Mostrando entradas con la etiqueta contable. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta contable. Mostrar todas las entradas

viernes, 25 de noviembre de 2016

BLUFF FRIDAY, O GUARDA TU DINERO Y CORRE...



Hoy me ha pasado una cosa curiosa, y que me ha dado mucho qué pensar.


Este vecino del mundo tiene una especie de rito que lo cumple a rajatabla, y es que de lunes a viernes ve a las cuatro y media de la tarde una determinada serie española, de la que no va a dar el nombre, pero que es bastante fácil, sino de adivinar, si de dejar “el misterio” entre dos o tres nombres.


Hoy, a esa misma hora, me he quedado más que dormido o echando una cabezadita. Para ser fiel con la sensación tras despertarme, podría jurar que había sido narcotizado y había sufrido los síntomas por casi tres horas. No recordaba nada, y poco a poco he ido deduciendo, qué estaba haciendo anteriormente, por el sitio donde me he encontrado al “volver”, en el salón, delante de la televisión, pero con una gran sensación de amnesia, y de qué quizás "simplemente" he sido abducido.


Mi mente, siempre más allá de lo racional, me ha llevado a pensar en ese BLACK FRIDAY, del que ya estamos la mayoría  sintiendo las consecuencias, sino para algunos crematísticas, sí para todos publicitarias. Quizás esa asociación de conceptos, de ideas de la pérdida de consciencia de más de dos horas, con la pérdida de raciocinio, o quizás de juicio entre lo que sueñas, deseas, o realmente necesitas. Y que, al menos en España, en Estados Unidos visto desde la distancia parece que las ofertas son mejores, se mezcla, como siempre, las verdades con las falsas apariencias, e incluso con el timo. Lo que muchas veces, y ya lo anticipa este vecino del mundo, siempre le lleva a la misma conclusión, de que tenemos verdaderamente el tipo de gobierno que nos merecemos, porque como siempre se ha dicho: “aquí el que no corre, vuela”.


Esa sensación de “no es lo que parece, cariño”, que te está advirtiendo tu subconsciente con relación a la perorata que te está lanzando el vendedor o vendedora de turno, con la mejor de sus sonrisas, mientras te ves reflejado en la vitrina de enfrente,y compruebas que tienes un cuchillo clavado en tu espalda.


Este vecino del mundo habla ahora en primera persona, y empezó el tema hace exactamente dos días…


Tanto ver ofertas por todas partes de ese maldito Black Friday, que en España (lo advertían  en tiempos del franquismo con aquel “Spain is different”) ya lo convertimos como mínimo en una semana. 


Y este vecino del mundo ha caído también, llamando, por no decir nombres, a su proveedor de telefonía habitual, preguntándole a la mujer que me atendió, si tenía ofertas de móviles aprovechando el "Viernes Negro". Pero este vecino ya iba, como se suele decir, a tiro hecho. Y le interrogó por un modelo específico del que me dijo, que “ése no está en oferta, pero cuesta SÓLO 23 euros al mes, en 24 CÓMODAS mensualidades”. A lo que le contesté que “el mismo precio que en Junio pasado”, para que entendiera que seguía el tema. A lo que añadí, porque es verdad, que "además estoy harto, ya que no es lo mismo unas facturas que otras". A lo que ella me confesó que no entendía lo que quería decir. No es lo mismo - le aclaré- pagar una factura, de un cliente, que en realidad es una familia, por 80 euros al mes, lo cual es bastante asumible,  que otra factura, que en realidad es una persona que vive más sola que la una, y que él se lo guisa y él se lo come, y 80 euros, por lo tanto, ya es otra cosa más complicada.


Tras unos segundos de silencio por parte de mi interlocutora, me dijo que pasaría la nota a los “comerciales” y que ya me dirían algo. En ese momento me entró la risa, y tras pedir perdón, le expliqué el por qué de la risotada. Ya que me ha ocurrido lo mismo - le expliqué sinceramente - unas cinco veces, y tras tomarme nota, nunca me han vuelto a llamar para darme una contra-oferta.


Ayer, sólo veinticuatro horas después, y a la misma hora del día anterior, en lugar de llamarme un comercial, me llamó la misma persona que me había atendido anteriormente, haciéndome la siguiente oferta: 

-Usted paga ahora 72 euros al mes por sus servicios contratados. Yo le ofrezco el terminal que usted quiere y pagará a partir de ahora 82 euros al mes, durante dos años, en realidad, sólo 10 euros más, y al terminar el plazo, su factura quedará reducida a 59 en lugar de los 72 euros actuales. Eso sí, mientras se puede dar de baja de todo lo demás, pero si lo quiere hacer del móvil, tendrá que pagar por cada mes restante 23 euros hasta lo que quede de los dos años.



En  realidad, y lo comprobé al recibir la factura que tenía que firmar por e-mail, ya que como comprenderéis no me pude, ni quise, negar, yo pago la cantidad real, 23 euros, pero desde ahora mismo lo que antes pagaba por 72 euros, se convierte por arte de birlibirloque en 59, eso sí, con las mismas prestaciones, a excepción del servicio técnico del que me han "liberado", pero que prácticamente fui forzado a contratarlo por un año, ya que era la opción más barata, debido a una avería que tuve, y del que me quedaban unos nueve meses de “obligatoriedad”. Con lo cual, el cosquilleo por el nuevo "juguetito" queda más que menguado por ese ya comentado “cariño, no es lo que parece” que me ha lanzado nuevamente mi subconsciente, o ese dicho, que ya apenas se utiliza, pero los que ya tenemos cierta edad, seguimos teniéndolo grabado a fuego, ese “nadie ata los perros con longaniza”.


Ya para terminar, un simple consejo: Siempre que se trate de una oferta que no puedas rechazar, vete acompañado de tu abogado y de tu contable. No lo podrán arreglar, seguro, pero te acompañarán en el sentimiento..., que no es poco.


*FOTO: DE LA RED

sábado, 5 de julio de 2014

VODEVIL DE UNA DAMA EN APUROS

En estos días que ya nos estamos empachando otra vez con primer, segundo plato y postre del Señor Urdangarín, de su socio, y de la empresa familiar Aizoon, para arriba y para abajo, solo voy a hacer  un comentario sobre algo que por mucho que vaya pasando el tiempo y que nos hagan comulgar con ruedas de molino, a este vecino no es que le altere, sino que le pone su tensión a tan altas cotas que no hay alpinista de élite que haya coronado una cumbre que le iguale.
En primer lugar hay que dar por sentado que para todo abogado defensor es totalmente lícito emplear cualquier tipo de artimañas para defender a su cliente. Otra cosa es que todo la cúpula del gobierno de turno, y la fiscalía que en otros casos es más quisquillosa que el propio juez en busca de pistas, nos diga que le parece normal que la Infanta Cristina, que de hija de Rey, ha pasado a  hermana de Rey, por ser “solo” la mujer de Urdangarín no tenía por qué saber nada de los “chanchullos” de su marido, y es que esa afirmación nos puede retrotraer a la figura de esposa de los años cuarenta, cuando la mujer era un mueble del matrimonio, y el esposo era el que en realidad pinchaba y cortaba.
Esa afirmación tiene el perfume caducado de una derecha que hasta se debería de sonrojar por una afirmación tan retrograda. 
Toda una mujer, con su carrera y su canesú, trabajando además, para más inri en una entidad bancaria, la Caixa, y con nombre y firma en la empresa investigada, ahora denominada  “de su marido”, quieren que nos creamos que ¿no se enteraba de nada?
En primer lugar si eso fuera verdad, no queda como muy despierta y fiable a los ojos de los “jefazos”  para quien se supone que trabaja, porque timarle durante años y no darse ni cuenta…
Personalmente, La Nuri, mi sufrida, no tiene estudios contables, ni lleva ardua vigilancia de la gestión familiar, y eso sí al igual que la Infanta, está muy, muy enamorada, pero estoy seguro que si este vecino se gastara más de lo que se supone que gana, en dos días, solo necesitaría dos días, para ser sometido a un juicio sumarísimo y a un despliegue de preguntas, que lo de Colombo investigando y haciendo la última pregunta, esa con la que siempre pillaba al malo de turno, quedaría en un juego de niños.
Este vecino no comprende como ese tipo de entidades que velan por todo en España y todos los colectivos feministas, no se ha echado las manos a la cabeza porque con la descripción que se hace de la supuesta actuación de la Infanta, no es que quede como simple mujer objeto, sino como “no oye, no piensa, no se entera”, y además no debe de saber lo que cuestan las cosas, y en eso se incluye el Palacete de Pedralbes, porque si uno gana “cuarenta” no se puede gastar por valor de “cuatro mil”.
El problema de que haya muchos listos con un discurso que no se sostiene a no ser por la repetición en todas las fuentes de comunicación, es que para que haya un “listo”, tiene que haber un “tonto”, y este  vecino no está dispuesto a declararse como tal para que se salve aunque sea una dama, que aparte de la buena educación, en cierta manera sería un tanto machista por aquello de hacer diferencias en la "igualdad" de sexos.
En este país hemos visto últimamente que cuando en la resolución de un juicio se declara un “NO CULPABLE”, se vende por el involucrado y la gente allegada como un “INOCENTE”, y no es lo mismo.
Como dice aquella canción del mejor Serrat “harto de estar harto, ya me cansé” y cuando una obra de teatro es mala, se pita y se patalea hasta que se quite de la cartelera. Veremos este mal vodevil  de una dama en apuros cuánto dura en cartel. Porque puestos a "contarnos cuentos" también se puede decir que los enanitos de Blancanieves al desfilar cantando decían: "Aizoon, Aizoon, a Suiza a descansar..."

*FOTO: DE LA RED