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sábado, 20 de abril de 2019

OTRO GÓLGOTA...



Leo el extracto de una noticia en un periódico digital:Muere un joven atropellado por una conductora ebria en Barcelona” y ese puede ser el primer mazazo del día.

Si bien es triste el irse de este mundo con el sinsentido trascendental de la muerte, peor es “marcharse por un error histórico”, algo así como mezclarse o interferir dos historias, dos expedientes, que no tienen nada que ver, llevándose por delante el uno al otro. Como quien derrama su taza de café con leche sobre su teclado, al estar contemplando extasiado lo bien que le queda, en su muñeca, ese Rolex que le acaban de regalar y que se ha convertido en el comienzo del fin de una historia que pudo ser.

Y es que todas las mañanas pueden transcurrir bien hasta que se tuercen, y este sábado visto por el bagaje  de alguien que por sus años y sus creencias  no ha olvidado el concepto de “Sábado Santo” o “Sábado de Gloria”, ni antes de tararear, deja de lanzar una furtiva mirada de valoración en días que fueron muy castigados con prohibiciones durante el franquismo, nunca puede acabar en el cielo, sin pasar al menos por el Purgatorio.

Y un sábado muy nuboso, sin un guion nada claro que lo haga atractivo de vivir, tiene un mucho de purgatorio y una pizca de interrogación, como las buenas recetas de conventos. Y es que “purgar” las penas tiene mucho de elaboración manual, de quemarse en los infiernos hasta que el tueste sea el deseado, y que el sufridor nunca sabe cuándo será.

Este vecino no ha querido indagar más porque seguro que iba a empeorar, pero por esas casualidades de enlazar links con noticias, ha encontrado otra que ampliaba la anterior, y que me ha reforzado en la creencia de que “sólo” podía empeorar: “El fallecido tenía veintidós años”. Sobran las palabras e incluso añadir que tenía “todo un mundo por vivir”.

Al final, y habla lo que queda del creyente que siempre he sido, la Semana Santa también la hacemos todos, y hay mucho Gólgota con diferentes nombres y decorados, pero el mismo sufrimiento.

*FOTO: DE LA RED

lunes, 14 de agosto de 2017

MÁS QUE UNA SERPIENTE VERANIEGA


Este año, el verano no se caracteriza, que también, por poder realizar con éxito, ese jeroglífico playero de pasar de la arena repleta de fardos con bañador al líquido elemento, ni hacer cola durante más de media hora en un restaurante cercano al paseo marítimo para cenar algo de tercera división que lo único que tendrá de espléndido será el sablazo final, y la única vez en el día en que te van a llamar “caballero” o “señora”.

Este verano tenemos esa serpiente veraniega llamada Donald Trump disfrazado, metafóricamente hablando, de Godzilla paseando por las calles estadounidenses (para los amantes de la pintura, nos da mucho más miedo realista, verlo como al Saturno del Goya más delirante) y, ya se sabe, el poder de sus pisadas hace retumbar y cambiar el paisaje por el que pasa, dejando libres a fascistas blancos de cualquier pelaje a los que ya les ha dado tiempo, desde las elecciones, a desempolvar sus viejas creencias, y a creer en cierta manera que tienen carta blanca, no confundir con “casa blanca”, aunque algunas veces pareciera.

Se ha puesto, el Señor Trump, a disparar a todo el que se mueva, y por ahora se mueve y mucho ese Kim Jong-un de Corea del Norte. Y los dos se han puesto a proclamar, como lo haría cualquier macho alfa, que la tienen más grande, se supone que su bomba, y especialmente esa estupidez lunática, o desde nuestro punto de vista, saturnal.

Mención aparte tiene esa acción del Señor Trump, amenazando con lanzar sus tanques, se supone que vía aérea, para no invadir países limítrofes, a su versión venezolana pero en Maduro. A este vecino del mundo, sinceramente le parece que cada vez que el mandatario venezolano pronuncia “Trum”, suena a patada en los bajos al orgullo de ricachón todopoderoso del Señor Donald.

Entre unos y otros, no diría que “indocumentados”, pero sí de cortas miras, no es que nos dejen la casa sin barrer, sino, mucho más peligroso, las vidas de muchos entre escombros.
Es lo que tiene votar a “Friquis”, aunque el norcoreano se “votara” sólo. Ahora vamos aprendiendo, aunque se veía venir, que los friquis evolucionan, mutan, como ciertos personajes en los videojuegos, y desgraciadamente a peor.

Al menos, intentando ver algo positivo para no estropearnos del todo este veranito, Donald Trump, no es ni español, ni mucho menos valenciano, y no está acostumbrado a las tracas para terminar una “fiesta” como se merece. Porque él, y eso es lo más peligroso, tiene la posibilidad, en forma de arsenal, de celebrar  “la traca de las tracas”, o según sus propias palabras una furia y un fuego que el mundo jamás ha visto.


Al final, este vecino del mundo se queda con ese  “Saturno” de Goya, porque siempre valdrá más una pesadilla con arte incluido, aunque incluso, nos pueda causar la muerte, que un vulgar lunático engreído, con muchos recursos eso sí, que también nos pueda matar cuando menos de vergüenza y humillación. 

*CUADRO: "SATURNO", DE  GOYA.

viernes, 21 de julio de 2017

LOS MALOS TAMBIÉN PUEDEN TENER GLAMUR


Siempre se ha dicho, que la muerte iguala a todos, pero claro está, y el fallecimiento del Señor Blesa es un claro ejemplo de ello, de que una cosa es el dicho popular, y otra, la verdad verdadera.

El día del, legalmente se supone que demostrado vía autopsia, “suicidio” de Don Miguel Blesa, como pilló por sorpresa a todos, es lo que tiene el suicidio,  se oyeron todo tipo de comentarios, más en contra de él que a favor, ocurre con los polvos y los lodos. 

Sin embargo, lo del día después ha sido copar una gran parte de medios informativos por los adláteres del poder y similares, para recordarnos lo malos que han sido esos jubilados airados que le esperaban un día y otro en la calle para recordar al Señor Blesa lo malo que era. Y que actitudes como esa son las que han llevado, al que un día fue hombre importante en la economía española, al suicidio. Por cierto, y más de uno llamará a este vecino del mundo, como mínimo, malpensado: ¿Nadie se ha parado a pensar que quizás no se debería haber incinerado el cuerpo todavía?

España, por mucho que se empeñen los anti-taurinos, que al final ganarán la batalla, siempre será el país que inventó la plaza de toros. Y ese concepto, el de la arena de la batalla y los burladeros, donde ponerse a salvo, ha servido también para la vida diaria.

Uno, en su trabajo, hace lo que cree que tiene que hacer, y si tiene poder, muchas veces pega mil capotazos al personal antes de sacarlo del ruedo del trabajo-vida, patas arriba, y, mientras, mira a la puerta de toriles, esperando a otro para seguir toreando. ¿Si las cosas se ponen feas? Siempre tenemos el burladero para ponerse a resguardo. 

Y burladeros hay unos cuantos: las leyes (que siempre protegen al empresario); la política, o, el poder de hacer creer que todos son iguales hasta que te sacan el voto; la muerte, que da una especie de visado para ya no poder hablar mal del difunto; y la religión, o ese poder sanador que tiene, por el cual tú, te puedes ir a la tumba tranquilo, porque sabes que Dios saldará tus cuentas pendientes en el más allá, y no sabes que si Dios existiera sería una multinacional que guarda sus intereses, seguro que también, en un paraíso fiscal del más allá.

A todos estos burladeros también hay que añadir uno especialmente pensado últimamente, para los partidos políticos: la dimisión, de cualquier integrante, especialmente en problemas con la ley, hace que ya el partido se crea con derecho a desvincularse de todo acto realizado por él o ella, cuando todavía pertenecía a sus filas.

Por cierto, y  recordando todavía el burladero de la religión,  seguro que ni Dios perdonaría lo del Señor Eduardo Inda ayer, poniendo en la diana de la culpa , a todos esos perjudicados por las decisiones profesionales del Señor Blesa. 

Parece que en España el derecho al pataleo, o practicar “la venganza del chinito”, que meaba en la sopa del que previamente le había puteado, mientras le hacía una reverencia servicial, se debe de prohibir por ley. Cuando el Señor Inda, si por algo se caracteriza precisamente, es por lanzar los primeros trapos sucios, que él cree tener, al que le molesta por ir en contra de sus intereses morales o profesionales, que de todo debe haber.

Y ya para terminar, el Señor Blesa siempre me ha recordado mucho físicamente, y no lo he oído por ningún lado, a aquel gran actor, en todos los sentidos, que fue Robert Ryan, en la foto al comienzo del artículo, y que demostró mil veces en pantalla que los malos también pueden tener glamour, del bueno, del que no se compra con dinero. Aunque siempre ha habido una gran diferencia entre los dos: Mr. Ryan fingía en sus trabajos, era actor, que era malo.

*FOTO: DE LA RED


lunes, 29 de mayo de 2017

ESPABILA O REVIENTA, PERO EN FRANCÉS


Estos días los medios informativos se han hecho eco de una innovadora campaña de tráfico en París, y que me ha tocado muy dentro, ya que me he dado por aludido desde el primer momento, con ese mal hábito que muchos tenemos, aunque siempre estemos seguros de que tomamos las debidas precauciones...

Se trata de una impactante campaña del gobierno francés destinada a intentar evitar que los peatones crucen los pasos de cebra sin mirar, y así parar los demoledores y crecientes datos: 4.500 peatones sufren accidentes cada año en Francia.

Se ha usado, para este loable empeño del Gobierno francés, tecnología interactiva para conseguir que los peatones sepan qué se siente, cuando están a punto de ser atropellados, en una especie de frío ultimátum, a modo de un "espabila o revienta" casi literal.

Mediante la ya citada tecnología interactiva, se muestra al peatón “despistado” cruzando en rojo, y tras el ruido de un importante frenazo “enlatado”, pero que hiela el alma, antes de que el sorprendido peatón pueda comprender nada, ve en una marquesina anexa lo que pudo ser y, afortunadamente, quedó en un “casi”-cruel pero esclarecedor ensayo de un percance que no fue. Un primer plano de su cara desencajada por el susto, llena la pantalla de la marquesina, junto con un envenenado recordatorio: "No corras el riesgo de mirar a la muerte a la cara". ´

Bien pensado, en esta campaña el Gobierno Francés, permite sentir lo que sería encontrar la noticia de tu muerte, en primera plana, sin necesidad de esperar “al día después” o vivirlo, si fuera posible, desde el más allá.


Al final, parece que va a ser verdad eso que siempre ha dicho nuestro refranero: “La letra con sangre entra”.

*FOTO: DE LA RED

domingo, 16 de abril de 2017

CUESTIÓN DE PRIORIDADES, O PROTEGIENDO AL UNICORNIO

 

Estaba hablando con un amigo, prácticamente el único que me queda; no, no porque yo sea mala persona (eso, espero), sino que entre divorcios (se reparten los amigos, y ellas han decidido antes) y muerte por la edad (ya se sabe, y si no se va sabiendo, que pasar de los cincuenta a los sesenta, y no es un chiste, es mortal), pues eso, de la cuadrilla (esa cuadrilla vasca que ahora, cosas del cine y de la tele, parecía que se iba  a comer el mundo junto con la chuleta de todos los jueves y, sin embargo,  es el mundo el que se nos ha ido tragando) solo quedamos Koldo y este vecino del mundo. Y Koldo me decía ayer mismo, en un ademán que no lo haría mejor ningún profesional del teatro clásico, que no hay nada más inesperado que la muerte.

Al de Elgóibar, a mi amigo, cada vez que se le va un poquito la mano con el Rioja, se pone un punto metafísico-sentimental, y hay que reconducirle al mundo de los vivos, y nunca mejor dicho. Y por eso le quise traer al lado de los supervivientes mediante el humor como capote, y le dije eso de que inesperado es que casi con sesenta años, te salgan tus primeras almorranas, o siendo feo y sin dinero, una jovencita, o un jovencito,  que a ciertas edades uno ya no está como para poner peros, se enamoren perdidamente de ti.

Al final, o al principio, uno ya no sabe, quizás no dejamos de ser más que burros disfrazados por aquello del qué dirán, y necesitemos de zanahorias, muchas zanahorias, para seguir viviendo. Pero eso sí, teniendo un poco de juicio para no morir tampoco de un atracón de zanahorias. Ya que a lo mejor a las zanahorias, al menos de las que hablamos en este momento, les pasa como a las armas, que las carga el diablo.

A Koldo, y ya para terminar, le cuido más que si fuera un unicornio  azul, mi unicornio azul. Ya se sabe, cuestión de prioridades.

*FOTO: DE LA RED

*Dedicado con mucho cariño a Jose.

lunes, 18 de enero de 2016

EL DÍA QUE BISBAL SIGUIÓ ENTRE NOSOTROS


A medida que vamos avanzando en nuevos inventos que conllevan nuevas costumbres, van apareciendo nuevos delitos o al menos malos comportamientos, como mínimo, a reprochar.


Ayer mismo por la mañana a través de Twitter me sorprendió ver la “etiquetaDEP BISBAL, con la cual se sobreentendía que había fallecido el Señor David Bisbal. Vaya por delante, el aclarar que este vecino del mundo no es un ferviente admirador del almeriense, pero lo que no está bien no lo está aunque el afectado pueda o no caerte bien, o incluso resultarte indiferente.


Ni que decir tiene que la noticia era falsa, y tras el sobresalto inicial, y ya conociendo un poco el percal que puede darse en las redes sociales en general, seguí leyendo opiniones de la gente. Eran los menos los que tras verse sorprendidos por la noticia se alegraban de que fuera mentira, y muchos los que cuando menos hacían chistecitos sobre el tema. Y es que en el fondo la envidia es mala compañera de viaje, aunque solo sea por twitter.


Algunas veces se pueden dar malentendidos, que como resultado pueden dar el hecho de que se dé una noticia que a la postre resulte falsa. Es más, hace unos días pasó dentro del reality que desde principios de año se está celebrando en Inglaterra, “Big brother celebrity 2016”, que es el equivalente al “Gran Hermano Vip” nuestro, en el que por casualidades de la vida está concursando Angela, la Angie de la célebre canción de Mick Jagger, la primera mujer de David Bowie y madre de su primer hijo Duncan Jones, ahora director de cine. Naturalmente, al fallecer el cantante, la organización del concurso estimó conveniente, y desde el punto de vista de este vecino del mundo, muy acertadamente, darle la noticia.


Ella tras salir del confesionario, como vulgarmente se dice, echa polvo, y aunque lo tenía prohibido, se puede comprender que necesitara hablarlo con alguien, y a la primera concursante que pasaba por allí, se lo dijo. Con tal mala fortuna, que solo acertó a decir “David ha muerto”, y su compañera al decirle eso, entendió que David era el “David” que estaba concursando con ellos, y se armó una grande y gorda.


Intenté encontrar el origen, si había sido por casualidad un malentendido lamentable, y llegué a la conclusión de que se había jugado con un tweet (mensaje) mandado por el mismo Bisbal, fechado el 16 de Enero, y que en el original decía:

Hello, it's me.
Hello from the other side!
Me encanta @Adele #Hello

En el citado mensaje Bisbal utilizaba dos frases del último éxito de la cantante Adele, y que en castellano quieren decir:

Hola, soy yo.
¡Hola desde el otro lado!
Porque en la última frase de su mensaje lo aclara: Me encanta Adele y Hello.


Y como hay gente, cuando menos, con mucho tiempo libre, pues se dedicaron a hacer, como mínimo,  “humoradas”. Incluso otro se dedicó a imaginar una historia a lo Romeo y Julieta en el que Chenoa se enteraba de lo ocurrido, y para no cometer ahora ninguno spoiler, hacía lo que pasaba en la obra, y el que no sepa el final de “Romeo y Julieta”, sino quiere leer la obra, por lo menos que vea cualquiera de las películas que se han hecho sobre el mismo tema, e incluso serviría una adaptación, como fue el musical “West Side Story”.



Como blogger que soy además, creo en la libertad de expresión, todo se puede decir pero de buenas maneras, y creo que este vecino del mundo lo practica. Sin embargo, cada vez estoy más convencido de que si en lugar de nacer con un pan debajo del brazo, lo haríamos con una granada para poder usarla a nuestro libre albedrío, más de uno, cuando menos, se quedaría manco. Y es que algunas veces el destino hace justicia.


*FOTO: DE LA RED

jueves, 7 de mayo de 2015

AITOR MAZO, AMIGO HONORIS CAUSA



Me acabo de enterar, y no daba crédito, de la muerte del actor Aitor Mazo.

No, no le conocía personalmente, pero Aitor era una de esas personas a las que siempre he considerado como amigo Honoris Causa.

Ser amigo honoris causa no es ser una eminencia en nada, sino ser una de esas personas que siendo conocidas a nivel público, sientes por él algo que trasciende a lo general y te ha llegado a lo más íntimo. Podrías decir, sin mentir, que es de tu familia. Y Aitor Mazo es uno, de los pocos, Honoris Causa, como me ocurría con Álex Angulo.  Y en menos de un año se nos han ido los dos. ¡Qué injusta es la vida, y la muerte!.


El Señor Aitor Mazo no ha sido de papeles protagonistas, sino que incluso con breves apariciones dejaba su impronta como lo hizo en “15 años y un día”, de Gracia Querejeta, en la que con su breve aparición como el vecino con perro, sugería mucho más de lo que tenía en el texto.
Que le conozcan como el cura de “Ocho apellidos vascos” quizás es un poco injusto, por su papel de aparente pequeñez, en comparación con la amplitud de la misma trayectoria de su carrera. Pero quien conozca el día a día de los vascos, su retrato de cura de derechas de toda la vida, es una composición redonda, una extraña mezcla de humor y cariño.

Este vecino se comenzó a fijar en él, y ya entonces llevaba años en el negocio de los cómicos, al ser uno de los presentadores de un programa de varias autonomías, llamado “Olé tus vídeos”, con vídeos mandados por los televidentes, y entre sus compañeros recuerdo que también estaba Ximo Rovira.

Si algo tiene Aitor Mazo, porque todavía su muerte se antoja como imposible, es algo clave en la figura de un actor: verdad, y humanidad. Lo mismo ha encarnado personajes buenos, como malos, pero una característica suya ha sido llenarlos de mucha coña. Dotado de un físico imponente, en cuanto a aparente envergadura, en cualquier momento pudo ser acusado de ladrón, porque escena en la que aparecía, escena que robaba con indiscutible facilidad.

También ha intervenido en otros éxitos cinematográficos del cine español como “Airbag”, y “La comunidad”. Como bilbaíno de nacimiento, el cine vasco tampoco le ha sido ajeno, siendo además por esas cosas que tiene el destino, su primera película (“Lauaxeta”) y la última “Lasa y Zabala” de su filmografía.

El bueno de Aitor Mazo siempre ha servido para dar empaque a un proyecto, ya que al leer su nombre en los créditos, te daba sensación de seguridad. Esa misma seguridad que hemos perdido hoy al enterarnos de su fallecimiento.

Este vecino del mundo no sabe si es verdad eso de que siempre se van los mejores, porque al final nos iremos todos, pero al menos, y desde un punto egoísta, el Señor Aitor Mazo ha sido muy importante. Lo dicho, un amigo Honoris Causa que hoy se ha doctorado en eternidad, una historia por la que ha fichado para siempre, o para nunca.


Descanse en paz Don Aitor Mazo. Siempre te recordaremos con mucho, mucho, cariño, el mismo que has depositado en cada uno de tus trabajos.


*FOTO: DE LA RED

martes, 23 de diciembre de 2014

EL CUENTO DEL BIEN INFORMADO

Tenía el extraño hábito de estar bien informado. Lo leía absolutamente todo. Antes de cruzar un puente, por ejemplo, era capaz de leer todo tipo de letreros y señales al respecto, reflexionando después, y deglutiendo cada orden o sugerencia.
De joven incluso, le había pasado durante algún escarceo amoroso, abrir una caja de preservativos y leerse el prospecto de cabo a rabo (en este caso no va con segundas), con tanta intensidad que al ir a colocárselo según todo tipo de recomendaciones, la joven en cuestión se lo había pensado mejor, o simplemente se lo había pensado, y ya no estaba.
Él no le daba importancia a esas cosas, porque estaba convencido de que la persona que le quisiera, lo iba a hacer por lo que era, y simplemente a él le gustaba algo tan simple, aunque para muchos complejo, como es estar bien informado.
Se informaba de todo, de la luz, de la sombra, de la oscuridad, de la vida, de la muerte, del ruido, del silencio.
Leía tanto que se olvidó, como decía aquella vieja canción, de vivir; mucha teoría y nada de práctica, porque la práctica no se enseña en los libros.
Una noche, una voz en sueños, o al menos eso pensó él al despertarse, le dijo que si seguía así iba a ser uno de los más listos del cementerio. ¿Y qué hizo? Aquello había sido una especie de advertencia que en realidad debería de ser considerada como un punto y aparte en su vida.
Tras devorar varios libros sobre el futuro y el destino, un buen día tomó una determinación. Consiguió, a eso le ayudó mucho internet, las listas de todos los que estaban enterrados en el cementerio al que, más que ir, le llevarían cuando llegara lo inevitable. Se informó de cada una de las vidas de los que ya la habían perdido, y tras años de esquemas y comparativas, llegó a la conclusión de que no había nadie tan informado como él.
Ya podía contestar a aquella supuesta voz que una noche, ya lejana, creyó oír mientras dormía. No sería uno de los más listos del cementerio, sino el más listo. Sería el primero en algo. Otra cosa era vivir su propia vida y tomar las decisiones correctas. Pero, para aquello, vivir la vida, ni había un libro de instrucciones, ni tenía la confianza necesaria  con nadie para dejarse aconsejar. Y, por cierto ¿quién hubiera podido hacerlo, aconsejarle, si él siempre había sido el más informado?
Un buen día, muchos años después, cayó en la cuenta de que junto con la lectura había practicado sin darse cuenta, el juego de la soledad, y quizás ya fuera tarde para rectificar, y vivir su propia vida y no la de los demás. Pero también había leído mucho sobre “segundas oportunidades” y la famosa frase española de que  “a la oportunidad la pintan calva”. Y allí estaba él, pensando ante el espejo, bien calvo. 
Él era su propia oportunidad y su libro por escribir.
Tras la ventana de la sala, oyó las voces de unos niños cantando un villancico. Ni se había dado cuenta de que era Navidad. Y por un momento se acordó de aquel libro de Dickens en el que el protagonista  había visto su propio entierro, y no le gustó la perspectiva, aunque ya sabía seguro, que hubiera sido el más listo del cementerio.
Y abrió la puerta de su casa, y como si hubiera alguien enfrente suyo solo dijo ”hola”; hablaba con la vida a la que había ignorado hasta entonces.
Tras él, y siempre mirando al frente, cerró la puerta, como si terminara una gran etapa en su vida, con determinación, con fuerza, como no queriendo arrepentirse; mientras, dentro, se desprendieron de las estanterías unos cuantos libros que ya nunca más ordenaría.

*ILUSTRACIÓN: DE LA RED

domingo, 17 de agosto de 2014

ALGUNOS MISTERIOS INSOLDABLES DE ANDAR POR CASA


¡Es curioso! Estamos a 17 de Agosto, y ayer ya oí que a este mes le quedaba poco, quizás en un intento de “tocar la moral” a aquellos que acababan de llegar a su hogar vacacional durante la segunda quincena, por aquello de que la felicidad no sea completa. Sin embargo, cualquier semana de China, o de Corea, anunciada por El Corte Inglés, dura más que siete días. ..
Y es que hay misterios insoldables, como que los llamados periodísticas del corazón, otro misterio insoldable, no tienen que ver nada con “hacedores” de crónicas médicas sobre el citado órgano, sino con el cotilleo puro y duro. Esos mismos periodistas, precisamente, que también tienen problemas para medir el tiempo, pues con relación al hijo de cualquier famoso que ha podido cometer cualquier tropelía, la mayoría de las veces, con excepción del hijo de José Ortega Cano, intentan maquillar sus “fallos” bajo el epígrafe de “que el niño es inexperto todavía”, y el niño o niña puede que ya tenga treinta años o más.
Por cierto, ayer a este vecino del mundo le tocó ir a despedir a La Nuri, su sufrida, a la estación de autobuses, ya que volvía a Bilbao. Cuando el autobús, repleto de turistas en proceso de dejar de serlo, estaba abandonando las instalaciones, se oyó la voz de un iluminado diciendo eso tan manido, y que hasta ahora este vecino solo lo había oído aplicado a festejos, como los Sanfermines: “Se han terminado las vacaciones, ya queda menos para Agosto del año que viene”. 
Odié esa expresión, más que nada porque los mismos que nos tachan a todos los españoles de haber vivido por encima de nuestras posibilidades,  y que este vecino no recuerda, por mucho que lo intenta, cuándo él lo hizo, inventen ahora  una frase profética, cada vez que alguien pierda su puesto de trabajo, y le digan con una sonrisa “profiden”: “Tranquilo, ya queda menos para el próximo trabajo”. O que al mismo Ortega Cano, o en un futuro, presumiblemente a un presunto Bárcenas, o a algún presunto Pujol, que estando en la cárcel, su abogado defensor con una sonrisa y mirada proféticas le diga a su cliente: -Tranquilo, ya queda menos para que salgas en libertad.
De todas maneras, sí hay algo de verdad en todos "estos misterios insoldables", y es que la vida pasa tan rápidamente que mejor sería que nos dejáramos de poner obstáculos en el camino propio o ajeno, y disfrutar de lo mucho o poco que nos quede, porque, y es la única verdad irrefutable, la muerte siempre nos va a venir demasiado pronto para algo, especialmente para seguir viviendo.

*ILUSTRACIÓN: DE LA RED

martes, 18 de marzo de 2014

EL ÚLTIMO TUNEL

Siempre había pensado que lo del túnel y la luz al final del mismo, era un tópico tanto cinematográfico como coloquial. Sin embargo, ahora me encuentro inmerso en él.
Ha sido hace unos momentos, creo recordar, que he tenido un accidente. No ha sido mi culpa, de hecho estaba cruzando un paso cebra y el semáforo estaba en verde… Pero, ya se sabe… En Donosti ser peatón y despistado se puede penar con la muerte. Y aquí me encuentro ahora, en un túnel, frío y con muchas filtraciones de agua. Aunque el agua sea celestial, está fría de c... ¡Bueno! Mejor no voy a hacer comparaciones para no decir ningún taco, porque, en mi caso, y se supone que con el juicio final cercano, conviene no tentar al diablo. Y nunca mejor dicho.
Tenía que haber traído las gafas de sol, porque estaré en espíritu pero por lo que compruebo ahora, los espíritus también tienen ojos y les molesta esta luz. Que bien pensado, a final de mes se tienen que gastar una verdadera fortuna en la factura de la luz. Aunque me imagino que la compañía eléctrica de turno también será de Dios. Y es que, como Dios lo sabe todo, también debe de saber invertir en negocios que nunca fallan.
Comienza a oírse el eco de unos pasos. Es alguien que se acerca, y como marca la tradición cristiana debe de ser San Pedro con las llaves.
La hiriente luz frontal no me deja ver bien la figura que se está acercando, pero por las formas, cada vez más definidas, juraría que para ser “el apóstol”, tiene unas curvas bien sugerentes, y su manera de andar recuerda a la de una modelo de pasarela.
Si es un espíritu, es, y ahora lo puedo confirmar, el de una mujer, rubia, y todavía joven…
¡No puede ser! Como dirían en la tierra, si no quieres taza, toma taza y media.
Uno ya estaba harto de encender el televisor, y que en cualquier anuncio apareciera ella…
Estaré en un mundo de espíritus ahora, pero parece que para tomar contacto, un espíritu con otro, eligen la fisonomía de personas de carne y hueso. Y la persona que me esperaba al final del túnel, o al menos su apariencia,  no sé si para bien o para mal, no es otra que…Martina Klein.
No es una buena manera de comenzar mi último viaje, si en la vida eterna se usan las maneras terrenales…Y no se puede decir eso de que Dios me asista, porque ya lo está haciendo, y la cosa no va nada bien…

*FOTO: DE LA RED

sábado, 8 de junio de 2013

AMOR PARA TODA LA MUERTE

Este vecino del mundo está contemplando seriamente la posibilidad de volverse trashumante en busca del buen tiempo.
Tengo la sensación de ser el protagonista de aquella película en la que un día se repetía incesantemente, y que sus distribuidores se empeñaron en llamar “Atrapado en el tiempo”, mientras los espectadores, con un sentido más práctico, siempre se han referido a ella “Como el día de la marmota”.
En nuestro caso en general, en marmotas nos vamos a convertir porque este tiempo invita a dormir para olvidar el panorama.
Y hablando de panoramas, en lo que intentamos sea un segundo plano, pero que en realidad tenemos resoplándonos en el cogote, una crisis a la que los políticos a cargo del todavía gobierno, como si fueran médicos de la salud de nuestros bolsillos, quieren cambiar su dictamen, de mortal a simplemente crónico.  Y en el plano local, teniendo en cuenta que este vecino se encuentra en tierras vizcaínas, seguimos conmocionados con el caso del ya denominado shaolin asesino.
El agravante de todo ésto es que el susodicho era muy conocido en la zona, incluso a nivel nacional, con algún reportaje en programas televisivos importantes.
Esas imágenes, que siempre se repiten en este tipo de casos, de vecinos sorprendidos por un comportamiento insospechado en el que siempre se dice que parecía una buena persona porque te saludaba al cruzarse contigo en el rellano de la escalera, amplía ahora su foco a que ningún vecino de este país había sospechado siquiera de que el título de “shaolín” era falso.
Desgraciadamente, ahora en nuestro panorama terrorífico, y junto con el antiguo “sacamantecas” de nuestros abuelos, para los niños un inquietante “hombre del saco”, mezclaremos todos nuestros nulos conocimientos del lejano oriente, y los teñiremos de desasosiego cada vez que veamos un rasgo oriental, o simplemente a alguien vestido de yudoca, olvidando rápidamente el pequeño detalle de que el encausado ni tiene rasgos orientales, ni se llama Huangh, sino Juan, Juan Carlos Aguilar.
Mucha gente ya ha puesto en entredicho todas esas artes milenarias como motivo o escusa de la violencia generada, cuando todo el mundo sabe, o debiera saber, que desde las primeras lecciones, a cualquier neófito se le enseña a defenderse y no a atacar, y que incluso un pincel de un artista puede servir como arma, cuando alguien lleva la maldad en su interior.
Conviene no olvidar, aunque a muchos ésto les de miedo, que la violencia no avisa, y como un camaleón se puede disfrazar de una rosa, con muchos pinchos naturalmente, o de amor para toda la muerte.

*FOTO: DE LA RED