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viernes, 8 de septiembre de 2017

PAÍS, S.A.


Esta semana ha sido algo así como la vuelta al cole de los programas de siempre, y con ella ha comenzado también la vuelta del inefable “El Hormiguero”. 

Personalmente este vecino ve muchas veces el programa de las hormigas más famosas, por aquello de las tecnologías que se van presentando, pero no comprende que si se le da caña al Señor Osborne por sus opiniones, la mayoría de las veces con salidas de pata de banco, el Señor Motos tenga una especie de bula, y muchas veces, viendo y oyendo lo que se ve y se oye, se pueda decir, y no se diga, como se decía en el pueblo imaginario de Miguel Gila, eso de que “Me he quedado sin hijo, pero me he reído…

Con la vuelta al cole de “El Hormiguero” están apareciendo nuevos colaboradores, y ayer le tocó el turno a Mónica Cruz, la hermanísima.

Quedar, lo que se dice, quedar, no quedó nada claro de que va  a ir su sección, pero si nos ceñimos al tema de ayer, lo hubiéramos podido titular, como aquel antiguo culebrón: “Los ricos también lloran”, ya que nos salió La Mónica, de tiros larguísimos, para demostrarnos lo mal que se lo pasa una, durante una gala, como bien pudiera ser, “Los Goya”, con su vestido de marca marquísima, sin ayuda para ir al servicio con esa gran cola, su bolso de mano en el que sólo le caben prácticamente las llaves, y sin una amiga que ayude en el trajín de hacer aguas menores, o mayores.

Personalmente, este vecino del mundo cree que se les fue la olla a todos, y que conste que la Señora Mónica Cruz no tuvo la culpa de nada, sino que todo eso se supone que ya viene en un guion, explicando cómo se utiliza, por ejemplo, un salvaslip dentro de un zapato de tacón, para hacer la estancia del pie dentro, menos incómoda. O cómo, antes de salir de casa, para la gala, se suele tomar un “Ibuprofeno”, para evitar futuros dolores de dedos de los pies. Una especie de tutorial  "antes muerta que sencilla" para andar por casa. Ante la incredulidad de muchos, entre los que este vecino se incluye, y eso que ya pocas cosas le pueden sorprender, se nos dio clase de cómo sufrir para estar brillante de la muerte.

Este vecino del mundo, rogaría al equipo del Señor Motos, que para estar de acuerdo con los tiempos, en futuras entregas de Doña Mónica Cruz, y dando una vuelta de tuerca al formato, se le entregue,  por ejemplo, ochocientos euros en un mes, y demuestre si se sufre para llegar a final de mes, y es más, si lo consigue o no. 

Porque vamos a ser sensatos, es mejor que nos preparen para la pobreza, para la que tenemos más boletos de que nos toque vivir, que una vida de noche de gala, en la que sólo se nos dice de cómo se sufre, pero no se dice las cenas que te tomas, por ejemplo, “by the face”.

Ahora, que se utiliza la palabra “populismo” en cualquier momento, lo de ayer de  “El Hormiguero” fue “no quieras ser de la Jet, porque se sufre muchísimo, y además desde el punto de vista de los pobres, siempre tendrás muy mala prensa”.


Si hubiera que leer entre líneas, en esa nueva sección de “La factoría Motos and Company” se nos va a preparar para la pobreza, demostrándonos, como decíamos al comienzo, que …”Los ricos también lloran”.

Ya lo decía nuestro filósofo de cabecera, el Señor Forges, en los años setenta: PAÍS, S.A.

*FOTO: DE LA RED

miércoles, 28 de septiembre de 2016

REVILLA EN VENA



Esta noche he dormido como un bebé. Y en mi caso es una gran noticia porque desde hace mucho tiempo lo hago, por decirlo de alguna manera, en pequeñas siestas.


He encontrado la solución a mis desvelos. Solo necesito que Don Miguel Ángel Revilla salga un rato por televisión, esta noche pasada en “El Hormiguero”, diciendo las verdades del barquero, y uno ya se puede ir a dormir como si hubiera boxeado un combate de doce asaltos con el Muhammad Ali de su mejor época, y haber sobrevivido.


Y es que, hoy en día son todos, medios de comunicación incluidos, tan políticamente correctos que parece que hemos llegado a la “aldea global”, a la “opinión global” o, sin darnos cuenta, “dirigida”. 


Si soltamos un vaso en el aire, sabemos que se va a romper contra el suelo, pero no es lo mismo decir que es por la fuerza de la gravedad y soltar una teoría de más de una hora al respecto, que decir: -Hay que ser un cretino para intentar dejar un vaso en el aire, porque ya se sabe lo que va a ocurrir.


Ayer, Don Miguel Ángel, como siempre lo hace, nos deleitó/indignó para los que opinamos lo mismo, con comentarios sobre los que una vez fueron ejemplo de banqueros o políticos ejemplares de esta España nuestra; sin embargo, otros muchos remilgados y con fondos en Suiza o similares, le añadirían otra muesca en las desgracias que le desean. Pero dudo que alguien quedara indiferente.


El Señor Revilla nunca habla con las coordenadas que lo hacen los políticos al uso. Habla con los años, muchos dice él, de experiencia en su paso por este mundo. Y si alguien roba, dice que es un ladrón, y si defrauda, un defraudador, porque desde hace unos años se ha “inventado” en España un “lenguaje Photoshop” en el que al final, nuestro país no queda retratado como está, sino como quiere el que desea vendernos la burra de “los mejores tiempos”.


En la tónica del que depreda es un depredador, el cántabro le pegó un buen repaso al Señor Blesa, que si vio el programa, seguro que tuvo que llamar, presuntamente, a su servicio para que le convencieran de lo bueno y honesto que es, porque no es que le dejara por los suelos, sino en la tercera o cuarta placa tectónica.


Sin embargo, y fue lo mejor de la noche, el comprobar que este vecino del mundo no está equivocado en su percibir de la actualidad, el Señor Revilla le echó un gran capote a Pedro Sánchez, al ser preguntado sobre su opinión de lo que le estaba pasando con la gran contestación de su partido. En este momento, este vecino del mundo, tuvo la impresión de que en cierta manera al Señor Pablo Motos le había salido el tiro por la culata, ya que debía dar por supuesto que iba a seguir haciendo sangre con cada uno de los personajes que le pondrían por delante. Sin embargo, el cántabro le preguntó si Pedro Sánchez había matado o robado a alguien, a lo que el sorprendido presentador le tuvo que responder que “no”.


Tras varias preguntas del Señor Motos, el Señor Revilla confesó con una gran sonrisa que la noche pasada había hablado con Pedro Sánchez. Y ahora viene lo mejor de la noche, a la pregunta de qué le había dicho al político en problemas, confesó un lacónico, y sin embargo sonriente: “Pedro, se fuerte”, causando el consiguiente regocijo del respetable, y un gran “zasca” para el partido no nombrado en toda la noche, y que sigue siendo el gran beneficiado de que se hable del PSOE, un segundo sí y el otro también.


Dentro de un rato tengo cita con mi galeno para que me recete el fármaco “Miguel Ángel Revilla” en vena. El mejor remedio para depresiones varias.



Quizás vea en él, y eso es una confesión por mi parte, el abuelo, y sus consiguientes batallitas, que nunca conocí. Y eso además de culturizar, enternece, que no es poco.

*FOTO: DE LA RED

jueves, 12 de noviembre de 2015

AL ARGENTINO CONTUNDENTE.


Más de una vez he pensado que siento al revés de los mortales. 

Normalmente, mientras eres joven, tienes ganas de viajar, sin embargo a este vecino del mundo, ahora ya más cercano a los sesenta que a los cincuenta, le están entrando muchas ganas de pegarse una vuelta  por el extranjero, y no volver durante cinco o seis años.

Creo que si me mirara la lengua en un espejo la tendría blanca, y mi madre me diría eso que me decía de pequeño: -Es que estás empachado de comer porquerías.

Ahora las porquerías este vecino del mundo no las  come sino las ve y las sufre. Como diría un argentino contundente:-Estoy hasta el orto.

Hasta el orto de un positivismo fingido y que se acabará el día después de las elecciones. ¿Se acabó la crisis? Pues hay mucha gente muy mal informada, y que, quizás por eso, todavía se las está pasando canutas.

Hasta el orto de los que se quieren separar de España, de los que quieren amarrar a los que se quieren ir, de los que tienen que hacer algo y solo dan signos de impotencia, y para acabar de cerrar el círculo, de los que en lugar de Viva dicen Arriba.

Estoy hasta el orto de que un simple campeonato de motos, por muy brillante e importante que sea, acabe, casi, en una guerra entre dos países mediante el método de “calumnia, que algo queda”. Empezar defendiendo a tu ídolo, cosa que es normal, y que éste, despechado entre los despechados, eche gasolina al fuego con sus declaraciones, y al final veamos todo tipo de feos comportamientos, incluyendo  ciertos medios de comunicación italianos, para acabar con las sospechas de que alguien es gay. ¿Ser gay es malo? Porque al menos el que lo sea, en el fondo, busca amor, y si lo encuentra, será feliz.  Mientras, otros, en la sombra, siempre en la sombra, seguirán lamiéndose las heridas e incendiando al que se deje con el odio de sus palabras. Y el odio siempre es malo, y sordo, sobretodo sordo.

Estoy hasta el orto de los que confunden el amor con el odio, las caricias con las palizas, el dos con el uno, y solo utilizan el “yo” en lugar de “nosotros”. Estoy harto de esos que quieren que la vida, el amor, y la muerte, siempre sea a su manera. Se creen enamorados y solo son unos cobardes asesinos. Para cuándo un cambio de sus prioridades y primero se suicidan ellos.

Lo dicho, estoy hasta el mismísimo orto.

                                                       
                                 Dedicado al argentino contundente.

*FOTO: DE LA RED