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martes, 17 de marzo de 2020

QUE ME LO VEO VENIR...



Que me lo veo venir. Si los plazos se habían acortado, y ahora una cosa que se repite en dos años, es decir, en dos veces, ya es tradición, lo de aplaudir en los balcones por la noche puede acabar como el rosario de la famosa Aurora.

El ritual del balconing del coronavirus se va a convertir en lo que en los años sesenta y setenta en la radio se conocía como “discos dedicados” y ya se han comenzado a oír canciones como “Resistiré”, “Color esperanza", y en lugares cercanos, donostiarras, “Txoria txori”, y la tamborrada. Al margen de que ya han surgido hasta disc-jockeys de balcón e incluso deportistas jugando al ping-pong de ventana a ventana.



Que me lo veo venir. Que nuestro momento de gloria va ser también nuestro cadalso, y antes moriremos de una pulmonía doble, como las que se cogían antes (porque aquello sí que eran pulmonías, oiga) ganada en nuestro balcón a fuerza de aplausos y de exaltación espiritual por todo lo que se menee.

Y en el fondo, todo ésto no deja de ser “ver los toros desde la barrera”, o pan y circo.

En lo que nos dejan de dirigir unos, nos dirigimos nosotros mismos, pero siempre en unión. Porque si algún día, Dios no lo quiera, nos damos cuenta de que somos tontos, lo seremos pero todos, para que nadie hable.

Pero que conste que lo de los festejos en los balcones no deja de ser otra forma de la verbena pura y dura. Y es que cada uno hace lo que sabe. 

En cualquier momento, y eso que ahora están fuera de juego, se nos unen los de la pérfida Albión, en su versión de Magaluf, y como su primer ministro, Boris Johnson, ya cuenta de antemano con que va a haber muchísimas bajas, su último show antes de lanzarse a los bordes de cualquier piscina, puede ser una especie de actuación samurai pasados por cerveza en cantidades ingentes.

Esto del coronavirus todavía nos va a traer grandes sorpresas, que sean buenas ya es otra cosa…

*FOTO: DE LA RED

lunes, 27 de enero de 2020

VISTO Y NO VISTO



Leo en una de mis columnas favoritas de los lunes, Begoña Ameztoy en “Plaza de Gipuzkoa” de “El Diario Vasco”, haciendo alusión, y me imagino que ilusión también, a la  ministra de igualdad, diciendo que “se acabó el heteropatriarcado. Dentro de poco los heteros al armario.

Este tipo de cosas, creo yo que se suelen decir para que te despiertes con susto, con una especie de ducha fría, para que todo lo que venga después sea, como aquella frase que se decía antes, “miel sobre hojuelas”.

Lo que está más que claro, clarinete, es que ya ni los armarios van a ser lo que eran, sino una especie de escaparate de lo que te estás perdiendo en la vida real por no escuchar a otras tendencias, las que están o hemos enviado a los armarios de invierno.

Mientras, en nuestra España, estamos en pleno espectáculo, ni de Goyas ni de armarios empotrados, sino en plena pista central del circo político, asistiendo a como el Ministro Ábalos, nos presenta su último espectáculo, esta vez de cambio de ropas al instante. Y nos da varias versiones del viaje de la número dos de Maduro.

Al final ocurrirá como en el comienzo de la Gala de los Goya de este año, en el que Jesús Vidal, componente del reparto de “Campeones”, premiado el año pasado como mejor actor revelación, todavía estaba en el escenario, dando las gracias a sus más, y menos, allegados.

Totalmente convencido de que el Señor Ábalos al llegar a su casa ni sabrá cuál es la versión verdadera, si la hay. Ya le pueden pasar la máquina de la verdad, que seguro que ésta explota.

Por lo demás, y por si no lo habíais notado, algo está muy mal en nuestro país cuando las demás cadenas de televisión copian a Telecinco sus maneras, y entonación, de dar el cotilleo, incluido el pleno “Corazón” de Televisión Española que hace tiempo que cambió las luces de neón del gran espectáculo de nuestra vida, por el  "brigi brigi" del mercadillo más cercano.

*FOTO: DE LA RED

domingo, 26 de mayo de 2019

UN CIERTO AROMA A MIEDO...


Ha habido gente, lectores, que se han puesto en contacto interno conmigo, porque estaban preocupados por mi "desaparición" del blog durante las últimas semanas.


No me ha ocurrido nada, el vecino del mundo sigue vivito y coleando, o al menos intentándolo. Quizás había llegado a un pacto conmigo mismo para no hablar más hasta que terminara este circo de muchas pistas que se forma, y este año en particular, cada vez que hay comicios a la vista.

Llevaba días, semanas, en que no me encontraba muy católico, (por cierto siempre me he preguntado si existirá la misma expresión en las diferentes creencias, o solo será propio de los católico-apostólico-romanos), por lo que he decidido visitar a mi galeno.

Me ha preguntado cómo me siento. Le he dicho que ya llevo varios días más que excitado, cabreado con todos y de todo. Que cada vez comprendo menos a la gente, que me va pareciendo más, por cierto, gentuza. 

Tras explicarle  que sufría claros síntomas de hartazgo e intolerancia, ha querido ver mi lengua. Al explorarla, inmediatamente me ha pedido permiso para poder sacar una foto con su teléfono móvil. Tras hacerla, me la ha mostrado, mientras me preguntaba más en un susurro  que con voz clara: -¿Qué ve usted?

-Pues por la edad que tengo- le he contestado - lo que veo, esas manchas blancas en mi lengua, me recuerdan a las famosas caras de Bélmez...

-Lo mismo me parece a mí – me ha confesado el doctor, - solo que no sé si aconsejarte un tratamiento médico o llamar directamente al Vaticano por una posible posesión, y además múltiple. Mucho me equivoco, o las caras que aparecen en tu lengua son la viva imagen de Doña Cayetana Álvarez de Toledo e Isabel Díaz Ayuso. 

Ambas llevan envueltas semanas en una especie de cruzada contra el infiel de todo, y desgraciadamente parece que pudiera ser además contagioso… Ya me veo con cierto acento argentino criticando a gente mayor, como a la primera edil de Madrid, solo por el mero hecho de ser mayor, mientras miro a todos desde arriba. Y es que todavía hay clases …y clases.

Por un momento tuve la sensación, tras el dictamen de mi doctor, de que en cualquier momento, un discípulo del Padre Karras, uno de los protagonistas de "El exorcista", estaba a punto de llamar a mi puerta...

Ya lo dijo el otro día en "El hormiguero", Iñaki Gabilondo. Algo ocurre en España cuando los políticos que se supone están para servirnos, adquieren maneras de estrella mediática, y son noticia un día sí y el otro también, y no precisamente por dar rienda suelta a la doctrina e intenciones de su partido, sino por montar espectáculos, la mayor parte lamentables, como el día que fueron a hacerse cargo de su escaño en esta nueva legislatura.

Como siga la cosa así, ya no van a querer, nuestr@s polític@s de cabecera, ni puertas giratorias al despedirse o ser despedidos de la política, sino un buen fichaje televisivo al reality de turno. Y si no, al tiempo...

Hoy nos toca votar otra vez, y es también muy importante. La duda que tiene este vecino es sí hoy termina todo, o solo es el comienzo del fin...
Juraría que acabo de oír el timbre de la puerta.

*FOTO: DE LA RED

jueves, 14 de abril de 2016

DÍAS DE EMPACHO Y DEPRESIÓN



Este vecino del mundo lleva unos días, por no decir semanas, que se siente como empachado, o deprimido, que vaya usted a saber. 


Empachado por noticias, por poses, declaraciones y opiniones, de todo lo que ve, y en muchos casos tiene la sensación de que le muestran para que vea.


Será casualidad, pero llega la época de hacer la declaración de la renta, esa que hasta hace poco nos decían, y nos lo habíamos creído que “Hacienda somos todos” y parece que todo ha quedado en que “se decía que Hacienda éramos todos, pero que SÓLO era un lema publicitario”, y se empieza a repartir mamporros “honoris causa” a mucha gente que, semanas antes, pareciera por su comportamiento más cerca de salvar la patria que de explotarla, y ahora, de pronto, tienen problemillas con el fisco, o tienen sus cuentas hechas un cisco, que uno ya no sabe qué decir.


Ahora, hasta el mismísimo Don José María Aznar, por parecer tan recto y estricto este vecino tenía asumido hasta que no pasaba por el lavabo por ser prácticamente perfecto, parece que tiene algún problemilla con sus declaraciones, y no precisamente de amor, sino a esa Hacienda de ese país en el que ha sido santo y seña, y que ha querido tanto, y estaba convencido de que en contrapartida él también lo era.

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Y este vecino del mundo junto con esos síntomas de empacho y hastío de todo, cree no comprobar, pero sí intuir, hasta que maravillas de ese opio o circo del pueblo que resulta que es el fútbol, al ponerles otra vez, o correr el riesgo de oler de nuevo ese banquillo de cara al fisco, parece que se les olvida el cómo jugar a ese deporte rey en el que ellos lo son, al menos eso dicen y así se les paga, y llevan dos o tres semanas, en el que se les ha debido de olvidar cómo se juega, o lo que deben de hacer cuando salen al campo, o a esa “cancha” que tanto dinero les ha dado.


Por eso, quizás, ante tanto empacho de noticias, sensaciones, opiniones que vienen y van, es mejor echarse un par de libros al coleto, o al monte, o a la bartola, si está se deja, y oxigenarse un poco bastante.  Y darse un margen para vivir, y dejar vivir, que nos lo merecemos. 


Seguro que durante unos días, el mundo sabrá vivir sin salvapatrias, ni vida de santos ejemplares actuales. Nuestro hígado, al menos, seguro que nos lo agradecerá.

*FOTO: DE LA RED



jueves, 3 de diciembre de 2015

GRAN HERMANO MONCLOA



Ya hemos decidido en casa que por Navidad este año nos ahorraremos el ir al circo, porque con la cantidad de espectáculo que nos están dando (y, como se suele decir, lo que te rondaré morena) nuestros políticos de turno, ya vamos a ir sobrados por una buena temporada del mundo circense y del más difícil todavía.

Hemos pasado de tener, nuestros políticos de turno, más secos que la mojama a convertir a España en un circo de tres pistas en el que  nos podemos encontrar prestidigitadores varios que hacen desaparecer gran cantidad de dinero, y que hacen aparecer una cantidad similar de dinero pero distribuido en multitud de sobres, grises, naturalmente y llevados en carrito por carteros tiroleses.

Mucha gente me suele preguntar cómo me puede gustar esa bazofia que para ellos es Gran Hermano. Y, bien pensado, es muy parecido a una campaña electoral porque cada concursante te está intentando vender la moto, la suya, desde el momento en que entra en la casa, y en cada caso además es para no ganar, para vivir la experiencia, como lo hace cualquier político que está, en teoría, no para forrarse sino para batirse el cobre por nuestros ideales.

La única variante que hay entra la política y Gran Hermano es que gana el concurso no el último que queda en la casa, sino el que consigue entrar en ella. Conviene recordar que la suya, su casa, no estará en Guadalix, sino en Moncloa

Incluso en el concurso de Gran Hermano Moncloa también hay "edredoning", en este caso con todos nosotros. En cada legislatura, y en época electoral especialmente, nos pasan por la piedra de la mentira cada vez que quieren o que nos descuidamos.

Hay también una gran parecido entre los dos mundos, porque con tus propios ojos ves una cosa, y al día siguiente, o en galas posteriores, te lo explican de tal manera que entre las apariencias y las verdades contadas, cualquier similitud es pura coincidencia.

Personalmente, y si tuviera que elegir este vecino del mundo entre los dos Grandes Hermanos, me quedo con el verdadero concurso, por aquello de que hay épocas en que el concurso está cerrado y, sin embargo en la política siempre están jugando con nosotros.


Y ya para terminar, mientras los Grandes Hermanos todos tienen su representante, que les lleva las cuentas y contratos, y que en muchos de los concursantes es la misma persona, un Toño Sanchís que está viviendo sus horas más bajas, quizás en la política no haya que buscarlo en sus tesoreros, sino en los mismos bancos que al final son los grandes ganadores de todo esto. Un trabajo por cierto con red, ya que si pierden, como quedó demostrado, también pagamos nosotros.


*FOTO: DE LA RED

jueves, 26 de noviembre de 2015

EN ESTOS DÍAS INCIERTOS...



No sé si es el clima, frÍo, lluvioso y cabrón, pero uno ya se levanta con lo que un español pijo describiría como mala milk, o lo que viene siendo una mala leche, pero sin fecha de caducidad.

Según sales de la cama ya te vas protegiendo los morros con ambos puños, como un boxeador mosqueado-sonado. ¿Motivo? En días preelectorales atacan por todos los frentes.

Durante el resto del año sabes los lugares que tienes que frecuentar tanto presencialmente, como vía ojos u oídos, para recibir una buena ración de información política, pero estos días inciertos el enemigo vía político de cualquier color, se encuentra emboscado. 

Conectas, tan tranquilo tú, con las defensas a media asta, una emisora de radio para oír algún partido de la Champions esa, y de pronto te encuentras al Presi Rajoy, porque hoy va de "enrollao", y de tú a tú, y te habla, a ti, porque hoy sí que importas, de lo acertado o no de las alineaciones. E inmediatamente, tú, que tienes tus métodos muy arraigados de defensa, buscas una especie de bomba de váter virtual para echarla una y otra vez, porque quieres “soltar” todo aquello que te agrede, porque no forma parte de ti.

Cualquier día de éstos será requisito indispensable para todo político que se precie, su paso por una escuela de teatro; aunque seguro que más de uno que esté leyendo este post, pensará que ya tienen mucho, teatro naturalmente.

Gracias a Dios, o al que sea, que todo terminará, o en realidad comenzará el 20 de Diciembre, porque uno ya está “cansao” de políticos “enrollaos”, y saltimbanquis, que mediante trucos de magia te quieren quitar la cartera de tu voto.  Es decir, como el resto de la legislatura, pero ahora mediante la anestesia del espectáculo. Normalmente, deciden algo, la bancada de los afortunados con la mayoría absoluta, y el resto de los mortales nos lo comemos, iba a decir, con patatas, pero en estos días inciertos, “eso”, lo de las patatas, en el mejor de los casos.

Como decía, gracias a que el show terminará el 20 de Diciembre, porque si no los Reyes Magos, el Olentzero, y sus colegas del resto del estado, nos intentarían comprar vía regalos, o mejor dicho, “promesas”, que al final como siempre se desvanecerían al amanecer del día después de los comicios.

No me quiero imaginar a todo un Rey Gaspar, o Melchor, o Baltasar, bajado de su jumento, con su brazo en tu hombro, intentando comerte el coco, e incluso la oreja.

Por favor, que alguien pare este circo electoral, que todavía estamos a tiempo, y dejen de cantar, bailar, y de comportarse como esquizofrénicos/esquizofrénicas, y solo queremos que  verdaderamente nos expliquen su programa electoral. Eso, si la mayoría de ellos tienen huevos de confesarlo o, incluso, si lo saben.

El resto, puro circo. 

*FOTO: DE LA RED

martes, 20 de octubre de 2015

SALIENDO DEL ALMARIO...



Diplomado en desazón por la Universidad de mis intimidades. Catedrático de pensamientos impuros.

Hay palabras de las que nunca nadie te ha explicado su significado, pero cuando sientes, no te cabe la menor duda de qué es lo que te está pasando. Desazón. Te sobran y te faltan palabras. Te sobran las pruebas de lo que sientes, te faltan direcciones para saber cómo solucionarlo.

Te sobran los miedos y te faltan los abrazos. Porque el enemigo, la desazón, aparece en cualquier momento, y necesitas un abrazo sin dar explicaciones.

Te sobran los conocidos y te faltan los amigos.
Te sobran los terrenos desconocidos y te faltan islas que aíslan.

Desazón. Cuando te sobra poseer y solo necesitas sentir. Cuando estás harto de seguridades inciertas. Cuando el pasado suena a ciencia-ficción y el futuro es un jeroglífico egipcio.

Varios masters en desazón por la Universidad de la experiencia y monitor de corazón roto por la desidia. Ampliando estudios cada noche de luna llena. Surfero sin tabla de salvación, a la búsqueda de la ola perfecta para desaparecer de mí mismo.

Desazón. Catador de alcoholes que te hagan decir la verdad porque nunca la has sabido, y te niegas a inventar. No quieres arrepentirte de volverte a arrepentir.

Arquitecto de castillos en el aire contaminado por fumadores pasivos del cigarrillo de después.

Diseñador de ventanas ciegas con vistas a ninguna parte.

Sexador de asexuados. Capador de sueños no nacidos. Estratega mayor en el país de la sinceridad.

Pintor de horizontes perdidos con colores fríos de muerte. Escultor de mentiras piadosas para suicidas en ciernes.


Demasiados trabajos en el almario y tanta desazón como para poder exportarla. 

Por cierto, y ya para terminar, los enanos hace años que me crecieron y ahora despuntan en un trabajo de altura en el Circo de la vida.

*FOTO: DE LA RED

domingo, 6 de julio de 2014

DRALION, TODO UN MUNDO EN PARALELO



Todavía este vecino está imbuido por ese espíritu de Dralion, del Cirque du  Soleil que ha tenido la suerte de saborear en su periplo por Donosti, Y es que Dralión no es un espectáculo más, porque es poesía en imágenes. No, no es el concepto del viejo circo, aunque este vecino del mundo ame al viejo circo, esa imagen de antiguos saltimbanquis de pueblo en pueblo. Dralion, gracias al esfuerzo de su compañía, es perfume de circo en envase de lujo, donde lo importante no es las grandes estrellas, es más en ningún momento  se nombra a ninguna de ellas. Son figuras anónimas encarnando a seres de otra dimensión, la de los sueños, en la que todo es posible, y que una vez acabado dudas si es verdad lo que todavía recuerdas. Y a los diez minutos te puedes cruzar con el artista despojado de su piel de leyenda e ignorar el ser que se esconde en esa apariencia ahora de lo más normal.
Es un espectáculo perfecto, en el que puestos a dar ideas se podía pedir una especie de voz en off guiándote por el mundo de  Dralion, pero quizás es lo que quieren, que te sientas como en un laberinto arrebatado por la propuesta y nunca sepas  dónde te vas a encontrar en los cinco próximos minutos.
Es un espectáculo con varias lecturas, la del puro espectáculo, la de un pensamiento avanzado, la mirada de un niño asombrado,  y todas rondando la perfección, porque el siguiente número te puede aparecer de cualquier lado, de arriba, de abajo, incluso desde el lado del espectador, porque no conoces a tu vecino, y quizás el más próximo a ti, no es lo que parece...
No se busca ni el mayor número de piruetas, ni la mayor altura, pero sí que lo que se desarrolle en la pista enganche más allá de la perfección, porque de esos acróbatas que prácticamente levitan enfundados en unos pañuelos muy largos, no sientes que se están jugando la vida, porque lo hacen tremendamente fácil, y te dejas llevar por esos vuelos en pareja que huelen a amor, a cortejo, y estás seguro de que eso ha ocurrido por primera y última vez.
Esa "troupe" que se lanza desde una pared con plena confianza en una cama elástica y te hace sentir que el truco no está en la cama, sino que en realidad las paredes actúan como un imán y le imposibilitan una larga estancia en esa cama, y como un resorte se siente impelido contra aquella pared, que sin moverse parece tomar protagonismo.
Es la primera vez que este vecino ha visto que después de finalizar el espectáculo, y que los artistas se hayan despedido, nadie se movía de su asiento pasados unos diez segundos. Quizás es el mejor testimonio que se pueda dar a un artista, prendado de su arte, incapaz de moverte.
A mí, La Nuri, mi sufrida me ha preguntado nada más terminar el espectáculo y  verme meditabundo:-¿En qué piensas?
Solo he acertado a decir:- ¿En qué he gastado el tiempo de mi vida, para que no me cundiera como a ellos?- mientras hacía un gesto señalando con la cabeza a la pista, ahora vacía.
Me ha parecido ver un destello de amor en sus ojos, pero como el mismo espectáculo ya no sé si ha existido, o lo he soñado.

*FOTO: DE LA RED