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viernes, 16 de septiembre de 2016

HABLANDO DE VERDADES VERDADERAS




Algunas veces, no importa el lugar por tan intrascendente que pueda parecer, se te presenta una variante, quizás alguien la sugiere casi sin pensárselo, y a ti que no la habías contemplado nunca, te da qué pensar y mucho. Y una verdad verdadera, en especial de esas que has aprendido últimamente al cobijo de lo políticamente correcto, se tambalea antes de caer destrozada.


Estaba esta mañana en el mercadillo semanal, rodeado de guiris, y dos nativos, de los pocos que en ese momento estaban cercanos entablan una conversación. Al parecer, se conocen. El primero está haciendo compras en un puesto  que vende ropa interior masculina y calcetines deportivos, y parece que está interesado en unos boxers que venden tres al precio de 5 euros. El segundo, que acaba de llegar le dice: -No compres eso, que seguro que los han traído de India, y a saber las condiciones en que trabajan los pobrecitos de los trabajadores…


El cliente en ciernes, que por un momento parecía despistado, se da la vuelta rápidamente y le contesta, de buenas maneras, eso sí:
-Una cosa es que fuera una marca conocida, que ellos paguen una porquería, y a ti te cobren el mil por cien, o más. Pero estas marcas de mercadillo, si las han traído de India, que me digan el avión porque me cojo un billete y me pego una vuelta por allí.


Y le añade además: -Por lógica, ésto está fabricado en España, lo que se viene en llamar la economía sumergida. Y seguro que no se llevan el dinero ni a Suiza ni a Panamá, porque con subsistir y cubrir gastos tendrán más que suficiente.


El otro, que al parecer venía con ganas de chufla se ha quedado cortado. No le han salido más palabras y se ha disuelto en la primera muchedumbre que le ha venido cercana. 


Por su lado, este vecino, se ha comprado dos paquetes de boxers, unos para ayudar a los trabajadores, y los otros para ayudarse a sí mismo, reduciendo los gastos anuales de ropa, ya que también tiene su economía sumergida, pero ésta, hasta límites insospechados...

*FOTO: DE LA RED


miércoles, 6 de julio de 2016

MALPENSADO Y SU OTRO YO



Hay noticias que tienen la capacidad de crear al ciudadano, en el momento en que se entera de ellas, una especie de túnel del tiempo que le hace retroceder a algún momento pasado de su vida.


Estos días ha habido algo que me ha hecho retrotraerme aproximadamente a 1980. Estaba viviendo en Londres, mientras iba a una academia de inglés tres horas al día (quince a la semana), para poder tener un visado como estudiante y permanecer en el país. 


Eran otros tiempos, y aunque no podías obtener permiso de trabajo, siempre encontrabas la manera de meter unas cuantas horas en el trabajo que fuera, mal pagado eso sí, preferentemente limpiando platos, y así intentar amortiguar el gasto de la academia. Pero siempre, y es triste decirlo, al margen de la ley, como ocurre ahora en muchos sitios. No hay nada nuevo bajo el sol.


Ese verano al volver al pueblo durante las vacaciones, un chico, también del pueblo, con el que había coincidido varias veces en Londres en los meses anteriores, se topa conmigo en el centro del pueblo, en Elgóibar concretamente, y empieza a hablarme a voz en grito, para decirme: -Ya me he enterado de que estás trabajando en un banco en Londres, y las veces que nos hemos visto allí no me has dicho nada. ¿Tenías miedo de que te pidiera ayuda para entrar a trabajar en esa entidad?


Teniendo en cuenta que él precisamente estaba trabajando, con "enchufe" por supuesto (y que conste que este vecino opina que cada uno se busca las habichuelas como puede) en unas oficinas en Londres, y en ningún momento se había interesado por si él me podía ayudar a mí, a pesar de todo me lo tomé, es un decir, con filosofía. Y le respondí con mucha sorna, y sin perder los nervios: -Es la primera noticia que tengo de que trabajo en un banco en la City. Luego, cuando vuelva a casa, hablaré seriamente conmigo mismo para que la próxima vez me cuente las cosas como son, y a su debido tiempo.


Lorenzo, como así se llamaba, y se llama, el listo quisquilloso, ponía cara de alucinar, y como ya le había toreado bastante, antes de irme y con cara de  acordarme de algo en ese mismo momento le dije: -Por cierto, ahora que me acuerdo, tenías razón. Trabajo en un banco, pero sólo dos horas cada dos días, eso sí, limpiando las oficinas.


Mientras a Lorenzo parecía que el suelo le desaparecía bajo sus pies, con intención de no hacer más leñas del árbol caído, me fui con un aire más que digno.


¿Qué noticia le ha hecho a este vecino acordarse de esa antigua anécdota?  El hecho de que el Partido Nacionalista Vasco, para abrir unas conversaciones con el Partido Popular en orden de llegar a un acuerdo para la investidura del Señor Mariano Rajoy como Presidente del Gobierno en la nueva legislatura, pusiera en primer lugar sobre la mesa el asunto de los presos vascos y su acercamiento a las cárceles de Euskadi.


He tenido la sensación de que era el único vasco al que otros asuntos, tales como el paro, la economía, la pobreza, los desahucios, los refugiados… le habían despistado al preocuparle más, y no se daba cuenta de que lo más urgente debía ser, sin ninguna duda, que los presos vascos estuvieran cerca de sus respectivos hogares. Y que más tarde, como en la anécdota de hace muchos años, ya hablaría en la intimidad que da el cohabitar conmigo mismo. Y que conste que no tengo nada en contra de este tema, pero de eso a ponerlo en primer lugar de importancia,  dista mucho.

Jeanette, en aquella antigua canción, decía que era rebelde porque el mundo le había hecho así, y a mí, al vecino del mundo los años me han hecho malpensado.  


Huele mucho a que el PNV ya está preparando la estrategia para las próximas elecciones al Parlamento Vasco, que presumiblemente serán hacía el próximo Noviembre. Y  parece ser que pretenden pasar tanto a Podemos y a EH Bildu, nada menos que por la izquierda.


Siempre me ha hecho gracia, por el descaro que gastan, cada vez que un partido y tras unas elecciones, dice que ya ha entendido el voto de su electorado: Indefectiblemente cada uno arrima el ascua a su sardina,  y además sin parpadear.


Al final, y tras 36 años, descubriré  que sigo trabajando en un banco londinense, y además se lo deberé al PNV.



Lo bien que nos sientan los partidos del centro. Porque a la derecha ya no queda nadie…


*DIBUJO: DE LA RED

lunes, 6 de abril de 2015

¿UN MAL COMIENZO DEPARA ALGO MEJOR?




Despertarse por la mañana y tener al fondo a un grupo de colaboradores radiofónicos hablando realísta y, naturalmente, pesimistamente sobre la economía española, no es la mejor manera de despertarse. Pero, como se dice normalmente, hay lo que hay. Y lo que hay verdaderamente es poco.

Vas por la calle con ganas de pulsar la opinión de la gente, y el baremo general es el de puntos suspensivos. Más que hablar sugerimos con el silencio. En momentos en el que se nos llena la boca de democracia, juraría que la gente tiene miedo. No al futuro, que eso por supuesto. En la mente en general se ha instalado el todavía viene algo peor. Pero, en el ambiente se huele a miedo, a resistencia pasiva, a virgencita que me quede como estoy. No hay más que ver que en un país acostumbrado "al yo pago esta ronda" está triunfando el pintxo pote.

En las fachadas de las casas no hay mas que pisos en venta.  En tu correo electrónico, y porque es gratis el tenerlo, recibes chollos de todo tipo, pero si no hay gasolina en forma de dinero, el motor de la economía no puede funcionar. 

Y vas rezando por las esquinas a la misma virgencita de que te quedes como estás, para que no se te estropee nada de la casa porque el dinero que te queda ya está más que repartido. Tu cartera está mas tensa que la piel de esa colaboradora, de derechas naturalmente, que de tanto estirarse la piel se le ha quedado cara de interrogación, mientras afirmaba como una autentica contradicción, entre lo que su rostro expresaba, y lo que decía ayer por televisión, que se notaba otro sentimiento en la calle. Será en la urbanización donde ella vive, porque por de pronto mi calle no habla, como toda calle que se precie, pero si lo hiciera se quejaría como esos propietarios que tienen tiendas allí, y que no saben si llegarán a abrir el mes que viene.


Me da que mañana voy a optar por despertarme sin opiniones radiofónicas al fondo, porque me deprimo, más todavía. Y cada día me resulta más difícil reírme de mi mismo.  

Me parece que me voy a enclaustrar en esa novela negra que acabo de comenzar, y en la que los malos son malos a secas, y los buenos, valientes y aguerridos. No existen ni grises ni puntos intermedios. Y no hay problema que no se pueda arreglar con un buen bourbon y acompañado de una rubia despampanante. ¿Interesada ella? ¡Claro está! como yo.

*FOTO: DE LA RED

lunes, 9 de diciembre de 2013

CORTA Y PEGA

Por si no era más que evidente que se está terminando lo que se daba, con respecto a este año, la mayoría de los medios de comunicación ya han comenzado a hacer resúmenes. Y como se supone que eso lo irán preparando en el día a día, incluyendo las  noticias en diferentes carpetas creadas al efecto, ya solo queda el famoso “corta y pega” al que todos somos tan aficionados.
Ahora aparecerán las listas de, por ejemplo, la evolución de la economía mes a mes, lo que han dicho los diferentes partidos políticos, incluyendo el del gobierno, que iban a hacer y lo que han hecho en realidad, los premios literarios más importantes, las bodas del año…
Y es triste, pero el currito de a pie nunca aparece mencionado con nombres y apellidos, solo en un número acumulativo de parados, o engañados, o estafados…
Para el nuevo año, este vecino del mundo ha hecho el firme propósito de preparar sus propias carpetas mentales para saber a final de año, del siguiente: 
Los nuevos sueños, cumplidos e incumplidos, cantidad de nuevos amigos, los buenos momentos de cada día. Los lugares que te han hecho sentir que estás vivo, las canciones que te han enternecido, la poesía que has sentido como tuya. Los niños que has acariciado, aquellos ojos con los que has sido cómplice, la puesta de sol que has grabado en tu ADN. Aquellos objetos en los que pondrías el nombre de tu amada, el mundo que crearías, el mundo que cambiarías. Los momentos de tu vida que volverías a vivir, a las personas que pedirías perdón, y a aquellas que dirías las verdades del barquero. Los lugares que volverías a visitar, los lugares que quisieras conocer. Las promesas que todavía no has cumplido, las que ya cumpliste. Las promesas que te hicieron y que se quedaron en la esquina de los tiempos.
Por todas estas listas, y ya para terminar, este vecino del mundo propone que para el año que viene en lugar de practicar el famoso corta y pega, será mucho más sano, o menos pernicioso, practicar el corta y olvida.

*FOTO: DE LA RED