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sábado, 27 de enero de 2018

BUSCANDO UNA CANCIÓN PARA EUROVISIÓN


Como por correo interno ya me han preguntado por mi opinión sobre la canción que debería ir al Festival de Eurovisión este año en Portugal, voy a aprovechar que todavía faltan otros dos días, para no meterme en esa discusión global que se armará el mismo lunes de la gala a decidir, sin mencionar los días posteriores en que muchos, como siempre, no estarán nada de acuerdo en el veredicto.

Vaya por delante que cualquiera de las canciones este año está muy bien; que los que han seleccionado, se lo han currado verdaderamente, y que los cinco finalistas de esta edición de Operación Triunfo, que son los encargados de lidiar con ellas, están poniendo hasta la piel en el intento. No hay que olvidar tampoco, que para gustos se hicieron los colores, y que mucho también dependerá de los años que tenga el opinante y su bagaje vital.

Dicho lo cual, a este vecino del mundo, ya comenzado sus sesenta, opina que las canciones que más le gustan son las dos de Amaia.

Al cantar”, un fino y delicado vals, cantado en su mayoría a media voz. Es una preciosidad de canción. Sería arriesgar tanto como el año pasado lo hizo Portugal, y normalmente dos años seguidos no se suele repetir fórmula. Pero, en opinión de este vecino del mundo, iríamos como unos señores, con un producto de tremenda calidad.

Tu canción”. Canta la navarra con Alfred, y cumplirían su sueño de presentarse juntos a Eurovisión. Tema compuesto por Raúl Gómez, sevillano de 24 años que, en su momento (2013) ganó El número uno. Es una preciosa canción, y también muy delicada y fina. La única pega por ahora, pero que seguro que hasta la fecha del festival se podría pulir es que al ser a dos voces, y muy complicadas al entender de este vecino del mundo, la segunda, la de Alfred, todavía cojea un poco bastante.

Como ya comentado al comienzo de este post, cualquier veredicto será bien recibida, pero hay canciones más atrevidas que otras. Y la de Aitana y Ana Guerra, “Chico malo”, compuesta por Brisa Fenoy, y, al parecer, perteneciente a la música denominada como “Urbana” se está promocionando mucho por las redes, aunque personalmente a este vecino le parezca más de lo mismo. Esta canción y sus intérpretes, vayan o no vayan al festival, ya han ganado porque sin duda será una de las canciones  que este verano nos acompañarán en cualquiera de los chiringuitos de este país.

Si en este momento estuviéramos en cualquier bazar tunecino, y regateando para obtener un buen precio, este vecino del mundo propondría también incluso una canción de consenso, de esas “ni para ti ni para mí”, y sería  la canción que interpreta Miriam, Lejos de tu piel, compuesta por Steve Robson, compositor inglés forjado en mil batallas, y adaptada al español por Diego Cantero, de Funambulista. Es una gran, gran canción de mucha calidad, con mensaje, y vestirla en el Festival de Eurovisión sería ir de etiqueta en un escenario de muchas tendencias.

Si no fuera elegida Amaia, en ninguna de sus dos canciones, apostaría por Miriam y Lejos de tu piel. Además, Miriam tiene a su favor que es una interprete todo terreno, y que es muy segura. Lo digo porque a nadie se le puede escapar que todos estos interpretes de O.T. todavía son polluelos,  e ir a Eurovisión, en el peor de los casos les pudiera aniquilar.

Antes de terminar, quisiera dar una colleja cariñosa a Alfred. Y su comportamiento con la canción que le ha tocado, “Que nos sigan las luces”, compuesta por Nil Moliner. Un tema que "habla de la soledad" según su autor, y que en opinión de este vecino era una canción mil por mil hecha para vestirla Alfred, y que como el autor le dijo eso de que “siéntete libre para hacerle todos los cambios que quieras”, pareciera haberse vuelto loco y la ha hecho a su manera, ocasionando varias discusiones dentro de la Academia. En mi opinión, Alfred debiera comprender ya como compositor, que lo es, el respeto hacia una obra de arte, que en cierta manera te están “dejando”. Hay que comprender que Alfred es muy joven, y que quizás al darle permiso Nil Moliner, ha pensado, como diría aquel, que todo el monte es "orgasmo", y se ha pasado de frenada.

El lunes, 29 de Enero, o seguramente, más que probable el martes 30, con esos horarios que nunca se cumplen, tendremos la solución y este vecino del mundo ha querido dejar clara su opinión antes que la probable bronca nos ensordezca a todos.


Sea la resolución que sea, suerte a todos, y que la decisión sea la más atinada.

*FOTO: CARTEL DE ESTE AÑO.

sábado, 18 de febrero de 2017

EL CUENTO DE "CRISTINA Y EL LOBO"


Hay frases que en un momento dado nos dijeron en nuestra infancia y que sin apenas reparar en ello, fueron calando en nosotros, quizás a fuerza de repetírnoslas, más el plus del cariño sentido por la persona que lo decía, hasta formar parte de nuestro guion de comportamiento. Y una de ellas es esa de “La vida es un cuento” que me solía decir mi padre, y que a mí me traía por la calle de la amargura el intentar comprenderla. 

¿La vida no vale nada? ¿Si la vida es un cuento, hay muchos cuentos en una vida? ¿Se puede contar el mismo cuento de diferentes maneras según quién lo cuente,  y es más, a quién se lo cuenten?

Estos días estamos presenciando el cuento de La Infanta Cristina y el lobo Noos, que depende de quién lo cuente, o a quién se lo cuenten puede ser de una manera u otra.

Quizás viendo la alegría del Señor Roca Junyet, Don Miquel, defensor de Cristina, y gran amigo del Rey Emérito, recordarle, aunque seguro que él ya lo sabe, que salir absuelto de una causa, teniendo que pagar una multa, no es ni para tirar cohetes ni para aseverar con alegría y fuegos de artificio, que “queda demostrado que la justicia en España es igual para todos”, en especial cuando podemos recordar recientemente que mientras al Señor Urdangarín le han caído  6 años y 3 meses de pena, por presuntamente unos millones de nada, mientras un joven español, aunque la nacionalidad debería de ser lo de menos, entró en la cárcel por pagar 79,20 Euros, con una tarjeta falsa. ¡Ah! Seguro que más de uno dirá que ésto que este vecino del mundo acaba de decir es "populismo", porque el populismo, como el cuento, que son primos hermanos, depende de quién lo cuente, vale o no.

Está claro que la Infanta es como la Princesa Pachuchita del cuento y que le duele unos millones de guisantes atribuidos a su marido, tras trece colchones de dudas que dependen de quién cuente el cuento, o una Caperucita que ignoraba que ir, cuando menos de acompañante, por el bosque de los negocios pudiera significar el ser implicada por el virus de la codicia de presuntos conocidos o desconocidos.

Ayer, tras saberse la sentencia del Caso Noos, Norberto, un vecino de derechas de toda la vida, al coincidir con este vecino del mundo al entrar en el portal me dijo, como si hablara para sí mismo: 

-Estoy contento porque con la sentencia se ha demostrado que la justicia es igual para todos.
Al oírle, me he dirigido a él, como con curiosidad, y sin ningún tipo de nervios:
-Una pregunta: ¿A la hora de declarar ante el juzgado, ella tuvo que hacer el “paseíllo” ante los medios, como los demás?
Norberto, hace ademán de pensar, porque ya sabía de antemano la respuesta, y contesta con un seco: 
-No.

Debe de ser una casualidad, pero a partir de ese momento solo le veo la espalda, y quizás por mi educación cuando a los comics en España se les llamaba “tebeos”, mientras se aleja, le veo rodeado de signos de interjección, de interrogación, y la silueta de algún burro, y algún cerdo…


Quizás, el secreto no sea si la vida es un cuento o no, sino ser amigo del que escribe el cuento, o tener el poder para escribirlo uno mismo.

*FOTO: DE LA RED
 TEXTO EN FOTO: PATXIPE

jueves, 22 de septiembre de 2016

UN LARGO VIAJE DE CONDENA




¿Qué mensaje se quiere dar cuando se dice “acabo de hacer un largo viaje”?


En mi caso, no he recorrido Estados Unidos de Norte a Sur mezclándome con los nativos, o hijos de guiris en su momento, pero me he echado a mis espaldas un viaje desde el Levante español hasta Donosti en autobús, y solo por la duración, doce horas en teoría, once y media en la práctica, sí merece la pena ese calificativo.


Algunas veces, hoy ha sido una de ellas, hasta se te pueden olvidar tus vacaciones por todo lo que te puede pasar, en teoría nada, en un viaje tan largo.


En primer lugar, se rogaría, como en todas las actuaciones de nuestra vida, respeto, por nuestra parte y por la de todos, al comenzar un viaje tan largo. Pero hay algunos, más de los que podría parecer, que en unos pocos minutos ya han convertido un pequeño recoveco, el suyo, y si pueden el tuyo, en su casa, mediante todo tipo de comportamientos, gestos, e incluso, desgraciadamente, olores.


Hoy me ha tocado, he padecido, a una pasajera, que iba delante mío, que tenía de todo.


¿Que no te gusta que la gente se descalce? No sé si ella ha entrado con zapatos, me imagino que sí, pero en todo momento ha compartido con los demás, como si de una O.N.G. de donantes de epidermis se tratara, sus callosidades, nada envidiables por cierto. Hasta extremos, que por momentos, parecía  el ensayo de alguna pieza de ballet moderno, levantando la pierna hasta casi la zona donde están las salidas del aire acondicionado, lo que viene siendo la balda donde se dejan bolsas y chaquetas para tenerlas a mano cuando hay una parada.


A eso hay que unir, su potente voz, y excelente dicción, en casi todo momento, y la gran cantidad de amigos y conocidos que tenía, tiene, la condenada. Aunque en este caso , el condenado me temo que ha sido este vecino del mundo. 


¡Qué capacidad para relatar todo lo que ha hecho en esos días que, al  parecer, ha estado en Torrevieja, a cada uno de sus amigos y conocidos!


Estaba claro que no mentía, porque ha repetido las mismas cantinelas una decena de veces, por lo que en cualquier momento, me he temido, que todos, a modo de coro de gran tragedia griega, la hubiéramos acompañado en la descripción a un nuevo amigo.


Este vecino del mundo ya había entrado en el autobús cargado de grandes dosis de paciencia ante el largo viaje, y el posible comportamiento, siempre previsible, de alguno de los pasajeros, pero ha estado a punto de tener que requerir más dosis de paciencia, porque casi no llegan para cubrir todo el viaje.


Luego, y siguiendo con la misma pasajera, ya podemos pasar a esa faceta intimista, de ella para conmigo, ya que gentilmente en un momento dado, cuando ha considerado pertinente que de estar en “su” casa, pasábamos a una intimidad compartida, se ha volcado sin el menor reparo ni miramiento hasta los centímetros anteriores, dos o tres, de mis partes más intimas. Pero ha sido tal su casi total reclinación, que aunque ella mantenía una conversación y se supone que mentalmente se encontraba muy lejos de allí, de repente su ángulo de visión, y el mío como consecuencia, presentaba lo que en idioma cinematográfico se describiría como un primerísimo primer plano de mi cara, en su caso, y de la suya, en el mío.


Si aquello hubiera sido una película de Alfred Hitchcock, hubiera sonado sin duda una banda sonora repleta de violines y azúcar, compuesta por Miklós Rózsa, pero en seguida, sin tiempo de intimar,  se ha dado cuenta de la situación, o de mi cara, y un muy bajito y rápido “lo siento” ha dado origen a un retroceso de su butaca, pero sólo de unos dos centímetros, lo suficiente para que ella no viera la epidermis que cubre mi cabeza. Ha quedado más que claro, que para ella "no ver a nadie más" significaba que ya no molestaba. Aunque lo que me temo es que durante unos pocos segundos, mi cara, simplemente, le había alejado de la compañía de su interlocutor.


A modo de resumen, y como hubiera dicho otro gran viajero, James Bond: Ha sido un viaje agitado, no mezclado. ¡Gracias a Dios! Y por muy poco...

*FOTO: DE LA RED