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sábado, 27 de enero de 2024

REQUIEM PARA NUESTRO PETER PAN...

A medida que vas cumpliendo años, te va invadiendo una sensación de déjà vu cada vez más acuciante. 

Si la vida fuera un paseo, en el mejor de los casos, seguro que sentirías una sensación de agobio por ver siempre el mismo paisaje. De ahí que este vecino del mundo no comprenda a esos ricachones, que al parecer se gastan verdaderas fortunas por encontrar el remedio, no para el resto de la humanidad, sino para su propio y exclusivo trasero, para que el de la guadaña no les dé alcance, a modo de un Peter Pan moderno y dorado, en su País de Nunca Jamás

Claro está que tampoco este vecino tenga que amasar más fortuna que la estrictamente necesaria para darse una cenita, e incluso un homenaje, muy de vez en cuando.

Ya se sabe que en la cultura del autofoto o selfie en realidad solo importan las apariencias, el decorado, no el mensaje de la función. Y es que no estamos para pensar. Gentilmente otros quieren hacerlo por nosotros, utilizando precisamente como en los selfies, todo tipo de filtros que alteren el verdadero panorama, y nos borren esas arrugas que quizás nos abrieran, precisamente los ojos, a la realidad. 

Con guerras en dos puntos importantísimos ahora mismo, nos siguen anestesiando para que los que venden armas y esos que utilizan la política de la confrontación para lucro propio, lo sigan haciendo, y el hedor de los cadáveres se soslaye con otros temas, otras escusas, y como apuntado anteriormente con el tema de los selfies, otros filtros edulcorantes.

La vida, en el mejor de los casos, es un cuento, el nuestro propio, que cada vez nos lo cuentan peor y llegará el día, quedan cinco minutos tal como están las cosas, que no podremos ni dormir porque ya será de terror. 

Y si la vida, y la muerte, tuvieran banda sonora, naturalmente sería un réquiem... por todos nosotros.

*FOTO: F.E. PEREZ RUIZ-POVEDA


miércoles, 5 de junio de 2019

EL SIGUIENTE, GRACIAS



Lo de Podemos ya no tiene nombre. Lo de prohibido moverse en la foto ya ha pasado a no poder mover ni los esfínteres cuando la prisa acecha.

No es que Echenique fuera santo de mi devoción, pero de eso a degradarlo y de “ser segundo” (secretario de Organización del partido) en el Sancta Sanctorum podemita, a pasarlo por la piedra, y que se centre en el área de Acción de Gobierno y las negociaciones de lo pactos, no se puede ser más cruel.

Cuando hay que hacer como que se hace algo, el jefe del cotarro no se va a pegar un balazo en su pie... De todas maneras que alguien tome precauciones y que le quiten todos los espejos, porque al verse reflejado se puede "autodespedir"...

Todos los que siguen a este vecino del mundo, tarde o temprano se han tenido que topar con algún post en el que se mostraba cierta simpatía por aquella corriente que confluyó en el  partido que Podemos fue una vez…

Al final, y no es un chiste aunque bien pudiera serlo, el partido ha confluido, como hubieran dicho ellos en su mejor época, en una empresa familiar. Y no digamos eso de que no es políticamente correcto mezclar churras con merinas, porque hace mucho tiempo que Pablo Iglesias e Irene Montero mezclaron lo que quisieron y pudieron mezclar, y sin pedir permiso a las famosas bases, ahora tienen un chalet con muchas posibilidades y el trabajo de ambos no sé si con muchas posibilidades o de posibles. O de ambos quizás...

Creo que se puede leer entre líneas, porque este vecino no se corta un pelo, de que tiene un cabreo de mil demonios, bizcos además, que se supone que estarán más cabreados. Dicho sea de paso, lo de Echenique, en la práctica defenestrado, le importa un pito a este blogger. Lo que ocurre es que del mismísimo centro del partido que fue la ilusión de muchos, surgió quien ha agitado los vientos y mareas exactamente necesarios para que todo se fuera a pique. 

De una generación de fundadores del partido que tenían a gala lucir, o al menos así parecía, unos galones ganados en la Universidad, exámenes y libros, politólogos por aquí y por allá, no se ha podido hacer tan mal, o tan bien, según se mire, para dinamitarlo todo.

Al final, Pablo Iglesias es el protagonista de aquel chiste en el que yendo por la autopista y escuchando la radio, al oír que hay un loco que va en dirección contraria por ese trayecto, responde que “uno no, todos van en dirección contraria”.

Una cosa es que al Señor Iglesias se le calienta fácil la boca, y pueda meter la pata incluso del tamaño de una elefanta preñada, pero en estas últimas elecciones del 26 de mayo solo era necesario que estuviera callado y acabó liandola parda metiéndose con las donaciones de Amancio Ortega, aunque en el fondo pudiera tener su poso de razón.

Ya para terminar, digamos que el comportamiento del Señor Iglesias pudiera estar recogido en el famoso cuento de “El rey desnudo”, o también conocido como “El traje nuevo del emperador”, sólo que en el caso del sheriff podemita, él se ha desnudado porque, por muy republicano que pudiera ser, le ha dado la “real” gana de demostrar que nadie tiene huevos para decirle lo desnudito que está, ya que solo viste de orgullo y un chorro de osadía.

Como diría la juventud de ahora: -Quemado no, lo siguiente.

*DIBUJO: DE LA RED

viernes, 6 de julio de 2018

EL CUENTO DE LA REGENERACIÓN



Lo de ayer, o mejor dicho, lo de estos días en el Partido Popular ha sido más un ejercicio aclaratorio de cómo está de salud el grupo político que nos ha “guiado” durante los últimos años que de práctica democrática.

Personalmente,  y tal como han ido las cosas, que de en teoría más de ochocientos mil afiliados solo voten menos de setenta mil, uno tiene la sensación de que cuando menos está en una especie de set de rodaje donde lo que contempla es un decorado de cartón piedra hecho para aparentar, y que en seguida te guía a una pregunta: ¿De dónde ha salido el dinero para tanto festejo promocional en época de comicios?

Porque si los afiliados, la gran mayoría no tenían al día sus cuentas, para dispendios no debería de estar el partido por mucho que se reciba dinero en cada época electoral.

Está claro que a España le han venido bien los nuevos partidos con, en teoría, aires nuevos. Aunque luego esos partidos nuevos, hagan lo que vulgarmente se definiría como “hacerse la picha un lío", y a las primeras de cambio, muestren tendencia de que la cabra siempre tirará al  monte, y  no hay más que ver el espectáculo lamentable de un Podemos intentando pergeñar una televisión estatal mirando definitivamente a la izquierda, en lugar de dejar que gire a todos lados como una rosa de los vientos informativos.

A España, como decíamos, le ha venido bien los nuevos aires, aunque quizás el Partido Popular haya podido coger una pulmonía, y un partido que estaba echo para ser guiado a dedo, ahora ha tenido que hacer unas primarias, por no decir de “chichinabo”, diríamos en un lenguaje blanco, unas primarias al estilo de la Señorita Pepis. Intentando hacernos creer que el ayer queda en la tierra de Nunca Jamás, o junto a donde están las llaves de la canción infantil. Pero por mucho que los tres principales candidatos, este vecino también incluye a Cospedal, sean jóvenes, tienen sus raíces del pasado más fuerte que la base donde estaba clavada la espada del que luego sería el Rey Arturo.

La regeneración de un partido no está en quitar las arrugas epiteliales, sino en adquirir hábitos nuevos, quizás por aquello de que el hábito hace al monje. Pero, según este vecino del mundo,  mientras se siga ligando un partido a los auténticos colores de un país y a los vigilantes de la patria, mal andamos. Porque está claro que seguirán confundiendo el país con un cortijo.

Os habréis fijado que este post está plagado de comparaciones con historias infantiles. No es por mera casualidad. Es que este vecino está convencido de que nos han intentado colar un cuento, y no se podía responder de otra manera.

Una última reflexión, si los que se acaban de caer del gobierno, tienen el partido como tienen, cómo debe de estar este país detrás de lo que se ve, que seguro que también es de cartón piedra. ¡Miedo me da!

*FOTO: DE LA RED (RODAJE DE "DOCTOR ZHIVAGO")

sábado, 3 de marzo de 2018

ARANTXA Y SU RANA



Esta semana de más de lo mismo, como casi todas las semanas, que los independentistas catalanes siguen discutiendo si son galgos o podencos, pero, eso sí, con sangre catalana, y de que los del partido del gobierno quieren hacer mil piruetas comenzando con un presunto bono por 100 euros a los mayores de ochenta años, para no hacer nada, quizás la noticia que ha brillado con luz propia, es el descubrimiento, y no va con coña, de lo mal que le van las cosas a Doña Arantxa Sánchez Vicario.

Que aquel por el que rompió con su familia, en una variante de los cuentos de toda la vida, de paladín de su honor ha trasmutado en rana ahora. Y también se ha conocido, al final todo se sabe, que lo de la familia Sánchez Vicario no eran meras sospechas de un presunto, dependiendo de quién opinara, cuñado-yerno ladino, sino conclusiones tras arduos seguimientos con detectives privados.

En una época, como la presente, en la que solo te queda refugiarte en lo familiar, porque fuera caen chuzos de punta, a la pequeña de los Vicario no le ha quedado más remedio que llamar a la puerta familiar, para oír en primer lugar ese “Si ya te lo decíamos nosotros…”.

De todas maneras, en nuestro mundo, en el mundo de los mortales, las cosas no son de la misma manera. Dos personas, el hasta ahora matrimonio, que se supone no tienen ahora un chavo conocido, más el seguimiento del Banco de Luxemburgo que les acusa de un presunta deuda de 7,5 millones de euros, en nuestro mundo no podrían seguir viviendo de la manera que presuntamente lo hacen. Más que nada por coherencia en el relato.

Todo eso me recuerda el peculiar punto de vista de mi madre, que cada vez que se veía en televisión, o en cualquier revista del cotilleo, un chalet de esos que quitan el hipo, que ahora a todo el mundo le ha dado por denominarlos como “casoplón”, ella siempre decía “Quita, quita, lo que tiene que costar ordenar y limpiar todo eso”.

Pues eso, que Arantxa Sánchez Vicario siempre me ha caído muy bien, y la he considerado como una luchadora dentro y fuera de las pistas, pero que este vecino del mundo con decir la última palabra, “Sí, cariño”, en su casa (nada de casoplón) y de La Nuri, tiene más que suficiente. Y de la resolución de los problemas de Arantxa, seguro que ya me enteraré cuando escriba el próximo libro de sus memorias. Memorias que al parecer nunca tenemos los pobres, al menos no las podemos publicar...

*FOTO: DE LA RED



sábado, 18 de febrero de 2017

EL CUENTO DE "CRISTINA Y EL LOBO"


Hay frases que en un momento dado nos dijeron en nuestra infancia y que sin apenas reparar en ello, fueron calando en nosotros, quizás a fuerza de repetírnoslas, más el plus del cariño sentido por la persona que lo decía, hasta formar parte de nuestro guion de comportamiento. Y una de ellas es esa de “La vida es un cuento” que me solía decir mi padre, y que a mí me traía por la calle de la amargura el intentar comprenderla. 

¿La vida no vale nada? ¿Si la vida es un cuento, hay muchos cuentos en una vida? ¿Se puede contar el mismo cuento de diferentes maneras según quién lo cuente,  y es más, a quién se lo cuenten?

Estos días estamos presenciando el cuento de La Infanta Cristina y el lobo Noos, que depende de quién lo cuente, o a quién se lo cuenten puede ser de una manera u otra.

Quizás viendo la alegría del Señor Roca Junyet, Don Miquel, defensor de Cristina, y gran amigo del Rey Emérito, recordarle, aunque seguro que él ya lo sabe, que salir absuelto de una causa, teniendo que pagar una multa, no es ni para tirar cohetes ni para aseverar con alegría y fuegos de artificio, que “queda demostrado que la justicia en España es igual para todos”, en especial cuando podemos recordar recientemente que mientras al Señor Urdangarín le han caído  6 años y 3 meses de pena, por presuntamente unos millones de nada, mientras un joven español, aunque la nacionalidad debería de ser lo de menos, entró en la cárcel por pagar 79,20 Euros, con una tarjeta falsa. ¡Ah! Seguro que más de uno dirá que ésto que este vecino del mundo acaba de decir es "populismo", porque el populismo, como el cuento, que son primos hermanos, depende de quién lo cuente, vale o no.

Está claro que la Infanta es como la Princesa Pachuchita del cuento y que le duele unos millones de guisantes atribuidos a su marido, tras trece colchones de dudas que dependen de quién cuente el cuento, o una Caperucita que ignoraba que ir, cuando menos de acompañante, por el bosque de los negocios pudiera significar el ser implicada por el virus de la codicia de presuntos conocidos o desconocidos.

Ayer, tras saberse la sentencia del Caso Noos, Norberto, un vecino de derechas de toda la vida, al coincidir con este vecino del mundo al entrar en el portal me dijo, como si hablara para sí mismo: 

-Estoy contento porque con la sentencia se ha demostrado que la justicia es igual para todos.
Al oírle, me he dirigido a él, como con curiosidad, y sin ningún tipo de nervios:
-Una pregunta: ¿A la hora de declarar ante el juzgado, ella tuvo que hacer el “paseíllo” ante los medios, como los demás?
Norberto, hace ademán de pensar, porque ya sabía de antemano la respuesta, y contesta con un seco: 
-No.

Debe de ser una casualidad, pero a partir de ese momento solo le veo la espalda, y quizás por mi educación cuando a los comics en España se les llamaba “tebeos”, mientras se aleja, le veo rodeado de signos de interjección, de interrogación, y la silueta de algún burro, y algún cerdo…


Quizás, el secreto no sea si la vida es un cuento o no, sino ser amigo del que escribe el cuento, o tener el poder para escribirlo uno mismo.

*FOTO: DE LA RED
 TEXTO EN FOTO: PATXIPE

lunes, 26 de diciembre de 2016

VASELINA NAVIDEÑA


 
Con eso del “Fin de año”, ya estamos en plena vorágine de los recuerdos recopilatorios. Los famosos que nos han dejado este año, por ejemplo,  o parejas, ellos y ellas, a las que se les rompió el amor, como dice la canción, de tanto usarlo…

Los parados de otros años, que siguen igual de parados cuando terminan contratos más que pequeños, ridículos, y que solo sirven para dar intermitencia a los continuos abusos, no sólo de una patronal a la búsqueda del mero enriquecimiento propio, y considerando a los empleados más como carga, que como seres humanos, sino a un gobierno nunca acostumbrado a templar gaitas y sí más a gobernar por decreto.

Todo proceso que tienda a igualar acciones individuales, siempre le ha parecido a este vecino, una especie de injusticia con cada uno de los originales.

Asuntos como “permanencia de un partido determinado en el poder pese al futuro de cambio que se prometía” no se sabe si deja bien a ese partido, como encantadores de injusticias anteriores disfrazadas de intentos fallidos por falta de miras de una oposición impotente, o mal, o bien a la sociedad que le tenía que votar, y consecuentemente juzgar.

En todo caso, como averiguar el sexo de los ángeles, parece más un juego de artificio, para ir preparando durante mucho tiempo, y cerrarlo en un momento determinado, especialmente los últimos días de un año, que huele más a vacaciones, y a mirarse el ombligo propio, que ver el panorama en general, cuando cada una de esas particularidades que formaran un todo, está mirando más al descanso, que a un futuro lleno de acción.

Quizás la propia metáfora de la decoración navideña, haga que nos den gato por liebre. Que nos vendan la cotidianidad, pero repleta de luces de artificio, y promesas de bondad que se supone tenemos todos guardadas para regalarlas a espuertas en los últimos días del año. Y así…¿darnos una especie de vaselina con todas las demás injusticias del resto del año?

Quizás las comilonas ya realizadas en estos días,  y los ágapes que todavía quedan, cada uno de acuerdo a sus posibilidades, actúen como narcotizante de un presente/futuro que sabemos que está ahí ,y que nos queremos auto-hipnotizar, para afirmar con honestidad, que nosotros no tenemos nada de culpa, ante la estampa que viviste en carne y hueso, la mismísima tarde del 25 de Diciembre, fun fun fun, de ese pobre de solemnidad que te has encontrado, que se ha encontrado este vecino del mundo, tirado en ese mismo cajero al que has ido a sacar más dinero para comprarte, o regalar cualquier fruslería.
 
Cualquier presunto cuento de hadas, con un punto de realidad, se puede convertir en un drama.
 
*FOTO: F.E. Pérez Ruiz-Poveda

martes, 21 de junio de 2016

HEREDEROS DEL CACO BONIFACIO


Uno es preso, o rehén, de los años en que nació y de todo lo que le rodeaba en aquella época.


Los nacidos a mediados/finales de los cincuenta en España, queramos o no, llevamos una gran herencia adquirida a través de los cuentos, comics serían ahora, de la Editorial Bruguera, como el DDT, o el Tío Vivo, y sus criadas con cofia, o los entrañables cacos con antifaz y bola.


Hoy es el día en que este vecino del mundo, no puede, ni quiere, dejar de ver el mundo de ahora, el que nos toca vivir y sufrir en cada momento, pero con ciertos ojos a lo antiguo, a lo “demodé”.  Y ni quiere, ni puede, dejar de ver a personajes/personas como Mario Conde o Rodrigo Rato, muy dignos ellos, entrando o saliendo de su pleito correspondiente,  y siempre, siempre, con su bola y traje a rayas correspondiente,  a lo Caco Bonifacio, del genial Enrich


Aparte de que uno, este vecino del mundo, se lo pasa muy bien, quizás, imaginándose por ejemplo a Don Rodrigo Rato, con ropa de preso a rayas y sombrero de fieltro verde, al estilo de “La Escopeta Nacional”, crea un mundo, virtual, más justo en el que cada uno tiene lo que se merece.


Eso sí, también se sufre, porque cada vez hay más carpantas, provenientes del célebre Carpanta, del maestro Escobar, para los que el verdadero paraíso sería tener un muslo de pollo y dormir debajo de un puente.


Lo que en su momento ya parecía algo desaparecido, está más vigente que nunca; y las clases sociales, con división entre “ricos y pobres”, es cada vez más evidente. Aunque los pobres de ahora no vayan con ropa de remiendos, y tengan su correspondiente teléfono móvil, lo que tienen en casa, padres o abuelos que son verdaderos ingenieros económicos para intentar ayudar a todos con su pensión, es una realidad que no se está recogiendo, por ejemplo, en esta, ni en la anterior, campaña electoral. Y es que en el fondo, es una vergüenza, y a nadie le gusta enseñarlas.



Hemos avanzado mucho, para de alguna manera, volver a ciertos aires del pasado. Nunca es más verdad aquello de que “vuelven los tiempos de Carpanta”, o los herederos, aunque con mucha gomina, trajes carísimos y demasiada mala leche, del caco Bonifacio.


*DIBUJO: EL CACO BONIFACIO, DE ENRICH

domingo, 16 de agosto de 2015

LA DUQUESA DEL GUISANTE Y OTROS PERSONAJES PARA ADULTOS


Que sí, somos demócratas prácticamente desde anteayer, pero que ahora resulta que somos demócratas de toda la vida, aunque en el fondo, e incluso en la superficie, somos unos clasistas, y con mucho cuento, y eso se demuestra fácilmente con la prensa del corazón, que practica todos los días ese famoso dicho tan español como es “más vale caer en gracia, que ser gracioso”.

Un cuento, que una joven, muy guapa ella, eso sí, licenciada en derecho, eso también, se casa con un torero de estirpe, de esos que hablan más fuera de los ruedos (generalmente delante de un anuncio, ¡Cosas del destino!), que en el ruedo, y diseña unos cuantos trajes, pues le nombramos “diseñadora”, que además “viste” muy bien, y nunca mejor dicho. 

¿Os habéis dado cuenta de la cantidad de diseñadores famosos que hay últimamente? Casi tantos como famosos que han escrito un libro.

No comprendo a los diseñadores, esa profesión tan selecta que busca ideas nuevas y regeneradoras. Igual deberían de  hacer un descanso en su conexión con las musas, y encararse con tanto advenedizo, que no ha estudiado ni un cursillo de veinticuatro horas. Lo que ocurre, muy probable, es que no “puedan” decir nada porque más de una vez tendrán que trabajar como “negros” de ellos, para ganarse la vida; porque ésta es muy dura si no tienes un nombre. Y, paradójico, más de uno y de una de los famosos, lo único que tiene es eso, un nombre.

Otro cuento, que una cantante, española, muy española ella, y que puestos a cantar cantaba hasta a las olas,  tenía tres hijos, dos de ellos adoptivos, y a la hora de dejar su herencia, que parece estar en su derecho, deja prácticamente todo a su hija biológica, salvo la casa en la que vivían a repartir entre los tres hijos. Para el común de los mortales, digamos, que el panorama no pinta muy normal, pero sale la prensa, no toda, naturalmente, y dice que no ha pasado nada, porque, claro, los hijos pequeños, los adoptivos, tienen a su padre vivo (el padre de la mayor ya murió),  para sacarles las castañas del fuego.

Y por último, el cuento de la Duquesita del Guisante.  Le han pillado con uno de los actores de moda, talludito él, pero buen actor, pues se arregla fácil: son pareja. Nadie ni confirma ni desmiente, aunque no se les haya vuelto a ver juntos. Eso sí, es que él ha estado rodando fuera de España, y las circunstancias son las circunstancias. Al común de los mortales le pillan con una mujer, tan solo dos veces, y con nocturnidad y alevosía, y se dice que “Fulanito de Tal” está teniendo una aventura; luego ya se verá.

Ocurre que en según qué niveles de España, no se folla. Es la pura verdad, no se folla, solo se hace el amor. Follar, y pidiendo muchísimo perdón a mis lectores por escribirlo, solo lo hace la plebe, especialmente esa que sigue al Hamelin de la coleta. Además, para esa misma Duquesita, el tiempo pasa de otra manera, más lentamente. Hace más de quince años que pasó la treintena, pero la prensa, especialmente hablada, vía televisión, le sigue tratando como a una niña, pero ya no le damos importancia, porque es cosa de todos los días.


Lo dicho, en España siempre ha sido mejor caer en gracia, que ser gracioso, porque el panorama además no está como para partirse de risa, sino como para que te partan por reírte…, aunque sea por no llorar.

*ILUSTRACIÓN: DE LA RED

martes, 23 de diciembre de 2014

EL CUENTO DEL BIEN INFORMADO

Tenía el extraño hábito de estar bien informado. Lo leía absolutamente todo. Antes de cruzar un puente, por ejemplo, era capaz de leer todo tipo de letreros y señales al respecto, reflexionando después, y deglutiendo cada orden o sugerencia.
De joven incluso, le había pasado durante algún escarceo amoroso, abrir una caja de preservativos y leerse el prospecto de cabo a rabo (en este caso no va con segundas), con tanta intensidad que al ir a colocárselo según todo tipo de recomendaciones, la joven en cuestión se lo había pensado mejor, o simplemente se lo había pensado, y ya no estaba.
Él no le daba importancia a esas cosas, porque estaba convencido de que la persona que le quisiera, lo iba a hacer por lo que era, y simplemente a él le gustaba algo tan simple, aunque para muchos complejo, como es estar bien informado.
Se informaba de todo, de la luz, de la sombra, de la oscuridad, de la vida, de la muerte, del ruido, del silencio.
Leía tanto que se olvidó, como decía aquella vieja canción, de vivir; mucha teoría y nada de práctica, porque la práctica no se enseña en los libros.
Una noche, una voz en sueños, o al menos eso pensó él al despertarse, le dijo que si seguía así iba a ser uno de los más listos del cementerio. ¿Y qué hizo? Aquello había sido una especie de advertencia que en realidad debería de ser considerada como un punto y aparte en su vida.
Tras devorar varios libros sobre el futuro y el destino, un buen día tomó una determinación. Consiguió, a eso le ayudó mucho internet, las listas de todos los que estaban enterrados en el cementerio al que, más que ir, le llevarían cuando llegara lo inevitable. Se informó de cada una de las vidas de los que ya la habían perdido, y tras años de esquemas y comparativas, llegó a la conclusión de que no había nadie tan informado como él.
Ya podía contestar a aquella supuesta voz que una noche, ya lejana, creyó oír mientras dormía. No sería uno de los más listos del cementerio, sino el más listo. Sería el primero en algo. Otra cosa era vivir su propia vida y tomar las decisiones correctas. Pero, para aquello, vivir la vida, ni había un libro de instrucciones, ni tenía la confianza necesaria  con nadie para dejarse aconsejar. Y, por cierto ¿quién hubiera podido hacerlo, aconsejarle, si él siempre había sido el más informado?
Un buen día, muchos años después, cayó en la cuenta de que junto con la lectura había practicado sin darse cuenta, el juego de la soledad, y quizás ya fuera tarde para rectificar, y vivir su propia vida y no la de los demás. Pero también había leído mucho sobre “segundas oportunidades” y la famosa frase española de que  “a la oportunidad la pintan calva”. Y allí estaba él, pensando ante el espejo, bien calvo. 
Él era su propia oportunidad y su libro por escribir.
Tras la ventana de la sala, oyó las voces de unos niños cantando un villancico. Ni se había dado cuenta de que era Navidad. Y por un momento se acordó de aquel libro de Dickens en el que el protagonista  había visto su propio entierro, y no le gustó la perspectiva, aunque ya sabía seguro, que hubiera sido el más listo del cementerio.
Y abrió la puerta de su casa, y como si hubiera alguien enfrente suyo solo dijo ”hola”; hablaba con la vida a la que había ignorado hasta entonces.
Tras él, y siempre mirando al frente, cerró la puerta, como si terminara una gran etapa en su vida, con determinación, con fuerza, como no queriendo arrepentirse; mientras, dentro, se desprendieron de las estanterías unos cuantos libros que ya nunca más ordenaría.

*ILUSTRACIÓN: DE LA RED

martes, 18 de noviembre de 2014

...Y ADEMÁS ES IMPOSIBLE

El cine me gusta. Es bien sabido entre todos los que siguen a este vecino del mundo que el denominado “séptimo arte” es uno de sus vicios, ocultos o no. Pero también lo es el teatro, sin los primeros planos del cine, pero con ese sabor a verdad, de momento irrepetible, y que si hay varios personajes en el escenario a la vez, puedes prestar atención a cualquiera de  ellos, al azar, y seguirá con su papel hasta las últimas consecuencias sin pestañear, pero en realidad no está sintiendo lo que ocurre, o parece que ocurre, allí, en el escenario,  porque, a eso, se le llama “actuar”, o como los jóvenes de ahora resumirían con un simple “hacer el paripé”.
Estos últimos meses con la aparición de, primero fenómeno, ahora partido político, “Podemos”, este vecino del mundo estaba convencido de que ese hecho serviría para que los demás partidos, tanto de izquierdas como de derechas, se pusieran las pilas e intentaran hacerse una especie de lifting tanto de pensamiento de partido, como de maneras de proceder.
Sin embargo, visto lo de hoy en el Congreso, que se ha desperdiciado un buen momento para “hacer las cosas bien” y que  SOLO han acordado, entre el PP y PSOE han condimentado la tarta y se la han comido, que la Cámara Baja publique en su web de forma limitada,  y cada tres meses, un informe global con el coste total de todos los viajes de los diputados que paga el Congreso.
A destacar además, que se seguirán incluyendo los viajes políticos en representación de su partido. Y si ya en todo lo anterior es más que evidente que publicarán los viajes que les dé la gana y como les dé la gana, lo de los viajes de partido se los deberían de financiar, evidentemente, a través de su partido, y no ser el pueblo, o la sociedad en general , quienes paguen como siempre los platos rotos.
Lo dicho, como en el teatro, “pretendiendo” hacer mil cosas, ahora que se sienten ofendidos porque les llaman “casta”, pero ni quieren ni pueden cambiar de actitud. Como en el teatro, nos quieren engañar con su actuación, solo que ellos ya son malos actores, se les nota el “método”, y el argumento de la obra está muy trillado, tras muchas representaciones, y ya aburren.
Con los años que ya va cumpliendo este vecino, hay muy pocas cosas que le sorprendan, y pocas cosas son también las que espera, pero al menos hubiera creído que con la amenaza, según la mayoría de los partidos, de la llegada del “lobo Podemos”(esos chicos bolivarianos/antisistema/gente chunga), todos se iban a disfrazar de Caperucita, inocente, y totalmente legal, para al menos ponérselo difícil. Pero como hubiera dicho mi padre, “no hay tu tía, lo que no puede ser no puede ser y además es imposible”.
Tal como dice esa vieja canción “lo suyo es puro teatro” y a partir de la próxima temporada, tras las votaciones, hay más que visos de que sea otra la compañía que actúe…Nos quieren convencer de que esos, Podemos, son malos malísimos, pero por ahora solo se ha probado que las compañías estables que han actuado durante más de treinta y cinco años en nuestro teatro de la vida, se han, por decirlo de una manera suave, más que acomodado, y que conviene moverlos de la poltrona, por lo menos para cambiar la tapicería que ya va siendo hora.
Lo de hoy no se puede perdonar, y además suena a tomadura de pelo, y los que me conocen ya saben que por ahí, precisamente por ser calvo, no paso.

*FOTO: DE LA RED

miércoles, 5 de noviembre de 2014

TERESA, UN PRECIOSO CUENTO SOBRE LAS GANAS DE VIVIR

La verdad es que se me ha colado de rondón, me refiero a la comparecencia ante las cámaras de Teresa Romero, la primera contagiada de ébola en España.
Estaba delante del televisor poco antes de las dos del mediodía o de la tarde, según se mire, una hora que últimamente puede resultar incendiaria en vista a los informativos que suele haber en algunas cadenas privadas y que es mejor verlas sin ningún fuego cercano para que nada pueda prender esa mecha de realidad, injusticias y corrupción a borbotones que entran un día sí y el otro también. Hoy ha sido como ver la otra cara de la misma  moneda de realidad injusta.
Hasta ahora “eso del ébola”, tristemente nos caía un poco lejos a los que estamos fuera de África. Con Teresa parece que es como si al ébola le hubiéramos dado un carnet de identidad europeo.
Una de las primeras consecuencias de la comparecencia de Teresa es el comprender, porque saber lo sabíamos aunque no fuéramos conscientes de ello, de que las cifras de las estadísticas siempre pertenecen a alguien, tiene nombre y apellido, e incluso una familia. La estadística es el plato frío de una situación candente.
Teresa Romero es la prueba fehaciente de que los superhéroes también están con nosotros y que no tienen por qué vestirse con modelos estrambóticos, una simple bata blanca puede bastar. Ella eligió ayudar a los dos enfermos de ébola traídos a España, por el mero hecho de ayudar, y la incompetencia de alguno junto con quizás algunos factores casuales que confluyeron en un momento y lugar, casi le cuestan la vida.
Teresa Romero ha salido del hospital este miércoles después de casi un mes en el que ha luchado y se ha curado del ébola. Un gran contraste entre esa aparente fragilidad que a este vecino del mundo le ha cautivado desde un primer momento y esas ganas de vivir que quizás le han salvado la vida.
Según las  propias palabras de Teresa Romero, espera que su contagio pueda servir para "algo", para que se estudie mejor la enfermedad y se encuentre una vacuna, ya que se ha ofrecido a donar su sangre: "Si mi sangre sirve para curar a otras personas, aquí estoy hasta quedarme seca”. Ni el mejor orador podría haber sido más claro.
Teresa ha confesado que no sabe lo que falló para que se contagiara con el virus, ni si realmente hubo fallos. Sin embargo ha querido dejar muy claro que, no guarda "rencor".
Acto seguido ha querido recalcar que a partir de ahora serán sus abogados quienes hablen por ella. 
Todos los amantes de los animales, entre los que este vecino se incluye, estábamos recordando su perro, que sin dudarlo un momento “el sistema” prescindió de él. A ese respecto ha sido el marido de Teresa el que ha hablado, aclarando que la emoción hubiera impedido que ella pudiera hablar de Excálibur. Y Javier Limón, su marido, ha recordado a su mascota como "Nuestro querido perro Excálibur, al que considerábamos personalmente como el hijo que nunca tuvimos. Los que tienen mascotas me entenderánExcalibur fue ejecutado sin darnos si siquiera la oportunidad de alegar". Además ha lamentado que se haya perdido la oportunidad científica de ver el desarrollo de la enfermedad en los animales, y que ni siquiera se comprobó que Excalibur tuviera el virus antes de decidir sacrificarlo.
Durante la comparecencia de Teresa, al menos en opinión de este vecino, ha revoloteado constantemente una sombra a la que precisamente por no referirse a ella, ha adquirido más importancia, y que está claro que serán los abogados los que la mencionarán: la figura del Consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Javier Rodriguez. Seguro que el Señor Rodriguez no ha perdido ripio de la citada comparecencia mientras ponía sus barbas a remojar, ya que tiene que ser consciente, aunque no lo quiera admitir, que sus actos no deben de quedar sin consecuencias para él.
Bien pensado, todo lo ocurrido en el caso de Teresa Romero tiene la estructura de un cuento clásico, en el que una indefensa mujer, tras muchas vicisitudes, que pueden ser contadas con todo tipo de aspavientos, consigue acabar con el malo de turno. 
Aunque tengo muchas dudas, de si el malo es el virus o el citado consejero de sanidad.

*FOTO: DE LA RED

jueves, 16 de octubre de 2014

¡CÓMO HA CAMBIADO EL CUENTO!

Con esa especie de veranillo que tenemos aquí por el Norte, que parece que el sol se ha escapado de donde estaba escondido y quiere hacerse notar, y como  el cuerpo ya no está para muchos cambios, este vecino se encuentra bastante pachucho. Y ya se sabe en estos días en que todo el mundo está atento si le sube un poco la temperatura, para que le pongan en cuarentena, este vecino se encuentra bastante remiso en decir su estado a los pocos que le rodean, no sea que le pongan bajo cuarenta candados.
Quizás por ese estado de medio bien y medio mal, medio estoy aquí, medio estoy en vaya usted a saber dónde, he pensado que si habría que modernizar el cuanto de Aladino y la lámpara maravillosa, ahora Aladino no se encontraría con un objeto de apariencia tan retro (con genio incorporado, que además ahora seguro que tendría problemas con los papeles o por la ausencia de ellos) a la que pedirle tres deseos (que siempre me ha parecido un poco corto el número de peticiones, pero ya se sabe que los cuentos tampoco responden a ninguna lógica) sino con una tarjeta “black”, con la que poder pagar todo tipo de vicios.
De todas maneras, aquí, en España,  creo que ha habido una mezcla de cuentos, y se ha comenzado con “Aladino y la lámpara maravillosa” y se ha terminado con “Alí Babá y los cuarenta ladrones (mínimo)”.
Y yo me pregunto, teniendo en cuenta como es España donde no olvidemos nació la “picaresca”, ¿cómo se tienen que sentir las cuatro personas que teniendo poder de usar  las tarjetas “black” nunca lo hicieron? ¿Se sentirán orgullosos de no haberlo hecho, o en realidad pensarán que son los más tontos del lugar?
¿Y sus mujeres? ¿Sus esposas estarán también orgullosas “de lo que tienen en casa”?, o dirán aquello de “me lo temía, es un calzonazos porque me podía haber comprado, como sus amigotes de tarjeta, ese abrigo de visón que sabe que me gusta…y no lo ha hecho”.
Por otra parte, y antes de terminar que no se me olvide mañana que tengo que ingresar la ayuda para la Pantoja, para intentar lograr que no vaya “a la sombra”.
En este caso también, lo que ha cambiado el cuento. Antes, y empezando por las escuelas, se daba un dinero para el Domund (que todavía se sigue dando, y más que se debería de dar) y ahora los fans se juntan para intentar salvar a la cantante de turno…
No es la primera vez, porque los que tenemos ya una edad nos acordamos de aquella Lola, La Flores de España, la Faraona, totalmente afligida y acuciada por Hacienda pidiendo una peseta a todos los españoles. 
Sin embargo, ocurre que entre una peseta y un euro hay mucha  diferencia, y entre persona y persona también. 
No es lo mismo una Lola, siempre con la verdad por delante, de lo natural y sincera que era, capaz de parar una actuación en directo por televisión para buscar por el escenario el pendiente, “que es de los buenos, oiga”, a Doña Isabel Pantoja, encantada de haberse conocido, y que aunque sea pasional con su arte, por la vida va de tan fría y calculadora como un tahúr del Misisipi.
Y, ya se sabe, que en cuestión de cuentos, los hay que terminan bien y otros que terminan mal, para que se aprenda de la moraleja. Mientras, este vecino, y sin echarle cuento a la vida, que sería lo propio, se encuentra peor que Kiko Rivera en una biblioteca….Hoy tengo mal día.

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sábado, 12 de julio de 2014

LA BELLA Y LA BESTIA, EN VERSIÓN BELGA

A todo aquel que esté habituado a las denominadas redes sociales,  les va a sonar el caso que les voy a contar, y que estos días ha habitado en los periódicos digitales que navegan por internet.
Axelle Despiegelaere, es una joven belga, de muy buen ver por cierto, que por esas razones, ninguna, que tiene la vida, se ha hecho famosa al ser captada por una imagen de televisión durante el partido de Bélgica – Rusia, del mundial de fútbol que todavía se celebra en Brasil, y luego “retuiteada” hasta la saciedad por miles de usuarios.
La firma  L´ORÉAL, en un movimiento inteligente de su grupo de publicidad, intentando aprovechar todos esos miles de clientes en potencia que se habían hecho eco de la existencia de la citada señorita, la ficharon como modelo de sus productos de belleza.
Sin embargo, los cuentos lo mismo que vienen, se marchan tan rápido o más con la velocidad que aparecieron. Y es que al poco tiempo, la misma red que ensalzó a Axelle, que de por sí ya tiene nombre de personaje de cuento infantil, mostró otras fotos que ya estaban dormidas, donde duermen las fotos en internet, y que muestran a la misma joven posando tras una cacería con su pieza más preciada. Y se supone, hasta ahora al menos, que las princesas de los cuentos no rompían ningún plato, entre otras cosas porque no los limpiaban,  o que más probablemente, el cuento de La bella y la bestia nos fue contado equivocadamente, y no había dos personajes, sino que solo era uno, que podía ser “bella” y “bestia” en diferentes épocas de la vida. Y eso, aunque sea parte de la vida, y de la muerte, no es políticamente correcto, y no vende.
Quizás esa firma internacional de belleza, para no verse obligada a rescindir su contrato, como lo ha hecho, debiera de haber contactado directamente con algún miembro de cualquier casa real europea, de las de verdad y no de cuento,  que dentro de su estatus social, está bien visto el cazar,  y que además puede estar “realmente”, y nunca mejor dicho,  apoyado por cualquier teoría sobre mantenimiento de hábitat que se quiera. Eso sí, pero siempre es mejor que lo hagan, cazar,   sin que sus ciudadanos se enteren. Y en el peor de los casos siempre se puede decir eso de: -Lo siento, me he equivocado, y no volverá a ocurrir.
A Axelle Despiegelaere no le han dejado disculparse, quizás porque no estamos acostumbrados tampoco a que los personajes de los cuentos se equivoquen y pidan perdón, o simplemente porque la vida no es un cuento, aunque nos lo intenten contar en múltiples ocasiones.

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jueves, 3 de abril de 2014

LA NOCHE COMO VERDAD

Hace muchos años aprendí que la noche es la verdad.  Es el momento en el que los gigantes de la memoria se despiertan, el reino de lo sabido y ocultado. El rastro que queda de los dioses del  miedo.
La noche es la bruja de los cuentos, el hermano malo del bueno, la cara oculta del Edén, la verdad de la mentira. La noche es el sonido del silencio, la sombra del día, el recuerdo de lo que se quiere olvidar. La noche es el vestido del ladrón, el cobijo del amante, el castigo del engañado. La noche es frío para el soltero, la soledad del viudo, la verdad del amargado.
En el mundo de los conquistadores la noche es terreno inconquistable, las arenas movedizas de la memoria, el planeta cuestionable de lo que no se cuestiona. La noche es un susurro constante de lo que quieres olvidar, la cicatriz de la herida, el telón del teatro de la vida.
Los años pasan, y el miedo a la noche contínúa. No existe una escuela para aprender  a dominar la noche, a domarla, a leerla, porque la noche es el lado salvaje del reprimido, la rotura del acero bien templado, el final del terreno conocido, el lugar donde no sirven los mapas.
Aunque te quiera olvidar la noche es tu aliada, porque susurra tu nombre en deseos interminables, porque me recuerda a aquella vida contigo. Ahora, sin embargo, son noches capadas, sin la luz de tus besos, de tus susurros, sin el salvoconducto a la felicidad.
Si la noche es la verdad, el resto es mentira, mentira para olvidar tu ausencia, para emborrachar mis sentimientos, pero nunca te podré ver, no doble, sino una simple vez más, para decirte los “todavía” que tengo almacenados, porque todavía te tengo presente, como a la noche en que decidiste dejarme, y las sombras que todavía me cubren. 

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sábado, 15 de marzo de 2014

AL MOZO MÁS ARRIESGADO (CUENTO)

Los mozos acaban de terminar el tercer canto al santo. Juan comienza a sentir una aceleración en sus pulsaciones mientras termina sus últimos ejercicios de calentamiento.
Como la mayoría de los que le rodean, ya ha puesto su camisa y pantalón en modo “Blanco San Fermin”, y en su caso  ha pasado de una vestimenta azul tejano “casual” a un blanco inmaculado. Mientras, su cinturón-pantalla que normalmente  emite publicidad contratada muestra ahora un explicativo rojo sangre.
La calle está abarrotada de gente, mozos, en gran numero atletas profesionales, venidos de muchos países, se agolpan a lo largo de ella. Las fachadas digitales de las casas que normalmente están en “modo casa de pueblo” ahora emiten anuncios de productos de la tierra. En este momento, el blanco de los espárragos en pantalla, le traen a Juan el recuerdo de astas como las que en unos momentos puede que destrocen su cintura. Precisamente por ellas no se ha puesto un pañuelo al cuello, intentando evitar un posible estrangulamiento de las bestias. Su carrera tiene que ser la mejor, y además, no debe de olvidarse de mirar hacia arriba de vez en cuando, donde se encuentran más de doce cámaras sobrevolando en pequeños drones.
Juan saca de su bolsillo su tableta digital mientras la despliega y dobla. Su pantalla ya está en modo “Periódico Siglo XX”. Mientras, el chupinazo indicando el comienzo del encierro golpea sus tímpanos.
Tiene que ser reconocido, querido y votado por los espectadores de la primera retransmisión global de la historia
Juan sabe que antiguamente existió en su país un estamento al que se recurría para cuidar la salud. Ya nadie podía contarlo de primera mano pero eso fue así. Sin embargo desde hace muchos años, la sanidad, como incluso el gobierno, están en manos de compañías privadas. Por eso, el premio de un millón de euros al mozo más arriesgado de estos encierros tiene que ser suyo, aunque sea a título póstumo. La posible curación de Olivia, su hija, depende de ello.

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viernes, 6 de septiembre de 2013

LA VERDAD COMO ATREZO

Hoy en día todo aquel que quiera estar en el candelabro, como dijo la miss aspirante a actriz aspirante a ser aspirada y volverse polvo de estrellas, necesita unas buenas gafas de sol de primerísima marca, y un smartphone o similar. En realidad es todo atrezo y pura pantomima, como la vida misma, pues las gafas no se utilizan para evitar el sol, sino el juego de miradas, y el teléfono para escapar de las preguntas. Será casualidad, y las casualidades en la mayoría de los casos son excusas, pero muchas veces se observa que el famoso va hablando por el móvil, y cuando termina el recorrido durante el que prevé que puede ser preguntado por el periodista de turno, y se mete en el coche que le estaba esperando, cuelga el teléfono.
Más de una vez, este vecino del mundo ha pensado que esos teléfonos no son reales, que son como los expuestos en las tiendas de telefonía, que advierten previamente que son maquetas. Tampoco sería de extrañar, ya que la vida es puro teatro, y en el teatro nada es lo que parece, y los móviles no son tales sino solo recursos interpretativos.
Y es que en nuestros días lo importante es aparentar, por eso más de uno caído en desgracia por la crisis, se lo está pasando todavía peor, pues no quiere que los vecinos se den cuenta de su situación real, y digan aquello de que con los aires que se daba...
Hoy tiene más actualidad que nunca aquel cuento del rey desnudo, por el cual unos sastres iban a ganar una cantidad inmensa de dinero, al hacer un supuesto traje con telas preciosas de excelente calidad e hilos de oro, pero que tenía la extraña característica de que solo podía ser visto por aquellos que realmente eran hijos de quienes todos pensaban que era su padre, con lo cual conseguían que todos mintieran y dijeran que el traje era excelente, para que no se pensara que en realidad ellos mismos eran bastardos. Todo aquel que conoce el cuento sabe que al final, durante el desfile del rey con su supuesto nuevo traje, pero que en realidad iba desnudo, es un niño, el que con su inocencia y crudeza habitual, dice que él lo único que vé es a su rey desnudo.
Lo importante en nuestros días no es encontrar la verdad, sino la utilización que podamos hacer de nuestra verdad para uso propio. Y ahora todo se compra y se vende, y las noticias blancas no cotizan en bolsa. El amor no da dinero, pero si la pelea, la trifulca y los cuernos. Y hay cuernos de todo tipo, porque engañar se puede hacer en todos los ámbitos de la vida.
Hoy es moneda de cambio frecuente, el estirarse de los pelos, aunque luego se vayan a cenar juntos y cobren en tres partes, porque no hay que olvidar que la persona que cuenta o relata el tema, también cobra, y es que al final, los únicos “paganini”, como siempre, somos nosotros, que al final tocamos, pero siempre de oído.

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jueves, 6 de junio de 2013

DONDE LOS CUENTOS NO SE ATREVEN

Desde pequeños nos contaron historias cada una más cruel que la anterior, en la que se relataban vidas de princesas envenenadas, hijas abandonadas por malas madrastras, paseos por el bosque de brujas hambrientas... que nos dejaban con la boca abierta y el corazón encogido.
Lo importante de esas historias, siempre venía al final, a modo de moraleja, en la que se premiaba o se denostaba el comportamiento del personaje en cuestión.
Desde hace mucho tiempo, este vecino del mundo pienso que los cuentos que conocemos, se hicieron pensando en los pobres, y en el fondo moral de todos ellos está el conformismo, que has nacido en el seno social que has nacido, y para transmutar de paisaje social tienes que andar besando a ranas como loco para encontrar un príncipe que te dé el pasaporte al éxito.
Como vecino del mundo no he encontrado ninguna princesa a la que le molestara un guisante debajo de diez colchones, entre otras cosas porque si fuera así, y ya solo con un colchón, se fastidia y aprende a dormir en otro lado de la cama, porque no está el tema para comprar más colchones para la “señorita” en cuestión.
Cada vez se utilizan menos los sastres, y encontrar además uno valiente, como se decía en el lenguaje de los cuentos, tenía que ser la
repanocha.
Muchos niños de ahora, lo más parecido a los cuentos que conocen son las historias de los video-juegos, y mientras antes buscabas a príncipes o princesas, ahora buscas como loco una vida para seguir sobreviviendo.
La diferencia entre el antes y el ahora, quizás estriba en que hace años te cultivaban la esperanza ante una vida que, como la de hoy, estaba llena de problemas pero te la pintaban de algo mágico para poder seguir viviendo y descubriendo en cada recoveco, que lo verdaderamente mágico es vivir y labrarte un futuro lo más cercano posible a aquello que habías soñado.
Ahora, los niños desde pequeños, saben que tienen un reloj, como el de los video-juegos, que nunca va para atrás, y tienen que ir cumpliendo etapas o aventuras, capturando presos, o matando sueños ajenos, para conseguir los propios.
Antes, lo único intocable era la moral, ahora, ni está ni es esperada.

Es curioso, pero quizás hemos conseguido que en un mundo sin cuentos, las historias que se pueden vislumbrar en un futuro son verdaderamente terroríficas.

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