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viernes, 18 de diciembre de 2015

LOS VASCOS NO LLORAN (GALA 15, GRAN HERMANO 16)


Nunca pensé que podría empezar un post sobre Gran Hermano diciendo “Los designios de Dios son inescrutables”, pero eso es lo que me viene a la mente con la salvedad, naturalmente, de que hay que cambiar “Dios” por “los jefes del programa”. Y es que uno se pregunta por qué en una de las semanas se fueron dos concursantes, y ahora están prolongando  la evacuación a ritmos más que reumáticos.


Quizás, y llegados a este punto, convendría preguntarse  qué se premia en este concurso, y así obtendremos la respuesta a ¿Quién debería de ganar esta edición?


Si la empresa, porque en el fondo se trata de eso, quiere alargar la sombra de la edición a alguien que luego sirva para salir en sus programas, ya se sabe, joven, atolondrado/a, de muy buen ver, y que dé juego a la parrilla de Telecinco, entonces está claro que debe de ganar Sofía, y su madre, porque no olvidemos que “ésto” es un pack más indisoluble que Ramón y Cajal. Sin olvidar, además, el hecho de que si la de Pamplona se lleva el maletín, irá integro a su madre, dicho por ella misma dentro de la casa, y que este vecino del mundo lo oyó en directo en el “24 horas” y que no se ha vuelto a reproducir por la cadena.


En cambio, si lo que realmente queremos es repartir justicia, la persona que indiscutiblemente debe de ganar este año es Aritz, y en lo ya dicho en esta frase está la razón del por qué. Precisamente, por comportarse como “persona” y no como “concursante”. Por mostrarnos su moneda, en lugar de esa famosa llave, su cara “A” y su cara “B”, que todos tenemos, y que siempre, siempre, se ha comportado como le pedía su cuerpo en cada momento. Ha pensado siempre en lugar de con el cerebro, con sus tripas, aunque algún gracioso dirá que en más de una ocasión ha pensado con sus genitales, pero el que esté libre de pecado que tire la primera piedra.


Sea cual sea el resultado final, esta edición será la de Aritz, y naturalmente la de Han, que se fue ayer, y que es muy importante en el desarrollo de todo el concurso. Y es que el chino granadino sacó lo mejor y lo peor del vasco. Y llegados a este punto, ayer y durante la entrevista de Mercedes Milá se  echó en falta, al menos este vecino del mundo echó en falta, una gran reprimenda, como al menos antes las solía hacer la Milá de perfil alto, con respecto a no blindar la intimidad de la pareja. 


A la Señora Milá, una edición sí y otra también, se le ha llenado la boca  de recriminar al componente “masculino”  de una pareja que en un momento dado se ha podido formar en la casa, cada vez que se ha ido de la lengua desvelando intimidades “camatorias”, más que amatorias, a los demás concursantes. Y ayer, Doña Mercedes Milá, fue incapaz de hacérselo notar al Señor Han. ¿Una pareja formada por dos señores no debe de funcionar igual que una pareja de las de toda la vida?


En este caso, precisamente, los “deslices vocales” del Señor Han han jugado muy a la contra de Aritz, sabiendo ciertas cosas, más los otros concursantes, que nosotros, los espectadores,  por versión del concursante granadino, que constantemente no es que arrimara el ascua a su sardina, sino que el ascua y la sardina siempre eran para él.


Comenzaba este post, diciendo que el concurso ya se ha hecho demasiado lento, porque los que vemos el “24 horas”, durante esta semana hemos asistido a una especie de circo, como el de Niedziela casualmente, pero en el que en la pista siempre estaba Han y Aritz, y ellas lo único que hacían era comentar las jugadas del contrario, porque no olvidemos que aquí no hay amigos, sino contrarios, que no enemigos, aunque algunas veces lo sean.


Ya no hay mucho más que contar porque hay lo que hay, y ahora todo está en el grado que te dejes contaminar, como espectador y posible votante, por los cantos de sirena que vienen de todas partes y en una gran proporción desde la mismísima cadena. Ya que no solo se trata de hablar bien o mal de alguien, sino incluso en el orden de plantear ciertas cosas, o de no mencionar otras, como por ejemplo, y ya dicho, el dinero que puede ir directamente a manos de Maite, y que a muchos defensores de Sofía, en realidad, eso, no les haría gracia. Y que el concurso se ha librado muy mucho de comentar.


Por ejemplo, ayer ante las visitas, otra vez, aunque ahora sea en persona, y antes vía plasma (por cierto, ¿a qué me recuerda eso?), el acorralamiento a Aritz fue más que evidente, entre otras personas por la madre de otra finalista, que aunque haya sido concursante, no nos confundamos, ahora actúa como madre y defensora de un “botín” que puede ir para su casa.  Mientras, en el caso de Sofía precisamente, no pasó de hablar con sus ex-ligues, que el primero, Suso, le pellizcó, un poquito, solo un poquito, en su moral, y el otro, Ricky, ya fue un auténtico elixir de crecimiento de su ego, y todavía deben de estar limpiando las babas de ambos en la sala en la que se reencontraron.


Además, lo más gracioso del caso, fue la razón esgrimida para que aparecieran de nuevo los incansables ex-concursantes, según palabras textuales de Doña Mila, Mercedes, “para disolver los malentendidos”. En mi pueblo al menos, a eso siempre se le ha llamado, y con perdón, “revolver la mierda”.



Como ya este vecino del mundo se está tomando con humor todo tipo de estratagemas que está urdiendo la dirección, para sorprender/manejar el programa, ya solo hace falta, y lo dije ayer en un tweet imposible de reprimir durante el programa, al comprobar la diferencia, y por mucho, del trato recibido por Aritz y los otros tres concursantes, solo faltaba que “casualmente” cambiaran, como lo hacen un día sí y otro también, las reglas del programa y, casualmente, impongan una que diga: “Prohibido los vizcaínos”. Y mientras expulsan a Aritz, la Milá, Doña Mercedes, jure y perjure que ellos contra Aritz no tienen nada, pero que las normas son así, para cumplirlas. 


Ayer, que la presentadora, muy sibilinamente, nos diga cómo alguien se tiene que comportar, o dejar de hacerlo, ante la salida, en este caso de Han, del concurso, más que de manipulación, es de vergüenza ajena. Y no quiso, sin embargo, comentar, otra vez Doña Mercedes, el por qué Aritz no quería/podía mirar a la cámara durante la despedida “con su pareja”; porque sabía, el de Santurtzi, que se iba a romper, y los vascos no lloran.

¿No nos vale ya con que haya dejado el armario hecho unos zorros?

*FOTO: DE LA RED

viernes, 20 de noviembre de 2015

LA NOCHE DE LOS TRES TENORES Y UN TUPPERWARE (GALA 11, GRAN HERMANO 16)


Al terminar la decimoprimera gala todavía olía  a pólvora. Ayer, aunque en realidad hace unas pocas horas, el programa se convirtió en una especie de campo de batalla en el que no se hacían rehenes.

La casa, bajo la excusa de la discusión entre Han y Aritz, o viceversa, se ha mostrado totalmente dividida,  y como alguna de las féminas reconoció tras la gala, pero todavía en directo, según sus cálculos, ya solo les quedan tres semanas dentro. A este vecino del mundo, tras hacer los suyos, los cálculos, les quedan cinco programas. Otra cosa es que alguno de ellos se pudiera realizar en la misma semana. Pero lo importante es comprobar que los ánimos ya están puestos en resistir hasta el final.

La gala de ayer, y para resumir, tuvo su punto fuerte, y como si de una gala lírica se tratara, en los tres tenores, entendiéndose por ello, a Suso, que en contra de muchas opiniones fue el expulsado, Han en su papel, y nunca mejor dicho, más dramático, y un Aritz con su tensión más cerca de la Luna que de Guadalix.

Comenzó la gala con el confinamiento de los tres nominados, Sofía, Suso, y Marina. Esta última fue liberada a las primeras de cambio ya que el morbo, si lo hubiera, estaba entre la navarra y el catalán.

Durante su confinamiento Suso demostró una y otra vez, de cara a la galería naturalmente, su caballerosidad con Sofía. Suso jugó con las cámaras, y con nosotros, naturalmente, hasta el último segundo. No me creí nada del Don Juan de sí mismo y, en cambio, todo lo que dijo Sofía le salió del alma, viendo, según sus propias palabras, lo arrastrado de su comportamiento. Otra cosa es que vaya a cambiar, que este vecino está seguro que no.

Vaya por delante que nunca he querido disfrazar mis simpatías de unos y otros, porque quieras o no vas teniendo filias y fobias.
Han es muy, muy, inteligente,  en una mano, un puñal para Aritz, y en la otra, el pañuelo y lágrimas para todos los demás. 

Desde la última discusión entre Han y Aritz, provocada por unas palabras entre Suso y el vasco, las cartas están sobre la mesa. Tanto Carlos como Suso que estaban a escasos centímetros, y en la que el oriental de Granada, jugó a que echaran al vasco, dieron la razón a Aritz. Otra cosa es que las chicas consuelen a Han por su aparente fragilidad.

Para este vecino del mundo Han comenzó a mostrar, por decirlo de alguna manera, su patita la noche en que Aritz tuvo que ir al confesionario porque le encomendaron observar a sus compañeros en el salón, a través de una galería. Al volver, y tras pasar bastante tiempo en el confesionario, Aritz tenía que justificar ese tiempo de cara a sus compañeros, y dijo que estuvo con el médico. Nadie se paró en pensar sobre eso, pero Han, que está las veinticuatro horas de lleno en el concurso, no se creyó que el médico estuviera a las doce de la noche, eso dijo él, en la casa. Y se lo repitió mil veces, poniendo en compromiso al de Santurce.

Si tú eres pareja, o al menos amigo, y notas algo raro, te callas y lo comentas con él en privado. Sin embargo Han fue a desacreditarlo crudamente. Quedó claro que el chino granadino solo miraba por él, y si el vasco le importaba lo que le importaba, las chicas han sido presas fáciles para una gran mente bajo la apariencia de un corderito herido.
El comportamiento de Han NO es el de una persona enamorada, nunca lo ha sido, en todo caso el de una persona obsesionada y egoísta, muy egoísta.

La llegada al plató de Suso fue un auténtico espectáculo en cuestión de despropósitos con una Raquel intentando ocupar una posición que no ocupa en realidad. Y no se abrazó a Suso, que no parecía recordar a la extremeña, sino prácticamente se colgó de él, para no aparentar estar más sola que la una.

Suso demostrando una vez más, que en realidad es un cobarde. Apenas hizo caso a Mercedes Milá. Rompía el hilo argumental de la entrevista una y otra vez hablando con su madre y contestando a  un público más que provocador, provocado por el concursante.

Suso no soporta las notas discordantes, siempre tiene que ser él quien corte el bacalao, y a su manera, como quedó claro durante la entrevista, en la descripción que hizo de sus maneras en la cama. En todo momento habló de él, de su cuidado con vitaminas y tupperware con comida incluido tras el primer orgasmo. En ningún momento oí ninguna preocupación por la otra parte.

Suso quedó retratado por una Mercedes Milá intentando no reflejar su hartazgo ante una entrevista que no llevaba a nada, al tratarle en su despedida como un niño. Suso fue incapaz de captar el matiz de las palabras de la presentadora.

Suso, para este vecino del mundo, debió de ser expulsado del plató durante su despedida del resto de los concursantes al intentar manipularlos claramente contra Aritz, en favor de un Han que ya había adoptado el papel de damisela al borde del desmayo.

Por cierto, si en algún momento nos quisieron dar una buena imagen de Suso como hijo, al mostrarnoslo leyendo una carta a su madre, en opinión quizás muy cruel para algunos, de este vecino del mundo, esto fue totalmente bochornoso. Era una carta del nivel de  un niño de unos seis años. Ésto le puede llevar, en cierta manera, la contraria a un Suso que siempre se ha metido con los “bibliotecarios”, como él denomina a los que son un poco cultos, y dejó más que a la vista sus carencias.

Tampoco se deberían de admitir discusiones, ni opiniones de los demás,  durante las nominaciones a la cara. Lo de ayer fue bochornoso por parte de la mayoría. A destacar que aunque Marta y Sofía hicieron el paripé de pensárselo mucho, dijeron exactamente lo mismo para nominar al bando contrario, mientras ponían cara de corderito degollado.

Teniendo en cuenta que Carlos tenía el poder de salvar a quien quisiera, y estando nominado él, se salvó a sí mismo. Los nominados que quedaron finalmente son Sofía, Han, y Marta.

Como decía al principio, ya ha quedado clarísimo una brecha importante entre Marta, Sofía, Han y una Niedzela, que va y viene. Con Aritz y Marina por otro lado, Carlos más cerca de éstos, y un Vera y Ricky más en la órbita de las chicas.

Conviene recordar, y no es por nada, que la cama punto de referencia en alguna de las discusiones entre Han y Aritz, sobre invasión de intimidad, en realidad es la del vasco.

Lo mejor de la noche quizás fue justo después de terminar la gala y todavía con Telecinco en directo.
Se vio a una Marta vuelta al histerismo que es su terreno, manipulando a diestro y siniestro en contra de Aritz y Marina.

Fue curioso, pero algunas veces Han parecía uno de esos muñecos llorones, en cuanto le abrazaba Marta, comenzaba a llorar, sin lágrimas eso sí, y en cuanto le soltaba, se acababan los lloros.

Han es el claro enemigo en la sombra, el gran manipulador de esta edición, y las chicas, con excepción de Marina, porque llora le creen todo. Han no puede ni ver a Marina porque está convencido que es quien ha hablado mal de él a Aritz, y en realidad es él solito quien se ha ganado la bronca y el olvido del vasco.

La próxima vez que conecten con Guadalix, cerciórense primero de que no tienen ningún escape de gas, porque en cualquier descuido, y tal como está la cosa,  la casa de Gran Hermano puede explotar.

*FOTO: DE LA RED


viernes, 6 de noviembre de 2015

13, RUE DE GUADALIX (GALA 9, GRAN HERMANO 16)




Antes de empezar, confesaré que me he pasado mucho tiempo buscando mi “brújula dorada”. La compré hace ya muchos años en un mercado londinense, y en momentos como éste, de estar perdido total, siempre me ha sabido guiar.

Porque.. ¿este año, qué tenemos, ”La casa de los líos”, o “Romeos y Julietas intentan confundirnos”?

Que Suso y Ricky tras tantos años de lucha feminista, sigan tratando a las mujeres de la casa como ganado, es denigrante. Pero… ¡Ojo! Ellas tampoco ayudan. Ellas, como Raquel y Sofía, pendientes siempre de unos brazos que les estrujen y unos labios que les sofoquen. Porque, eso, parece ser el patrón de amor de Gran Hermano. Ellas, las madres (porque los padres nunca aparecen), incapaces de ver un mal comportamiento en sus hijos, o porque son jóvenes, o porque están confundidos en una casa que no es la suya. Siempre creando excusas.

Que en momentos festivos, todos bailando y mirándose en el espejo, sin hablarse. ¿La soledad de la muchedumbre? En realidad, están solos, o lo que viene siendo consigo mismo.

Por su parte, Mercedes Milá, en esta gala se nos disfraza de jardinera, es un decir. Abre zanjas debajo de cualquiera, para minar la poca seguridad de unos concursantes que siempre, o casi siempre, juegan a ciegas, y luego tira, La Milá, esa arena quitada, a los ojos de los otros. Como cuando al final de la gala, y sin venir a cuento, adula a Han por su comportamiento en la cocina dando de comer a la tropa, y Aritz se va a la cama, fustigándose el alma, porque al parecer a él no se le ha visto en ningún momento. ¿Torpeza, o clara provocación para que su relación pueda estallar?

La Milá critica en unos lo que alaba en otros. Suso es macho y le hace gracia; a Cristian de GH 12+1 le odiaba porque al entrar en el concurso el alicantino, como suplente, a ella su equipo le había “apuntado” que era machista, y no le dio ni un mínimo momento de duda. Como se dice ahora, fue a saco a por él.

Durante la gala de ayer, La Milá tenía que haber expulsado a Maite del plató por su mal comportamiento  con la madre de otra concursante, Raquel, haciendo caso a rumores que se dicen. Maite confunde lo que le cuentan con que sea verdad.  Y hay cosas que no se pueden tolerar. Maite hace tiempo que tenía que ser “historia pasada” de la parte lamentable de Gran Hermano.

La Milá, otra vez Mercedes, aprovecha cualquier momento para hacerse la moderna. Como cuando está hablando con una de las madres, que solo ayudan a sus hijos negando la evidencia, y en lugar de decir refinadamente que “han mantenido relaciones sexuales" se decanta por "follar".

Raquel es una contradicción andante, lucha entre lo que es y lo que quiere hacer ver al espectador, y ya no le creo nada, ni que se llame Raquel. Muy aclaratorio un gesto que ha tenido durante la gala. En el momento en que están los nominados, solo ellos, separados, y durante la espera, Raquel va directamente a su armario a echarse colonia. Quizás inconscientemente no quiere que se pueda oler el miedo a que se vayan los suyos, por aquello de tener que ir poniendo sus barbas a remojar.

Han es muy egoísta, y está haciendo mucho daño a su "marido" al que se supone quiere mucho. Es una carga para el vasco desde hace varias semanas. Al terminar la gala, y todavía con imágenes en directo, con Aritz hundido de moral en su cama, intentando alejarse de todos, fue incapaz, incluso, de preocuparse por él. Cuando Han es el centro del grupo, y en especial de las chicas, él está en los cielos, y no existe nada más.

Por cierto, los espectadores, nosotros, deberíamos de mandar a casa directamente, y por vergüenza torera, cuando detectamos a parejas fingidas. Lo de Raquel y Suso no se lo creen ni ellos. Cualquier persona que se haya enamorado alguna vez lo puede “detectar” a la primera.

La verdad es que ayer el programa intentando dar otro giro a la trama, mareó a los espectadores, y a las nominadas, Amanda y Marina, confundiéndolas, no mintiendo,  para que pensaran que se habían librado, y contemplar desde el salón de la casa el veredicto de la audiencia.
No ha tenido en ningún momento mis simpatías, pero lo de ayer con Amanda, que en su mente en un segundo pasó de estar libre a coger la maleta e irse, fue muy cruel. Prefería  que se fuera ella, porque tiene el orgullo más subido que su pantalón para marcar el trasero, pero eso no quita a que la organización en la manera de sacarla de la casa, fuera muy cruel.

Raquel como siempre, al ver que Amanda se había ido, quiso ser el niño en el bautizo, la novia en la boda... Impresentable.

Para Amanda la expulsión debiera de haber sido una cura de humildad, pero hay cosas que por definición, son imposibles. 

A Suso la expulsión de Amanda le ha roto los esquemas. Ahora se ve fuera; y tiene la desfachatez de describir a Amanda como HUMILDE. De traca. Mientras, se tapa la cara con las manos haciéndonos creer que está llorando. En realidad, está valorando que las cosas no son como él creía.

Entiendo la extrañeza de los concursantes porque no se imaginaban que Amanda se fuera, pero no lo de la Milá. A poco que mirara  ayer por la tarde en las redes se podía entender que se iba quien se fue.

Lo de conseguir la inmunidad ayer corrió a cargo de un “youtuber”,  Aless Gibaja, que escondió por la casa un delfín, en muñeco naturalmente, que pronto sería descubierto por un Suso a medio camino entre la taquicardia y el histerismo más extremo,  ansioso de salvar su trasero de cualquier manera. 

Mientras Aless paseó por toda la casa, como si fuese suya, y se sacó fotos con los concursantes, que en ese momento no se podían mover, no me hubiera importado pagar dinero por saber lo que pensaba Aritz mientras miraba con una sonrisa al fenómeno que había invadido “su” casa. Yo, personalmente, y basándome en este individuo de ropa más que prieta, tatuada en la piel, me pregunté en ese momento cuánto tiempo queda a la humanidad. Cosas que uno se pregunta, evidentemente, todos los días.

Amanda se ha ido por el mismo motivo que se fue Muti, por estar al lado de Suso.  Entró en el plató diciendo que no le falta humildad, al contrario, y durante toda la entrevista dio la sensación de estar por encima de la presentadora y de pasar de ella.

Como ésto está muy aburrido, sigo deseando imposibles: una relación Niedziela y Aritz. Me encantaría.

De todas las nominaciones siempre las de Aritz son las más interesantes, y lo que dice durante la semana de cómo va a nominar va siempre  a misa.

Ricky ha enmascarado sus votos. Viene de fuera y sabe los que pueden ser más fuertes, y nomina a Han, Aritz e incluso a Niedziela.

La gente equipara a Suso con Ricky, pero nominando éste es mucho más claro y sincero que Suso, y además mucho más inteligente.

Uno de los momentos claves del programa de ayer fue a la hora de usar Suso su poder de “salvar a alguien”, y sin parpadear, se salvó él mismo, y para disimular dijo que lo hacia por Amanda. ¡Hay que joderse!
Suso es un cobarde. Debería de haber salvado a Raquel, aunque sea por mero paripé, y para defender tu papel de enamorado. Para mí ésto le debería de alejar para siempre de la final.
 
Lo que hacen las votaciones, Suso nada más terminar la gala, y todavía con imágenes en directo, literalmente besando el cuerpo de Aritz que está tumbado en su cama, Raquel y él mismo, le hacen la pelota descaradamente, mientras el vasco está en la cama desanimado por no haberse comentado que él también cocina.

Han en ningún momento está preocupado porque Aritz no aparece por la cocina. Luego dirá que está enamorado.


Algo para  meditar: Aritz habrá entrado como todos pensando en ganar el concurso, pero, sin duda, es el que más está disfrutando dentro de la casa. Por cierto, ya nadie habla ni se fija en Carlos, y eso puede ayudarle a llegar a la final.

Una petición: Que alguien aclare a Suso que el televidente no es tonto, y que se da cuenta cuando le intentan tomar el tupé. Ayer se pasó muchos minutos mencionando a su madre, y a la buena suerte para salvarse. Sin embargo, fué él quien se quiso salvar, porque pudo salvar, por ejemplo, a Raquel en su lugar. La inmunidad obtenida no tenía nombre.

Y mientras, Gran Hermano 16 más parece “13, Rue del Percebe”, cada uno a lo suyo y con sus problemas, en un concurso que arrastraba, y lo digo en pasado,  masas. Eso puede ocurrir desde el momento en que alguien no quiso que Suso se fuera a las primeras de cambio. La gente, todos nosotros, ya no tenemos esperanzas de que gane alguien que se lo merezca. 

*FOTO: DE LA RED

viernes, 23 de octubre de 2015

SE BUSCA AL ESPÍRITU PERDIDO (GALA 7, GRAN HERMANO 16)



La gala de ayer, la séptima, se diría que ha sido una más. Sin embargo los sentimientos que me invaden son de añoranza.

¡Vayamos por partes! Tengo la sensación de que he ido a ver un concierto de mi cantante favorito, y con tantos teloneros, efectos especiales y servicio de cafetería y tienda, no me he metido en faena, y solo he sentido el des-concierto.

Y es lo que me está pasando esta temporada. Demasiados secretos, demasiada parafernalia, demasiada epidermis, y del concurso…nada de nada. Tengo la sensación, además, de que a los encargados del programa les pasa más o menos lo mismo, porque ya no es normal tanta acumulación de "cosas".

Ahora, además, no hay una rutina rígida que sirva de nexo de unión. La semana pasada enseñaron imágenes de diferentes videos, a los dos últimos que estaban nominados, ésta sin embargo no. Y sobre todo, a los que ese día han salido de la casa, les dejan hablar contando ciertas cosas, que dan pistas a los que están dentro.
Ponen y quitan según parezca a la organización, y eso no debe de ser de recibo.

Con respecto al último programa, al de hace unas horas, lo importante como en cada uno de ellos debería de ser, que Ivy, en este caso, se fue, pagando los platos rotos de las mentiras de otros, Suso, Carolina y Marta. Sin embargo, lo más importante fue la presentación de una repesca que se me antoja muy, muy, pronta.

Siempre he pensado que la repesca no es justa. Si los espectadores se han gastado sus buenos euros para mandar a alguien fuera, no se debería de utilizar un recurso como ese, para hacer de la capa un sayo.

No soy adivino, pero si entra alguien, que también hay opción "nadie",  será Maite o Raquel, más morbo, que en realidad desorientará, más si cabe, al espíritu verdadero del concurso que fue.

Respecto a cómo están las cosas ahora. Ricky, entró ayer mismo, se va a llevar muy mal con Suso, o al revés. Dos machos dominantes, en lo único que no chocarán es en lo cultural. Ni saben ni les interesa.

El antiguo Gran Hermano era una partida de pocker en la que podías engañar, e ir de farol. Aquí ya no se puede por la repesca, el que entré sabe la verdad.
Nos quieren sorprender tanto que en cualquier momento van a hacer otra edición de La Voz dentro de la casa. ¿Y el concurso?

En otro orden de cosas, Suso es tan manipulador que hasta quiere convencer al espectador de que ve otra cosa diferente a lo que ocurre realmente.

Ayer tras terminar la emisión del programa vi, mediante el veinticuatro horas, un rato más de esa noche.
Sinceramente, Ricky ya me ha cansado. Va de sobrado, y de que, en teoría, en cinco minutos ya es tu gran amigo... Me puedo equivocar pero para la semana que viene recibirá muchos votos.

En realidad, Suso y Ricky son como el hambre y las ganas de comer.  Y ésto, gran equivocación por parte de la organización, ni debería de ser un concurso de cocina, ni de varietés. 

Se ha perdido un espíritu. Si alguien sabe dónde está el de aquel concurso de las primeras temporadas, agradeceré la información. Pero mucho me temo que si ni Carolina, experta en esos temas,  lo ha visto, lo hemos perdido para siempre. Y así nos va.

*FOTO: DE LA RED

viernes, 16 de octubre de 2015

LA NOCHE EN QUE ME SENTÍ COMO UN BANQUERO (GALA 6, GRAN HERMANO 16)



Desde que en  la última edición de Gran Hermano VIP se salvara en el último momento Belén Esteban, este vecino del mundo ya cree hasta en los pitufos. Por eso ayer, en el momento en que Suso se salvó, o más certeramente, le salvaron, en detrimento de Quique, que se va de un concurso al que ha amado desde sus comienzos, este vecino lo primero que pensó, es que ayer estaba claro que el notario del programa, si lo hay, sin duda tenía que ser el mismo de la noche en que se salvó La Esteban.

Algunas veces, y ayer tras el veredicto de la audiencia, puede ser el mejor ejemplo,  me siento como los banqueros durante mucho tiempo en este país: “no doy crédito”.

No doy crédito a lo ocurrido ayer en la sexta gala de Gran Hermano 16, aunque creo en Los Pitufos.

No doy crédito a que se defienda, porque en el fondo es eso, el estar todo el día en gayumbos por la casa (cuando este vecino tiene entendido que está prohibido por el “reglamento” del programa); el mirar a las mujeres, a todas, desde arriba, para solo fijarse en lo de abajo; el desacreditar mediante adjetivos calificativos de dudoso gusto, a todo aquel que ha estudiado algo.

No nos vamos a cortar las venas, por algo que ya no tiene remedio. Sin embargo hay algo que me tiene en un sinvivir.

En la mayoría de los comentarios que he leído a favor de que se quedara Suso en la casa se decía: que se quede un poco más, para animar la casa, sino sería una mueblería, y por lo tanto un aburrimiento.

La pregunta entonces es: ¿Cuánto tiempo “hacemos” que se quede Suso dentro del concurso? ¿Cinco minutos, cinco semanas, hacemos que llegue directamente a la final?

El problema que se ha planteado con el desenlace de ayer, es que Suso no se medía con uno cualquiera. Quique era un estudioso de Gran Hermano, y una persona, que se diga lo que se diga, se ha portado intachablemente. En realidad es un joven que se portaba bien, contra un joven que se portaba mal. El hijo que todas las madres quisieran tener, contra un posible tesoro para una cadena que vive de romper esquemas.

Y la lectura final es que se ha premiado al malo, al alocado, al que es solo fachada de tableta de chocolate, al que hace “peinetas” a los espectadores, al machista, al que se ríe de los que han estudiado.

Si seguimos apostando por alguien que da juego, más de una vez he pensado que en un futuro, y para no perder más el tiempo, se debería, el mismo primer día de una próxima edición, advertir al telespectador que entre los concursantes que acaban de entrar en la casa, hay un perfil que es falso, y en realidad, se esconde un asesino en serie. Visto lo visto, y por la teoría de que la gran mayoría lo iba a pasar tan bien, hasta los mismos concursantes lo iban a pasar “de muerte”, literal, sería la apoteosis del paroxismo al cuadrado. Podía ser algo así como la gala de Halloweeen, pero que durará los tres meses.

En otro orden de cosas, cuando alguien está convencido de que se va él esa noche, y le dice a  su compañero en la soledad de la espera "Fuera nos olvidamos de ésto, y seremos amigos", como ocurrió ayer, el otro debe de estar seguro de que dentro, y durante el concurso, le ha apuñalado una y otra vez.

Suso está demostrando en las pocas semanas que lleva el concurso, que es maestro en pedir perdón una y otra vez, diciendo, las veces que hagan falta, que sí se ha dado cuenta de su mal comportamiento esta vez. Es un déjà vu constante. Y, como ayer, al regresar tras ser salvado, aprovecha para vender unas cuantas motos de lo que dice que se ha enterado por las imágenes que la organización le ha ofrecido, y entre farol y farol, algunas veladas amenazas a sus compañeros.

Con respecto  a las nominaciones, como ayer, denominadas como “cara a cara”, las mismas darán espectáculo, pero, muy en contra de la opinión de Mercedes Milá, en realidad, si favorecen a alguien, lo hacen a Suso, por el carácter de los mismos concursantes que le tienen miedo, así, puro y duro miedo. 
Votar uno por uno, en la intimidad del confesionario, da más juego a la larga, porque se puede engañar, y son más libres de opinar.

Por lo demás, lo dicho, desencantado y sintiéndome por un día como un singular banquero: “sin dar crédito”, y eso sí, con los bolsillos como los chorros del oro, limpios no, limpísimos. ¿Y de esperanzas en el futuro de esta edición? Como los mismos bolsillos, nada de nada.

*FOTO: DE LA RED


miércoles, 14 de octubre de 2015

EL PASTEL ENVENENADO DE GRAN HERMANO 16


Este vecino del mundo tenía pensado hablar sólo de Gran Hermano 16, el día después de cada gala de expulsión, que normalmente son los jueves. Pero como se suele decir como variante al dicho tradicional: El hombre propone, Dios dispone, y el Diablo lo descompone. Y antes de que venga mañana el diablo, que puede adoptar muy diversas formas, como una gran campaña en todos los balcones de la casa Telecinco, en forma de gran mayoría de colaboradores a favor de que Suso se puede salvar, este vecino quiere dejar bien claras unas cuantas cosas antes de que ese concursante se pueda salvar mañana.

En primer lugar, este vecino ignora si el mismo nombre, “Suso”, es diminutivo de algo, nombre que familiarmente le dan al concursante, o simplemente su nombre real, sea lo que fuere, al concursante le viene como anillo al dedo.

El Suso (algunas veces, y según la zona puede adoptar diversos nombres como chucho, susú, xuixo o xuxo) es el nombre que se le dá a un pastel con crema por dentro. Y Suso, el concursante, en realidad es eso, algo que se vende por su apariencia más bien golosa. Gustará a hombres y mujeres, especialmente al género femenino que se siente atraído por un hombre canalla, al que muy secretamente quiere redimir, pero que no se da cuenta que él no quiere ser redimido.

Suso, el concursante,  no deja de mirarse en todos los espejos de la casa, porque está enamorado de sí mismo, y solo busca a las mujeres para hacer una muesca más en su culata y para reafirmarse con cada conquista (donde pone el ojo, pone la bala, y todo lo que pueda, menos el corazón) de que él es el mejor, el más guapo, el…todo, y solo se merece reposar en el Olímpo de sí mismo.

En el caso de la madre de Suso, y no me gusta hablar de las personas que no concursan, pero ella está tomando parte muy activa en el intento de su salvación, debería de diferenciar el salvar la cara a su hijo, callándose por ejemplo lo que cree que hace mal, con intentar vendernos la moto de que lo que hace mal lo hace porque es joven.  Para su madre: ¡Solo tiene 22 años!  En cambio, según su testimonio también, la mayoría de la culpa de su comportamiento la tiene Sofía, que tiene 19 años, pero que en ella no aplica el que es joven.

Además, y siguiendo con la teoría de su madre, todo lo que hace es para que el público se ría y lo pase bien. Hoy ha dicho en uno de los programas que va apareciendo, que si a su hijo le expulsan el jueves, el programa deberá de contratar a un payaso porque los demás son muy aburridos.

Habría que explicarle a Merche, la madre de Suso, y se lo podría contar además, como gran estudioso en Gran Hermano precisamente,  Quique, el médico, aunque su hijo le llame despectívamente "el bibliotecario", que una de las páginas más bonitas de Gran Hermano, fue en su novena edición la protagonizada por Judith Iglesias, a la postre ganadora, y primera reserva en ganar el concurso, quien nos deleitó con sus grandes conversaciones con Andalla, sobre muy diversos temas.

Ya para terminar con el capítulo de la mater amatísima, me gustaría preguntarle, y sin ánimo de hacer sangre, si a su hijo en casa le han hablado, y lo digo en plural, alguna vez de la igualdad de derechos entre el hombre y la mujer, de la solidaridad, y de la conveniencia de cultivar, junto con el cuerpo, también el intelecto. Porque no toda la educación hay que darla en la escuela... Y su respuesta además podría aclarar muchas cosas.

Siempre se dice que los futbolistas, con lo que ganan y con los millones de seguidores que tienen, deberían de dar ejemplo de buen comportamiento. Sin embargo, no nos preocupa que estos famosos, aunque lo sean por tres meses, den mal ejemplo. Es más, en más de un caso son una especie de mando a distancia de los deseos ocultos del que mira. Yo no lo puedo hacer porque todo mi entorno me conoce pero que lo haga él y en cierta manera cumple mis sueños.

Que siga Suso, ese pastelito de crema envenenada, significa pura y duramente el culto al cuerpo, a las apariencias, al machito, al nada por dentro, todo por fuera, reírse de los “bibliotecarios”, de la gente que tiene una formación.

Suso, y ya lo ha dicho, promete más de lo mismo, falta de compromiso con los demás,  y más “tetas veo, tetas quiero”. Ahora parece que se ha fijado en Niedziela, y si le dejan dentro de la casa hasta el final del concurso, corre peligro de terminar la ronda de todas las mujeres de la casa,  y comenzar una segunda.

¡Abrid los ojos!, A Suso no le han marginado sus compañeros. Se ha quedado solo porque ha querido, y porque le resulta lo más fácil. En el fondo, es un cobarde. Hace una putada queriendo, a cualquier concursante, tergiversando los hechos porque le da la gana, además lo ha reconocido, y en lugar de dar la cara, se refugia en sus cuarteles de invierno. Come solo, porque es más fácil para él no ver los ojos de los demás.

Este vecino del mundo tiene entendido que por contrato los concursantes tienen que cumplir muchos requisitos, entre ellos: comer junto con los demás, y este pastelito de relleno, Suso, en este caso muy amargo y pesado, se va a comer solo, sin que la organización, al menos no me consta dato en contrario, le recrimine su actitud.

Antes de votar para que siga en la casa (como al parecer muchos están haciendo), y vosotros, desde fuera como un Pilatos cualquiera, os limpiéis las manos ante cualquier desaguisado que pudiera cometer, haceros una pregunta: ¿Si vosotros estuvierais en el concurso, o tuvierais una hija, o una hermana dentro, desearíais que Suso, el pastelito, el orgullo de sí mismo, estuviera cerca, o incluso más que cerca? La respuesta creo que más que clara, es nítida.

El resto, la misma cadena y su mariachi (los colaboradores) que digan lo que quieran, porque Telecinco está pensando en llenar todo sus huecos con publicidad, que la vea el mayor número posible de espectadores, y el mariachi, en que su empresa gane bien, para poder pedir incluso más dinero.


Nosotros, todos los demás, no somos más que tontos útiles; pero este vecino sentía la necesidad en conciencia, de advertir y aclarar ciertas cosas, antes que el mal esté hecho.

*FOTO: DE LA RED


viernes, 9 de octubre de 2015

DOS LOBAS EN CELO Y UN DON JUAN NARCISISTA (GALA 5, GRAN HERMANO 16)




Toda la quinta gala, ayer, destiló un profundo aroma a machismo, incluso, que ya es decir, mucho más que otras veces. Y no especialmente, que también, por alguno de los concursantes que aprovechan cualquier momento para estar en calzoncillos, y de esta manera promocionar sus “musculitos”, sino por parte de algunas concursantes, Raquel y Sofía, que en el fondo luchan por un macho alfa como lobas en celo.

Tanta lucha feminista durante muchos años, para que luego Sofía y Raquel babeen por un impresentable Don Juan narcisista.
Es curioso como en personas tan jóvenes esté tan desarrollado este culto al macho muy macho, que ahora se adorna bajo la vitola de  malote, canalla, o franquicias varias.

Toda la gala giraba entre quién se iba, y por lo tanto a quién premiaba el público. Se fue Raquel, y se quedó Sofía. Pero como en toda guerra, nadie gana y todos acaban lamiéndose sus heridas.

Mención aparte siempre merece Marta, la concursante canaria. Podría ser, tranquilamente, la protagonista de una novela en la que fuéramos descubriendo el por qué se comporta así. Tan intensa con algunos temas, especialmente todo lo que rodeaba, hasta ayer mismo, a Raquel, y tan liviana con otros, que algunas veces parece que se disfraza de Yupi y sus mundos; eso, cuando no es la niña de “El exorcista” que cada vez que oye “RAQUEL” se pone de los nervios y vomita juramentos.

Esperemos que Marta sea, en un futuro, mejor periodista que concursante porque cuando se aturulla en algo, solo ve lo que quiere ver; como el del chiste, que va por la autopista en dirección contraria y se pone a jurar porque son todos los demás los que van al contrario.

Para este vecino del mundo siempre merece especial mención, Aritz, quien con veinticuatro años tiene una mentalidad muy bien formada, y las cosas bien claras. Se enfrenta con quien sea, si cree que merece la pena dar la cara por alguien.

La madre de Suso en una de las conexiones con el plató menciona una de las claves del concurso de este año: Raquel no tiene la culpa de que la aventura en la casa se torciera para ella. La madre y la hija, Maite y Sofía, armaron el belén, creyendo que la extremeña era, en realidad, novia de Suso.

Sofía, en una de las múltiples veces que se siente, y de hecho en ese momento está, sola,, dice para sí misma, y no lo olvidemos nunca, para las cámaras, que se siente tan estúpida...Y en ese mismo momento, este vecino del mundo sufre la necesidad de que alguien se lo confirme inmediatamente.

De todas maneras, la manera de ser de Sofía, todavía podría ser modificada, porque es muy joven, sólo 19 años. El problema es que su madre es una generadora e imán de conductas, cuando menos y siendo buenos, irregulares, y no debe de estar muy por la labor de que su hija cambie.

Tras la expulsión de Raquel ayer, y oyendo los ruidos que lanza la gente cada vez que Suso sale en pantalla, este vecino del mundo está convencido de que quiere ser nominado, e irse, porque sabe que la ha armado bien gorda, excediéndose en su estrategia, que, al parecer,  era que el público le amara, porque sabe que es “divino-de-la-muerte”, y ahora ya no puede dar marcha atrás.

Por cierto, ¿solo se lo parece a este vecino del mundo,  o las comeduras de coco de Suso a Sofía haciéndole sentir culpable de todo pudieran tener algún componente de presunto maltrato de género?  Por de pronto, en uno u otro sentido, sería más que discutible.

Ayer asistimos a otra escena de las que prepara “la cadena alegre”, en teoría para limar asperezas entre Raquel y Sofía, cuando las tuvieron casi una hora recluidas para darles el veredicto de quién se iba, y les pusieron todo tipo de imágenes de lo ocurrido entre ellas. Mercedes, seamos serios, ni tú misma te creíste lo que decías “sobre limar asperezas”. Sabías que las imágenes sobraban porque casi nunca lo hacéis, pero, claro, ellas, Raquel y Sofía, no se hablaban, y eso no vendía.

No sé si a vosotros os ocurrirá lo mismo, pero cada vez que veo a Sofía adoptar el papel de víctima, tiene menos credibilidad que Cristiano Ronaldo pretendiendo ser modesto.

Pregunta a vuelapluma:¿Si Sofía llama guarra a Raquel por abrazarse con Suso, cómo se debía de definir a ella misma cuando se acostó con él?

La decisión del público, expulsar a Raquel, es más para fastidiar a Suso que para castigar a la fisioterapeuta. Y Marta y Sofía, ante el resultado, se van a crecer, aunque no tienen motivos,  y es más que probable que estén toda la semana en modo “insoportable”.

Sofía, en las imágenes que le brindaron, ha podido comprobar  que Raquel no se ha portado con ella tan mal como pensaba, y debería de contar la verdad de lo que ha visto a Marta, para que cambie su impresión errónea con respecto a Raquel. Mucho me temo, sin embargo, que ésto nunca ocurrirá, porque no deja de ser un concurso y, en teoría, todo vale.

¡Muy triste! Al repetirle la organización varias imágenes pasadas de algunas cosas ocurridas, Marta confirma, una vez más, que es el mismísimo Yupi. Solo se ha dado cuenta de que se le ve como una bola en la tele, lo demás no le importaba.

Quizás, esta edición se pueda caracterizar también porque Gran Hermano dé origen, por primera vez, a un spin-off, o nuevo programa nacido del mismísimo Gran Hermano. Y es que al terminarse, ayer, con los secretos, descubrimos a una Carolina que ve muertos, que le acompañan,  desde muy niña. Y tras sus declaraciones a sus compañeros, bien pudiera merecer un programa propio, al estilo del de Iker Jiménez.

A partir de ahora, y visto ese perfil de Carolina, muchos esperaremos impacientemente, e incluso con miedo, esa previsible gala de HALLOWEEN, con una Carolina coronada como reina de las tinieblas.
Antes de terminar de hablar de la de Girona, este vecino se pregunta: ¿Si Carolina gana el concurso lo repartirá también con los espíritus, tres o cuatro, que le han acompañado durante todo su encierro en la casa? En cierta manera, está recibiendo ayuda de ellos...

Ayer, y para agitar más a unos ya agitados concursantes, las nominaciones fueron, como se define vulgarmente, “a la cara”.
Durante las primeras nominaciones olía a miedo, por tener que nominar in situ. Por ejemplo, Marta tardó muchísimo para acabar nominando a Aritz. Durante las nominaciones, Suso pone cara de videocámara registrándolo todo, y de que pasará los debidos recordatorios.

Ayer se pudo comprobar, una vez más, un recurso muy manido, el de nominar porque no se tienen motivos  y  “porque además no va a salir nominado”.
Al final salió nominado Hans "porque nadie le va a nominar, y por supuesto no va a salir". De vergüenza. Más tarde, Enrique, el médico, al haber ganado la prueba de inmunidad, en lugar de salvarse él, salvó al chino granadino. Pero ésto los demás concursantes todavía no lo saben.

Entre los momentos recopilatorios que el programa brindó ayer, están unas imágenes, en las que se ve a  Maite, por otra parte ya fuera del concurso, entrando al confesionario mientras estaba Raquel, para increparla. En ese mismo momento, Maite debió de ser expulsada sin remisión, pero...¿daba mucho juego?

Opinión muy personal: Mercedes Milá debe dejarlo ya. Ni es, ni quiere ser, imparcial. Ayer mucha leña a Raquel, y la semana anterior, Muti recibió caricias.

Quizás, la diferencia de comportamientos de la presentadora puede estar, en que La Milá sabía que Raquel se defiende mejor, pero eso no es razón para repartir más estopa.

Raquel, en su despedida desde el plató, fue muy elegante con la mayoría de sus, hasta ayer mismo, compañeros, incluso con Marta. Sin embargo, no se portó nada bien con Enrique al dejarle ante sus compañeros como jugador, cuando ella acababa de ver la verdad, y comprobar que había sido engañada por  Suso, al que se supone que tanto quiere.

A Raquel, ayer le dieron  demasiado tiempo para despedirse desde el plató; dio muchas pistas a sus compañeros, y preparó, también, mucho terreno minado, que es a la postre lo que el programa buscaba.

Las imágenes finales con las que acabó el programa fueron muy elocuentes: Suso aislado y llorando. 

Cuando vas de duro, de guay, y le haces la peineta al público, te acaba abandonando hasta tu ángel de la guarda.


*FOTO: DE LA RED