Mostrando entradas con la etiqueta San Valentín. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta San Valentín. Mostrar todas las entradas

miércoles, 14 de febrero de 2018

SAN VALENTÍN, Y ESE EFECTO MARIPOSA


14 de Febrero, San Valentín

Hoy es uno de esos días en el que todos tienen algo qué decir:
-Muchos, la gran mayoría reconocerán abiertamente que están enamorados y quieren tener un detalle con su, digamos, persona especial, incluso compañera, en muchos casos, de su viaje vital.

-Y los modernos, solitarios, y tacaños, que de todo habrá, dirán eso tan manido y socorrido de que "el amor hay que demostrarlo cualquier día del año, porque San Valentín está organizado por los comercios".  Y tu te callas, pero todavía recuerdas que hace apenas tres meses, se han puesto finos comprando en el "Black Friday". 
Y al final, la mayoría de los que opinan así, no lo celebran nunca. Es como aquel, por ejemplo, y salvando las distancias, que vive en Madrid y nunca va al Museo del Prado, porque siempre puede hacerlo en cualquier momento.

Habréis observado que al hablar  de la otra persona, la que va a recibir cuando menos la felicitación, me he referido a ella como persona especial.

Y es que el amor hace eso, convertir a la persona elegida por Cupido (ya que hoy es San Valentín, hay que hablar así) en alguien especial. 

Esa persona que en un comienzo al menos, al verla te cortaba la respiración, o convertía tu estomago en el Congreso Mundial de todo tipo de mariposas, cada cual más maravillosa.

En el amor, al menos, no merece la pena discutir sobre maneras de legalizarlo, oficializarlo, o hacerlo visible. Pero aquel que se cree el más, o la más, dur@ del barrio, pues eso que se pierde.

El amor, y muchos no os habréis dado cuenta, es el mejor maquillaje, porque la otra persona siempre te parecerá atractiva, y a ti, el tener ese sentimiento, seguro que cuando menos te da un algo en tu mirada que sólo se puede entender por ese “efecto mariposa” del que hablábamos hace un momento.

Hoy  es un día para expresar eso que precisamente nos diferencia a los seres humanos del resto de animales: los sentimientos. Y no habrá sentimiento más bonito que el amor. Ese que te hizo sentir que dabas el primer beso, la primera caricia… porque todo lo anterior ya no importaba.

Había salido el sol en tu vida, espantando las nieblas que habían sido perpetuas. Y hoy, por ejemplo, es uno de esos días en el que te debes de interesar por el parte meteorológico de tu corazón, y velar porque las nieblas de la indiferencia nunca os rodeen.

Aunque el Presidente de los Empresarios, y Montoro, se puedan enfadar, el tener un pequeño detalle, el salirse de la rutina por una vez, reflejando exteriormente, hoy más que nunca, tus sentimientos hacia quien es verdaderamente importante para ti, no tiene por qué ser caro, aunque quizás sí costoso; hasta encontrar algo que sabes que “a tu otro yo” le va a encantar, aunque quizás solo te diga: No debías de haberte molestado. Conoces a la otra persona, y ya sabes que, sin duda, has acertado. Y tus mariposas, eso también lo sientes, tienen un nuevo brillo mientras aletean con más fuerza. 

Por lo demás… ¡Feliz San Valentín a todos!

*FOTO: DE LA RED





martes, 13 de febrero de 2018

MIRANDO HACIA ATRÁS SIN IRA



Quizás sea porque uno que ya está vacunado por la experiencia de la vida, y solo tiene miedo así mismo porque lo demás, salvo excepciones, ya se ve venir, tras levantarme y aterrizar leyendo las principales noticias de ese día, o en realidad del día anterior, y dando una vuelta por Twitter, para no decir en plural eso de “redes sociales”, me doy cuenta al verlo como “Hashtag”, tendencia o etiqueta del día, de que es “Martes y trece.

Por un momento, y no va con coña, he creído que era 31 de Diciembre de hace muchos años, y que está noche íbamos a tener el show de la pareja de cómicos que nos visitaban todos los años en esa misma fecha. Pero, claro, inmediatamente me he dado cuenta de que entonces no había internet, ni mucho menos Twitter.

De todas maneras, me pregunto si hace falta avisar para estar alerta hoy por ejemplo, cuando cada día nos levantamos como si fuera, no el comienzo que suele ser más tranquilito, sino el final de una película de acción en su punto más movidito.

En nuestros días, y convendréis conmigo, no hay jornada que en algún aspecto alguien nos robe la cartera. Ya comenzando, quizás, con esa llamada al telefonillo del portal, que cuando te pones, resulta que es el cartero para dejar algo a … tu vecino. Hay 114 familias en un portal con tres escaleras, y no hay día que no te toque a ti, que tienes tu casa en un cuarto, y que prácticamente, salvo tu familia, esperemos que sea para bien, y Montoro, nadie sabe que vives, o en el peor de los casos, que sobrevives allí.

Y alguien, mucha gente si es “tendencia”, parece preocuparse de lo que pueda pasar un Martes 13. 

Existen muchísimas posibilidades de que tal como estamos en un país donde la actualidad diaria es más sorprendente que una película mezcla de Buñuel, Berlanga y Almodóvar, y donde el que gobierna solo espera que pasen los días sin el menor de los problemas, es perfectamente posible que ese día sea mejor que los anteriores. Quizás, porque llamen a tu puerta y alguien te abrace, creyendo tal vez que está un piso más arriba o más abajo, pero te abraza, y además no te quiere ni robar la cartera ni pegarte una enfermedad venérea. ¡Has tenido suerte, y disfrútalo!

Tras estos momentos de posible euforia, me ha dado por verme, en un improbable flash-back, en los comienzos de los sesenta, todavía muy niño, y en la orilla de la playa. Sobre la arena está escrito en letras grandes y húmedas, "13 de Febrero". Al mirar al mar, alguien ha escrito de alguna manera en letras tan blancas como la espuma de las olas, “14 de Febrero, San Valentín”. Y sabiendo todo lo que mi “amatxo” me ha dicho siempre de que no me meta en el agua sin haber hecho la digestión, ante tanto contraste, tengo el presentimiento de que me pueda pasar algo al cambiar de días con significados tan diferentes. Y … corro hacia la seguridad de mi toalla.

Hay algunos días que ante tanto sinsentido, uno huye hacia unos recuerdos metamorfoseados de una niñez en la que sí fue feliz.

*FOTO: DE LA RED


miércoles, 1 de febrero de 2017

SER MALA PERSONA ES UNA OPCIÓN MÁS



Está claro  que uno no se empieza a sentir mayor, porque todo es cuestión de sentimientos y de raciocinio, la primera vez que a uno le llaman "señor", ni por preguntarle la hora, ni por si tiene fuego, sino al ir comprobando lo rápido que pasa el tiempo, el sentir el déjà vu de las mismas circunstancias, de los mismos problemas..

Y…ya estamos en Febrero. Todavía no he acabado de hacer la lista de los célebres propósitos de año nuevo, y en mi familia ya se están preguntando cuándo es Carnavales, y La Nuri, mi sufrida, seguro que ya estará encargando algún regalo para San Valentín. Lo cual, en sí, está muy bien, yo también estoy en ello, lo admito, por aquello de que la ilusión continúe en el aire, como un buen ambientador que se precie.

Sin embargo, este vecino del mundo no sabe si está perdiendo reflejos, pero el vals con el que estamos siempre bailando, le da la sensación de que cada vez coge más velocidad, y uno no sabe si se va a lesionar o se va a marear, pero algo, seguro, que va a pasar; incluso, en los tiempos en que nos encontramos, de imposición en imposición, hasta que se prohíba bailar. Eso sí, siempre por nuestro bien, pero seguro que, además, nos hacen pagar hasta a los músicos.

Y es que ya no te dejan ni practicar los viejos hábitos de las quejas. Quejarse por llover, por ejemplo. Siempre ha sido sano, al menos como conversación de ascensor. Pero ahora ya no es admisible, porque llover, significará, así lo desveló el Señor Rajoy, que bajará el precio de la electricidad.

Uno ya tiene la sensación, más de una vez, con todo lo que observa, y muchas veces por la no reacción de los demás, como constatación de que ya tragan todo, que estamos en una broma pesada y que hay cámaras ocultas para convertir hasta la inoperancia, o incluso la insensatez, en negocio para unos cuantos.

Una de las últimas decepciones, si se le puede decir así, porque a ciencia cierta nada se puede garantizar, el papelón de “El hormiguero” como una especie de jarabe para que no nos dolieran las amígdalas por todo lo que querían que tragáramos, en una especie de reinvención de la historia de Isabel Pantoja.

Demostraron, Pablo Motos y los suyos, que por un momento televisivo, quizás, "El momento televisivo", se supone que puntero donde los haya, eran capaces no solo de cambiar el formato, sino de intentar tomarnos, primero por amnésicos, y luego, o a la vez, por tontos.

Previamente, este vecino del mundo, ya se había negado a ver el programa pero hubo algún momento en el que tuvo que sucumbir, pues La Nuri, mi sufrida, es mucho, y había tomada secuestrada la televisión hasta que terminara el programa. Y este vecino pudo comprobar que no fueron capaces ni de preguntarle por sus célebres salidas de tono como aquel: “Dientes, dientes, que es lo que les jode”, o el no menos recordado: “Cómprate una vida”, humillante de la forma y maneras que se lo dijo a la periodista destajista a la que le tocó por destinos de la vida. Y pintaron esas frases, hay que joderse, como "frases curiosas que la gente ha copiado". Lo que hay que hacer, presuntamente, para promocionar una gira y un disco.

Al oír eso, sinceramente, a este vecino del mundo le entraron unas ganas enormes de que de la misma manera le contaran “la otra visión que pudieran tener ellos de Hitler”, y con ello, en ningún momento la estoy comparando con él, sino de lo descabellado de la situación.

Este vecino del mundo, desde la azotea de sus sesenta años, cada vez va teniendo como seguras más cosas. Y hoy ya tiene dos más.
Una, la primera, es que nunca es bueno insultar a la gente, pero sí se puede, es cuestión de opiniones, catalogarlas como buenas, o malas, más que nada como “consumo personal”. Y desde hace mucho tiempo, este vecino del mundo tiene catalogada a Isabel Pantoja, como una “mala persona”, y no con la diplomacia actual diciendo eso de "personas tóxicas".


La otra, la segunda, es que al menos durante un tiempo este vecino va a dejar de ver “El hormiguero”, y si tuviera La otra Zarzuela, como ente que velara por sus intereses, lo haría público como “Cese temporal de la convivencia matrimonial entre este vecino del mundo y El Hormiguero”. Nos vamos a dar un tiempo, y el tiempo, siempre sabio, hablará. 

Si antes, prácticamente he comenzado diciendo “Y… ya estamos en Febrero”, ahora es más exacto decir “Y… todavía estamos en Febrero”.

*FOTO: DE LA RED

martes, 16 de febrero de 2016

ANAÏS, ANAÏS, NO ACABES CON EL MACHISMO A CAÑONAZOS




A quién no le ha pasado alguna vez esa sensación de “esto ya lo he vivido antes”.

Esta noche pasada me ha ocurrido otra vez. Al ver en periódicos digitales resúmenes de noticias y,  de pronto, me encuentro con que este sábado pasado la jefa del Instituto Valenciano de la Mujer,  la socialista Anaïs Menguzzato , se descolgó con un tweet de esos que no dejan indiferentes, y que si seguro llega a ser componente de uno de esos partidos que son tachados de extremistas, inmediatamente hubieran pedido su dimisión, en el que dice “Mañana es San Valentín. Ese bendito amor romántico bajo el q se camuflan el machismo y la violencia de género. No lo celebres, denúncialo..”


Y tras apenas unos segundos, en el que me imaginé a un San Valentín con una pintada en rojo sobre él, que decía "machista", y revisando anteriores  artículos en el blog, este vecino del mundo ha recordado enseguida el por qué de esa sensación de déjà vu.


Hace apenas un año, en Enero del 2015 precisamente, Ángeles Carmona  (Presidenta del Observatorio contra la Violencia de Género del Consejero General del Poder Judicial), declaró que quería eliminar el "piropo" porque según ella "supone una invasión a la intimidad de la mujer".


Personalmente, declaraciones de este tenor, y me refiero a ambas, solo se pueden explicar como querer destacar, y que se sepa quién es la que lo ha dicho y en qué cargo está. Y lo más importante, que ese día además ha ido a trabajar.


Por cierto, como este vecino ya sabe cómo va el tema del “machismo”, en este texto he mencionado a Anaïs Menguzzato y a Ángeles Carmona, dos mujeres, no por serlo, sino por intentar apagar incendios con fuego, o lo que viene a ser el machismo a cañonazos.


Seguro que Anaïs Menguzzato, como polític@ que es, pedirá respeto para los que se dedican a la política, y que no todos son corruptos, sino que la gran mayoría están llenos de buenas intenciones. Y ahora nos viene, porque implícitamente lo puede estar diciendo, que el hombre por ser hombre, o la mujer por ser mujer, son machistas practicantes.


Antes de hablar mal del día de San Valentín, o de lo que sea, poniéndole un velo machista, porque eso se puede hacer con todo, me gustaría que, por ejemplo, se diera una vuelta por todos esos programas de televisión en el que la juventud rinde un tremendo culto al cuerpo y a la fachada, y en el que culturizarse, o incluso leer un simple libro parece de friquis, y se verá que es “practicado” por hombres y mujeres.


Por ejemplo, y sin ir más lejos, en esta edición de “Gran Hermano Vip” hay una concursante, Charlotte, y que a este vecino del mundo por su manera de ser le produce gran ternura, es una joven que, como se suele decir, es de buena familia, y teniendo en cuenta que normalmente esa apreciación va ligada al dinero, en su caso diríamos que es de buenísima familia. A ella no le duelen prendas en decir una y otra vez, que se casará con un millonario. Y eso también es machismo, y viene en gran parte de lo que se ve en la propia casa, por decirlo de alguna manera, en los usos y costumbres. 


Este vecino del mundo fue educado, prácticamente, por su madre y por sus tías, y en la senda de que todos somos iguales, y que si quieres que te respeten, tienes que respetar. Y ahí también se incluye hacer la cama y todo tipo de cosas...


Por cierto, la crisis tampoco ayuda, pero como ahí, en la crisis, al menos un poco de culpa sí tendrán los políticos, nos hacen mirar a otro lado, por ejemplo, a fiestas puntuales, como puede ser San Valentín. La fiesta en sí no tiene la culpa, en todo caso la publicidad de las celebraciones sí, pero hay también se mueve el dinero, y mejor no tocarlo.


A todo aquel que ha sentido, y siente, mariposas en el estómago al ver a la persona que tiene a su lado, no se le puede decir que no regale nada en San Valentín, ni en cualquier día del año. Y, Anaïs, si no me comprendes, porque nunca has sentido esas mariposas maravillosas revoloteando por tu estómago, diría que me produces pena, pero me ibas a tachar, seguro, de machista; simplemente te aconsejo que te lo hagas mirar. 


Y, por cierto, para aclarar temas, todo el tiempo que me he referido al amor, lo he estado haciendo simplemente pensando en dos personas, no en un hombre y en una mujer. Espero que se me entienda, porque quizás ahí puede radicar uno de los problemas del machismo, el no tratarse como personas en igualdad de derechos. Sin necesidad de sacar los lanzallamas a la calle.

*FOTO: DE LA RED



viernes, 28 de noviembre de 2014

¡HORROR. ES BLACK FRIDAY!

Normalmente, y todo blogger que se precie termina su texto con una especie de conclusión final. Hoy para ahorraros tiempo, y por la mala leche que tengo, os lo voy a poner fácil, y la conclusión la voy a exponer al principio claramente:
Estoy del “Black Friday”, o del “Viernes Negro”, hasta los mismísimos.
Creo que este vecino del mundo ha sido claro y contundente.
Nosotros descubrimos América, y hace ya tantos años que ni nos acordamos, y sin embargo ahora ellos, los sobrinos de Obama, que tampoco quieren acordarse por otros motivos, nos dictan las directrices a seguir: el día de San Valentín, Halloween, y desde hace unos añitos, el “Black Friday”.
Y ésto no es ninguna ganga, porque llega un momento en que parece que los empresarios, esos que quieren que ganemos  cada vez menos trabajando más, nos confunden con una O.N.G. llamada algo así como “Clientes a destajo sin fronteras” y quieren que en dos o tres días (porque aquí cada negocio se lo ha tomado, eso sí, en plan muy español, “a la torera”, y lo que en Estados Unidos es un día, aquí hay empresas que lo han transformado incluso en una semana) les “arreglemos” el negocio del año.
En esta estrategia comercial netamente americana hay algo que falla en su misma base, y es que el españolito de a pie, porque ya no tiene ni para gasolina, cobra, el que tiene la suerte de “cobrar” (que no es lo mismo que “trabajar”) a comienzos de mes siguiente, y ya en muchos casos del día diez para adelante, y en estas fechas está más tieso que la tercera pierna de Nacho Vidal.
De qué te sirve que promocionen ahora, por ejemplo, televisores con un descuento del sesenta por ciento, si tú hace tiempo que pusiste todo tipo de velas a todos los santos imaginables para que no se te estropee nada de lo que tienes en casa. Y te has hecho un tatuaje mental que te recuerda: “Virgencita que me quede como estoy”.
En realidad todo este tipo de ofertas son simples tiritas para la enfermedad crónica que sufrimos: somos pobres sobrevenidos, y si quieren que sigamos comprando, tendrán que bajar los precios (esos que han subido durante estos años, y que comenzaron con el “redondeo” al cambiar de pesetas a euros) pero no para días contados, sino para siempre. Y que no me digan que eso repercutiría en el sueldo de los empleados, porque este sueldo ha ido bajando y los precios subiendo, que como dice la canción, “que es una barbaridad”.
Lo dicho: Estoy del Fuck Friday, con perdón, hasta el finiquito y mucho más.

*FOTO: DE LA RED