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sábado, 15 de abril de 2017

AHORA, ES EL MOMENTO (...A ESTAS ALTURAS DE LA PELÍCULA)


Hay mil caminos que te pueden llevar a ver una película. El mio, para ver “Mañana empieza todo”, ha sido al ver que en la cartelera estaba una nueva película de Omar Sy, ese gran actor, de calidad y  tamaño (190 cm.), al que la mayoría conocimos en "Intocable", y algunos volvimos a degustar en "Samba" (http://patxipe.blogspot.com.es/2014/09/menos-samba-y-mas-trabajar-estas.html).

Tras enterarme además, porque uno tiene que asegurarse en dónde invierte el poco dinero que tiene, que en Francia ha sido uno de los éxitos de la temporada, siendo, siendo, además, él, Omar Sy, uno de los actores mimados, desde hace tiempo, por el público francés, que entiende mucho, en especial, de su cine. No lo dude, y no me he sentido defraudado.

El argumento gira sobre Samuel, un alocado joven francés que vive una disipada vida en una playa del sur de Francia. Un día, uno de sus ligues, le deja un bebé de pocos meses, su hija: Gloria. Decidido a devolver la niña a su  madre, Samuel va a a Londres, con el bebé en  brazos intentando encontrarla, pero no tiene éxito. Samuel y Gloria vivirán en Londres durante ocho años, hasta que un día la madre de Gloria regresa a sus vidas para intentar recuperar a su hija. 
No es una historia original, sino un remake de "No se aceptan devoluciones" (2013), en su momento la película mexicana de más éxito.
Lo mismo que en los dos anteriores trabajos mencionados de Omar Sy, éste dirigido por Hugo Gélin,  bajo una capa de comedia, que lubrica, especialmente las emociones, y cualquier mensaje para que entre mejor, en esta película sí se puede decir que se habla de lo divino y de lo humano; de los miedos, a la muerte, pero también a la vida; del "mañana", pero sin olvidar nunca el ahora.

Con unos decorados, y escenarios, en los que no se ha escatimado nada, y queda evidente el respaldo económico que tiene la producción, el guión está hecho a medida de un actor/showman que en este caso, además, está acompañado de una niña, Gloria Colston, que está a muy poco de resultar insoportable, pero que sale indemne en ese tour de force de acaparar la atención del espectador.

Por otro lado, a Clémence Poésy, muy conocida a raíz de su participación en la saga de Harry Potter, le toca bregar con el nada agradable papel de una madre de ida y vuelta.

Si habláramos de un coche, diríamos que por el mismo precio de un vehículo familiar, tenemos otro con las mismas prestaciones de uno de alta gama, sin que todo el mundo se quiera sacar una foto junto a él; y eso, algunas veces, es toda una ventaja.

Un secreto antes de terminar: Hoy considero que la película me ha gustado mucho más que lo que pensaba ayer. Y eso, creo que es bueno.

Y un último consejo: Si va a ver esta película, sin rimmel se encontrará mucho más ... cómod@.

*FOTO: DE LA RED

domingo, 28 de septiembre de 2014

¿MENOS SAMBA Y MÁS TRABAJAR? (...A ESTAS ALTURAS DE LA PELÍCULA)

Por una de esas casualidades de la vida, un amigo que no puede ir a la clausura del festival de cine donostiarra, y que poseyendo ya la entrada, se acuerda del vecino, y nunca mejor dicho, y éste de golpe y porrazo se encuentra como uno más de los que han tenido la suerte de asistir al broche de oro del festival donostiarra.
Con respecto a ella, a la gala, no voy a comentar nada porque el palmarés, a estas horas, ya es más que sabido, y en realidad este vecino del mundo no es muy amante del glamour, sino del cine por el cine.
Y de eso tengo intención de comentar ahora. 
Asistir a la clausura me ha dado una bonita posibilidad, de asistir a una de las primeras sesiones de la película “Samba”, ya que todavía no se ha estrenado ni en su país originario, Francia.
Los directores Erik Toledano y Olivier Nakache, vuelven tres años después de presentar, también en la gala de clausura, pero del 2011, aquel gran éxito que fue “Intocable”. Esta vez lo hacen también  de la mano de su actor "fetiche", Omar Sy
Una cinta que bajo la forma de una presunta historia de amor, en realidad nos presenta la cara B de nuestra sociedad, encarnada en Samba, un senegalés que lleva ya diez años buscándose la vida en un París despojado de ese glamour que tanto encantaba a los americanos.
Una profunda denuncia social adobada de grandes dosis de comedia.
Desde el primer momento la película no engaña, porque aunque en la primera escena nos encontramos en la mitad de una gran fiesta, enseguida la cámara nos dirige al sitio que realmente nos corresponde, al trabajo más sórdido realizado por los emigrantes “sinpapeles”, que gracias al desparpajo de alguno de los personajes que habitan en la fauna de esta película, aprendemos que los “sinpa” en realidad tienen papeles pero no los que desgraciadamente necesitan.
Aunque quizás sin buscarlo, es una nueva visita a “los miserables” que siguen habitando el París del siglo XXI.
Como contrapunto del personaje encarnado por Omar Sy (que no sabes si lo interpreta sin aparente esfuerzo porque el papel le queda como un guante, o simplemente en eso reside la grandeza de este actor) está el personaje de Alice (Charlotte Gainsbourg), una yupi que padece el síndrome conocido como "bourn out", un tipo de estrés laboral. Y con este personaje se da la paradoja de que mientras los demás encuentran todo tipo de problemas para conseguir trabajar, ella en realidad ha encontrado los problemas en el trabajo llevado a la enésima potencia.
La Señorita Gainsbourg, hija de la mítica pareja (los ya metiditos en años me comprenderán) Serge Gainsbourg y Jane Birkin, encarna quizás al personaje más triste de la historia, pero lo mismo que cada vez que emprendes un viaje, a la vuelta no eres el mismo, Alice ya no será la misma tras conocer a Samba y al mundo que va con él. Un gran trabajo de contención y de amor no demostrado, pero sí sentido, por parte de la Señorita Gainsbourg.
Quizás el valor de la película resida en que nos presenta  unos cuantos temas duros, sin que de tu cara desaparezca la sonrisa, aunque al salir de la sala, y eso es mérito de la película, te vas con un regusto amargo.
Es de destacar que aunque el guion tiene sus pequeños grandes gags, ninguno te da la impresión de que ha sido creado antes y después se ha añadido alguna escena para poder incluirlo.
No es una película que nos presente un mundo inexplorado, sino que desgraciadamente es un mundo que cada día llama a nuestras puertas. Por eso, y sin ánimo de destripar el final, éste en cierta manera debe de ser abierto, porque desgraciadamente ni Erik Toledano ni Olivier Nakache tienen  el poder de conseguir un permiso de trabajo para cada uno de los que lo necesitan.
Una película totalmente recomendable, y quizás  tras visionarla, ya no verás de la misma manera a esos a los que normalmente no ves, sin saber si es porque verdaderamente los ignoras o en realidad son ellos los que  no quieren que les veas en esas circunstancias.

*FOTO: F.E.PEREZ RUIZ-POVEDA
   (PAREJA PROTAGONISTA Y LOS DOS DIRECTORES AL SALIR DE LA GALA)