionales y nos van a dar la razón, porque de lo contrario, nos vamos de Europa, ya que en el continente solo estamos o de vacaciones, o molestando, y sin nosotros la vida de los demás seguro que no es posible.


Y nosotros, sin poder protestar al maestro armero, o al Presidente, porque todavía ni hay, ni se le espera.



Realmente, como blogger, o bloguero, o incluso como persona, que sigo intentando ser, tenía necesidad de escribir hoy. Ahora, me voy a tomar la pastilla de la tensión. ¿Vosotros también la necesitáis?...


*FOTO: DE LA RED