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domingo, 28 de marzo de 2021

EL CAMELLO DE TURNO

 

Esto del cambio horario es una jodienda. Aquí estoy, a las seis de la mañana con los ojos más abiertos que un búho marcando señas mientras juega al mus.

Estos días han comentado en la televisión que pudiera ser que esta vez sea el último cambio horario. Pero como no es la primera vez, que este vecino del mundo oye el mismo comentario, lo deja ahí con la esperanza de que esta vez sí…

Últimamente se habla, con respecto a Netflix, de que está intentando acabar, y nunca mejor dicho, con los que comparten clave con los que realmente pagan la cuota, esa gota malaya que mes tras mes golpea su tarjeta de crédito. Personalmente, este vecino del mundo era prácticamente nuevo en ésto, pero ya esa gran plataforma me advirtió, de eso hace dos días, con un aviso de medianoche, de que en cuatro días me cortaban la respiración asistida…

No puedo dejar de tener la sensación, como en tantos momentos de esta vida, de que el camello de turno (y en la práctica camellos podemos encontrar incluso disfrazados de consejo amigo) ya te ha inoculado su vicio, y ahora, como se dice en mi pueblo: Búscate la vida…

Y de eso, de buscarse la vida, creo que realmente todos hemos recibido varios cursillos, en la práctica, desde que la pandemia nos atacó, o nosotros despertamos al monstruo, duda que todavía no he podido despejar. 

Como me hubiera contestado la madre que me parió: “Y lo que te rondaré morena”.

 *FOTO: DE LA RED

miércoles, 4 de enero de 2017

ESE MOMENTO "AVA GARDNER"


Si por algo se caracteriza esta época es la de mostrarlo todo sin que se deje nada a la imaginación, y no estoy hablando de sexo, …o sí. Por ejemplo, la cantidad de famosos que han compartido algún momento de su Nochevieja, en su cena, ágape, o cotillón mediante las redes sociales. Como si por un momento quisieran abducir a sus followers/seguidores, nos llevan, sin ningún tipo de preaviso, o petición de permiso, a la sala donde ellos se encuentran, con ese aroma a jamón del bueno, caldos de bodegas famosas, y cuando ya estás aterrizando en el evento, te dan una patada de vuelta, eso sí, con una sonrisa a sabor tres estrellas Michelín. Y te quedas, no compuesto y sin novio, pero sí sin famoso.

Agradecer que ninguno de nuestros famosos haya tenido la humorada de enviarnos imágenes haciendo “pos” mientras dicen eso de “Desde el Hotel Tal, cinco estrellas super-lujo, que, por cierto, está que te ca--s“.

De todas maneras, este vecino del mundo, que es de hacerse muchas preguntas, se cuestiona si las apariciones en Instagram, por ejemplo, iguala al famoso con el resto del mundo, o abre más esa brecha entre, se supone, el rico y el pobre. Aunque, bien pensado, hace tiempo que quedó caduca esa idea de que el famoso tiene que ser, por bemoles, rico. Ahora hay mucho famoso por ser sólo famoso, y de eso no se puede vivir.

La de ahora, es una época muy complicada. Hoy (el día en que precisamente han salido los datos del paro, en su cuarto descenso anual consecutivo y el mayor de toda la serie histórica, iniciada en 1996, según ha informado el Ministerio de Empleo y Seguridad Social) tener trabajo no asegura que no estés pasando hambre, y mucho menos estrecheces económicas. Lo mismo que ser político asegure que te estés dedicando con todas tus fuerzas al servicio público.

Hoy, el que cree que está triunfando, es más de fogonazo de flash e inmortalizar el momento que guardarlo para sí. No sirve de nada el sentir el triunfo o la gloria, los demás lo tienen que saber. Visto desde este punto de vista, Luis Miguel Dominguín, torero y famoso donde los hubiera desde los cincuenta a los noventa, y por cierto padre de otro famosísimo, Miguel Bosé, fue un adelantado, lo que ahora se denominaría como “gurú del famoseo”. Consiguió acostarse con una Diosa de su época, Ava Gardner, pero “eso” de por sí no le servía de nada, si no lo contaba a sus amigotes…, como así lo hizo.

Cada uno, en la actualidad, tiene su Momento Ava Gardner, y lo publicita en cuanto puede …

Todo / Nada ha cambiado con los años… Quizás, como en el cine, la vida ahora solo se trate de un remake, eso sí, mejorado y aumentado.

*FOTO: DE LA RED

jueves, 12 de junio de 2014

EL "FROILÁN" DE LOS TAXISTAS

Estos días se está dando en Madrid, y en otras ciudades de Europa, una huelga de taxistas motivada por, según ellos, una competencia desleal por programas informáticos como “UBER”, que juntan a varios pasajeros para que su viaje les salga más barato.  El problema que pudiera tener el citado programa es que cobra un porcentaje, el 20 por ciento, por cada viaje, haciendo, en cierta forma, competencia desleal con un gremio que tiene que cumplir mil normas y pagar muchos impuestos. Sin embargo, para esos programas que “lo único que hacen” es poner en contacto a varios posibles pasajeros, este vecino está seguro de que no se puede, ni se debe, hacer nada, porque es un problema que solo atañe a ellos, como si varios amigos se juntaran para compartir un viaje.
En estos años que se ha hablado un día sí y el otro también de la famosa y maldita “burbuja inmobiliaria”, ¿no se debería de hablar también de la burbuja de los taxistas?
Quizás los más jóvenes no lo recuerden, pero en el comienzo de los años ochenta, también se dio la situación de cerrar empresas o despedir a trabajadores, pero, entonces, a diferencia de ahora, se cumplían estrictamente las leyes, y muchos de los afectados salían con una pequeña fortuna.
Aquí en el País Vasco se dio la situación de que muchos, en ese momento ex-empleados, montaban o arrendaban un bar, y otros muchos compraban la licencia de un taxi. En realidad era como poner, a vista del currito de a pie, una pica en Flandes, y estar más cerca del paraíso. Un nuevo estatus  y un dinero, en teoría, más fácil. Y por eso, la bola de nieve fue haciéndose más grande, y el precio a pagar por conseguir una plaza en una ciudad, cada vez se fue haciendo mayor. Este vecino recuerda que cuando se hablaba con pesetas, la diferencia entre una plaza de taxi y un piso, no distaba mucho, porque el que dejaba su plaza quería hacer su último negocio en el gremio.
Y lo mismo que pasó con los pisos, ahora pasa con los taxis, y les ha entrado el temblequeo de que, en cierta manera, su “multinacional” se resquebraja, y ya no hay que besarles los pies para que te lleven en su vehículo.
Este vecino ha presenciado, en Torrevieja concretamente, como un conductor de un taxi, repleto de oro en manos y cuello, amenazaba a un futuro cliente, que estaba en la cola y cabreado porque los taxistas preferían coger carreras más largas, con no llevarlo si no se callaba.
Como no se cansa de decir la patronal, los tiempos han cambiado, y los negocios funcionan de otra manera con las nuevas tecnologías, y todos nos tenemos que reciclar. Y a lo mejor el siguiente coche de la mayoría de los taxistas tendrá que ser un poco más pequeño, o cambiarlo a más largo plazo. Sí, este vecino ya sabe que eso servirá para que los de ese gremio digan que así se perjudicará nuestra seguridad, cuando en realidad solo les importaba, hasta ahora al menos, la suya.
Por cierto, y ya para terminar, para lo único que ha servido por ahora la huelga de los taxistas es para aumentar las altas en “Uber” un 850%. Eso quiere decir que los taxistas, en realidad, se han hecho un auténtico “Froilán” en toda regla, o lo que mi madre definiría como “salirles el tiro por la culata”.

*FOTO: DE LA RED