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sábado, 16 de noviembre de 2019

UN BESO Y ... UNA CANCIÓN


Si por algo se va a recordar esta semana, sí, seas de izquierdas o derechas, aunque radicalmente por diferentes motivos, será por el beso que se dieron Pedro Sánchez y Pablo Iglesias escenificando en público el acuerdo al que llegaron tras las, esperemos que por bastante tiempo, últimas elecciones.


Como todo fue tan rápido, daba la impresión de que nos habíamos perdido la boda, y llegábamos en el momento aquel de “y comieron perdices y a nosotros nos dieron con el plato en las narices”.  

Todavía tardarán mucho tiempo en recuperarse, y si lo hacen, todos aquellos que se hacían los estrechos y ponían peros y problemas a todo lo que sea un acuerdo de izquierdas.

Naturalmente, uno que no es pesimista, sino realista de tantas cicatrices en la piel y en el corazón, sabe que todavía no se ha conseguido nada y que la salida de este túnel va a ser lenta, si es que se consigue, porque ni ayudan los políticos, ni la prensa, ni los empresarios, ni todo aquel que tenga intereses en otras miras. Como me dijo una vez La Rosa, mi vecina, de más de ochenta años: nadie dijo que el sexo fuera fácil....

En otro orden de cosas,y teniendo en cuenta todo lo que le ha pasado este año a este vecino del mundo, y que como diría aquel, al final no hablamos de dinero pero literalmente me ha costado un ojo de la cara, me ha hecho plantearme muchísimas cosas. Y en estas últimas veinticuatro horas, he encontrado a través de YouTube, y primero en la versión de unos niños de La voz-Kids, que como se suele decir, sin reprimir nuestros instintos un pelín caníbales, por aquello de “están para comérselos”, una canción de Pablo López, “El mejor momento”, en realidad una especie de himno compuesto para la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC). Y que si has pasado cuando menos un tiempo complicado, sirve de bálsamo para calmar heridas y mirar hacia adelante, en mi caso, con una sonrisa, y ya me entenderéis, en mi mirada. 

...Es el momento de salir y respirar,
es el momento de cantarle a todo lo que ves,
es el momento de saltar para caer de pie.
Rompe con la puerta y grita fuerte, que se entere el mundo,
este es el mejor momento...


Debe de ser verdad eso de que la música amansa a las fieras, aunque vengan disfrazadas de tristes pensamientos.


*FOTO Y VÍDEO: DE LA RED

miércoles, 28 de octubre de 2015

EL DÍA DE PENSAR MAL


Hoy llevo todo el día con la sensación de “piensa mal y acertarás”.

Leo en algún periódico que ayer, para buscar, a primera hora de la mañana, en las pertenencias de los Pujol, se utilizaron doscientos policías. Ni en las mejores superproducciones de Hollywood se ha visto tanto movimiento de polis. Y más teniendo en cuenta que después de tanto tiempo ya no se espera encontrar más que el eco de lo que pudo haber, si alguna vez hubo. Quizás, además, habrá más de uno que pensará, que ya que no se pueden hacer nuevas inauguraciones por la cercanía de los próximos comicios, "movimientos" similares siempre pueden ser publicidad, buena o mala dá lo mismo, para un Gobierno a falta de buena prensa.

Este vecino del mundo ignora técnicas y tácticas policiales, pero doscientos policías juntos se le antojan más problemáticos que otra cosa. Doscientos policías con dos cientos pares de guantes, porque de lo contrario pueden aparecer todo tipo de huellas, hasta de dinosaurios; incluso "los malos", si los hubiera, se pueden deslizar entre doscientos hombres.

Más tarde me he enterado de que esos hombres eran para catorce registros diferentes, lo que representa más de un equipo de fútbol  por cada registro, o lo que viene a ser que para el operativo de los Pujol, casi se ha montado una liga por un día.

Semejante exageración, al menos a mi entender, me ha retrotraído a hace unos treinta años, cuando un compañero de estudios nos anunció que habían inaugurado una discoteca en el pueblo, que era lo último de lo último en tecnología, y con respecto a la iluminación, sabía de buena tinta que se habían usado más de doscientas mil bombillas. Al final, y para nuestra salud mental, llegamos a la conclusión de que doscientas mil debían de ser muchas bombillas, tantas que incluso veíamos como inviable que quedara sitio para sentarse en el citado recinto, por miedo a hacerlo encima de alguna de las bombillas.

También me he enterado, y sigo afianzándome en el “piensa mal y acertarás”, junto con la noticia de los doscientos policías, que ahora se ha sabido que según la Organización Mundial de la Salud (O.M.S.) que la carne procesada (salchichas, hamburguesas, chorizo) puede originar cáncer, especialmente el de colón.

Todo aquel que esté ya entradito en años recordará los diferentes cambios que ha habido en lo que se supone son buenos hábitos de comida. Antes era bueno el pescado azul, después el blanco. También fue muy bueno el aceite de girasol, luego el aceite de oliva, y la dieta mediterránea.

Más de una vez este vecino del mundo ha pensado, que todo ésto puede ser una manera de hacernos cambiar de hábitos según convenga en cada momento, por carencia o exceso de producto en un momento determinado. 

Y ahora, ya sé que este vecino sigue pensando mal, y le gustaría, de verdad, no acertar , pero ahora en que los consumos, y por razones obvias han bajado, y el que más y el que menos, utiliza más que marcas blancas, marcas sin pedigrí, ahora en cierta manera vendría bien que comamos comida más cara, porque todo lo que están diciendo que produce cáncer son alimentos, ¡qué curioso!, más baratos.

De todas maneras, a aquel que se extrañe de que haya hablado de dos temas tan dispares como los Pujol, y comida cancerígena, decirle que de dispares no tanto, porque ambos temas pueden tener un nexo de unión muy claro: el chorizo, que en un caso puede producir cáncer, y en el otro, presuntamente, un agujero, y no precisamente en el estómago. Aunque a más de uno, también le haya podido entrar un cólico.


Lo dicho, piensa mal y acertarás.

*FOTO: DE LA RED