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miércoles, 11 de marzo de 2015

ESE LARGO BAILE DE MÁSCARAS



Uno no es supersticioso porque trae mala suerte (broma), pero sí suele hacer una especie de rituales, difíciles de definir, cuando las musas parece que se han ido en un viaje del IMSERSO, porque, digamos, que mayores tienen que ser un rato. Y llevo puesta la camisa de pensar, esa camisa que siempre que me la he puesto han salido posts, o artículos, potables, pero como se decía antes: ¡Hoy no hay tu tía! Y es que cada día está más difícil eso de hablar de algo no reiterativo en esta España (no nuestra, sino de los bancos) que se repite más que el ajo, y en eso tengo que dar la razón a Victoria Beckham. 


Con las elecciones, ahora en Andalucía, pero dentro de un tiempo en toda España, cada partido ha sacado su chiringuito electoral a la calle y se están adueñando de calles, plazas, mercados y cualquier sitio en el que se pueda hacer demostración de su producto, al más puro estilo de “Avon llama”. Y con un poco de imaginación se pueden oír frases como:  Si utilizas nuestro programa electoral como ha sido diseñado por nuestros profesionales, se te quedará una piel limpia y tersa.


Y el que no está en época electoral, está promocionando un libro sobre sus memorias. Como es el caso del Señor Bono, que ya va por el segundo volumen, éste titulado “Diario de un ministro”. Además el negocio es perfecto: Toda una vida, o casi toda, en teoría a nuestro servicio, y cobrando por ello. Y ahora, si quieres saber lo que le ocurrió mientras trabajaba para nosotros…, pues eso a pasar por caja.


Se imaginan ustedes que pagan todos los estudios de sus hijos y cuando llegan las notas de los chavales, éstos te piden que si las quieres ver que recuerdes que “necesitan” una bici, o unas vacaciones con su nueva novia… Pues poco más o menos eso es lo que este vecino opina de las memorias, de todo aquel que se ha dedicado al “interés de una nación”. Con el agravante además de que se pudiera merecer más de un tirón de orejas, si lo confesado ahora, pudiera haber llevado a alguno en su momento a dimitir, por ejemplo, o ante un tribunal.


Este vecino del mundo desde hace tiempo lleva incorporado el chip “todo-es-posible-en-este-mundo-de-lobos”. Y ya no se rasga las vestiduras ni por nadie ni por nada, pero lo que ha trascendido, en el citado libro, de una conversación mantenida en su momento por el Señor Zapatero, entonces Presidente del Gobierno, y el ahora presidente de la Generalitat, Artur Mas, quien dijo al primero: "Tú ve poniendo más dinero, que yo iré quitando lo de nación”, más que fuerte puede actuar como una enorme lavativa y “desatascar” lo que se ha venido en llamar “el problema catalán”, cuando en realidad no son ellos precisamente los que tienen el problema, si lo es, sino el resto de España.



¡Vamos! Hoy más que nunca se puede denominar la vida como un largo baile de máscaras, en el que la mayoría no se quita la suya, ni para echar el cigarrito de después; ustedes ya me entienden…


*FOTO: DE LA RED

martes, 23 de septiembre de 2014

EL OTOÑO Y LA PARRALA

Atrás han quedado las estampas veraniegas, el chiringuito en el que te clavaban cada día pero volvías al día siguiente, los pueblos en fiestas por Sanporquesí. Nosotros, que somos guiados en cada momento por los usos y costumbres impuestos, sabemos que esta noche acababa oficialmente el verano, y nos hemos acostado con cara de verano y levantado con cruz de otoño.
A este vecino personalmente le gusta el otoño y su escenificación, esos colores rojizos y azul verdosos. Los paseos cerca del mar y con banda sonora de olas rompientes. Esas cazadoras con el cuello levantado para evitar catarros. Porque no sé si os habréis fijado, pero el catarro siempre viene a destiempo, para esa cena que tenías con los que fueron tus amigos del trabajo, y que siguen siendo amigos, pero del trabajo nunca más se supo; para esos planes que habías hecho de ir al monte, a recordar escenas juveniles, pero que en realidad ya no te ves subiendo cuestas, porque bastante tienes con la de la vida.
Sin embargo, como decía, para la mayoría de la gente el otoño es una cruz. Y es que  para el imaginario social el otoño ya es la vejez, el final de nuestras vidas, con esas hojas que caen al suelo, como las hojas del calendario vital. Y quizás en sí mismo es una metáfora de la vida, porque por motivos de juventud y de falta de experiencia, a la vida nos “tiramos” sin mirar el fondo, como esas escenas juveniles en los ríos de montaña, en los que no tienes en cuenta esa roca oculta que puede estar en el fondo. Y a medida que nos vamos haciendo mayores, sabemos que las corrientes del viento de la vida son traicioneras, y que una cazadora con el cuello abierto siempre viene bien.
Otoño, ya lo es desde hace días en “El Corte Inglés”, el rey ha muerto, ¡Viva el Rey! En realidad, esos anuncios de siempre, tan cuidados, de fotografía tan perfecta, son un auténtico despropósito porque no tienen nada que ver con el común de los mortales y en lugar de ser un acicate (como supongo que es la verdadera intención de los anuncios en cuestión) para mejorar, son una especie de utopía, de lo que nunca vas a ser.  Porque tus diferencias con la modelo, o el modelo en cuestión, no es problema de dinero y gusto, sino simple y llanamente mera cuestión de genética. Ni eres así, ni nunca vas a serlo. Pero en el fondo, piénsalo, es mucho mejor. Ni tienes que estar a la última, ni siempre sonriendo. Porque seguro que nunca os lo habéis preguntado pero…¿de qué se ríe una/un modelo mientras desfila? ¿De lo bien que le parió su madre? ¿Está encantado/a de haberse conocido? ¿Se ríe de los que miran porque nunca serán iguales por mucho que compren o se maquillen?
Sin embargo para este vecino, y volvemos al otoño, estos días le gustan porque es una vuelta al hogar, a la familia. Parece que ya has dejado de “pingonear” ante la cada vez más evidente ausencia de luz, y es como una vuelta a tus orígenes.
El otoño, con esa melancolía atávica, es la cara B del LP de nuestra vida. Esas canciones, vivencias, relaciones, que realmente son para nosotros. No son comerciales, pero son el sustento de nuestra vida, el esqueleto de nuestro todo.
Quizás, y bien visto, el otoño es como esa figura del cancionero español, "La Parrala", el otoño sí, el otoño no, pero nunca indiferente.

*FOTO: DE LA RED

domingo, 10 de agosto de 2014

¡Y YA VAN CUATRO!

Este vecino hoy ha querido salir a la calle, día de puertas abiertas, para brindar con todos vosotros, por el cuarto aniversario.
Los años anteriores, tal día como hoy, este vecino del mundo, solía mirarse al ombligo, cuando en realidad debería haberse mirado las tripas, con las que habitualmente escribe, para recordar el por qué y cómo se comenzó este blog.
Tras cuatro años en “la selva” de internet (porque sinceramente a este vecino le parece más una selva que otra cosa, en la que el grande se come al chico, como en la vida misma), este blogger/vecino estima que esta ventana abierta al mundo y al interior de cada uno está suficientemente consolidada como para volver la vista atrás.
Y como hay que mirar, siempre, para adelante y salir a la calle, este vecino ha sacado su chiringuito, nada más y nada menos, que al centro mismo de Torrevieja, ciudad en la que se encuentra estos días, para brindar con todos sus lectores, y a la vez sufridores, por tanto, de todas sus ideas, sinsabores, argumentos acertados o no tanto.
La vida hay que celebrarla, porque fuera de ella presumiblemente no hay nada,  y aunque más de uno, y de dos, se empeñen en aguarnos “la fiesta de la vida”, intentando quedarse con lo suyo,  y con lo nuestro, es mejor seguir mirando hacia adelante, más que nada porque es donde se encuentra el futuro, y siendo un poco pesimistas e incluso precavidos, es por donde van a venir los problemas, pero también el amor o nuevas amistades y nuevas razones para seguir viviendo.
Por eso, este vecino hoy se ha liado la manta a la cabeza, y ha roto la caja de cristal en la que se encontraba su último billete de 200 euros, no hay para más, e invita a los primeros “vecinos de su blog” a compartir un trago, para la mayoría será virtual, pero ya estamos acostumbrados.
Mientras me  doy un poco de crema en la cabeza, y "masajeo" de la misma manera a las ideas para que nunca se atrofien, os voy esperando, aprovechando la maravillosa luz torrevejense (que a muchos, ya lo sé, os ha gustado esa palabra, torrevejense, a modo  de trabalenguas).
Por cierto, no os había dicho todavía el lugar donde os espero, ¡Qué descuido! Es un sitio muy conocido, no solo en Torrevieja, sino en la mayoría del mundo… Os espero, en el lugar que os tengo, en mi corazón…

¡Feliz aniversario!

*FOTO: F.E.PEREZ RUIZ-POVEDA

miércoles, 16 de abril de 2014

TONTOS DEL BOTE

Hoy se juega uno de esos partidos denominados “partidos del siglo, de este mes”, y para contentar a todos, diríamos eso de “que Dios reparta suerte”. Sin embargo, este vecino lleva unas veinticuatro horas, reconociendo minuto a minuto la “estulticia” de que hacemos gala. “Tontos” porque de un día para otro sacamos palabras nuevas, naturalmente en inglés, como si las utilizáramos de toda la vida, y optamos por rechazar las respectivas palabras en castellano.
A alguien se le ocurrió ayer denominar a la zona de esparcimiento creada en Valencia para los aficionados de cada  uno de los equipos finalistas de la Copa del Rey como Fan Zone, y desde ese momento, y al grito de “maricón-el-último” todos los medios de comunicación están repitiendo las mismas palabras, porque parece que “estar a la última” es ésto.
Este vecino no niega que en países anglófonos se refieran a ese lugar con esas palabras, pero con un idioma tan rico como el castellano, es de juzgado de guardia utilizar ese término.
Si tenemos una palabra sugerente, pizpireta y más española que una paella es “chiringuito”, que, además,  por el prolijo uso que se le ha dado, puede emplearse en diferentes acepciones, y el “chiringuito para los hinchas” no deja de ser molón y hasta un poquito “cheli”, pero ahora se lleva lo extranjero como indicativo de moderno. Y si nos dicen “país pobre” nos ponemos, por decirlo en fino, de mal café o incluso de “bad milk”, pero si nos dicen “poor country” parece que nos venimos arriba, cuando seguimos siendo igual de pobres, y además hemos hecho el ridículo, sin enterarnos, lo que es más ridículo todavía.
Si queremos que nos respeten en Europa, y en cualquier lugar, primero tenemos que respetarnos nosotros mismos, y utilizando cualquier palabra que suene a foránea, no vamos por el buen camino, porque si los extranjeros aprendieron a respetar nuestra “siesta”, o nuestra “fiesta”, que respeten también al “chiringuito” o a cualquier palabra que nos apetezca usar, porque de lo contrario nos tomarán por “tontos” pero no un tonto cualquiera sino al “tonto del bote” que eso sí es español, y además no tiene traducción. ¡Que se jodan!



lunes, 5 de agosto de 2013

FAUNA VERANIEGA

Ya nos recordó el genial y habitualmente cabreado Fernan Gómez que las bicicletas son para el verano. Pero otras muchas cosas son para el verano también.
Cuando uno toma sus vacaciones en Agosto, es como si se sintiera uno de los protagonistas de “Atrapado en el tiempo”, película también conocida como “El día de la marmota”, y le ocurrieran continuamente escenas ya vividas, o frecuentes déjà vu, como diría el “enterao” de turno.
Decir Agosto es decir: operación salida, operación retorno, el famoso concurso de El cante de las minas, Celedón, Marijaia, y las Semanas Grandes, de muchas ciudades; sin olvidar a las famosas Lágrimas de San Lorenzo.
Este vecino siempre ha pensado que el oficio de periodista es como el de médico, que está abierto las 24 horas del día. Por lo demás, salvo los imprevistos, si se tiene una carpeta a modo de archivo de cada mes, hay noticias que se repiten todos los años, y ser periodista en Agosto, es un poco más fácil, y sino que se lo pregunten a los propietarios de emisoras de radio, que en estas fechas están plagadas de becarios, y siguen funcionando igual. Y es que los becarios también son para el verano. 
Más de uno se preguntará la diferencia entre “turista” y “veraneante”, y para este vecino del mundo, la diferencia es clara, turista es aquel que aprovechando unos días de vacaciones, este año va a un lugar y el siguiente a otro. Aunque pueda repetir estancia, no es lo habitual. Sin embargo el veraneante, termino cada vez más en desuso, es, por decirlo de alguna manera, aquel que vuelve al mismo lugar, y no precisamente en Navidad, sino cada vez que tiene vacaciones, normalmente largas temporadas, aunque en la vida actual cada vez son menores.
Antes de terminar por hoy, este vecino, va a hacer una corta lista de personajes sin los que el verano no sería lo mismo, y normalmente no los relacionamos con las vacaciones estrictamente:
-Todos aquellos que en contraposición a la figura del vampiro, en cuanto ven la primera luz del día, se pertrechan de todo lo pertrechable y desmontable, y se posicionan en primera linea de playa, sin mirar siquiera, si ese día va a llover o no. Y es que en el chip que nos incrustan al nacer, en el verano no llueve, y hay que tomar el sol porque sino, seremos diferentes, y eso no se puede permitir.
-El ingeniero en levantar músculos, también denominado “culturista”. Ya que ¿qué es una playa sin un culturista aficionado?, y que con cara de pasar desapercibido, intenta su segundo de gloria ante tus ojos. Siempre van acompañados de su pareja, aunque lo curioso del caso es que nunca, nunca, van a la par. El culturista en cuestión siempre va delante o atrás, con lo cual a la otra persona le está convirtiendo en estrella, ya que ellos parecen sus guardaespaldas.
-El trabajador de chiringuito, con color de esclavo, sonrisa jovial, y ademanes de camionero, en realidad se cree un donjuán, y solo es utilizado por la turista de turno para que le sirva más rápido.
-Y, en general, “la fauna”, dicho con todo el cariño y admiración, de que se compone todo mercadillo que se precie. 
Uno siempre se pregunta que cuando se termina ese mundo, normalmente al mediodía, dónde están esas personas, y si siguen gritando el resto del día, esta vez a sus allegados, incluso para pedir la sal durante la comida.
¿Vestirán, cuando van de “paisano”, las mismas ropas? ¿Comprarían su propia casa también en un mercadillo? ¿Existen estudios que te preparen para trabajar en ese medio?
El verano, y las vacaciones estivales, son un mundo, y en muchos momentos seguro que el sol no lo alumbra todo.

*FOTO: DE LA RED