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viernes, 12 de agosto de 2016

¿ERES PERSEO?




Tal noche como la de hoy, entre el once y el doce de agosto, tengo una cita con el cielo, que siempre espero que esté estrellado. Es una de las mejores noches, se supone, para ver ese espectáculo que es Las Perseidas, también conocidas como “Lágrimas de San Lorenzo”.


Entre nosotros, nunca las veo, pero siempre me sirve para ponerme, u oponerme, nunca se sabe, ante ese lienzo negro como el azabache, con agujeros blancos, que en muchas ocasiones, hoy será otra de ellas, supone el cielo.


Es una noche de humildad. Tu soledad frente al infinito, y darte cuenta de que tus problemas contra eso, sino es una estupidez, si es una verdadera demostración de egoísmo.


Las mejores noches, para que nos vamos a engañar, en el cine las ha fotografiado un tal, Steven Spielberg, en películas como “Encuentros en la tercera fase”, o “E.T.”, noches de un azul inmenso, con luces en la lejanía de estrellas en el cielo, y luces de la ciudad, que parecen fundirse en un todo soñador de encuentros con el infinito.


Pero la vida es más parecida a una producción cinematográfica española, con más propósitos que dinero, más ingenio que poder crematístico. Y cuando no llega para los efectos especiales, nos tenemos que conformar con la cara del protagonista en un primer plano sugiriendo lo que ve. La vida es eso, pura ironía, tu pagas, y es “otro” el que disfruta.


En esta noche, en apenas unas horas, me reiré en silencio del mismo chiste de siempre en honor a Perseo. Es muy naíf, pero a este vecino le encanta.


Había ocurrido una batalla, y sus allegados estaban buscando a Perseo. No sabían ni dónde estaba, ni cómo estaba. Y cada vez que encontraban a un herido (todos estaban llenos de sangre, e irreconocibles), en su idioma, se supone, le preguntaban, “¿Seis per Seis? (¿Sois Perseo?)”. En un momento dado, el interrogado, moribundo y en pleno estertor, se empieza a reír y dice: “¿Seis per Seis?” y con cara de no entender la complicación de por qué se le pregunta eso, contesta: ”Treinta y seis”.


Ante la infinidad de tú contra el orbe, tampoco conviene ir con cosas muy complicadas, porque ya tienes bastante. Y ese chiste, a este vecino del mundo, siempre le ayuda. Adopta la posición de cualquier atleta  cuando suena el himno que representa a su país…



Y es que nos creemos tanto para, en realidad, lo que somos; y ese chiste nos puede representar. Tantas expectativas para, siempre, una eyaculación precoz... 


¡Y la vida sigue! Pero a este vecino le gusta que le dejen soñar, y esta noche, es un buen momento para ello. Si vais, por favor, no os molestéis los unos a los otros… La vida también puede ser un poco de paz.


*FOTO: DE LA RED

viernes, 22 de mayo de 2015

CUANDO LOS PROBLEMAS TRASCIENDEN...


Vaya por delante que este vecino del mundo nunca ha sido partidario de comprar en el tipo de tiendas que ya desde hace tiempo denominamos como “chinos”, porque evidentemente para vender productos muy baratos, aunque no sean de marcas conocidas, el trasfondo del que pueden provenir no parece ser el más conveniente. Y más desde que tenemos imágenes en nuestra retina de gentes en aparente estado de esclavitud no solo en India, por ejemplo, sino en más de un polígono no muy alejado de nosotros.

Pero, como se suele decir, a la fuerza ahorcan, y las finanzas  de este vecino del mundo llevan unos años que no es que fluctúen, sino que como el plomo de un buzo van directamente al fondo. Por eso ayer se vio forzado a comprar unos pocos objetos en una de esas tiendas, y es probable que en su interior, y teniendo en cuenta todo lo anterior, haya sentido, en cierta forma, culpabilidad, y esa puede ser la razón del por qué esta noche ha soñado lo que ha soñado.

Como me imagino que a la mayoría le pasará lo mismo, al despertarme no he recordado todo el sueño, solo diferentes puntos, quizás inconexos, pero que a pesar de todo pueden ser clarificadores.

En un momento dado me he encontrado en un lugar que en seguida mi subconsciente ha identificado como El Cielo. Todo blanco e impoluto aparentemente, solo aparentemente, porque al poco tiempo me he dado cuenta de que el mantenimiento distaba mucho de ser el óptimo.

Debajo de las nubecillas que lo cubrían todo, había una especie de gran soporte, de gran andamio, hecho de madera, blanca también para que quedara oculto por la neblina, pero al fijarme bien el material estaba todo descascarillado. En cuanto entablé conversación con otros inquilinos como yo que llevaban más tiempo, aunque eso del tiempo en el cielo es todavía más relativo que en la Tierra, enseguida me dijeron que el mantenimiento de “aquello” iba de mal en peor. Al llegar a este punto me explicaron que muy en contra de lo que se cree en la Tierra, hay más de un cielo; en cada galaxia uno o varios, dependiendo de la extensión de la citada galaxia. 

Aunque siempre se ha dicho que Dios está en todas partes, últimamente no llegaba a todo, y había tenido que “privatizar” “ese” cielo. La compañía encargada de seguir con la explotación, se supone que algún Dios menor, distaba mucho de seguir con lo previsto en el contrato y, por ejemplo, los ángeles que siempre habían interpretado la banda sonora del cielo en un directo, naturalmente, inmaculado, una mezcla de liras y trompetas triunfadoras, habían sido sustituidas por unos altavoces de lo más rústico, de esos de los años sesenta con forma de “trompetilla”, y que el gris de origen había sido trasmutado en un blanco barato. Por supuesto, los ángeles habían ido al paro, y como nunca se había dado el caso de quedarse en el paro, en el cielo no había subsidio de desempleo, por favor, que no se entere Rajoy. Y Dios, quizás con cargo de conciencia, y teniendo en cuenta de que su conciencia siempre ha sido mucho más grande que la nuestra, y por lo tanto ha tenido que sufrir, y mucho, se ha hecho cargo de ellos y los ha llevado a los otros cielos que él todavía regenta.

Sin embargo, lo peor parece que todavía está por venir. Se rumorea que eso de la eternidad está en entredicho, y que como mínimo los inquilinos que llevan menos tiempo, tendrán que hacer algunas tareas para aligerar gastos de mantenimiento, y seguir con aquello. Que ya no basta con haber sido bueno, ni rezado, ni no haber tenido ningún mal pensamiento, que en el cielo se ha vivido  por encima de las posibilidades, y que aquello va a cambiar sí o sí.


El vecino del mundo se ha despertado con la piel perlada de sudor, y con la gran tristeza de que, quizás, no se pueda ni confiar en el más allá para ser felices. Lo que es peor, a medida que han pasado las horas, se ha ido planteando de que si fuera verdad su sueño, de dónde vendrían los que ahora tenían la concesión del cielo, que a lo mejor no eran Dioses menores, como se rumoreaba, porque si eran dirigentes venidos de nuestro mundo, como parecía probable, estábamos, más que perdidos, aniquilados.

*FOTO: DE LA RED

domingo, 17 de mayo de 2015

LA REAL SOCIEDAD, EN LOS ALEDAÑOS DEL CIELO


El que ésto escribe se suele caracterizar, cree él, por sus opiniones y comentarios más bien ponderados. Por eso normalmente utiliza lo que llama " los diez minutos de seguridad", que consisten en realidad en esperar a que cese el cabreo que le domina, y a ver las cosas un poco más fríamente.

Sin embargo, aviso, hoy el vecino está en pleno, pleno, cabreo y no quiere que se le enfríe ni la boca, ni las manos para escribir, ni la opinión.

Este vecino, las veces que ha venido al caso, siempre se ha declarado seguidor de los colores txuri urdin, lo cual, por otra parte no le convierte en ciego con la trayectoria y el proceder de los jugadores. Y por eso hoy ya ha rebasado el límite, la gota no del vaso, sino de la inundación.

Dirán, los plumillas y “entendidos” de siempre, que la Real Sociedad hoy no se jugaba nada contra el Granada, pero el hecho es que hoy precisamente le podía haber hecho un gran favor al Eíbar, al intentar parar al equipo andaluz  en su escalada de supervivencia en la primera división.

Este vecino, por supuesto, y vaya por delante, que no tiene nada en contra ni del equipo granadino, ni de los granadinos en general. Lo que quería es ayudar al Eibar, y facilitarle su salvación.

Este vecino del mundo no es de Eibar, sino de Elgóibar, a apenas 6 kilómetros del anterior, y con el que siempre se ha mantenido una eterna rivalidad vecinal. Pero como en los sitios bien avenidos, los de un pueblo se pueden meter con los del otro, y viceversa, pero que no venga un tercero y se meta con ellos, porque la cosa se puede liar.
¡Y la cosa se ha liado! Este vecino estaba convencido que la Real Sociedad iba a frenar la escalada del Granada, pero se ha equivocado. Han perdido, hemos perdido, un 0-3 apabullante. 

Bien pensado ha sido una memez creer que un equipo que es "el rey de las excusas" iba a plantar cara por un equipo, muy chiquitito, muy chiquitito, pero vecino al fin. Si la Real Sociedad normalmente no lucha por ellos mismos, es de ilusos, luchar por un tercero aunque sea de aquí al lado.

Este blogger siempre ha estado convencido de que los mismos jugadores, y los que rodean al equipo, se pasan más tiempo perfilando las excusas para el día después del partido que en preparar tácticas.
Y la cosa no es de ahora solo, sino que por supuesto de años atrás. En el equipo txuri urdin han vivido mejor que bien jugadores que en otros equipos de primera división no hubieran tenido cabida, pero por aquello de ser de la cantera, por ejemplo, eran intocables.

No vale dar la campanada ganando a equipos grandes (Barcelona, Real Madrid…) , hay que batirse el cobre siempre. Y luego los periodistas tampoco ayudan, porque prefieren llevarse bien con ellos y tenerlos en sus programas, que decir la verdad. Este año, por ejemplo, otro más, los jugadores se han tocado los pies vilmente. Lo triste es pensar que si esto pasa todos los años, y lo permitimos, signifique que, en el fondo, es el equipo que nos merecemos.

La verdad es que fijándonos en el devenir de las obras en la ciudad y del comportamiento de los partidos políticos en el ayuntamiento, al final será bien ganado eso de que es el equipo que nos merecemos.

En comparación con los “vecinos”, los bilbaínos, las obras entre una y otra ciudad no tienen color ni en envergadura, ni en rapidez en la ejecución, y no es solo que las altas instancias de los partidos políticos, por uno u otro motivo, ayuden más a los del Botxo, que también, sino que nosotros mismos no nos hacemos valer y nos pasamos los días discutiendo si son “galgos o podencos”, cuando está claro que lo importante es que son perros y ayudan a cazar.

Cada vez que hay un problema, creamos  una comisión a favor y otra en contra, y no los meses, sino que los años pasan y pasan. Con el añadido de que si hoy estás en la oposición dices una cosa, y si estás al mando, otra muy distinta.


Y al final de temporada, estaremos contentos con nuestro jugadores, porque quieren los colores txuri urdin. ¿Cómo no los van a querer si viven como el altísimo? Alguno contestará que en otros equipos podrían ganar más, eso es seguro, pero también estarían sometidos a mayor presión, y

*ILUSTRACIÓN: DE LA RED