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miércoles, 25 de julio de 2018

LOS ERUCTOS DE IKER



Quizás, a pesar de todas las comodidades e inventos, nos estamos volviendo la mayoría bastante antihigiénicos, y lo digo desde un punto de vista metafórico.

Bien pensado, lo de hablar por Twitter por ejemplo, es más de una vez sacar la cabeza por la red y escupir opiniones. Sin tener en cuenta que a alguien le vas a dar, o en otras palabras, alguien se puede sentir afectado.

Este fin de semana, Iker Casillas, nuestro Iker de “La Roja”, se ha destapado en las redes sociales, y compartido un tema de esos que se discuten tras una buena comilona. Y yo diría que él ha disfrutado del ágape y a nosotros nos han tocado, y va a sonar mal pero es así, los eructos. Nos han tocado los eructos.

Como en estos días se cumplen los cincuenta años de la llegada del hombre a la luna, al parecer Iker y amigos, estaban discutiendo si creían que el hombre había llegado realmente, o era todo un montaje, por aquello de intentar ganar la carrera espacial a los rusos.  

El año que viene se cumplen 50 años (supuestamente) que el hombre pisó la Luna. Estoy en una cena con amigos... discutiendo sobre ello. Elevo la tertulia a público! Creéis que se pisó? Yo no!”

Tras el polvo montado por el lanzamiento de una opinión de alguien tan conocido, le contestó otro alguien casi tan conocido como él, Pedro Duque, el antiguo astronauta y ahora Ministro de Ciencia, Innovación y Universidades.

“Los hechos no cambian opine la gente lo que opine.  Los aparatos que llevaron, las huellas, los reflectores láser seguirán estando allí.  La foto que despertó el sentimiento de conservación de la Tierra sigue existiendo. https://www.nasa.gov/multimedia/imagegallery/image_feature_1249.html …”

Quizás un tweet de Pedro Raúl Ramírez, desde Los Ángeles,  lleno de humor e ironía, hace un resumen bastante aproximado de lo que pudo pasar antes de que el Señor Casillas escribiera el tweet comentado.


No se mijo...se me hace que estás cenando con Sergio Ramos, porque al parecer se te pego ya lo bruto…”

Seguro que a Don Iker tras recibir el mensaje, de Pedro Duque, se le doblaron las piernas como en alguna de sus mejores peores cantadas, y recordó que aunque ya no es portero del Real Madrid, no sólo tiene mucha gente que le sigue, sino que debería seguir intentando ser ejemplo para muchos. Y que los héroes, ni se toman un descanso, ni el cigarrito de después. De hecho, no debe haber ni cigarrito. 

*FOTO: DE LA RED



miércoles, 10 de enero de 2018

EL DEDO Y LA LUNA...


Me he despertado con una especie de desolación íntima, quizás al comprender que nuestro Norte particular durante mucho tiempo (más de dos meses), la Navidad, ya había desaparecido, y que los cocos del resto del año, Puigdemont, amenazando como siempre con volver, si se le trata como a un VIP en cuestión de leyes, y con un Roldán pasando por cuchillo a sus viejos fantasmas, mientras niega la realidad, no hacen fácil la vuelta a nuestro cole particular. 

Pero…¡Mira qué bien! Ya he visto, en el Diario Vasco digital a Martín Berasategui anunciando esta vez sus recetas tradicionales, otro día cualquier otra cosa, y ya estoy tranquilo. Ya tengo otra señal de que estoy en casa. Podría ser, Martín, nuestro Pan de Azúcar particular si fuéramos brasileiros, pero en realidad él siempre será nuestro signo inequívoco de que todo sigue, no sé si bien, pero igual. 

Porque va a hacer falta mucho garrote para seguir con lo nuestro, mientras nuestros representantes políticos siguen enzarzados en si ha nevado más o menos, y en si cuando eran oposición veían las cosas de una manera y ahora la ven de otra.

Personalmente tengo otra hipoteca que pagar estos días, y según mis cuentas, necesitaría unos siete riñones para poder quedarme tranquilo en cuestión de pufos, pero utilizaré un poco del garrote de nuestro Martintxo, y a seguir para adelante.

Me ha resultado curioso... Con todo lo que pasó hace dos días en la entrega de los Globos de Oro, reivindicaciones en negro por parte de las señoras, y caras de haber comprendido por parte de los señores. Y muchos de los que estaban allí, parecían solo preocupados, al menos eso desvelaban sus mensajes por las redes sociales, por el jovial comportamiento de un Tom Hanks convertido en camarero de sus amigos, mientras les surtía de unos cuantos martinis.

Al final, cada uno en su nivel. Nosotros discutimos de si había mucha o poca nieve cuando se cerraban las carreteras, y de quién pagará la factura (nosotros, como siempre), y los americanos, en la fiesta de las fiestas, en lugar de estar preocupados por lo que se hablaba de las reivindicaciones, muchos de ellos estaban absortos porque una estrella del universo cinematográfico movía su trasero, sin miedo a perder sus anillos, para intentar colaborar con un momento agradable de los suyos.

Al final, no sé si será verdad ese "cada loco con su tema",  o hay mucho loco y poco tema...

Y este vecino del mundo ha recordado a Confucio y su "Cuando el sabio señala a la luna, el necio mira al dedo.

*FOTO: DE LA RED

miércoles, 24 de agosto de 2016

LO QUE EL CORAZÓN SE LLEVA



¿Qué harías si te enteras que dentro de veinticuatro horas es el fin del mundo?


Esa pregunta la hicieron hace un par de días en un programa de radio, mientras paseaba en solitario a eso de las dos de la madrugada muy cerca del mar, buscando el pedazo de luna que faltaba.


Desde entonces, la pregunta se ha pegado a mí como una lapa.


Tras la primera típica respuesta que, sin tapujos ni milongas, la mayoría de nosotros públicamente, o no,  haría vendiéndonos una orgía sin fin (pero, no nos engañemos, con veinticuatro horas de caducidad), creo que desde un primer momento lo tuve clarísimo.


Prácticamente lo primero, y lo único, que haría sería decir a las dos personas más importantes en mi vida, y sin orden, lo mucho que las quiero.


Una de ellas, es fan, y crítica cuando se le pregunta (que eso siempre es muy importante), de este blog. Se negará a reconocerlo, pero en el fondo, está segura de que es ella. Esa persona que ha sabido cambiar los esquemas de mi vida, y ha calado en cada poro de mi piel.


La otra persona, si le importo, me imagino que siempre es después de mucha gente. Quizás, nunca una mala palabra desde su lado, pero nunca también, aunque parezca una contradicción, o al menos desde hace muchísimo tiempo, un buen gesto. Pero ese tipo de amor, el mío por ella, nunca cesará tampoco.


Al final, parece que el amor es una especie de salvavidas, ¿la nuestra?, que flota por encima de todas las adversidades y quiere quedar por encima del último recuerdo. El amor es ese sello indeleble que quieres que permanezca con el último aroma de tu esencia.


¿Algún otro deseo por cumplir?


Uno, quizá, muy sencillo, porque se puede comprar con dinero, pero al mismo tiempo bastante complicado cuando no se tienen medios. Pasar una noche de luna llena, requisito indispensable, en calma chicha, a bordo de una embarcación (de unos cinco metros es suficiente), tumbado en ella, observando el cielo hasta que parezca que me elevo, o me caigo en el abismo que me rodea, porque ambas pueden ser las sensaciones. Que conste que tampoco lo pongo muy difícil, porque, y quizás también sea mucho pedir, en la mitad de la bahía donostiarra puede convalidar ese deseo.


Al final, debe de ser verdad eso de que nos vamos ligeros de equipaje, porque lo verdadero, nuestro tesoro, siempre va en el corazón. ¿Puede sonar cursi? Es la verdad, aunque ésta se pueda disfrazar de mantequilla deslizante…



*FOTO: DE LA RED

lunes, 15 de agosto de 2016

EL CORTE AFRICANO



Ayer por la noche salí, como se decía antiguamente, a darme un “garbeo” por el paseo marítimo. Debo de ser una de esas personas, me imagino que pocas, que disfrutan más dorándose de locura con la luna, aunque sean días en que sea cara de ver, que por el cruel y peligroso “Lorenzo”.  Este vecino está convencido de que pasearse bajo la “luna lunera” siempre te da un punto de locura, que te ayuda, más que a vivir, a sobrevivir.


En un momento dado del recorrido, en un paseo flanqueado por dos hileras  de palmeras, como cada noche de verano, los manteros habían montado su particular “Corte Africano”. Este año una de las estrellas en ventas de las imitaciones parecen ser las zapatillas deportivas. Como no tenía ni idea de los precios, nunca he preguntado ese producto, ayer me enteré de que las están vendiendo por 20 euros.


Sinceramente, teniendo en cuenta que son falsificaciones, el precio me pareció caro. Y que conste que no lo achaco al afán recaudador del emigrante de turno, sino al que les provee, y que supongo que en cierta manera dictará los precios. 


Teniendo en cuenta que en la zona en que me encuentro estos días, si algo sobra es calzado, pues es una de las industrias de toda la vida, por ese precio puedes comprar calzado de marcas desconocidas de calidad muy parecida.


¿Con respecto a que estén prohibidos y perseguidos?
Aunque las autoridades lo pregonen a los cuatro vientos, no lo hacen por los que vivieron por encima de sus posibilidades, es decir, por nosotros, y que en realidad ahora, visto lo visto, y lo sufrido por encontrar un trabajo digno, somos primos hermanos de los manteros. Lo hacen porque protestan las tiendas, que pagan todos sus impuestos, o eso al menos se supone, y me parece bien que lo hagan. Pero no disimulemos, no digamos que es porque no nos den gato por liebre, ya que el que les compra a los manteros, ya sabe lo que compra.


Hace mucho tiempo que nuestra vida está diseñada y dirigida por los propietarios de los negocios. Sino fijémonos, sin ir más lejos, y teniendo en cuenta que estos días es el paraíso de las celebraciones, que la mayoría de las fiestas están auspiciadas por muchos restauradores y empresarios locales, con “ayuda de nuestro dinero del ayuntamiento”.


Sin embargo, se pueden dar casos, y a este vecino del mundo le ocurrió, hace ya más de diez años, comprar en una tienda que se suponía tenía el sello en la puerta, de la marca del “cocodrilo”, y con el tiempo, por la mala calidad del producto, nos dimos cuenta de que era una falsificación. Y el lugar de compra había sido una tienda sita (me encanta esa palabra) en un centro comercial donostiarra, que está en el muy centro. Que conste que esa tienda hace tiempo que desapareció. En cierta manera, el tiempo pone a cada uno en su sitio.


Y este caso, el de una tienda en apariencia normal que te venda falsificaciones, no debe de ser inusual, cuando este vecino conoce a un propietario de una tienda, con él que tiene cierta amistad, que en un momento dado me comentó que él no compra a ciertas marcas por no tener muy clara su procedencia, y son marcas muy conocidas. ¡Ojo! En ningún momento le echaba la culpa a la marca en cuestión. Digamos que hay muchos, o puede haber, recovecos entre la marca e incluso la tienda.


Cuanto más lejos se fábrica un producto, para que salga más barato, más fácil es “copiarlo”, supuestamente. Siempre se ha comentado, que los planos para hacer “originales” en un momento dado se distraen...Por supuesto, que siempre en contra de los deseos de los propietarios de la marca.


El que ha estado de vacaciones en Túnez, por ejemplo, conoce grandes tiendas en las que sólo se venden, ellos dicen, “imitaciones”, claro está que mucho más barato que en las “grandes superficies nocturnas” como la de ayer.


Este tema siempre es muy difícil de abordar, y además nos debemos de alejar de lo políticamente correcto; y como en todo, cada uno mira lo suyo.  Y los malos, si los hay, siempre son los demás. Mientras, el cliente, que lo es las veinticuatro horas del día, debe vigilar su bolsillo, para que no le roben ni los unos ni los otros.


*FOTO: DE LA RED

lunes, 28 de septiembre de 2015

EL INFLUJO DE LA LUNA ROJA, O DOS POLÍTICOS Y PICO...




Quizás, después de todo, lo de que las elecciones catalanas  hayan coincidido con la luna roja no ha sido una coincidencia. Pareciera que, como mínimo, hasta la luna hubiera llegado el coñazo de una campaña presentada como si no hubiera un mañana, la madre de todas las elecciones o facha el último, y nuestro satélite se llenó de ira y se convirtió de la noche a la mañana en la luna roja o luna de sangre.

Esperemos que a partir de hoy, o de mañana, podamos, aunque suene a fúnebre, descansar en paz, porque al menos este vecino del mundo ya está bastante saturado de todo.

Hoy más que nunca no ha ganado nadie, porque ni los separatistas pueden seguir en su huida hacia adelante ni Rajoy y sus chicos tienen más fuerza que un tinto de verano en otoño.

Y algunas veces los buenos momentos, o un poco de luz, porque ya nos conformamos con poco, viene de un programa concurso de la cadena alegre, o Telecinco, en contraposición a la cadena triste, Antena 3, término con lo que los alegres señalaban a los otros.

Pues eso, que en un programa tan proclive a peleas como Gran Hermano 16, ha aparecido un soplo de aire fresco con el comentario de Niedziela, artista circense de familia circense, sobre el concursante vasco Aritz: Cuando veo sonreír a Aritz sé que el día va a ir bien.
Un poco de amor entre amigos, o simplemente de inocente bondad, es como lluvia fresca en la cara del alma.

Nos solemos acostumbrar a cualquier cosa, y últimamente todo es hablar y desprestigiar a todo aquel que se pone en el punto de mira, porque todos somos muy listos y aprovechamos las redes sociales e internet para destacar por lo que sea, y siempre es más fácil hacerlo por la mala leche. Por eso cuando alguien habla tan bien de uno de sus compañeros, especialmente cuando éste no está presente, sin decir que su comportamiento obedece a una estrategia ni que va directamente a ganar el botín del premio, nos puede sugerir que en lo nuestro, cuando menos respecto a la mala leche interna, entre tormenta perfecta y tormenta perfecta de sentimientos alterados, algunas veces nacen rayos de sol y de buenos gestos que salen del corazón sin pasar por el cerebro, que últimamente tiene magnificas vistas al bolsillo.

¿Para cuándo un gesto de amor, o simplemente de amistad entre dos políticos de diferentes tendencias, quizás un pico entre Mariano Rajoy y Raúl Romeva? Visto lo visto, quizás a los políticos en lugar de reunirse por ejemplo en el Congreso, o muy de vez en cuando en un plató, deberían de juntarlos en una especie de Gran Hermano de la Politica y que en lugar de llevarse el trabajo a casa, se lleven su vida a una convivencia y que no les dejen salir hasta que lleguen a un entente cordial, o para no complicarlo más a un simple entente.

Basta ya de mirarse en el espejo, y cuidar más por todos esos a los que representan. Menos pitos a los opositores y más picos. Más amor, o al menos más entendimiento con las otras maneras de entender la política,  y menos intransigencia.

Y como hubiera dicho la tía de Gila que se presentaba a todas las bodas esperando a que alguna novia no se decidiera a decir que sí, y ella por lo bajini siempre decía el celebre: “…Y si no pa mí.”, diremos "y si no el pico para mí", porque la mala leche que gastan los políticos siempre es contagiosa, y a ellos. al menos, les sale rentable con lo que ganan, pero de eso nosotros no vemos ni un euro, solo malas caras, o cuando menos, estreñidas.


Si Aritz, el vizcaíno de Gran Hermano, no quiere las buenas palabras y caricias de Niedziela, ya me sacrifico, y me las quedo yo. Todo sea para que la vida, así en general, fluya. Da gusto el comprobar que no todo se hace con vistas a un fin crematÍstico. Sentir algo por alguien puede ser el mejor de los tesoros.

*FOTO: DE LA RED

viernes, 26 de abril de 2013

MOMENTO EN ROJO


Ayer sobre las ocho de la tarde este vecino del mundo salió con su cámara de fotos dispuesto a inmortalizar el eclipse de luna que iba a tener lugar. Solo me faltaban unos rasgos orientales, para identificarme aún más con la labor que iba a cumplir. Y como se suponía que el momento sería un poco más tarde de las diez de la noche, salí con tiempo suficiente, como hubieran dicho nuestros padres, para darme un garbeo por el paseo de la Concha.
Estaba a la altura del tiovivo gabacho-romántico en Alderdi-Eder, cuando comencé a darme cuenta de que iba a tener la gran suerte de vivir el momento de la noche, “el momentazo”, como hubiera dicho un siempre excitado Boris Izaguirre, y no era precisamente el eclipse, sino la tremenda puesta de sol que teñía el cielo y el mar donostiarras de un rojo que para sí lo hubiera querido Doña Dolores Ibarruri, más conocida como “La pasionaría”, porque era un rojo pasión, un rojo que aviva los sentimientos, y te hace sentir que por tus venas corre sangre, y que puedes apreciar esa maravilla de la naturaleza.
Estando, literalmente, con la boca y la mente abiertas, pude darme cuenta de que la gente prefiere acaparar que sentir, porque la mayoría de los viandantes en lugar de dejarse llevar por el momento en rojo, luchaban por sacar el mayor número de fotos en el menor tiempo posible, y algunos en posturas incalificables, intentando atrapar la postal en cuclillas, entre los hierros en blanco de la célebre barandilla de la Concha.
Aunque en ningún momento se pudo ver al sol como la típica bola de fuego, sino como una capa roja que cubría el horizonte, mis ojos habían quedado cegados por la belleza del momento, y a partir de entonces, el paseo se convirtió en una borrachera de sentimientos que me hacían estar y no estar. Bajé a la arena, en una semi-inconsciencia complaciente, y recorrí las dos playas aprovechando que la bajamar había ampliado el espejo de arena que reluciente captaba la variada paleta de efectos.
¿El eclipse? Bien, supongo. Ni me enteré, ni lo lamenté, porque para sentir momentos en negro, desgraciadamente lo estamos haciendo todos los días.

*FOTOS: PATXIPE