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domingo, 30 de abril de 2017

EL VIENTO DEL DESTINO


"Ni ha venido, ni se le espera" nunca ha sido un lema en mi vida. Pero también es verdad eso de que "el hombre propone y Dios, o Hacienda, disponen". Y en este momento, la vida de este vecino se mueve como la pluma del comienzo y  final de la película de Forrest Gump, bajo los designios del viento del destino.

Ya ha pasado una semana en que este vecino del mundo bastante tiene con lidiar al toro de la vida con capotazos improvisados,  no queriendo además contar demasiado en este blog sobre su vida real, por aquello de ser única e intransferible, pero sabiendo que son días que serán recordados  como de cambio y siempre para mal, o por aquello de "cualquier tiempo pasado siempre fue mejor".

No nos engañemos, el recuerdo de Forrest Gump tiene mucho de drama, y sin querer desvelar nada de la trama, con un  drama de dramas, donde un niño que apenas puede cuidar de él, se erige como cuidador de su padre.

Y es que eso es la vida; quienes te cuidan, tus padres, en el mejor de los casos, si llegan a ancianos, un buen día necesitaran de tu ayuda. Y en ti estará hasta cuando estás dispuesto a cuidar de ellos. Y si lo haces porque reconoces "la deuda", o porque te criaron con altos valores que hacen que fluyan de ti, como agua de un manantial.

Quizás, también, esos días "límite" te pueden hacer ver las orejas al lobo, y plantearte en tu caso, hasta cuándo  estarías dispuesto a vivir y en qué condiciones. Y si verdaderamente no te importará, en tu caso. ser una carga para los tuyos.

Hay días, estos días, en los que la introspección te hace sentirte lejos de este país de chorizos, en los que unos cuantos, muchos cuantos, claramente se han financiado su futuro, y el de los suyos, demostrando rotundamente que solo miran por ellos, e intentando que su imagen no se resquebrajara, y aprovechando su presunto catolicismo, intentan, y muchas veces lo consiguen, que comulguemos con ruedas de molino.

Ya lo decía la madre de Forrest Gump: -La vida es como una caja de bombones, nunca sabes lo que te va a tocar... Y este vecino añadiría por experiencia "... y la mayoría de las veces, esos bombones están manipulados, y ya saben, alguien sabe, lo que te va a tocar, y él, o ella, los que han decidido, no se los han querido quedar.

*FOTO: DE LA RED

jueves, 26 de marzo de 2015

¿PROPÓSITO, O DESPROPÓSITO?



Antes de nada quisiera expresar mis condolencias por lo ocurrido ayer con el accidente del avión de la Compañía Germanwings que cubría la línea aérea Barcelona – Düsseldorf, en el que han muerto los 150 viajeros, entre pasajeros y tripulantes, de los que, al parecer, 51 son españoles.

Desgraciadamente vamos acumulando experiencia en sucesos de este tipo, y a los medios de comunicación se les llena, cada vez más, la boca, del cumplimiento de un comportamiento ético, y que respete a los fallecidos y a sus respectivas familias. Y el resultado es, una vez más, lamentable. Eso sí, una y otra vez los canales tanto de radio como de televisión, con sus estrellas correspondientes desplazadas al triste lugar, nos cuentan todo tipo de historias de cada uno de los hasta ahora desconocidos pasajeros con voces apesadumbradas, como lógicamente merece, y en apenas cinco segundos, y por magia no de birlibirloque sino de la publicidad, llegamos al éxtasis del consumismo. Verdaderamente lamentable.

Si como han estado hasta ahora llenándose la boca de intentar aislar a los afectados en una especie de burbuja impermeable a las noticias sobre lo ocurrido, solo queda decir que el esfuerzo ha sido yermo en resultados. Con la novedad además, en las últimas horas, de que lo que antes era un drama arrebatador, y por lo tanto rotundamente serio, se está convirtiendo en un híbrido entre el thriller y una superproducción al más puro estilo hollywoodiense. Con intentos de explicaciones de un posible desenlace fatal debido a una decisión por parte del copiloto, en el que se está aplicando la etiqueta de “posible suicidio” a una decisión que de ser así, se hubiera llevado por delante a un centenar y medio de personas que no tenían ni arte ni parte.

Una vez más tanto las autoridades políticas como los medios de comunicación están jugando a ser políticamente correctos, ante unos hechos que nos presentan a un copiloto como un joven de 28 años, alemán, que pudiera arrastrar algún problema emocional. Es como para rasgarse las vestiduras ante un fariseísmo reinante que intenta encontrar una razón, un “algo” para una respuesta que no existe, y en la que no nos tomaríamos el mismo tiempo, si el país de origen del copiloto, o incluso su religión, hubiera sido otra.

Vaya por delante que este vecino del mundo no quiere justificar en ningún caso lo ocurrido, sea por causas mecánicas o por la decisión irracional de una persona, pero que el lenguaje de los que están dando todo tipo de explicaciones plausibles hubiera sido totalmente diferente si el perfil del copiloto hubiera sido otro, concretamente su nacionalidad o su religión.

De todas maneras, convendrá seguir el desenlace de este suceso, ya que al ser un accidente fuera de nuestras fronteras, seguro que el camino que tomarán los acontecimientos no se parecerá en nada a los que en general tristemente suelen ocurrir en nuestro suelo patrio; que es el que pasen muchos años entre estudios de todo tipo,  y culpas normalmente repartidas entre gente ya fallecida y que no se puede defender, y unos juicios tan distantes en el tiempo que parecen incluso perder su sentido.

Este vecino del mundo  recuerda que de pequeño le intrigaba mucho eso del “propósito de enmienda”, pero en realidad siempre queda en algo formalmente complejo, que tras ser analizado es totalmente vacuo. Y si no, éste es un ejemplo perfecto: el mismo o peor comportamiento, por parte de todos, eso sí.


*FOTO: DE LA RED