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sábado, 13 de octubre de 2018

ELLOS MISMOS



Con la cantidad de medicamentos que ingiere mi ojo izquierdo, hasta cuatro diferentes y han llegado a ser cinco, en lucha con una ameba despiadada, cualquier día voy a tener como mínimo una especie de borrachera de imágenes, y quizás me ocurra como a Pedro Sánchez y Señora, que han estado bordeando, en el besamanos real del 12 de Octubre, el darse las manos y saludarse ellos mismos.

Estos días también ha tenido lugar una imagen muy similar pero mucho más sugerente, esta vez en el Museo de cera, de Madrid,  y con la eterna  Reina de Corazones, Isabel Preysler, y su pareja actual, Mario Vargas Llosa, que en todo un alarde de imaginación y algo de poesía romántica, La Preysler de hoy ha tenido un aparte con la Preysler de ayer. Lo curioso del caso, al menos para este vecino del mundo, es que hace unos meses le toman las medidas a la Señora Preysler, y le hacen una réplica, pero ya con los liftings y cambios incluidos, en una especie de “Barbie Filipi-glamurosa”.

Este vecino, respecto al caso de la Señora Preysler y su doble, o en este caso, “mitad”, tiene varias dudas: ¿El Museo de Cera quería hacer una réplica de la joven Isabel, o de la Isabel de ahora, y se les ha ido la mano? Y lo que es mucho más importante ¿Acabará la Isabel verdadera dentro del Museo y utilizarán la “nueva moza” para fiestas y posados varios? ¿Nos seguirán diciendo eso de que la belleza está en el interior, o eso solo quedará para el cuento Disney?

De todas maneas, desde un punto de vista de defensor de la cultura, que obviamente nunca me corresponderá, como también existe una versión en cera de Mario Vargas Llosa, de hace unos cuantos años, que además se exhibe en otra de las salas del mismo museo, este vecino destinarla al muñeco Mario a ser el acompañante silencioso y sonrisa fácil, mientras el de carne y hueso debería de dedicarse a lo que es realmente bueno: escribir. Pero ya se sabe eso de que el hombre dispone, y... la Preysler dispone

*FOTO: DE LA RED

viernes, 10 de agosto de 2018

PÍLDORA PARA LA RESACA, ¿BUENA IDEA?


Leo en “El País” un artículo en el que se habla de que si todo va bien es posible que en un año se empiece a probar en personas una píldora que nos librará de la resaca.

Vaya por delante que ya La Nuri, mi sufrida, me llama malpensado, pesimista, y que siempre veo la parte negativa de todo, pero … ¿es necesario conseguir esa píldora?

Soy de la opinión de que todo debe de tener sus dos lados, y que si nos pasamos en algo, deberíamos de pagar las consecuencias. No existe el yin sin el yang, ni lo bueno sin lo malo. Y si agarras una buena bimba, borrachera, castaña, cogorza, cuelgue, curda, chispa, ebriedad, embriaguez, intoxicación etílica, juma, jumera, mamada, manta, melopea, merluza, mierda, mona, moña, llorona, papalina, pea, pedal, pedo, pítima,  tablón, tajada, tea, toña, tranca, trompa, turca, zamacuco, y algún sinónimo más que seguro se me ha escapado, lo justo es que te lo pases mal, por aquello mismo, ya lo dice la mismísima Dirección General de Tráfico, de que las imprudencias se pagan, y que de lo malo se aprende, aunque más de una vez sea tarde.

Si se consigue está píldora, ya me veo, y sino al tiempo, recuerdo que me llaman malpensado, al típico listillo o listilla, que de todo hay, y nunca mejor dicho, en la viña del señor, que antes de empezar su periplo de bares, o de bancos de parque, si practica el botellón, se endilgue, una, o me temo que unas cuantas píldoras, por aquello del “porsiacaso”. Y entonces, que no sufra de resaca, podría inducirle a pensar, que el alcohol en exceso, y de eso precisamente estamos hablando, no daña tanto como se decía.

Se empieza logrando una píldora para la resaca, y quizás logremos a su vez la figura del “borracho viviente”, más cerca del zombi que del ser humano, y se acabe, quizás puede ser lo próximo, inventando un pequeño paracaídas para los que practican el “balconing”. Al final no van a dejar ni que la "selección natural" actúe.

Ya lo decía el título de aquella vieja película “el mundo está loco, loco, loco”.

*FOTO: DE LA RED







¡

viernes, 30 de diciembre de 2016

AQUELLA NOCHE QUE NO TE DEJARÁN OLVIDAR...


Es como si los últimos días del año, desde el punto de vista de “relaciones públicas” se nos amontonara el trabajo. ¡Es agotador! Porque la mayoría de las veces, a no ser que la otra persona sea muy íntima, y hayas quedado para la mismísima Nochevieja, para el resto de amigos y conocidos varios, cuando faltan tres o cuatro días, ya te vas despidiendo de ellos de manera cuidadosa, con abrazos y besos incluidos, por aquello de si no les vuelves a ver en lo que queda de año, eso sí, bajo la apariencia de que es para siempre jamás. Y se han dado casos, sobre todo si ella es guapa, tirando a rompedora, que uno tiende a intentar volver a verla, para despedirse efusivamente otra vez, y volver a abrazarla y, naturalmente, besarla, por si se hace verdad aquello de que “el roce hace el cariño”.

Este vecino del mundo está convencido de que en estas últimas madrugadas, las calles de nuestras ciudades están llenas de gente buscándose unos a otros, con el secreto deseo de orgías llenas de abrazos, besos y… lo que surja.

 Y eso, antes de terminar cualquier año, incluso éste, con lo mal, en general, que se ha comportado, porque el día después y sucesivos, sin fecha de caducidad, incluso hasta casi el fin del próximo, si optas por salir a la calle tras la opípara, se supone, cena y te tomas unos cuantos tragos hasta alcanzar el grado de trompa, borrachera, merluza, o cualquiera de los estados que indican que estás empapado en alcohol, tú no habrás visto a nadie, pero llegarás a la conclusión, al cabo del tiempo, de que no solo los allegados te vieron en un estado lamentable del que solo se salvaba tu amplísima sonrisa y tus ojos que parecían mirar a la lejanía. Pero, visto lo visto, tus ojos no debían de detectar nada, porque al parecer, y por la mucha gente que te vio esa noche, debiste de poner el cartel de “no hay billetes” en el teatro más grande de tu ciudad, aunque tu actuación, por lo que se desprende, debió de ser lamentable. Y te reafirmas, íntimamente, en lo mucho que a la gente le gusta el morbo, incluso a ti, pero que desgraciadamente esa vez, como si te hubieran sacado cuernos, has sido el último en enterarse…

Ya para terminar por hoy, por si no nos vemos, o no os puedo ver, hasta el año que viene…

¡Muchas felicidades, y Feliz Año Nuevo!
 
*FOTO: DE LA RED
*TEXTO EN FOTO: F.E. PÉREZ RUIZ-POVEDA