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domingo, 2 de febrero de 2020

LA MARMOTA QUE NOS PERSIGUE



Me acabo de dar cuenta ahora mismo. Hoy es 2 de Febrero, el famoso día de la marmota. Y me visitan, así sin haber llamado antes, varios sentimientos contradictorios.

Ya han pasado un mes y un día, a modo de condena, de este año, y como hubiera dicho la madre que me parió, “sin haber vendido una escoba”.

A medida que te haces mayor, el tiempo en lugar de detenerse va cuesta abajo, y nunca mejor dicho, sin frenos.
Todavía parece que huele a fritanga de cualquiera de los ágapes navideños, pero ya estamos en febrero y seguro que si doblamos cualquier esquina, ya vemos en lontananza el color rojo de los corazones de San Valentín en cualquiera de sus formas y precios, siempre con un precio.

Sin embargo, volvamos a la idea del comienzo, el día de la marmota. Nos levantamos cada día y tenemos los mismos problemas, o nos crean los mismos problemas, o hablamos siempre de lo mismo. De una parte de los catalanes que siempre quieren hablar de “lo único”.  De las izquierdas, de las derechas, del centro, que nunca existió, pero que en época electoral todos los partidos están en ese lugar. De los equipos de fútbol. Que para que te hagan caso tiene que ser uno de los grandes, o que te están machacando todos los días en los medios de comunicación de que son grandes.

Ya nadie habla de los sueños pequeños, de los anhelos de cada uno, del perejil de cada día y de cada salsa.  Parece que todos tenemos que llevar un Ferran Adriá dentro, y nuestras ideas tienen que ser platos magistrales que dejen a los demás a la altura del betún. Porque es requisito indispensable dejar a los demás pequeños, siempre en diferente nivel.

Serán los años, los cumplidos y los que sé que no cumpliré, pero como el protagonista de aquella película, veo más factible, y además con ensueño dentro, aprender a tocar el piano, partiendo de cero, para una probable conquista a la que sé que veo todos los días y en las mismas circunstancias, que intentar cambiar al mundo, que en realidad es algo inabarcable y que nace y muere cada día, y del que, en realidad, además, solo oyes el eco, y no el origen de la opinión.

*FOTO: DE LA RED

lunes, 9 de noviembre de 2015

¿EL ASUNTO CATALÁN, O EL DÍA DE LA MARMOTA?




¡Horror! Me siento como Bill Murray en la película "Atrapado en el tiempo", que muchos conocemos ya como "El día de la marmota", aunques éste nunca fuera su título original. Llevo muchos días en los que me despierto, y  siempre es el 20 de Diciembre, y no hay un día después. Y lo de hoy, en Cataluña, tampoco ayuda.

Por cierto, el momento después de que El Parlament ha votado por la independencia, y todos aplaudiendo, felicitándose y sacándose fotos, a mí me ha recordado, y ya sé que soy raro, a la primera y  única vez, por ahora al menos, que he ido a Eurodisney

Las fotos me las sacaba no para mí, sino para mis futuros nietos. Y el Señor Más y sus compañeros de partido lo hacen, para un día contárselo a sus nietos. “El día que fuimos cinco minutos independientes”. Aunque tratándose de catalanes y de que la pela es la pela, seguro que ya están pensando en que esas fotos vendrán muy bien para acompañar a sus memorias, y así hacer éstas más apetecibles y, especialmente, rentables sus batallitas, que esa es otra...

Tantas gentes muertas durante, por ejemplo, la Revolución Francesa, y aquí nos separamos, o mejor dicho, se separan, en esos días repetidos, que no sé si es mejor o peor, en versión low cost.

Y yo me sigo sintiendo como Bill Murray, y los días se repiten. Quien haya visto la película recordará que incluso, al protagonista, le dio tiempo, no de aprender a tocar el piano, sino a hacerse la mismísima carrera, que son más de diez años, por supuesto que para ligarse a una mujer; e incluso, le dió tiempo también, de suicidarse. Y es que él actuaba, y lo sabía, con red, porque hiciera lo que hiciera no se iba a morir, habría otro día.

 Y aquí los políticos catalanes, en realidad, están haciendo lo mismo, saben que al final no van a ir a ninguna parte,  ni siquiera a la cárcel, ya que, y entendidos en la materia dicen, que les pueden caer multas entre tres mil y treinta mil euros. ¡Vamos! Lo que viene siendo, y según mi sensación, ir a Eurodisney con todos los gastos pagados, y con cena incluida con el sucesor de Disney en la tierra, si hace falta. Porque de sacar la cartera, al final, ya veremos quién paga, pero seguro que, entonces ya, es España, y pagamos todos, como siempre.

Y los políticos catalanes, están en su día de la marmota particular, esperando que cada mañana que se despierten este día se repita. Y si no, pues vuelven a lo de antes, que a ellos, los políticos, tampoco les va tan mal, porque, además, ya le habían cogido el truquillo de que “hacemos lo poco que nos deja el gobierno español que son los malos”. Cuando las cosas salen mal, la culpa es del gobierno español. Y  así, al menos, la vida es bastante menos complicada que la del catalán de a pie...

Y entre día de la marmota, y día de la marmota... ¿Los Pujol? Bien, gracias. ¿Y, Mariano Rajoy?, pues eso, de consultas, y consultando...

*FOTO: DE LA RED