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lunes, 13 de febrero de 2017

¿DESCUBRIENDO A LA NUEVA TONTA DEL BOTE?



A medida que uno se va haciendo mayor, su mente como que se va “disipando” y borrando los pequeños detalles que le rodean. Hoy, sin ir más lejos, y es la pura realidad, estando en la ducha, y mientras me mojaba he descubierto que llevaba las gafas puestas…

Y es que uno no es perfecto. Dicho, lo cual, seguro que esa frase, “uno no es perfecto” serviría como base de defensa a todos esos, por no decir “epidemia”, que están en los juzgados, políticos de todo tipo de jerarquías, que muchos de ellos han servido de ejemplo para futuras generaciones, y que ahora no saben, no recuerdan.

Por cierto, hoy ha tenido que declarar Ana Mato, y en momentos como el de hoy, todos esos grupos feministas que se manifiestan en fechas señaladas, deberían de esperarla, es un decir, a la entrada y a la salida de los juzgados. Porque flaco favor hace ella  y otras esposas, como la del Señor Rato, que no se enteraban de nada, y lo peor, es que dan la sensación de que no les importaba el saber o no, sino que no han hecho esfuerzo por entender porque su cerebro no iba a dar para más. 

Sin ir más lejos, la mujer del Señor Rodrigo Rato le acompañaba a los bancos de Suiza, y ella ni se daba cuenta de que estaba en un “Banco”, y es que según las palabras de ella “los bancos suizos son de otra manera”. Por la manera de contestar de ella, este vecino del mundo llegó a la conclusión de que quizás en Suiza los bancos directamente te dan dinero por tu cara bonita…

Ya le he dicho muchas veces a La Nuri, mi sufrida, que a cambio de que este vecino del mundo no tenga un euro, ella al menos no es tonta, ni se le escapa nada, porque, le he dicho muchas veces, que por definición, la mente de las esposas de maridos ricos deben de ser “corta de luces”, y a lo mejor por ese motivo, ellos, los millonarios, también desgravan o tienen algún tipo de subvención. 

La Nuri, estoy seguro, cada vez que me escudriña la ropa, conoce mi caspa grano a grano, y si algún día alguna rubia, despampanante o no, o incluso rubia o no, intercambiara... granos de caspa con este vecino, lo detectaría antes de lo que se tarda en decir: ”Hoy duermes en el sofá, mañana te buscas la vida”.

De todas maneras, estoy convencido, que Ana Mato si algún cargo no hubiera podido ejercer es el de Directora General de Tráfico, porque tener uno o dos Jaguar en casa, y no darse cuenta, es de nota, mejor dicho, de dar la nota, o de reírse de todos, que uno ya no sabe.

Lo voy a decir por todas las Ana Matos que en España son, una cosa es ser la tonta del bote, y otra, darse el bote mientras tu voz interior te grita: ¡Sálvese el que pueda!


Os dejo por hoy, voy a comprobar si ya se me han secado las gafas, y con la esperanza de que todo lo que he creído ver, era por la suciedad de las lentes... Por oportunidades, que no sea.

*FOTO: DE LA RED

miércoles, 22 de junio de 2016

SUEÑOS ESCURRIDOS, Y LA SUIZA DE LOS POBRES



Hoy he soñado con Mario Vaquerizo. Podía haber soñado con cualquier otra persona, pero ha sido con Mario, y no Vargas Llosa (que al final también se lo ha llevado la "gente guapa"), sino Vaquerizo. Y se me ha hecho, presuntamente, como su figura: larguísimo. 


Hasta ahí todo normal, porque nadie es responsable de sus sueños, o pesadillas, el problema es que cuando ya había asumido que “solo” era un sueño, he abierto el frigorífico y me he dado cuenta  de que habían desaparecido las cervezas que el día anterior había dejado: seis concretamente. Y ni La Nuri, mi sufrida, bebe, ni yo recuerdo haber bebido, y en cambio, de todos es sabido, que a Don Mario le gusta la cerveza más que Olvido Gara, bueno, es un decir…


Quizás, todo lo anterior es el signo de nuestros tiempos.


Hemos aprendido, y es lo triste, a que ya nuestros sueños no sirven. Nos hemos dado cuenta, nos han enseñado, que todo es una mentira. Detrás de las promesas, y especialmente las electorales, todo es como el timo de la estampita: mentira. Nos han dicho siempre lo que hemos querido oír, y al final nos hemos quedado solos, y hemos perdido hasta la honra.


Y los partidos tradicionales se siguen preguntando por qué los nuevos partidos, especialmente “el nuevo partido” tiene tanto tirón. Tienen miedo a esa especie de “revanchismo” que conlleva esa frase de “El cielo no se toma por consenso, sino por asalto”.


En un país, en el que durante muchos años con la religión como única opción: pórtate bien, e irás al cielo. O su amenaza: pórtate mal, e irás a los infiernos, (así, en plural, para acojonar más). Con el tiempo nos hemos ido dando cuenta de que el cielo, los cielos, sería como la Suiza del pobre


Lo ibas dejando, esperando que el más allá lo arreglara todo, y mientras aquí, solo unos pocos se ponían morados. Y quizás, todo eso, lo hemos ido descubriendo poco a poco, al ir desvelándose “el choriceo nacional”. Que aquellos que se nos ponían como ejemplo: Mario Conde, Rodrigo Rato, orgullos del patio nacional, con el tiempo nos salían rana. Y habían sido los primeros de la clase, claro, de la suya.


Incluso, nuestro rey, el de prácticamente toda nuestra vida, el que, en teoría, “nos salvo del 23 F” también se confundió, porque en un segundo de vergüenza torera nos pidió perdón y nos dijo: “Lo siento mucho. Me he equivocado y no volverá a ocurrir”. Y entonces, también, nos dimos cuenta de que un monarca “tan cercano” también hacía de las suyas, presuntamente.


Y ya hemos aprendido que cada vez que alguien se dirige al pueblo, con la otra mano, la que no vemos, nos quita algo. Y ya no nos queda ni el cielo, aquello que íbamos a tomar por asalto. ¿Y los sueños?
Ya no quedan tampoco. Sueñas con poco, ya hasta el nivel es bajo, muy bajo. Sueñas con Mario Vaquerizo, y te desaparece la cerveza.


Y luego, el gobierno todavía en el poder se pregunta qué habrán hecho mal para que se tome el cielo por asalto, y no se intente llegar a un consenso.


El consenso, como las armas, lo carga el diablo, y el diablo está  en la poltrona, y nunca lo dejará. Quizás porque el poder de la poltrona convierte a cualquier ángel, o sucedáneo, en el peor de los demonios.


Y el domingo …., hay que ir a votar.  Y no me queda ninguna cerveza … Me han robado lo único que me quedaba. Ya lo dijo Don Gustavo: ¡Dios mío, qué solos se quedan los muertos!


Y humildemente, este vecino añadiría: Y secos, muy secos, tanto como la mojama, ... o como Mario Vaquerizo.

*FOTO: DE LA RED


sábado, 31 de octubre de 2015

EL QUINTETO DE LA MUERTE, O CELEBRANDO HALLOWEEN A LA ESPAÑOLA



Aviso: Hoy hay peligro.

No, no lo digo porque es la noche de Halloween, que también, sino que nos hemos juntado cinco amigos, que por circunstancias de la vida no habíamos coincidido todos juntos desde hace muchísimos años, y en muy poco tiempo nos hemos puesto de acuerdo, y salimos esta noche.

Si fuéramos de la jet set, hubiéramos dicho algo así como que, hemos conseguido cuadrar agendas, y esta noche nos vamos de cuchipandi.

En realidad, y si esto lo pudiéramos repetir el año que viene, ya sería tradición, una suerte de noche de modistillas, pero al ser de hombres, podríamos bautizarlo como reunión de donantes de testosterona.
Eso sí, y en parte por aquello de la vergüenza, para no ser reconocidos, vamos a salir disfrazados.

Este vecino del mundo, al mencionar “disfraces”, siempre se acuerda de los Hermanos Hernández y Fernández, personajes de Tintín, que cada vez que se iban a un país de esos denominados “remotos”, y con el fin de pasar desapercibidos, ya que ellos eran policías, se ponían el traje típico de aquel país, y por supuesto, que daban el cante. Por eso, me temo, que a lo mejor salimos los cinco por las calles donostiarras, y para no pasar vergüenza porque no encontramos a otros disfrazados, tenemos que mentir. Lo tenemos preparado, diremos, como en voz baja, que estamos subvencionados por el ayuntamiento, y ya hablando de una manera formal, meteremos el cuento de que es para dar un poco de “glamour” a una noche que nosotros nunca habíamos celebrado, pero que, ya se sabe, siempre es bueno para el comercio local, como siempre se dice, con el fin de promocionarlo.

Vaya por delante, que hemos querido que el desfile de los cinco no destilara sabor americano, sino sobretodo que imperara, por decirlo de alguna manera, el humor excesivo a la española. Lo de los disfraces, en realidad ha sido barato, y además partíamos de intentar “reciclar” o dar uso a cosas que ya teníamos nosotros de otras fiestas o saraos. 

Contábamos con un disfraz de tirolés, y como entre los cinco la calvicie está bastante extendida, y para más datos, uno de lo que ya hemos denominado como “quinteto de la muerte” se parece un rato a Rato, Don Rodrigo, pues eso, que no hay nada más que comentar al respecto. Y para redondear la figura, y que sea más que evidente la crítica al Señor Tirolés le adjuntamos un maletín negro, y para recalcar su importancia se lo uniremos perennemente con una esposa a su muñeca.

El segundo de los amigos, y por darle a la descripción un orden, es bastante alto, moreno, con canas, y barbudo, que remotamente pudiera recordar a un Presidente del Gobierno todavía en activo. Va a ir con un traje azul, que dicho sea de paso, mi amigo ya no necesita, por ser uno de esos parados de más de cincuenta y cinco años. He dicho lo anterior, porque el traje va a ser manchado sospechosamente con tomate, ya me vais entendiendo, especialmente en su bolsillo derecho, del que va a salir como por descuido, aunque ya lo hemos grapado en su interior, una peluca morena que acaba en una reconocible coleta. El que quiera entender que entienda.

El tercer amigo, aunque guipuzcoano de nacimiento, lleva muchos años viviendo en Bilbao. Y su disfraz no ha podido ser “negociado”, él tenía muy claro que quería ir de Maestro Shaolín, ya que el caso del Shaolín asesino en Bilbao, en cierta manera le afectó bastante, porque debía de vivir por esa zona. Y para que quede clara su antipatía por ese individuo, él va a ir toda la noche esposado.

El cuarto amigo es, ¿cómo diríamos sin regodearnos?, exageradamente estrábico, si eso es posible. Y como muchas veces le ha ocurrido durante su vida, hay gente que asocia eso, a traer mala suerte, y por eso esta noche va a ir de arriba abajo pintado de amarillo, y para que quede clarísimo, un letrero en negro a la altura del pecho, por delante y por detrás, con la palabra: gafe.

Ni que decir tiene que con el fin de ir haciendo sitio en los bares de la zona, cada vez que entremos en un garito para tomar un trago, y hacer unas risas, entrará el primero. Y es muy posible que parezca que va a sacar un corner, porque probablemente los clientes que ya estén en el local se pondrán en el otro lado, por aquello de más vale prevenir…

Y ya para terminar, en mi caso, y como quinto y último, voy  a ser el más internacional. Me he empeñado, porque en su momento me gustó mucho, el musical en su versión cinematográfica, y me voy a disfrazar de Sweeney Todd, el barbero asesino de la londinense Fleet Street

Aunque es un personaje netamente victoriano, me voy a poner una camisa blanca (fácil de limpiar), un chaleco negro que ha sido testigo de varias bodas, y cubriéndolo todo una bata que era blanca en origen, pero que como la utilizo para pintar al óleo, y últimamente uso mucho el rojo, manías pasajeras, da la impresión de que he causado varias víctimas.

Para los que ignoren el tema de Mister Todd, no solo se cargó a muchísima gente en su barbería, sino que además, una amiga suya que tenía una taberna cercana, condimentaba con los restos, unos sabrosos, eso se decía, pasteles de carne.

Por eso, y para darle un toque satírico actual, y a la española, junto con la navaja de afeitar, que no es de verdad, sino de plástico, y su correspondiente brocha, que irán en el bolsillo del pecho, me voy a colgar de la bata una ristra de chorizos, y beicon, mucho beicon, en clara alusión a las últimas noticias que nos dicen que pueden ser mortales, por aquello del cáncer.

Como ya sé lo que va a ocurrir con mis lectores, desde ahora digo que no voy a contar el desenlace de la fiesta. Como se dice en Las Vegas, lo que ocurre en la fiesta, se queda en la fiesta. De todas maneras, si ocurriera algo, digamos que importante, convendrá leer mañana los periódicos locales, como hubiera dicho Mr. Todd: Just in case. O como hubiera traducido Curro Jiménez en el caso de que hubiera dominado el inglés, en lugar de a los ingleses: Por si “acazo”.


Lo dicho, hoy hay peligro. ¿Y vosotros, os lo vais a perder?

*FOTO: DE LA RED

viernes, 14 de agosto de 2015

CANTINFLEANDO, QUE ES GERUNDIO



Esta mañana estaba oyendo la comparecencia del Ministro del Interior, Fernández Díaz sobre la reunión mantenida en el ministerio con Rodrigo Rato, una vez que ya tenía varios cargos en su contra, cuando sus declaraciones me han recordado un verbo muy poco utilizado últimamente: “cantinflear”.

El diccionario de la Real Academia Española asegura que en Cuba y México “cantinflear” significa “Hablar de forma disparatada e incongruente y sin decir nada”. “Actuar de la misma manera”. Y eso es precisamente, no sé si ha sido el objetivo, pero sí el resultado de lo dicho en la comparecencia del ministro esta mañana. No se sabía si subía o bajaba, y lo triste es que puede ser  que fuera el efecto buscado.

Este vecino del mundo durante la exposición de la defensa por parte del ministro, ha echado de menos esa razón que los “populares” esgrimen un día sí y el otro también, que es que a ellos, hagan lo que hagan, les respaldan once millones de votos.

Siguiendo con el verbo cantinflear, conviene recordar también una de las películas de Don Mario Moreno Reyes, “Ahí está el detalle”, y uno de esos detalles puede ser la foto en la que se ve a Rodrigo Rato, como si nada hubiera pasado, tras un buen baño, en un barco mostrando prácticamente sus vergüenzas traseras, que naturalmente no le deben de preocupar, como al parecer tampoco le importa esa gente, la mayoría ancianos, perjudicados por las llamadas “preferentes”.

El problema de este gobierno es que el tiempo pone a cada uno en su lugar, y ellos ahora se pasan más tiempo dando explicaciones sobre momentos y casos inexplicables que atendiendo, en teoría, las necesidades de este país.

Si exista la figura del “ídolo de barro”, el ídolo, al menos para el Partido Popular fue, o así nos lo intentaron vender, un Rodrigo Rato, que nos lo mostraban como el primero de la clase, y en realidad de la clase solo le queda ese ramalazo clasista, que incluso en momentos bajos le hace elevarse de los demás, tanto como para llamar al Ministro del Interior y contarle sus cuitas, y lo peor no es su postura, sino que el Señor Ministro le recibiera a las primeras de cambio, según lo desvelado hoy, para quejarse de esos centenares de tweets amenazantes.

Este vecino del mundo ya sabe que es impresentable lo de los tweets amenazantes, pero si al Señor Rato, al menos aparentemente, no le importan las opiniones ni el comportamiento de los “preferentistas”, ni molestar al ministro para preocuparle al respecto, tampoco parece de recibo “molestar” a todo un ministro del interior por un problema particular, sabiendo además que este ministro va a quedar, a partir de ese momento, “tocado” a la vista de los demás partidos, o quizás era precisamente lo que pudiera pretender. Lo dicho, ahí está el detalle, dejar a todo un ministro, y quizás a todo un gobierno, “cantinfleando”. Y conviene recordar, que mientras Cantinflas hablaba diciendo una cosa y su contraria, sus pantalones tendían a bajarse.

Como hemos dicho más arriba, el tiempo siempre pone a cada uno en su sitio, y es posible que en un gobierno en el que no se conjuga el verbo de la tercera declinación, “dimitir”, puede llegar el momento en el que se les caiga los pantalones de la autosuficiencia y el orgullo que les impide preocuparse por los verdaderos problemas de la gente.

Por cierto, este vecino del mundo ya se imagina en el despacho del ministro del interior un dispensador de números, como en las pescaderías, para coger la vez. Habrá cola, la misma que seguirá trayendo este asunto.

*FOTO: DE LA RED




viernes, 17 de abril de 2015

CONFUNDIDOS POR UN MAL RATO



Más de uno de vosotros, a los que les gusta aparecer por esta atalaya para ver las opiniones vertidas por este vecino del mundo, ha preguntado insistentemente sobre lo ocurrido con el Señor Rodrigo Rato (otrora mejor ministro de la democracia, y a un minuto de ser elegido futurible presidente), esa detención policial para comprobarle todo lo comprobable. Pero quizás, y dependiendo de la opinión, un acto un poco tardío, y bastante desorientado, pero con claro tufillo electoral. Ésto último el tiempo lo dirá... Y como este vecino se conoce, ha decidido tomarse unas cuantas horas de seguridad para que se le enfriara la boca, o cuando menos estuviera, solo, templada. Y ya con la tensión arterial  en los límites normales para él, pero que no hubieran desentonado con algún personaje de “Mujeres al borde de un ataque de nervios”, pero tras evidente cambio de sexo, este vecino va a comentar algunas de las cosas que le rondan por la cabeza con respecto a esta persona y sobre todo personaje.

Hubo un tiempo en que  para decir “Rodrigo Rato” solo lo podías hacer de rodillas en un reclinatorio, por lo sagrado que era. Las mamás de derechas siempre hubieran querido tener un hijo modelo “rodrigo-rato”, lo mismo que tan solo unos años antes hubieran querido que ese hijo hubiera sido Mario Conde. Quizás algo tenga que ver que estamos acostumbrados, por el cine, a que los malos, o mejor dicho para no meternos en un jardín jurídico, o presuntos malos, sean feos, desalmados y mal vestidos.

Salvando las distancias físicas, que no tienen nada que ver, la figura de Rodrigo Rato ha este vecino siempre le ha recordado lo que significó, en cuanto a personajes, el gran actor, ya fallecido, Fernando Rey. Siempre bien vestido, impecable en sus maneras, y confundido y confundiendo entre caballero y tirano. Sin nunca saber, si las personas que están a su lado son colegas de profesión, o simplemente peones de su partida contra el mundo.

Lo que a este vecino le extraña es la poca referencia que se hace en estas últimas horas, en el caso del Señor Rato, a esa salida, claramente por la puerta de atrás, del cargo de Director gerente del Fondo Monetario, y que se saldó con su dimisión el 19 de junio de 2007 “debido a motivos personales”. Y es que decir eso, es como cuando  se dice de una persona que ha muerto  porque ha dejado de respirar. Nunca se sabe si es el resultado o la causa.


Todo son motivos personales, lo que ocurre es que nunca se sabe si por motivos personales de él, o de personas que trabajaban con él, que presuntamente pudieran ver que el trigo no era tan limpio como se presuponía.

Lo que está más que claro, nítido, es que el Señor Rodrigo Rato con su apellido, todo ello presuntamente, ya va avisando lo que va a ocurrir, y no hace falta hacérselas de futurólogo; Don Rodrigo va a estar en la cárcel "por un espacio de tiempo, especialmente corto", lo que viene siendo, precisamente, “un rato”, el resto preparaciones de juicios, sentencias y apelaciones.

Es un personaje incómodo, porque sabe dónde está esa alfombra debajo de la cual se guarda, sino toda, gran parte de la porquería creada y acumulada en estos últimos años, y es más, sabe quién es, si lo hay, el propietario de la alfombra…


Y mientras, Don Rodrigo, nos seguirá mirando con un aire mitad de perdonarnos la vida, y la otra mitad como que nos está observando desde Canarias, por aquello de la hora de diferencia. Que quizás, simplemente, es la distancia que hay entre su estatus y el nuestro, o al menos eso es lo que pueda considerar él.

                                                              Dedicado a Miguela

*FOTO: DE LA RED


domingo, 26 de octubre de 2014

EL CAMBIO HORARIO Y EL QUINTETO DEL DISPARATE

Me acabo de despertar, y me encuentro muy raro. He sobrevivido al cambio horario pero va a ser que con efectos secundarios. Al final no sé si me he acostado pronto o tarde, si he dormido mucho o poco, el caso es que no me encuentro nada bien. 
No sé si motivado por la intranquilidad del cambio, de tener que modificar las manecillas de unos cuantos relojes, o que como consecuencia de todo las horas de luz natural serán menores y a partir de las siete y media podrán salir, en teoría, los vampiros, no he dormido nada bien. Mejor dicho, dormir he dormido pero con unas cuantas consecuencias bastante inquietantes.
Esta noche, y ayudado del subconsciente, he estado, como si de un Charles Dickens a la donostiarra se tratara, viendo las próximas navidades, aunque en cierta forma tenían un poco el sabor de las del año pasado. 
Me explico, ya he visto el nuevo anuncio de la lotería de Navidad, y era muy parecido al de Raphael, Montserrat Caballé y compañía, dado el éxito, aunque fuera sin pretenderlo, de los que lo prepararon el año pasado. La novedad de este año es que “las figuras” que aparecen son los que verdaderamente nos han “dado” el año:
Jordi Pujol, que iba disfrazado de pastorcillo, con barretina, eso sí, y unos cuantos sacos marcados con el símbolo del dolar.
Ana Mato, con el terrorífico maquillaje de la Señora Caballé, en claro homenaje al anuncio anterior, pero vestida de enfermera, con confetis, eso si, que le perseguirán siempre. Ella en ningún momento mueve la boca para cantar, pero hay una voz masculina  en off que lo hace por ella.
El consejero de sanidad de Madrid, Javier Rodriguez (que aunque sigue diciendo que él no necesita ese tipo de cosas ya que tiene su futuro más que resuelto, parece que no le debió de hacer ascos a la propuesta y está también en el anuncio), mientras canta se va colocando con destreza un traje de protección contra enfermedades contagiosas.
La Pantoja, vestida con bata de cola, de rayas horizontales, en blanco y negro, y una gran bola negra con cadenas a juego (según información “recibida” en el sueño, como parece que con lo que le pagaban por el anuncio, no se le arreglaba su deuda con la justicia, ella había pedido su dinero en décimos de la lotería por aquello del lema de la campaña “pon tus sueños a jugar”).
El último fichaje, para cerrar el quinteto del disparate del 2014 era Rodrigo Rato.  Estaba en pijama, quizás debido a que en sus declaraciones al juez demostró que era bastante despistado al no darse cuenta de pequeños detalles durante su gestión, y no se había dado cuenta de que tenía que ir convenientemente vestido. Eso sí, agasajaba a los demás invitados con unas tarjetas negras, mientras ponía esa cara de orgullo que tanto le caracteriza
También recuerdo en el sueño, cómo olvidar, el discurso de Noche Buena por parte de nuestro nuevo rey a todas las televisiones. No me he quedado con nada de su contenido, ya lo siento,  pero lo que sí recuerdo, seguro que nunca lo olvidaré, es un pequeño detalle, que quizás es lo que ha eclipsado todo lo demás de la escena. Felipe VI al hablar a la cámara tenia su escritorio detrás, y en él se podía ver la foto familiar en un marco plateado, aparecían su esposa y sus dos hijas, pero al fijarme bien, en lugar de sus caras aparecía en todas el rostro del pequeño Nicolás.

*FOTO: DE LA RED

viernes, 3 de octubre de 2014

LAS TARJETAS EXTRANJIS DE LA DESVERGÚENZA

No sé a vosotros pero  a este vecino del mundo, cuando el calendario dicta  que ya estamos en Octubre, el ambiente le recuerda a navidades.
Este año tengo la sensación de que estoy en el trópico, no por el calor, sino por la cantidad de luz. Y…, es que no es de extrañar. Todo el mundo hablando de tarjetas estos días, así de primeras, he pensado que no soy el único que tiene la sensación de que Santa Claus, Papa Noel, Reyes Magos, Olentzero, están tras los cortinones (porque de lo contrario no caben todos juntos) de la sala de estar. Pero, más tarde, el vecino del quinto, Don Esteban, antiguo notario venido a menos, me imagino que de los pocos en su situación, me ha aclarado que las tarjetas de las que todo el mundo habla no son las tarjetas navideñas, ya me parecía un poco pronto para ello, sino tarjetas de crédito, que las denominan “B”.
De los 86 consejeros que debía de tener Caja Madrid, solo tres no usaron las citadas tarjetas. Entre los restantes presuntamente se gastaron 15,2 millones de euros.
El problema de esta sinvergonzonería es que también alcanza a los partidos políticos, otra vez, y sindicatos, una vez más,  porque parte de los citados consejeros fueron designados por ellos. De la lista tampoco se escapan dos exministros: el popular (por ser de Partido Popular, no porque la gente le considere de los suyos) Rodrigo Rato, y el socialista Virgilio Zapatero.
Lo de Blesa merece, por desgracia, mención especial, ya que en su último mes, y sabiendo que lo era, al frente de Caja Madrid se "fumó" 19.000 euros. Cada uno, en sus obras se retrata de la catadura moral que tiene, o no tiene.
Como diría el vulgo, estas tarjetas eran de extranjis, y consecuentemente no se declaraban a Hacienda. Una especie de regalo del "amigo invisible" pero que, como siempre, al final pagamos todos, y disfrutan unos pocos.
El escandalazo ya se ha cobrado un par de cabezas políticas: Pablo Abejas,  el director general de Economía de la Comunidad de Madrid, que ha sido cesado, y no es de extrañar, y  Carmen Cafranga, la presidenta de la Fundación Caja Madrid, que se ha visto “obligada” a dimitir, más sinvergonzonería.
El guapo e inarrugable de Pedro Sánchez, secretario general del PSOE, ha asegurado además, que expulsará del partido a aquellos consejeros que se demuestre que han hecho un "uso irregular" de las tarjetas de crédito de la Caja, aunque vaya usted a saber lo que es eso, porque como ya se han dado muchos casos, a lo mejor pronto nos enteramos que, en determinados ámbitos del poder, “eso” ya es normal.  
¡Es curioso! Con todo lo que se ha robado, presuntamente y sin presuntamente, y todavía queda algo de dinero en las instituciones españoles.
-Lo que no queda, y está claro, es vergüenza. –me lo decía Don Esteban, embutido en su traje beige viejo, mientras movía sus brazos como aspas de molino, para terminar de recordarme, no a un antiguo notario, sino a un quijote más de esta España, en la que todavía confiábamos, pero que ella misma se empeña en demostrar que no es buena.
Y antes de irse escaleras arriba, ya que no le gustan los ascensores me dijo: -Tanto robar, pensando en paraísos ocultos, para acabar entre cuatro paredes de cemento y hierro.
-Sí, pero con eso de las nuevas tecnologías, - le contesté yo, con ganas de chincharle un poco más, mientras se perdía detrás de las escaleras que le iban a llevar hasta a su casa- sus familiares seguro que conectan con ellos mediante Skype, por aquello de ahorrar y que les dure un poco más lo robado. desde los lugares más remotos y bellos del mundo.
Las últimas palabras de Don Esteban ya sonaron con un cierto eco ininteligible: -También es verdad…-No oí el resto, pero seguro que era un juramento, o dos.

*FOTO: DE LA RED