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jueves, 3 de diciembre de 2015

GRAN HERMANO MONCLOA



Ya hemos decidido en casa que por Navidad este año nos ahorraremos el ir al circo, porque con la cantidad de espectáculo que nos están dando (y, como se suele decir, lo que te rondaré morena) nuestros políticos de turno, ya vamos a ir sobrados por una buena temporada del mundo circense y del más difícil todavía.

Hemos pasado de tener, nuestros políticos de turno, más secos que la mojama a convertir a España en un circo de tres pistas en el que  nos podemos encontrar prestidigitadores varios que hacen desaparecer gran cantidad de dinero, y que hacen aparecer una cantidad similar de dinero pero distribuido en multitud de sobres, grises, naturalmente y llevados en carrito por carteros tiroleses.

Mucha gente me suele preguntar cómo me puede gustar esa bazofia que para ellos es Gran Hermano. Y, bien pensado, es muy parecido a una campaña electoral porque cada concursante te está intentando vender la moto, la suya, desde el momento en que entra en la casa, y en cada caso además es para no ganar, para vivir la experiencia, como lo hace cualquier político que está, en teoría, no para forrarse sino para batirse el cobre por nuestros ideales.

La única variante que hay entra la política y Gran Hermano es que gana el concurso no el último que queda en la casa, sino el que consigue entrar en ella. Conviene recordar que la suya, su casa, no estará en Guadalix, sino en Moncloa

Incluso en el concurso de Gran Hermano Moncloa también hay "edredoning", en este caso con todos nosotros. En cada legislatura, y en época electoral especialmente, nos pasan por la piedra de la mentira cada vez que quieren o que nos descuidamos.

Hay también una gran parecido entre los dos mundos, porque con tus propios ojos ves una cosa, y al día siguiente, o en galas posteriores, te lo explican de tal manera que entre las apariencias y las verdades contadas, cualquier similitud es pura coincidencia.

Personalmente, y si tuviera que elegir este vecino del mundo entre los dos Grandes Hermanos, me quedo con el verdadero concurso, por aquello de que hay épocas en que el concurso está cerrado y, sin embargo en la política siempre están jugando con nosotros.


Y ya para terminar, mientras los Grandes Hermanos todos tienen su representante, que les lleva las cuentas y contratos, y que en muchos de los concursantes es la misma persona, un Toño Sanchís que está viviendo sus horas más bajas, quizás en la política no haya que buscarlo en sus tesoreros, sino en los mismos bancos que al final son los grandes ganadores de todo esto. Un trabajo por cierto con red, ya que si pierden, como quedó demostrado, también pagamos nosotros.


*FOTO: DE LA RED

viernes, 30 de octubre de 2015

VÍSPERAS DE MUCHO... (GALA 8, GRAN HERMANO 16)



Hoy tenemos que apelar a ese viejo refrán: Vísperas de mucho, días de nada.

La gala de anoche, la octava, se presentaba con muchas expectativas, Noche de Halloween y con precedentes para pasárselo muy, pero que muy bien, y sin embargo, fue decepcionante. Me gustaría ser el único que ha sufrido esa sensación, pero me temo que  a más de uno le habrá pasado. Me aburrí como acostumbran aburrirse las ostras, me aburrí como la madre de todas las ostras y  con la madre de todos los aburrimientos. Fue un auténtico despropósito.

Daba miedo lo no preparado para asustar: el “look”, verdaderamente desafortunado de la presentadora (se creaba una duda :¿La apariencia de la Milá era una especie de alegoría a Halloween, o lo había diseñado su peor enemigo?). Y, sobre todo, daba miedo lo que se encontraban los concursantes tras vagar por ese pasillo de los horrores (que horrorizó más a algunas concursantes, que lo que divirtió a la mayoría de los espectadores), una desaforada Maite (que ya no se sabe si interpreta, verdaderamente está iluminada, o ambas opciones) que parecía un personaje escapado del hotel del "Resplandor",  y para más inri , cuando se encuentra con Amanda le suelta un impagable "Tranquila Amanda, soy la elegida de Dios”.

Quizás, al final, la clave está en los vómitos y fluidos desagradables que no hubo en el pasaje del terror. ¿No quisieron afear a unos concursantes cuyo mérito, la mayoría, está en su presunta percha, el famoso culto al cuerpo?

En esta especie de descrédito del que se ha teñido este/estos últimos grandes hermanos, está la conciencia para muchos de que el devenir del reality se escapa de las manos del consumidor. Tanto la no salida, o la salida honoris causa de Suso, y sobre todo la de Belén Esteban en su Gran Hermano VIP, han marcado, por mucho que lo quieran negar en la Cadena Alegre (en oposición de la tristeza de la que acusan ellos mismos a otras cadenas de su entorno) una tendencia a la baja que ya es muy difícil de remontar.

En la opinión de este vecino del mundo, solo se podría hacer la remontada, con un discurrir “limpio” del programa con las mimbres que se tienen, y nada de moviolas que cambien pasados de veredictos democráticamente planteados, en forma de repescas.

Más hablar y menos discutir, menos músculos y más corazón, y sobretodo no desvelar desde dentro del programa o desde los estudios, estrategias que sigan los concursantes para intentar ganar. Por ejemplo, ayer a Carolina, la expulsada de la semana, la presentadora, Mercedes Milá, le dio carta blanca para que dijera todo lo que quisiera a los concursantes al despedirse, y eso antes no pasaba, ni a lo mejor pasa la semana que viene. Porque lo que ayer se hacía, hoy no se hace, y quizás mañana se haga otra vez. Y así solo vamos a  esta pendiente que nos lleva hacía abajo en la atención del programa.

Se debería de volver a los primeras ediciones en las que no se desvelaba ningún proceder de los concursantes hasta que todos iban saliendo, e iban descubriendo las perspectivas lejanas que da el estar fuera de la casa.

Lo importante no es un estriptis que nunca se va a ver durante un “edredoning”, sino una charla a corazón abierto. Conocer a las personas que se esconden detrás de la fachada de un concursante que se cree frío y calculador.

Se acusa a muchos concursantes de ser verdaderos muebles, y tras eso se van a ir de rositas caracteres que hubieran merecido la pena descubrir, como una Niedziela que solo contando su vida circense tiene mucho que decir. O, Marina, y su necesidad de tener una réplica de bebé. Un Vera, seguro que tiene mucho para contar y seguro que así entenderíamos mejor sus reacciones. Sin olvidarnos, por supuesto, ni de Han y sus excesos en todo, como contrapunto a un Aritz enigmático, atrayente y casi siempre controlado, pero siempre sonando a sinceridad extrema.

Siempre se ha dicho eso de que por la boca muere el pez, y si algo no se deja en el programa es hablar tranquilamente, porque dialogar no es discutir, ni provocar discusiones. Y el programa continuamente busca eso. Busca el “ya”, el momento, antes que los prolegómenos, el hablar, el contradecirse, el pillar mentiras tras varios días de diálogos.

Curiosidades del programa de ayer:
Sofía está tan centrada en su conquista de Suso, que al darse cuenta de que Raquel podía volver al concurso se llenó de tan mala leche que los que debieron de pasar miedo en el pasaje del terror sin duda fueron sus moradores, porque ella permaneció totalmente impermeable.

Niedziela, que se supone que al trabajar en un circo, debería de ser valiente e intrépida, ayer para más inri, montó otro circo, éste dentro de Guadalix, durante su azaroso discurrir por su pasaje del terror, que si no llega a ser por Vera, todavía la tenemos hoy sin poder salir del recorrido, y chillando hasta la extenuación.

Marta y Raquel, al volverse a reencontrar, para besarse ni se han tocado. Una auténtica metáfora de lo políticamente correcto: un beso, a secas.

El comportamiento y maneras de Raquel y Amanda, al reencontrarse,  es mucho menor que el nivel que se pide para entrar en cualquier guardería.

Carolina fue la expulsada, y fue un momento triste, porque es una persona que merece la pena, pero que en el programa “no vendía”. La que vale más para el esquema del espectáculo que siempre mueve y promueve Telecinco, es la madre de Carolina, un verdadero personaje a poco que le hagan hablar en los programas de la cadena. Y sino, al tiempo.

Cada día estoy más convencido de que Han es una rémora para Aritz, y no un salvavidas,  y es más, casi me atrevería a decir, que puede ser un lobo con piel de cordero para Aritz. Eso, o es un inconsciente y no le importa  hacer por momentos, mucho daño al vasco.

Que conste, que a Sofía le han hecho un favor al no entrar su madre otra vez, porque le perjudica en su imagen y comportamiento.

Llegó la hora en que Suso se debe de definir entre Sofía y Raquel. Veremos si lo hace, aunque por mí, se podrían ir los tres.

Marina, Suso, Amanda, Ricky y Vera, son los nuevos nominados en “Gran Hermano 16”.

¿El deseo de este vecino del mundo? Que se vaya Suso, y con su ida otros concursantes como Amanda, Sofía, y la mismísima Raquel, se tendrían que poner las pilas y navegar en el programa con otros horizontes.


La más que posible realidad es que nos encontremos esta semana con que la mayoría de los colaboradores de la cadena, como siempre, coincidan en su gran mayoría, y esta vez hagan campaña para que se vaya Marina.

*FOTO: DE LA RED