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lunes, 15 de septiembre de 2014

DE VERDAD DE LA BUENA.

Hace muchos años nos dijo Fernando Fernán Gómez que “las bicicletas eran para el verano”. Últimamente, además, este vecino del mundo se ha dado cuenta de que los blogs, muy en contra de lo que pensaba, no son para los fines de semana.
Aunque ya lo he comentado alguna vez, a través del software que el blogger/bloguero, tiene puede “comprobar” la cantidad de personas que entran cada día, el nombre del post, y los países de donde provienen los visitantes. Y últimamente los sábados y domingos, como se diría en Andalucía, entran el “Tato y cuatro más”. Es como si estuviera prohibido pensar ( partiendo, que es mucho partir, de que la mayoría de los blogs te hagan pensar) durante el fin de semana, una especie de “cierre por descanso semanal”. Y no me refiero a pensar en la madre que parió al bloguero o bloguera de turno, que seguro que también los hay, si no sobre lo propuesto en los diferentes temas.
Y que conste, que lo quiero dejar bien claro, para evitar interpretaciones sorprendentes, que al decir que los fines de semana, al menos a este vecino,  le lee muy poca gente, no estoy echando en cara nada, sino solo constatando una realidad, al menos temporal, porque lo mismo que cada uno se hace con la capa un sayo, con su tiempo puede hacer lo que quiera, que para eso es suyo. Por cierto, de las pocas cosas que nos van quedando que son gratis, de verdad de la buena, porque ya no lo es ni el perejil.
Hablando “de verdad de la buena”, algo que no me parece bien, es la cantidad de anuncios, especialmente en la radio, en los que una voz imitando a la de un famoso te sugiere que compres algo.
Si hay una especie de lucha encarnizada para no comprar productos copiados o pirateados, no es de justicia que se nos anuncie algo empleando una voz con los “tics” de un famoso para que nos acordemos de él, aunque él no vea un duro.
Ahora saldrá el listo de turno diciendo que si en un programa de televisión alguien imita a alguien, y no le paga al “original”, tampoco le tiene que pagar en ese caso.
Lo que ocurre es que en un anuncio al imitar a un famoso, te estás aprovechando de su imagen, aunque no se le vea, y de la posible “verdad” que esa persona imprime a todo lo que hace.
Este vecino no se refiere a la voz que en España le dobla a Morgan Freeman, es decir a  Pepe Mediavilla, porque ese señor concretamente tiene esa voz, y si consigue poner sus cuerdas vocales a más anuncios mejor para él, siempre que no se haga alusión al citado actor americano, ya que en ese caso estaremos en las mismas.
En realidad, este vecino se refiere a esas voces que “intentan” imitar a la voz de un Robert De Niro y un de un Silvester Stallone (especialmente como Rambo), que dicho sea de paso, cada vez, ellos mismos, son más imitadores de sí mismos.
Esta mañana, y es el motivo de este post, este vecino ha oído la voz de alguien haciéndose pasar por Eduard Punset, muy de moda por otra parte,  para visitar una tienda de la zona de Donosti. Y por un momento, solo por un momento, me he imaginado a la misma voz anunciando un lugar de alterne, mientras decía eso de “lo que se han de comer los gusanos, que lo disfruten los humanos”. Y como más de una vez este vecino ha visualizado algo, que luego se ha cumplido, quiero evitar desastres, porque ha sido verdaderamente desagradable.
Es una pena que con lo que se cuidaba la publicidad hace años, sobre todo creando verdaderas canciones para cada producto, los famosos “jingles”,ahora la mayoría de los anuncios radiofónicos sean tan chabacanos.
Y es que en estos días se juega mucho, sobre todo en la televisión, con los dibujos por ordenador y los efectos especiales. Sin embargo, antes se hacían maravillas con lo poco que se tenía, y especialmente, con aquellos “afectos especiales”.

*FOTO: DE LA RED