Mostrando entradas con la etiqueta empacho. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta empacho. Mostrar todas las entradas

lunes, 4 de diciembre de 2017

EL ASCUA Y SU CONTORNO



La mayoría de las veces no ocurren las cosas como las tienes planeadas, quizás por eso nos pasamos la mitad de la vida improvisando, intentando arrimar el ascua a nuestra sardina o a lo que queda de ella. Y las Navidades precisamente son, la mayoría de las veces, una muestra muy elocuente, un buen ejemplo, de lo que veías en ellas en tu infancia, y lo que ahora significan para ti. Lo que vendría ser el equivalente a tu sueldo pasado por Hacienda, que se queda en nada.

Quizás la vida es una tragicomedia y depende siempre hacia dónde pones el foco y enfatizas. Estos días también, son un ejemplo. Nieves en el País Vasco al menos, y conviene no agobiarse, no ver la parte negativa, sino el manto de belleza con el que muchos paisajes se han despertado.

Pronto comenzarán los informativos con esas noticias que ya están preparadas y que hacen que la mitad, sino más del “Telediario”, ya esté pre-programado. Las mejores marcas en deportes, los peores accidentes, los famosos que este año nos han dejado...

Sinceramente, este vecino del mundo con el empacho de todo que ya lleva dentro, y especialmente político, y que se imagina que es como el del común de los mortales, en este año terrible, quizás solo necesite una sonrisa cómplice de sus personas amadas, y una lenta caricia de comprensión.

Ya el ascua y las sardinas intentaremos arrimar en otro momento. Ahora son tiempos de estar con los tuyos, y especialmente sentir que lo son.
Deben de primar las personas, y no la acumulación de cosas.

Siempre me han encantado esas fotos invernales, llenas de niebla, en las que más que ver el paisaje, se intuye, hace falta incluso un acto de fe, pero sabes que está ahí. Lo mismo ocurre con los tuyos, con tu familia, con tus amigos. En las nieblas de los problemas, en el frío de la soledad, en cualquier momento aparecerán, y si no tú mismo debes de encargarte de llamar a su puerta.


Hay llamadas que en sí mismas son un acto de amor. Hagámoslo.

*FOTO: DE LA RED

miércoles, 21 de junio de 2017

LOS SANTOS HUEVOS


Sí, seguro que lo habéis notado. La frecuencia de textos, opiniones, de este vecino del mundo ha bajado radicalmente.

Y es que me encuentro apático, y mirando mi lengua a través del espejo, comprobando una vez más que está “blanca empacho”, de todo lo que ha tenido que tragar (me imagino que como la mayoría de los españoles), que es lo peor. Con una sensación, todo el tiempo, de déjà vu, ésto ya lo he visto antes, y no me lo creo tampoco ahora, y de que los momentos presentes es más de lo mismo.

Sin ir más lejos, ayer, los que fueron durante un tiempo, eso nos lo decían constantemente en todos los medios de comunicación, “los más listos de la clase”, como si fuera una reunión de exalumnos, Rato, Mayor Oreja, Arenas y Acebes, ex ministros del Señor Aznar, tuvieron que aparecer, seguro que muy a su pesar, en el juicio de “la Gürtel”, y lo de “aparecer” es estrictamente literal, porque hablar, hablaron poco: no sabían, no recordaban, no les constaba... ¡Un asquito!

Viendo ese resultado, parece que un brote de amnesia se ha declarado en ciertas mentes de la España-va-bien que debería, como mínimo, ser estudiado.

Lo triste es que, viendo lo que vimos ayer, y que es más de lo mismo de lo ya visto, en cuestión de comportamiento (por eso el empacho de este vecino del mundo), en otros casos, solo te queda preguntar tristemente: ¿En manos de quién hemos estado? Naturalmente, es simplemente una pregunta retórica, porque si ellos no saben nada, nosotros, simplemente, pasábamos por allí…

En el fondo, a este vecino del mundo, siempre le queda la sensación de que hay mucho cobarde suelto, y que cuando hay problemas, nadie tiene los santos huevos de poner su cara, por miedo a que se la rompan. Aunque en realidad deberíamos hablar, como diría un sudamericano, del estatus y la plata acumulada, por miedo a que los suyos, los demás no importan, se queden sin comer, muy bien por cierto, y sin todo lo demás, que, seguramente, será mucho.

Hablando de “santos” (huevos), y de los más listos de la clase reunidos ayer en una especie de examen oral de selectividad, de su estirpe, ¿no habrá ninguno, que se les presupone católicos-apostólicos-y-romanos,  reparado en que si Dios, que nos han dicho mil veces,  está en todas partes, seguramente no debe de estar muy orgulloso de los de esa promoción de alumnos lumbreras?

Ante preguntas que nunca se podrán contestar, este vecino siempre lo ha tenido muy claro, “la cosa” debe fluir, porque de lo contrario, huele, y ante eso, solo hay una opción: entrar en el cuarto de baño, y echar la bomba.


¿Para cuándo una bomba portátil, en versión, claro está, sino elegante, cuando menos “decorosa”, para poder llevar a cualquier lado, y evitar frustraciones, y como a este vecino del mundo le ocurre, empachos?
¡Tranquilos! Sólo era otra pregunta retórica...

*FOTOMONTAJE: DE LA RED