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miércoles, 26 de marzo de 2014

VESTIDO DE LLUVIA



Un día más vestido de lluvia, de paseos mojados por el puerto. Días de recopilar verdes y azules grisáceos. De cuidar tus pasos para estar al cobijo, para no parecer extraño, o quizás loco, por una playa que se siente triste, abandonada por aquellos que la idolatran en otras épocas del año. Una playa que no se siente profeta en su tierra, que de los agasajos muy pronto pasa al olvido.


Un día más vestido de invierno, aunque sea primavera, en el que no hace falta mirar al armario para vestirte de extraño, porque tienes la necesidad de sentir las gotas de lluvia sobre tu cara. Un bautizo de realidad sobre un rostro maquillado de mil conversaciones impostadas. Una vuelta a tus raíces, a tu soledad de las horas bajas.


La lluvia espanta a muchos, y convoca al club de los poetas sin poema, al francotirador de ideas imposibles, al habitante de mundos paralelos, al arquitecto de besos sobre papel de epidermis.


Hoy quiero jugar a ser cazador de arcoíris, a domador de instintos primarios, a compositor de bandas sonoras para historias triviales. Quiero habilitar mi bañera como parque acuático. Hacer lo que no he hecho nunca. Mirar a la gente de siempre para inaugurar frases nuevas, para crear situaciones nunca pensadas. Encontrar las otras caras del prisma del que miramos.


Un día más del almacén de los días contados, de la oficina de reclamaciones para causas perdidas de sueños no encontrados. Día gris para pintarlo de ilusión, porque sigues aquí aunque más de uno no se haya dado ni cuenta, ocupado en acumular reconocimientos sobre hechos que caducan, como lo hace la vida misma.


Un día más vestido de lluvia, para regar comportamientos secos y relaciones en barbecho. Para mojarte la melena de los comportamientos engominados como manda la ley, y despeinarte de una vez por todas.
Siempre has tenido la llave en tu mano, pero nunca has encontrado la puerta de tu libertad. Y hoy, vestido de lluvia, es un buen día para abrir puertas de mundos interiores, sueños de soles nacientes que nunca morirán. Hoy es un buen día malo para encontrarte.

*FOTO: DE LA RED

martes, 12 de noviembre de 2013

DÍA HISTÓRICO

Ha sido un día histórico. Hoy hemos celebrado la desanexión de nuestro portal en la Avenida Isabel II con el resto de Donosti.
Hace una semana que celebramos el plebiscito, de 96 vecinos, 83 conformes con la desanexión.
Además es fácil para cualquiera que se anime, porque como solo votan los que tuvieron la idea, nuestra comunidad de vecinos en este caso, fue “pan comido". Hubiera sido un poco más complicado si votara la ciudad al completo, pero, eso, parece que no se lleva.
El día de hoy ha estado repleto de emotivos actos. A las nueve de la mañana se ha celebrado, por las escaleras de nuestro edificio, una “kalegira” con txistularis y desfile de autoridades (los representantes de nuestra comunidad).
A las diez de la mañana, tras el citado desfile, hemos ido todos a la parroquia de San José para celebrar la misa mayor, y a continuación, la primera avanzadilla ha comenzado el poteo. Eso sí, en el único bar que pertenece a nuestra comunidad de vecinos, y que además, no hace falta mencionar, que su propietario ha sido el alma de la idea, que hoy ha comenzado a tomar cuerpo.
Este vecino se ha expresado bien, “ha comenzado a tomar cuerpo”, porque no nos conformamos con eso, y dentro de un tiempo aspiramos a que nuestra comunidad llegue a ser un país.
De hecho, tenemos una vecina que es costurera, y ya le hemos encargado que diseñe los trajes de nuestra policía. Y Juan, el del segundo, el arquitecto, ya tiene unas cuantas ideas para el aeropuerto, que se ubicará, claro está, en el ático del edificio.
Más de uno de mis lectores, llevado más por la envidia que por la lógica, se habrá llevado las manos a la cabeza, pero como el tiempo es el máximo juez, este vecino está convencido de que nuestro aeropuerto seguro que tiene más vuelos que el célebre aeropuerto de Castellón, aunque, claro está, el nuestro, al contrario del ya mencionado, no va a ser para las personas, sino para los aviones, aunque al principio quizás nos tengamos que conformar con algún club de ala delta, pero todo se andará. Y además a solo cinco minutos en autobús del “marco incomparable”, y consecuentemente, de todo.
Lo de la televisión, todavía está un poco en el aire, pero al principio prometemos, por aquello de ir poco a poco y sin prisas, solo un canal para nuestros habitantes, y otro por satélite para todos aquellos vecinos, cada vez más, que tuvieron que ir a buscarse el sustento a los más remotos lugares.


Para todo aquel que piense que nuestra hasta ahora comunidad de vecinos, y dentro de poco “país”, se ha pasado un poco en sus aspiraciones, debería de mirar alrededor y calibrar, si en realidad somos los primeros que nos hemos pasado, o desde hace muchos años, con todo tipo de brindis al sol y obras mastodónticas, que al final solo las van a visitar el que tuvo la idea y el que cobró por hacerla, ha habido mucha gente que se ha pasado, y no lo queremos ver, por aquello de que nosotros la tenemos más larga. Y lo peor de todo, es que esta fiebre, porque puede ser contagiosa,  no ha terminado.

*FOTO: DE LA RED

viernes, 31 de mayo de 2013

MÁS DE LO MISMO

Hoy es un día de más de lo mismo. Te levantas por la mañana. Miras, porque hay que hacerlo, por la ventana , ya que realmente no tienes más interés, y prevés que la única diferencia con los días anteriores es que parece que van a caer unos cuantos litros de lluvia más hoy.
Sigues pensando, por no dejarlo más que nada, y viene a tu mente quizás como nexo de unión con lo que estabas soñando, que no recuerdas, porque al levantarte, los sueños se han quedado en la cama, esa frase de que
Todos los caminos conducen a Roma. Pero...realmente ¿hace falta ir?.
Quiero decir, vas a la calle y encuentras a alguien que te habla de algo, que parece que merece la pena, y luego otro que te dice lo mismo, y entonces decides ir, pero cuando estás llegando, se cae un tiesto y cae encima tuyo.
Si no hubieras intentado ir, no se te hubiera caído el tiesto, o se hubiera caído a otro, pero no te hubiera originado a ti, ese dolor de cabeza que ahora te hace sentirte realmente incomodo.
Busco las pastillas esas para el dolor de cabeza. En el cajón de las pastillas hay de todo, tiritas, termómetro para cuando tiritas porque tienes mucho frío pero en realidad tienes mucha fiebre...Hay de todo en el cajón de marras, menos las pastillas para el dolor de los cojones, bueno en realidad es para el dolor de cabeza, pero ya me está poniendo negro.
Recuerdo que las aspirinas las dejé en el bolsillo interior de esa cazadora de cuero marrón que tengo en el armario empotrado de mi habitación. Abro la puerta del armario, la que tiene el espejo de cuerpo entero por dentro, y me encuentro a Maslua leyendo el periódico alumbrado por una linterna. ¡Menudo susto me ha dado! No me acordaba de que estaba ahí. Es que no molesta, el pobre. Creo que ya no me hacen falta la pastilladeloscojones porque con el susto me he despejado. Maslua tiene cuarenta y cinco años, y es de algún país africano, me dijo el nombre de su país, pero ya no recuerdo. Desde hace dos, vive en mi armario, No, no paga nada por el confort de un armario calentito. Es un top-manta con mala suerte, porque como no vende nada, ya sus productos no son de esta temporada, de hecho vende las pelis y los discos de hace dos, de cuando le conocí, y al no ganar nada, no puede renovar el material.
Le quise dejar una habitación, pero él no quería molestar, y se avino a vivir en el citado armario. Entra y sale. Nos vemos poco, pero no se aburre porque como tiene un espejo, habla con Maslua una y otra vez.
Parece que son las ocho de la mañana y suena el despertador.

Hoy es un día de más de lo mismo. Te levantas por la mañana. Miras, porque hay que hacerlo, por la ventana , ya que realmente no tienes más interés...

*FOTO: DE LA RED