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lunes, 18 de mayo de 2020

NOS DARÁN LAS UVAS...



Cada vez que nos toca cambiar de fase en el mundo "coronavirus", y hoy toca, al menos en Euskadi, parece un día de campo y tengo la mesa llena de sugerencias y contraindicaciones. Pasamos del “no poder hacer”, al “hacer aunque no te apetezca porque ahora toca”.

Al final, por aquello de la seguridad, creo que será mejor que en lugar de salir yo a pasear, o a lo que toque en ese momento que se supone tengo que hacer, quizás será mejor mandar al abogado de la familia, si tenemos abogado, o familia, o lo que quede de ella.

Entre estado de alarma y estado de alarma, nos van a dar las uvas otra vez, y nunca mejor dicho, con el agravante de que para mantener la distancia social o lo que sea que se llame entonces, uno de los dos presentadores de la Nochevieja del año que apenas se usó, prefiero pensar que ella, estará en la Puerta del Sol, y él con su capa, capando lo que se tercie, o se tenga, y nunca mejor dicho, a mano en algún recondito lugar de nuestra España vaciada.

Quizás, y a modo de resumen como se hace a final de cada año, y nosotros, recordad, ya estamos en nuestra nueva, como la normalidad, Puerta del Sol, este año la mayoría nos hemos sentido como Calimero, pequeños, húmedos e incomprendidos, y especialmente negros de tanto quejarnos y de no ver de dónde nos viene la película, o lo que sea que en ese momento nos están proyectando. 

Porque no sé vosotros, pero este vecino del mundo tiene la sensación de que no está viviendo la vida, sino que se la están contando, y como diría Rosalía: -malamente.

*FOTO: DE LA RED.




jueves, 6 de septiembre de 2018

UNA PICA EN LOS ANGELES


Hoy al mediodía se ha sabido que la película “Campeones” de Javier Fesser, es la elegida para representarnos a los Oscar como mejor película extranjera.

Sinceramente, para este vecino del mundo ha sido una verdadera sorpresa. No, no me malinterpretéis. Es una gran película, o por lo menos, quizás, para los más críticos, sí es una película valiente, que bajo el prisma del humor habla de un tema siempre complicado como es la discapacidad intelectual, para abordarlo, cuando menos, de una manera desenfadada. 

Estaba convencido este vecino del mundo, sin embargo, que la elegida sería “Todos lo saben” porque además de ser una gran película, eso parece al menos ya que todavía no ha sido estrenada, tiene un reparto con Penélope Cruz y Javier Bardem dentro, lo cual ya daría una especie de garantía para entrar entre los finalistas por ser muy conocidos en Hollywood.

Este año parece que nuestra Academia ha elegido quizás un camino al triunfo, es un decir, en Los Oscar, más difícil, pero muy honesto.

"Campeones" es uno de los grandes éxitos de la temporada. Una sorpresa al menos relativa, porque no es una película abalada por televisiones privadas y, prácticamente, con un solo nombre conocido en el reparto, Javier Gutiérrez, y con una temática, como ya comentado, a priori "complicada".  

Gutiérrez en el papel de Marco Montes, segundo entrenador de un club de baloncesto en la élite, es condenado, tras un accidente de tráfico en el que conducía borracho a realizar trabajos sociales...

El director Javier Fesser siempre ha sabido ("El milagro de P. Tinto", "La gran aventura de Mortadelo y Filemón", "Mortadelo y Filemón contra Jimmy El Cachondo", "Camino"...) cómo atrapar al público aunque detrás solo le arrope, de primeras, una productora, la suya y de Luis Manso, más bien humilde, "Los Pendelton", sin ningún tipo de lobby a la vista al menos. Ahora ya solo se trata de soñar y de intentar poner una pica, sino en Flandes, sí en Los Angeles.

Siempre se ha dicho que a los académicos les gusta premiar a actores interpretando personajes sufridores y cuanto con más problemas mejor. Este año, con "Campeones", los actores/personajes viajan con los problemas desde casa. Veremos cómo lo aceptan, o quizás la película y todo lo que conlleva, llegan en un mal momento, porque bastante ya tengan con lo que tienen en su "Casa Blanca".


Ya lo dijo el gran Dalí, “Lo importante es que hablen de ti, aunque sea bien”, y está claro que sobre “Campeones” todavía no se ha dicho la última palabra, e incluso puede que ésta sea en inglés, y con una figura dorada como excusa.

Quizás, el mejor chiste de una comedia dramática como es “Campeones” esté por llegar y sea que no solo sea un título sino… un presagio. En un idioma más cercano al de alguna de sus películas podemos decir:  "Fesser a quien le Fesser, Javier todavía puede ganar..."

*FOTO: DE LA RED

miércoles, 29 de agosto de 2018

BAJO EL INFLUJO DE LOS RODRÍGUEZ



Hoy, antes de nada, lo voy a decir de antemano para no llevarnos a engaño y dejar las cosas claras desde un primer momento, el tema, o los temas a tratar en este post no van a ser políticamente correctos. Normalmente nunca lo son, pero la ironía siempre actúa a modo de vaselina para que todo más o menos fluya. Esperemos que hoy también la ironía no deje tras de sí al menos ninguna mala cara, ningún mal gesto.

Dos décadas atrás, o incluso mejor antes, no había verano sin Rodríguez. Los Rodríguez, o los maridos forzados por su trabajo, a permanecer en la ciudad  mientras la familia estaba de vacaciones formaban una casta aparte. Bañados por la soledad en lo cotidiano y perdidos en lo personal sin tener al lado  a quien muchos acostumbraban a decir sus últimas palabras "Sí, cariño", los Rodriguez gozaron incluso de un cine arropado entre el "landismo" y actores-personajes coetáneos, Sin olvidar tampoco a esas "novelas de tapas blandas" de lectura especialmente veraniega tanto de Ángel Palomino como de Fernando Vizcaíno Casas.


Ahora los Rodríguez ya solo son un viejo grupo musical, y un recuerdo para los más que talluditos que pasan las vacaciones en solitario sin ya tener un clan a quien pertenecer y así ser tenidos en cuenta a modo de pedigrí.

Según un estudio reciente, este vecino se ha enterado hoy aunque mentiría si dijera que le ha extrañado, para las mujeres los hombres resultan atractivos sobre los cincuenta años. Sin embargo, para los hombres la edad perfecta en la mujer, serían los dieciocho.

Ahora es el momento de tirar piedras contra mi propio tejado, diciendo  que si a los hombres siempre les gusta, y generalizar tiene sus riesgos, todo tipo de aparatitos, incluídas las televisiones, que sean lo último en tecnología, por aquello de más prestaciones, la juventud en la mujer sería vista de la misma manera.

Muchas mujeres se pasan la vida intentando recibir por decirlo de alguna manera que no se aleje de la realidad, un reconocimiento de la “parte contraria”, y visto por este vecino del mundo, quizás ahí esté su gran fallo. Porque para reconocer, primero hay que verlo y tenerlo claro. Y el hombre nunca ha tenido, no tenemos, nada claro. Como que nos pasamos la vida creyendo que nosotros, en las relaciones, somos los que elegimos, y simplemente nos dejamos llevar.

Este vecino del mundo estos días de verano, las cosas han venido así, está solo, la Nuri, su sufrida no le ha podido acompañar, y fijaros las ganas que tiene de visitas y de conocer a nueva gente, que hace mucho tiempo que decidió no tener ni en la casa que utiliza en verano, ningún electrodoméstico Balay, para evitar que vengan es@s trabajador@s, como en el anuncio, que más que serviciales siempre los ha catalogado de pelín cotillas.


En España nunca se regala nada por nada, ni un delantal, ni siquiera una visita. Solo ver el anuncio de Balay le inquieta  a este vecino más que un paquete sospechoso a un miembro de la brigada de explosivos.

*FOTO: DE  LA RED


martes, 7 de agosto de 2018

MÁS "BLACK" QUE "WOOD" (...A ESTAS ALTURAS DE LA PELÍCULA)




Hace tan solo una hora he salido del cine. He ido a ver “Blackwood”.

Los que siguen a este vecino del mundo, saben que por su manera de ser, él se pringa en lo que se tiene que pringar, aunque muchas veces tire de ironía para no ser cruel.

Uno de los motivos por los que ha ido  a ver esta cinta que se acaba de estrenar, es porque Rodrigo Cortés, su director, le parece una persona muy inteligente y culta a la que sigue  en muchas de sus intervenciones en Onda Cero, y en ese programa que al parecer acaba de desaparecer, “La cultureta”, en la madrugada de los viernes al sábado, y que merecía muy mucho la pena.

Vaya por delante que en ningún momento este vecino del mundo se ha acercado a “Blackwood” pensando que era una película de terror, ni una más de adolescentes, porque muy probablemente  en ese caso no hubiera ido, ni Rodrigo Cortés en ningún momento la ha vendido así. Por lo que pudiera ser que cierta publicidad de la película no ayude en absoluto.

La premisa, "unas jóvenes, cuando menos complicadas, que son llevadas a una especie de casona a ser educadas", a este vecino del mundo, que ya tiene sus años, le recordaba mucho a una película del gran Narciso Ibáñez Serrador, “La residencia” (1969), que degustó en su juventud, y que durante varios años fue la película española que más recaudación había obtenido.

En ningún momento, por supuesto, este vecino ha ido al cine para comparar ambas cintas, por aquello de que las comparaciones son siempre odiosas, y que el espectador que el vecino era entonces, no es el mismo espectador que es ahora, especialmente por los años que ya acumula.

La historia va por buen camino hasta que llega un momento en el que claramente descarrila. Y lo de “claramente” es un decir, porque hay momentos en los que hay tanta oscuridad en pantalla, que este vecino está convencido que en sus pases televisivos los espectadores directamente no verán nada. Quizás de ahí venga el "black" del título, porque sin duda el "wood" (madera) lo tiene a espuertas el director, aunque quizás en esta ocasión el guión ha sido un tanto endeble, intentando coger de aquí y de allí, sin llegar a nada.

Es una pena porque el trabajo de dirección, música (con una extraordinaria banda sonora de Victor Reyes), y montaje son excelentes, especialmente en momentos en los que la joven protagonista, AnnaSophia Robb, está desatada ante el piano. Pero hay mucho de artificial en los minutos finales, e incluso de escenas precipitadas y aparentemente solo bosquejadas. Y, seamos serios, las últimas imágenes de Uma Thurman, que no se pueden relatar por aquello de no destripar la trama, sería mejor olvidarlas cuanto antes.

Ir al cine, como muchas cosas en esta vida, no deja de ser en el fondo una transacción económica. Y este vecino, en este caso, no se considera estafado, sino decepcionado, porque esperaba más de la película en cuestión. Otra vez será...

*FOTO: DE LA RED

sábado, 7 de julio de 2018

DOS POR UNA (...A ESTAS ALTURAS DE LA PELÍCULA)



Por correo interno he recibido estos días mensaje de una gran amiga preguntándome por películas que he visto recientemente, y que las pueda recomendar.


Precisamente no he tenido mucho tiempo para dar rienda suelta a mi fiebre cinéfila en su manera más directa que es visitando las salas, pero en las últimas cuatro semanas he ido a ver dos películas que son totalmente recomendables.

Una de ellas es la taquillera y ya super-aireada por todos los medios de comunicación, vía publicidad más o menos encubierta,  "Jurassic World - El reino caído".

Para los seguidores de la franquicia, un producto más que digno. Tras los nada despreciables 128 minutos de metraje, es obligación decir que la película te engancha desde el principio y no te suelta hasta la última secuencia. Incluso es una de las pocas veces que le pasa a este vecino del mundo que le da la sensación de que ocurren demasiadas cosas.

Como debut en el sistema americano es una buenísima tarjeta de presentación de nuestro J.A.Bayona.

He dejado, no como segundo plato, sino como broche de oro una película más bien pequeña, pero muy interesante llamada "Tully".

Es uno de esos platos de nueva cocina, de envoltura atractiva (como lo es la mismísima Charlize Theron, incluso implicada en tareas de producción), pero con un sabor un tanto agrio que te atrapa de tal manera, que si ves esta película, me atrevo a decir que no la vas a olvidar nunca.

Es la historia de Marlo (Charlize Theron), madre de tres hijos, el nacimiento del más pequeño forma parte de la historia que se nos relata.

El hermano de Marlo (Mark Duplass), viendo las dificultades que sufre ella durante la crianza, se decide a hacerle un original e inquietante regalo: una niñera para que le ayude por las noches. Lo que al principio no deja de ser para Marlo una extravagancia, derivará más adelante en una relación única con Tully (Mackenzie Davis), una joven niñera, algo más que sorprendente.

Película con truco argumental que por supuesto no vamos a desvelar, y que demuestra una vez más que la Señora Theron es algo más que un cuerpo agraciado y que no pone reparos en dañar su imagen si la propuesta lo merece.

Con un original guion de Diablo Cody y dirigida por Jason Rietman (con las más que estimables Juno y Up in the air en su haber).

Personalmente la ví el mismo día del estreno porque había oído hablar muy bien de ella, y desde entonces, espero que entendáis la expresión, la estoy rumiando.

Un consejo, si te estás planteando tener hijos pronto, te puede influir, y quizás no para bien.

*FOTO: DE LA RED



martes, 6 de marzo de 2018

EL ARMARIO DE LOS MUTANTES



Cada vez estoy más convencido de que los seres mutantes, esos con extraños poderes, no son sólo cosas del cómic o de la película de turno; existen también en nuestro día a día. 

¿Quién no ha conocido, por ejemplo, a ese ser que tiene el extraño poder de que cada vez que habla, sube el pan? Sin ir más lejos el prelado, José Ignacio Munilla, Obispo de San Sebastián, es uno de ellos. Y es más, lo ha conseguido una vez más, y al parecer sin un mínimo esfuerzo.

Ahora, y en vísperas de esa anunciada huelga de mujeres hastiadas por ese mundo que la mayoría de las veces parece que ni las respeta ni las tiene en cuenta, el Obispo de San Sebastián parece ponerse nervioso, y se convierte por momentos más en un personaje de Woody Allen, sólo le ha faltado invadir Polonia, que en explicar la palabra de Dios, al menos desde un punto de vista actualizado y serio.

Ha soltado lindezas desde el programa “Sexto continente” de Radio María del estilo de el demonio ha metido un gol desde sus propias filas" a la causa feminista; diferenciando, además, dos tipos de feminismo, el "femenino", que busca la igualdad jurídica y legal entre hombres y mujeres, y el "radical o de género", que pretende equiparar en todos los aspectos a ambos sexos.

Personalmente he echado de menos algún comentario, por ejemplo, sobre los presuntos casos de abusos sexuales en el seno de la Iglesia, más que nada por eso de antes limpiar la propia casa  que la ajena. Porque este vecino del  mundo antes ve, y llámenme malpensado, al diablo liado en casos de pedofilia tentando a los miembros de la Iglesia con otro tipo de miembros.

Hay mucho miedo a que la mujer, así, en general, se desmelene y se quite de encima todo tipo de tabús y coja el asunto por los cuernos, y en más de un caso, los nuestros.

Difícil de arreglar el machismo en este país si tenemos a la Iglesia, o mejor dicho a miembros de ella, dando juicios de valor sobre temas que, en realdad, no deberían de opinar, al menos no antes que en temas de extrema necesidad como la pobreza, o sobre gente sin hogar y sin recursos.


Cada vez estoy más convencido que esa famosa huelga del 8 de Marzo, nos va a dar momentos gloriosos, en especial por estamentos y personas que seguro que no van a salir a manifestación, pero que de una u otra manera seguro que no van a parar de manifestarse en contra, y en cierta manera, a salir de otro tipo de armario, el armario de los mutantes, el de las apariencias, y se definan de una vez por siempre.

*FOTO: DE LA RED

miércoles, 7 de febrero de 2018

LOCALIZANDO BORBONES Y ... MALINTENCIONADOS



Estoy furioso. Así, sin paños calientes e inaugurando un post que no tenía previsto.

La mayoría de las veces, y los que siguen a este vecino del mundo lo saben, procuro no entrar al trapo, y normalmente me doy una especie de tiempo de seguridad con el fin de que cuando escriba, dando mi respuesta, aunque me despache sin límites, guarde las formas y nadie resulte herido, aunque algunas veces sí zarandead@. Pero en este caso voy a hacer una excepción.y lo mismo que muchos han dado caña obviamente sin tiempo de reflexionar, voy a plantar cara por algo que creo merece justicia hacer.

Ayer mismo se ha estrenado en Antena 3Cuerpo de Élite”, una serie que ya para ir dando pistas proviene de una película, también con Antena 3 al fondo, que ya avisaba de qué iba, y que se supone que en su momento dio dinero más que suficiente como para animarse a hacer la serie.

Es un producto que ya desde los anuncios no pretende engañar a nadie, y solo hubiera faltado en la citada promoción una especie de nota de intenciones en la que se dijera que la única pretensión era hacer reír al personal con un mínimo de calidad.

Teniendo en cuenta que este vecino del mundo era reacio a seguir la serie porque pensaba que amparándose en una película que estuvo muy bien en su periplo comercial, al final con la serie era más que probable que fusilaran aquel recuerdo. Y el resultado, al menos, el primer capítulo es más que notable. Y se nota  que han puesto suficiente carne en el asador desde el punto de vista técnico y actoral, con una más que remarcable fotografía, decoración, puesta en escena y un casting mucho más que apropiado.Ya se puede decir que la expresión inaugurada ayer, "localizador de borbones", y que en opinión de este vecino es más que lograda, la va a devorar el pueblo y hacerla suya en un segundo.

Y ahora resulta que en una serie que al menos en esta primera propuesta no deja títere con cabeza  tanto de izquierdas como de derechas, muchos progres o casi-progres se ponen exquisitos en las redes sociales, y prácticamente llaman ladrones y dilapidadores del dinero público, que esto último sería más que cuestionable, por una serie que ellos tildan de muy mala.

Este vecino está convencido que si esta serie proviniera, por ejemplo, del Reino Unido, o tuviera como canal de distribución alguna plataforma de esas de moda con pago por adelantado su punto de vista hubiera variado, pero eso claro nunca se podrá probar.

No es justo que en un país, España concretamente, donde tenemos más que indicios de que unos cuantos, poderosos, con influencias o ambos, cada vez más desgraciadamente, como mínimo se ríen de nosotros, y la realidad del día a día parece “guionizada” por unos malos profesionales de lo suyo, den palos a una serie que precisamente habla de eso. Y, sin embargo, premie en la realidad de las urnas, con reelecciones continuas, a mucho chorizo o gente que coquetea cada día con la ilegalidad.

Nos están dando en la cara y en los morros todos los días sin apenas un mínimo de contestación social, y nos rompemos las vestiduras por presunta falta de calidad de una serie que con un humor fácil, eso sí, pero con unos chistes aunque muchos de ellos también fáciles, nunca son chabacanos y siempre están bien colocados, sin “desiertos” o partes muy blandas de guion.

Para esos que son muy críticos solo con la serie, recordarles que no tienen por qué verla, y que además de esa manera se la pueden cargar en dos o tres episodios de baja audiencia. Pero el problema es que el original que da pie a la serie, la vida misma, nos la tenemos que comer con patatas, eso sí, si tienes para comer dignamente, y nadie parece pedir un mínimo de calidad, en este caso cuando menos humana. Y eso sí que es grave, y no sólo ocurre como la serie los martes, sino cada vez que miras a tu alrededor.

Sólo recordar, ya para terminar, que si a alguno de esos poderes fácticos no le ha hecho ni p… gracia la serie, porque les mete el dedo en el ojo, muchos se lo han puesto muy fácil para hacerla desaparecer, haciendo como siempre que la culpa recaiga sobre nosotros, y nunca sobre ellos.

¿Tenemos lo que nos merecemos? Hace mucho tiempo que lo tengo clarísimo, por supuesto que sí.

*FOTO: DE LA RED


lunes, 1 de enero de 2018

ADVERTENCIA PARA UN NUEVO AÑO...


He comenzado el nuevo año arrasando. Lástima que no haya llamado al notario para que levantara acta de que estoy cumpliendo con una de esas ¿promesas inconfesables? de principio de cada año y que nunca terminan bien.

Estoy leyendo un libro, bueno, en realidad ya viene de hace unos pocos días del año que ha costado que pasara, porque se ha hecho muy, muy largo. 

El nombre del libro, como la editorial no me va a pagar nada no lo digo, pero lo importante es el hecho en sí. Siempre se ha dicho que un gesto se convierte en hábito a partir del día 21, esperemos conseguirlo.

Siempre he tenido el hábito de leer, pero lo que ocurre es que cuando paro una novela, prácticamente casi todas, y con la sensación de que los personajes paran también conmigo, y en muchos casos puedo elevarlos a la categoría, sino de parapléjicos por el lapso de tiempo, sí tengo la sensación de que han olvidado lo que estaban haciendo para cuando continuo la lectura, y tengo que comenzar de nuevo.

De todas maneras, siempre he tenido la sensación de que cuando preguntas a los demás si tienen el hábito de leer, ocurre como con los documentales de la 2. Te cuentan su deseo pero no la realidad.

La buena caminata la realizaré, hoy al menos, por la tarde, y si sigue el mal tiempo, ya mañana comenzaremos con esas promesas íntimas totalmente en serio.

Aunque llevaba un buen tiempo leyendo esta mañana, y ya lo he relatado en mi Facebook y en Twitter, me llama mi vecina sobre las doce y media, me pide un poco de perejil y me pregunta si estoy viendo el Concierto de Año Nuevo, o sino acostumbro a hacerlo cada año. 

Para el nivel mental de un sufridor de Cena de Nochevieja con sus correspondientes vasos y copas, demasiadas preguntas seguidas. Le contesto con una sonrisa, que el mío, mi concierto, lo acabo de interpretar en mi cama, concretamente el Opus 1 para trompa y ronquido. Ya al abrir la puerta, no le he visto ningún atisbo de humor, por lo que se ha ido confundida, y por supuesto sin perejil, que no me toquen la isla.

No seréis tan ingenuos como para haber creído que de un día a otro, aunque cambie el año, se puede cambiar tanto aunque se quiera. Los tics todavía quedan.

Ya con conocimiento de causa, el 2018 ha comenzado:

¡Feliz Año Nuevo!, y nunca os confiéis, nuestros “YO” anteriores siempre estarán al acecho para intentar reconquistarnos. 

Como se decía en aquella famosa película: YA ESTÁN AQUÍ...

*FOTO: DE LA RED


jueves, 21 de septiembre de 2017

¿EL HUMOR TIENE BANDOS?


¿Cuándo uno se encuentra en la tesitura de que le están enseñando un capote para que embista, aparte de que se presupone que le están llamando cornudo, pero ni hay pruebas de ello ni las habrá, merece la pena embestir, si ve que en el fondo todo lo que está ocurriendo es con fines publicitarios?

Es lo que está ocurriendo con la denuncia que la Unión de Guardias Civiles ha interpuesto a la plataforma de televisión por "streaming" Netflix ante la Fiscalía de la Audiencia Nacional por considerar que la publicidad de su película, "Fe de etarras", constituye un delito de "humillación a las víctimas" del terrorismo.

El motivo de la denuncia es un gran cartel, mostrado en la foto al comienzo de este “post”, que cubre un edificio en pleno centro de Donosti, y en el que se puede leer la frase: "Yo soy españooool, españoool, españoooool", con las palabras "español" tachadas en , rojo, bajo la que figura el título de la citada película. 

Una comedia (detalle éste, comedia, que hay que tener muy en cuenta), en la que con el mismísimo título, ya se da a entender que va a tratar, cuando menos de ETA, y luego con un poco más de información (y para eso se publicita), nos enteramos, que de manera "desenfadada", trata sobre las peripecias de un comando etarra en Madrid. 

Película dirigida por el donostiarra Borja Cobeaga, guionista, junto con Diego San José, de la populares "Ocho apellidos vascos" y "Ocho apellidos catalanes", y uno de los responsables del exitoso programa satírico  de ETB “Vaya semanita".

Ocurre que en presuntos delitos donde la censura anda por medio, ya de primeras es aconsejable, y este vecino pide perdón de antemano, “cogérsela con papel de fumar”, y como en el ámbito de la ley estamos hablando, seguro que ambas partes, y ninguna, van a tener razón.

Además, una empresa tan pujante como Netflix, y utilizando las mismas palabras que hubiera empleado esa gran filosofa que todavía es Doña Amalia, la madre que me parió, “si se han metido en semejante berenjenal” es porque un grupo de sesudos abogados ya han previsto el posible litigio, y han dado su visto bueno.

Para ciertas cosas tenemos la piel hipersensible, aunque al final sólo se trate de promocionar una película, se presupone que con buenas dosis de ironía y humor, que se presentará en el Festival de San Sebastián el próximo 29 de septiembre, y en la ya supercitada plataforma,  el próximo 12 de octubre. La publicidad, en realidad, ya está más que hecha entre todos, y muchos de nosotros, sin cobrar un euro. 

Hasta el mismísimo presidente del PP de Gipuzkoa, Borja Sémper, ha expresado públicamente sus "ganas" de ver la película, argumentando que se trata de un filme que se ríe de ETA, lo que a su juicio es lo contrario de "avalar" la trayectoria de la banda terrorista.

Quizás muchos vascos, la mayoría, y seguimos en tono de humor pero sin alejarnos de la realidad, porque no tienen por qué ser excluyentes, en su momento podíamos haber interpuesto muchas demandas; porque cada vez que salíamos de nuestra autonomía, y al decir de dónde eramos, con cara medio pícara/medio seria, nos decían eso de "Ah, eres etarra". Y parecía que teníamos que demostrar que éramos buenas personas, lo cual hubiera sido harto difícil, porque primero habría que ponerse de acuerdo en qué es ser buena persona.

Muchas veces, el problema, si lo hay, no es en lo que se dice en un momento determinado, sino cómo se percibe y recibe por el otro "bando". Y mientras haya "bandos", siempre habrá polémica, y lo más importante, nada de humor; y si algo es el humor, o debería de ser, es salud en potencia.

*FOTO: DE LA RED,

martes, 15 de agosto de 2017

LOS HOMBRES QUE HAY EN ÉL (...A ESTAS ALTURAS DE LA PELÍCULA)


Cuando te metes en el cine huyendo de los rigores del verano, pero teniendo en mente que la película en cuestión, “Abracadabra”, es lo último, por ahora, de un gran innovador visual como es el bilbaíno Pablo Berger, puede dar como resultado, lo que le ocurrió a este vecino del mundo ayer; que salgas del cine preguntándote: ¿Es verdad la propuesta que he visto? Y mi inmediata respuesta fue: Sí. Y ha sido impresionante, en su supuesta, y que se me entienda por favor, “vulgaridad”.

Carmen (Maribel Verdú), ama de casa con toques de modernidad, para ella, pero “maruja” para la mayoría, de un conocidísimo barrio madrileño (Carabanchel), descubre un día, mientras asiste a una ceremonia familiar, que su marido, Carlos (Antonio De la Torre), puede estar poseído por un “ente”, comenzando así una exhaustiva investigación, entre ¿terrorífica? y dislocadamente disparatada, para intentar “salvarlo”.

Primeros planos de una Maribel Verdú que casi la distorsionan para darnos a entender el punto de su dilema personal en el que se encuentra. A destacar la escena en que Verdú baila en una discoteca con un De la Torre totalmente desatado.

Mención aparte merece la escena en que Julián Villagrán les muestra a  Verdú y a José Mota un piso mientras se transforma en una especie de mensajero del ayer. Desde ya candidato a mejor actor de reparto en los próximos Goya.

Una gran película disfrazada de cinta menor, con grandísimas interpretaciones y dónde los encargados de vestuario han debido de tener carta blanca para llegar hasta el delirio, remarcando de esa manera, lo extraordinariamente chabacano de unos personajes que viviendo en un barrio de clase media baja, es un decir, sus vivencias durante el metraje de la película, son de todo menos normales.

Una mirada de Pablo Berger, convertido en “Juan Palomo” (dirección, guion y coautor de la música junto a Alfonso de Vilallonga) que tenía muy alto el listón tras su “Blancanieves”, y que se ha superado con creces, sin parar de diseccionar la vida, por otra parte anodina, de una perdedora ante un marido machista donde los haya.

Película plagada de estupendas interpretaciones:
Maribel Verdú interpretando a una ama de casa vulgar, muy vulgar,  y a la par sumisa y aprendiz de domadora de marido (Antonio de la Torre) machista entre los machistas. A destacar los cambios de expresión del Señor De la Torre para interpretar esa doble personalidad que le habita. Un José Mota inconmensurable en su vulgaridad  como primo, y muy inquietantemente siniestro como hipnotizador de tres al cuarto.

Si quieres ver lo que ha sido este año el cine español, es de obligado cumplimiento.

Dentro de unos años este título tendrá un papel preponderante en las listas de películas feministas españolas, aunque en realidad reparta estopa para todos, porque donde  alguien se comporta como un dictador de su casa, hay otr@ que cede, normalmente por miedo, y eso siempre aleja el amor.


Resumiendo: comedia negra, disfrazada de hortera que confundirá a muchos, por aquello de ver los árboles y no el bosque.

*FOTO: DE LA RED

jueves, 27 de julio de 2017

TÚ PROPONES, Y LOS HIJOS DISPONEN (...A ESTAS ALTURAS DE LA PELÍCULA)


Algunas veces, y por una serie de circunstancias, vas al cine a pasar un rato tranquilo, especialmente si es verano y te quieres “refrigerar” de una noche más que cálida, caldosa, y te encuentras con una película, "Señor, dame paciencia" que no es una obra maestra, ni lo intenta, pero quizás en el baremo, en tu baremo, de películas graciosas, crees que puede estar mucho mejor, por ejemplo, que el supertaquillero “Ocho apellidos vascos” (http://patxipe.blogspot.com.es/2014/03/euzkadi-tiene-un-color-especial-estas.html), aunque ambos argumentos no tengan nada que ver…¿o sí?

¿El argumento? Gregorio (Jordi Sánchez), un banquero ultraconservador, del Real Madrid en su ADN y más que gruñón, un “tocapelotas". Al fallecer repentinamente su esposa (Rossy de Palma), cumplirá su última voluntad esparciendo sus cenizas en el río Guadalquivir. Para ello, Gregorio tendrá que pasar un fin de semana en Sanlúcar de Barrameda junto a sus hijos, dos chicas y un chico, y sus respectivas parejas que son de todo menos adecuados para su arquetipo de “gente de provecho”.

Un reparto de campanillas a nivel de actores/personajes muy queridos en el ámbito (series) televisivo.

Megan Mortaner, Silvia Alonso y Eduardo Casanova, como hijos, están rodeados por actores que repiten tipo de papel por el que se hicieron famosos en la pequeña pantalla, y que al espectador no le importa en absoluto, porque es en realidad lo que están esperando de esos actores-personajes. A destacar el caso de David Guapo, y no es una crítica sino solo una observación, cuyo personaje se comporta como el propio humorista en "Tu cara me suena".

Una refrescante, al menos a este vecino del mundo le ha parecido, comedia dirigida por Álvaro Díaz Lorenzo, y protagonizada por Jordi Sánchez (el “mayorista” de La que se avecina), los ya comentados Megan Montaner (protagonista absoluta de esa gran serie que fue “Sin identidad), Silvia Alonso, Eduardo Casanova (el inolvidable Fidel, en Aida), y Rossy de Palma (por siempre chica/mujer Almodóvar). Película que se presentó fuera de concurso, en la sección oficial, del Festival de Málaga 2017,  y que su fin último está claro que será la televisión (Atresmedia).

Una clara pista, observando las carteleras españolas, que proporciona esta película de que merece el cariño del público es que en un mundo de comida y cine rápido, se estrenó el 16 de Junio, y sigue resistiendo en los cines.

Es una película que te pone en una disyuntiva: tan sospechoso puede resultar mostrar y demostrar que te lo estás pasando bien, como que no, de las situaciones provocadores que el guion plantea, sabiendo todos ya, que la vida diaria, especialmente en esta España, da sorpresas cada segundo.

Tal como estamos, estas cintas son necesarias para reírnos de nosotros mismos y hacer una especie de catarsis y quemarnos, metafóricamente, como si fuera la Noche de San Juan.


Este vecino del mundo no va a ganar nada con ello, monetariamente hablando, pero… vete a verla, te reirás, y eso, con perdón, no es moco de pavo.

*FOTO: DE LA RED

jueves, 20 de abril de 2017

UN PRESENTE MUY DE PELÍCULA...


Hoy, no sé por qué, me he acordado de aquella película, “Todos los hombres del Presidente”, que cada vez la recuerda menos gente, quizás porque cada vez hay más gente que nació después de su estreno, 1976, y no pueden recordarla, sino descubrirla.

Unos jovencísimos Robert Redford y Dustin Hoffman, a las órdenes de un entonadísimo Alan J. Pakula, nos explicaban lo que fue la odisea de dos periodistas, y al final de todo un periódico, The Washington Post, y una profesión, el periodismo, en una lucha contra el poder para contar una verdad incómoda que afectaba al entonces Presidente Nixon, y que se dio en llamar el “Caso Watergate”, y que acabó con la dimisión del Presidente.

En España, no sé si ocurrirá eso, personalmente creo que no, con el actual Presidente, Don Mariano Rajoy. Pero si formara parte de esas atracciones de feria, lo que familiarmente conocemos como “tiro de pichón”, diríamos que cada vez disparan más cerca, y ya hasta nos despertamos con el “nombre del día”, entre los periódicos y los jueces,  y si hace dos días le llamaban a declarar al Señor Rajoy, por el famoso “Caso Gürtel”, ayer detenían a Don Ignacio González, en un tiempo “chico de moda” del Gobierno autonómico madrileño.

Lo dicho, en esta feria de “El nombre del día”, más de uno, y de una, por aquello de la igualdad de sexos, dirán que “cada vez disparan más cerca” y pensarán: Ya tengo que estar de peluquería siempre, más que nada por sí soy el nombre del día, y tengo, al menos, que “parecer” muy dign@, ya que lo de “ser” veremos si lo puedo demostrar...


Volviendo al comienzo de este post, ahora está más que claro el por qué me he acordado del título de esa gran película. Aunque bien mirado, al menos en España, y para ser, políticamente correctos, y nunca mejor dicho, el título debería de ser, “Todos los hombres, y mujeres, del Presidente”. Aunque a este vecino, el final de la película, y realidad, americanas, el de dimitir un presidente, le siga pareciendo todavía, una intromisión en el cine de ciencia-ficción 

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sábado, 15 de abril de 2017

AHORA, ES EL MOMENTO (...A ESTAS ALTURAS DE LA PELÍCULA)


Hay mil caminos que te pueden llevar a ver una película. El mio, para ver “Mañana empieza todo”, ha sido al ver que en la cartelera estaba una nueva película de Omar Sy, ese gran actor, de calidad y  tamaño (190 cm.), al que la mayoría conocimos en "Intocable", y algunos volvimos a degustar en "Samba" (http://patxipe.blogspot.com.es/2014/09/menos-samba-y-mas-trabajar-estas.html).

Tras enterarme además, porque uno tiene que asegurarse en dónde invierte el poco dinero que tiene, que en Francia ha sido uno de los éxitos de la temporada, siendo, siendo, además, él, Omar Sy, uno de los actores mimados, desde hace tiempo, por el público francés, que entiende mucho, en especial, de su cine. No lo dude, y no me he sentido defraudado.

El argumento gira sobre Samuel, un alocado joven francés que vive una disipada vida en una playa del sur de Francia. Un día, uno de sus ligues, le deja un bebé de pocos meses, su hija: Gloria. Decidido a devolver la niña a su  madre, Samuel va a a Londres, con el bebé en  brazos intentando encontrarla, pero no tiene éxito. Samuel y Gloria vivirán en Londres durante ocho años, hasta que un día la madre de Gloria regresa a sus vidas para intentar recuperar a su hija. 
No es una historia original, sino un remake de "No se aceptan devoluciones" (2013), en su momento la película mexicana de más éxito.
Lo mismo que en los dos anteriores trabajos mencionados de Omar Sy, éste dirigido por Hugo Gélin,  bajo una capa de comedia, que lubrica, especialmente las emociones, y cualquier mensaje para que entre mejor, en esta película sí se puede decir que se habla de lo divino y de lo humano; de los miedos, a la muerte, pero también a la vida; del "mañana", pero sin olvidar nunca el ahora.

Con unos decorados, y escenarios, en los que no se ha escatimado nada, y queda evidente el respaldo económico que tiene la producción, el guión está hecho a medida de un actor/showman que en este caso, además, está acompañado de una niña, Gloria Colston, que está a muy poco de resultar insoportable, pero que sale indemne en ese tour de force de acaparar la atención del espectador.

Por otro lado, a Clémence Poésy, muy conocida a raíz de su participación en la saga de Harry Potter, le toca bregar con el nada agradable papel de una madre de ida y vuelta.

Si habláramos de un coche, diríamos que por el mismo precio de un vehículo familiar, tenemos otro con las mismas prestaciones de uno de alta gama, sin que todo el mundo se quiera sacar una foto junto a él; y eso, algunas veces, es toda una ventaja.

Un secreto antes de terminar: Hoy considero que la película me ha gustado mucho más que lo que pensaba ayer. Y eso, creo que es bueno.

Y un último consejo: Si va a ver esta película, sin rimmel se encontrará mucho más ... cómod@.

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sábado, 14 de enero de 2017

¿AYUDAMOS AL MALO? (... A ESTAS ALTURAS DE LA PELÍCULA)

 

Para los detractores de la época digital, diremos, hay que reconocerlo, que tiene sus cosas buenas. Como darle otra oportunidad a esas películas que en su momento de estreno te perdiste en su pase “por las mejores salas”, porque tu agenda estaba petada, o tu bolsillo no recordaba ya lo que era ser poseedor de unos cuantos euros sin estar destinados para algo vital.
Este vecino del mundo, como sus seguidores ya saben, es un enamorado hasta la médula del cine, y este año se ha propuesto ver, antes de la entrega de los “Goya”, el mayor número de películas nominadas, mediante el recurso del DVD; y ayer le tocó a “Tarde para la ira”.

La ópera prima del hasta ahora actor Raúl Arévalo, comienza con un robo frustrado y mediante el recurso de rodar con cámara en mano, mitad dando la apariencia de un documental, y mitad de improvisación en la puesta en escena,  el espectador que acaba de sentarse se encuentra ya sin resuello intentando escaparse de la ley.

“Tarde para la ira" es un golpe en la mitad de la cara del espectador que todavía se crea ese inefable “todo va bien”.

El guion, en el que también ha intervenido Raúl Arévalo, junto a David Pulido, tal como está planteado, juega muy bien con el espectador, al mostrarnos personajes que hacen cosas malas, y que siempre tendemos a tacharlos de “los malos de la película”, pero que al ir conociendo  su pasado tendemos a enfatizar con ellos y comprender que el comienzo de la maldad puede ser una línea no tan fácil de distinguir, ya que si a nosotros nos pasara lo mismo... ¿cómo nos comportaríamos?
 
En la trama no hay puntos muertos, ni momentos que sobren. La historia es más de gestos, de silencios, de miradas, porque hay historias en las que sobran las palabras, y ésta es una de ellas.
 
En el orden interpretativo, Antonio de la Torre y Luis Callejo, ambos nominados a los Goya al “Mejor actor protagonista”, de recibirlo, según este vecino del mundo, lo justo quizás sería un ex aequo, ya que son personajes que cargan las pilas del otro, según el diccionario, “se realimentan”.
 
A destacar los aproximados cinco minutos en los que interviene Manolo Solo como el empleado de un gimnasio: simplemente “sembrao”, y justamente nominado a los Goya como “Actor de reparto”.
 
En el lado femenino, Ruth Díaz está rotunda en su papel de esposa sufridora, y arrebatadora en su mirada final debatiéndose entre lo que tiene y lo que quiere… Y en opinión de este vecino del mundo, también justa nominada como “Actriz revelación” en los próximos Goya.
 
Una historia que en su explosión de violencia final, y aunque difiera en la temática, en momentos le ha recordado a este vecino a aquella joya, para muchos ya olvidada, y desconocida para las nuevas generaciones, “Perros de paja”, de Sam Peckinpah, aunque en muchas ocasiones a la hora de plantear la manera de rodar las escenas le recuerde más al Sergio Leone de “Hasta que llegó su hora”, en la que en escenas  de amplios paisajes, te impide ver todo lo que ocurre, y solo ves lo que la mirada del protagonista alcanza.
 
Una película de esas que te remueven por dentro, y te hacen plantear ese algo más que las apariencias ocultan; con una mezcla de sabores, entre el costumbrismo “Made in Spain” y el regusto de los westerns crepusculares. Quizás, es lo que va consiguiendo esa idea de “la aldea global”.
*FOTO: DE LA RED

P.S.: Horas después de escribir este post, esta misma                 película  ha recibido en Sevilla, el "Premio Forqué al mejor largometraje".
¡Enhorabuena a todos los que han contribuido a que este proyecto se convirtiera en una excelente realidad!
 

domingo, 18 de diciembre de 2016

SOLO LOS VENCIDOS SE ARRASTRAN (...A ESTAS ALTURAS DE LA PELÍCULA)


Ha caído en mis manos, he tenido la suerte de poder ver (uno tiene amigos con posibles) una película de la última hornada, pero que pasó más bien desapercibida durante su periplo, por las salas de cine. Y como este vecino está convencido del poder del boca a boca, va a romper una lanza, e incluso el incomprensible silencio para que la gente mueva su trasero y compre una copia, o la alquile en los lugares habilitados para ellos. ¿Por qué? Porque cuando menos es una película interesante; en mi opinión particular: más que eso. Y a los que nos gusta el cine nos debería preocupar que los que lanzan un producto al mercado, no ya que se hagan millonarios, sino que cuando menos puedan sobrevivir, e incluso algo más, para que puedan continuar con su oficio de contar historias…

 
Hablamos de una película argentino-española, y no al revés, ya que por de pronto “huele” a Argentina por los cuatro costados: “Al final del túnel”.

 

El argumento, que te dejará clavado en tu butaca, o en el sillón de tu casa, tiene como protagonista a Joaquín que, punto importantísimo, está en una silla de ruedas y, como iremos viendo, consecuencia del drama familiar del que viene. Su casa, prácticamente la mitad, o más, del decorado de nuestra aventura, es triste, descuidada y sucia, e iremos comprobando que conoció tiempos mejores. El triste y continuo silencio es roto por Berta, bailarina de striptease, que junto a su hija Betty, aparecen, en uno de los peores momentos personales de Joaquín, como respuesta a un anuncio que puso para alquilar una habitación, y del que pretende desdecirse. Su presencia alegrará la casa y la vida de Joaquín, se supone, aunque con lo que está aconteciendo, a los espectadores nos traerá más nervios, porque una noche, trabajando en su sótano como informático, Joaquín escucha un debilísimo ruido. Nos daremos cuenta entonces de que una banda de la peor calaña construye un túnel, que por esas casualidades de la vida, y del guion, pasará bajo su casa, con la intención de robar un banco cercano.

 
Es curioso lo de este thriller. Te deja agotado, como agotado quedan la mayoría de los personajes, empezando por un inconmensurable Leonardo Sbaraglia. Aunque su marco, el decorado de la película, son más bien unas pocas estancias, la carga que tiene el argumento y lo que discurre en ellas, hace olvidar persecuciones de coches y explosiones varias de otras películas. Porque el problema, siempre hay uno, transcurre entre personas, y las de esta película están minadas. En cualquier momento sabes que van a explotar, todas y cada una de ellas.

 

Hay un altísimo nivel interpretativo, como ya comentado, con un en estado de gracia, Leonardo Sbaraglia, que para no poder andar, no para, en un continuo alarde físico, dejándonos a todos al borde del infarto. Los malos, son todos de dar de comer aparte:  Pablo Echarri, a su vez en labores de producción, Javier Godino,  Walter Donado, y un Federico Luppi en un papel más que resultón.

 

Lo de Clara Lago merece un párrafo aparte. Su perfecto acento porteño, dicho por los mismísimos porteños, acentúa aún más su esfuerzo por hacer suyo un papel que dista años luz de la imagen que hasta ahora tenemos de ella. Pero de eso trata “actuar”, de romper moldes, de sorprender. Y Clara Lagos una vez más nos sorprende, especialmente para los que seguimos su carrera, y evidentemente la hemos vista pasar de niña a mujer, y ahora a madre, aunque un tanto peculiar. Me da la impresión de que si ella quiere al menos, en muy poco tiempo, ya ha empezado, se la van a rifar en el extranjero. Aunque ella, Clara, ha dado muchas muestras de tener los pies en el suelo, y eso ya es una garantía.
 


El guion y dirección es de un Rodrigo Grande atinadísimo como director, que ha puesto a punto cada uno de los instrumentos para que la sinfonía suene aunque algunas veces sus notas nos pongan muy nerviosos, e incluso nos incomoden. Entre sus directrices, y la ocre y oscura fotografía de Félix Monti, la cinta tiene un punto de teatro, de obra en sitio cerrado, aunque haya escenas rodadas en Tenerife. Porque no hay que olvidar, y no voy a dar pistas, que mientras la mayoría de los personajes se pueden mover como resortes, alguno quizás necesite de la palabra para utilizarla como arma de defensa, que se presenta, además, con extremada contundencia…

 
 Una película que puede que no sea una obra maestra, de hecho no lo es, pero cumple perfectamente con el objetivo de toda película que se precie: hacernos pasar un rato alejados de este mundanal ruido, y en este caso alegrarnos, al final, de seguir vivos y sin ninguna mancha ni de polvo ni de sangre; y secos, que tiene su aquél, especialmente con la cantidad de agua que al terminar la película habremos visto…



Si en algún momento se puede vislumbrar algo del engranaje que nos llevará al final, tampoco importa, porque eso nos ayudará a respirar un poco, sabiendo que por lo menos hay alguna esperanza.

 

Por cierto, y ya para terminar, es una pena que aunque tenía 19 candidaturas a los Goya, no hayan llegado como finalista en ninguna. Más que nada porque se le hubiera brindado, posiblemente, otra oportunidad para un nuevo periplo por las salas de cine, y esta vez, seguro, que hubiera tenido más éxito. Se lo hubiera merecido.
 
*FOTO: DE LA RED