Mostrando entradas con la etiqueta presentadores. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta presentadores. Mostrar todas las entradas

viernes, 26 de julio de 2013

HARTO DE ESTAR HARTO

¿Qué es ser políticamente correcto?
¿Ver los documentales de la 2, escuchar música clásica, leer un buen libro es lo normal? O quizás simplemente es lo que se quiere representar pero muy pocos lo hacen.
¿No es políticamente correcto decir que ya estoy harto de tantas imágenes, del accidente de Santiago con “moviola” y presentadores de los informativos a pie del lugar del accidente con sus trajes y sus posturas estudiadas?
No lo será pero lo pienso, porque no es lo mismo ver una película de ficción en la que ocurren mil y un catástrofes, pero todo absolutamente trucado, que ver aunque sólo sea once segundos de un accidente real, sabiendo que son personas de carne y hueso las que viajaban y vivían hasta ese momento.
No soy familiar de ninguna de las personas involucradas en dicho accidente, pero si lo fuera pensaría que en cada instante que se repite ese dramático y triste suceso en las pantallas de la televisión, cada vez más cerca, a mi hijo o a mi hija, por ejemplo, le volvería a pasar lo mismo, y eso no me parece ni justo, ni decente.
¿No es tampoco políticamente correcto decir que esos mismos periodistas punteros, hasta ayer mismo ya estaban de vacaciones, y han vuelto porque representan a un programa, y a una cadena, que al final del mes, intentará decir con mayor o menor grado de exactitud que han ganado miles de “oyentes”, que en realidad no es lo mismo que”escuchantes”?
No será correcto, pero lo pienso, y todo ésto consigue además que haga sentirme como una mala persona por estar harto de estar harto.
¿Cuándo se debe de dejar de hablar de un suceso como el de ayer? Porque dejar de hablar no es lo mismo que dejar de recordar, ni de sentirlo con un dolor que hiela el alma.
Mi padre falleció hace veintitrés años, y este vecino del mundo no habla de ese tema, sin embargo no ha pasado ningún día, desde entonces, en que no me acuerde de él, y de su ausencia.
Han muerto hasta el momento setenta y ocho personas, setenta y ocho historias de amor o desamor que han acabado injustamente, y nadie va a cambiar eso porque se repitan más o menos imágenes, o citen todos sus nombres y apellidos, o aparezcan el rey o el presidente del gobierno dando el pésame, porque eso no se da, se siente y no hace falta hacer alarde de ello, ni que forme parte de ninguna lista de audiencia. Espero que todo esto se entienda, y sino seguiré pensando lo mismo de todas maneras.

*FOTO: DE LA RED