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viernes, 16 de agosto de 2013

UNA COARTADA DE CUATRO PATAS

Nunca ha entendido este vecino del mundo el por qué la compañía de ciertos animales, de los perros concrétamente, facilita la relación de las personas.
Personalmente soy, aunque muchas personas no se lo crean al conocerme, un gran tímido, y siempre me ha costado, no relacionarme con la gente, pero sí ese primer contacto. Recuerdo aquellos días de la juventud, en la que forzado por los amigos, ya que si no me quedaba más solo que la una, ir a una discoteca de aquellas en las que media hora sonaba música al suelto, como la llamábamos nosotros, y otra media, música al “agarrao”. Para el primer tipo de música porque todos practicábamos la modalidad “haga usted lo que pueda”, no había ningún problema, porque con mover un poco el cuerpo y la cabeza al ritmo, y poner cara de estar transportado por la melodia, ya valía. Sin embargo, el problema venía al pedir baile y que te dijeran que sí. Tenía preparadas dos frases: ¿Cómo te llamas?, y el famoso ¿Estudias o trabajas? A partir de ese momento, la pista se agrandaba y yo, al encogerme, me quedaba prácticamente colgando de la joven en cuestión. La música, para mi paralizada mente, bajaba de volumen y me parecía oirla distorsionada y con eco. Un verdadero sufrimiento.
Ahora, en cambio, un perro, cuanto más delicado y juguetón, facilita mucho el trato, y este vecino no se está refiriendo a la cuestión de “ligoteo”, porque hace años que dejó de estar en el mercado. Se supone que a un poseedor de perro, le adornan características como: amante de los animales, cariñoso, delicado, e incluso, pudiéramos añadir, “desinteresado”.
Vaya por delante que este vecino siempre se refiere a perros pequeños, no a esos animales que por su tamaño y apariencia, parece que son ellos los que sacan a pasear a sus amos.
Habrá muchos de mis lectores que apoyarán la tesis de que eso es una utilización fraudulenta de un ser. Y este vecino está totalmente de acuerdo en esa teoría, pero quién aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, no ha utilizado todo tipo de artimañas.
En esta vida moderna, que no por serlo tiene que ser ni mejor ni peor que las anteriores, proliferan las denominadas “fundaciones”. Quien más o quien menos de los famosos (futbolistas, tenistas, cantantes de ópera...) tienen su fundación, y este tipo de organizaciones siempre son beneficiosas y altruistas, pero al fundador siempre le producen una serie de desgrabaciones que también le benefician, a parte de que su imagen sale fortalecida.
A este vecino del mundo, las finanzas hace tiempo que le dejaron de preocupar, y no es que esté forrado, sino que al no tener una importante cantidad de dinero, no tienes por qué preocuparte en realidad, y sin embargo siempre viene bien, aunque uno no conozca ni el Pisuerga, ni Valladolid, que sea bien considerado, si solo es cuestión de tener una mascota, ya que, y lo confieso sin ningún tipo de sonrojo, la hubiera tenido de todas las maneras, ya que nunca le he tenido que preguntar si estudia o trabaja.

*FOTO: F.E. PEREZ RUIZ-POVEDA