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viernes, 18 de diciembre de 2015

LOS VASCOS NO LLORAN (GALA 15, GRAN HERMANO 16)


Nunca pensé que podría empezar un post sobre Gran Hermano diciendo “Los designios de Dios son inescrutables”, pero eso es lo que me viene a la mente con la salvedad, naturalmente, de que hay que cambiar “Dios” por “los jefes del programa”. Y es que uno se pregunta por qué en una de las semanas se fueron dos concursantes, y ahora están prolongando  la evacuación a ritmos más que reumáticos.


Quizás, y llegados a este punto, convendría preguntarse  qué se premia en este concurso, y así obtendremos la respuesta a ¿Quién debería de ganar esta edición?


Si la empresa, porque en el fondo se trata de eso, quiere alargar la sombra de la edición a alguien que luego sirva para salir en sus programas, ya se sabe, joven, atolondrado/a, de muy buen ver, y que dé juego a la parrilla de Telecinco, entonces está claro que debe de ganar Sofía, y su madre, porque no olvidemos que “ésto” es un pack más indisoluble que Ramón y Cajal. Sin olvidar, además, el hecho de que si la de Pamplona se lleva el maletín, irá integro a su madre, dicho por ella misma dentro de la casa, y que este vecino del mundo lo oyó en directo en el “24 horas” y que no se ha vuelto a reproducir por la cadena.


En cambio, si lo que realmente queremos es repartir justicia, la persona que indiscutiblemente debe de ganar este año es Aritz, y en lo ya dicho en esta frase está la razón del por qué. Precisamente, por comportarse como “persona” y no como “concursante”. Por mostrarnos su moneda, en lugar de esa famosa llave, su cara “A” y su cara “B”, que todos tenemos, y que siempre, siempre, se ha comportado como le pedía su cuerpo en cada momento. Ha pensado siempre en lugar de con el cerebro, con sus tripas, aunque algún gracioso dirá que en más de una ocasión ha pensado con sus genitales, pero el que esté libre de pecado que tire la primera piedra.


Sea cual sea el resultado final, esta edición será la de Aritz, y naturalmente la de Han, que se fue ayer, y que es muy importante en el desarrollo de todo el concurso. Y es que el chino granadino sacó lo mejor y lo peor del vasco. Y llegados a este punto, ayer y durante la entrevista de Mercedes Milá se  echó en falta, al menos este vecino del mundo echó en falta, una gran reprimenda, como al menos antes las solía hacer la Milá de perfil alto, con respecto a no blindar la intimidad de la pareja. 


A la Señora Milá, una edición sí y otra también, se le ha llenado la boca  de recriminar al componente “masculino”  de una pareja que en un momento dado se ha podido formar en la casa, cada vez que se ha ido de la lengua desvelando intimidades “camatorias”, más que amatorias, a los demás concursantes. Y ayer, Doña Mercedes Milá, fue incapaz de hacérselo notar al Señor Han. ¿Una pareja formada por dos señores no debe de funcionar igual que una pareja de las de toda la vida?


En este caso, precisamente, los “deslices vocales” del Señor Han han jugado muy a la contra de Aritz, sabiendo ciertas cosas, más los otros concursantes, que nosotros, los espectadores,  por versión del concursante granadino, que constantemente no es que arrimara el ascua a su sardina, sino que el ascua y la sardina siempre eran para él.


Comenzaba este post, diciendo que el concurso ya se ha hecho demasiado lento, porque los que vemos el “24 horas”, durante esta semana hemos asistido a una especie de circo, como el de Niedziela casualmente, pero en el que en la pista siempre estaba Han y Aritz, y ellas lo único que hacían era comentar las jugadas del contrario, porque no olvidemos que aquí no hay amigos, sino contrarios, que no enemigos, aunque algunas veces lo sean.


Ya no hay mucho más que contar porque hay lo que hay, y ahora todo está en el grado que te dejes contaminar, como espectador y posible votante, por los cantos de sirena que vienen de todas partes y en una gran proporción desde la mismísima cadena. Ya que no solo se trata de hablar bien o mal de alguien, sino incluso en el orden de plantear ciertas cosas, o de no mencionar otras, como por ejemplo, y ya dicho, el dinero que puede ir directamente a manos de Maite, y que a muchos defensores de Sofía, en realidad, eso, no les haría gracia. Y que el concurso se ha librado muy mucho de comentar.


Por ejemplo, ayer ante las visitas, otra vez, aunque ahora sea en persona, y antes vía plasma (por cierto, ¿a qué me recuerda eso?), el acorralamiento a Aritz fue más que evidente, entre otras personas por la madre de otra finalista, que aunque haya sido concursante, no nos confundamos, ahora actúa como madre y defensora de un “botín” que puede ir para su casa.  Mientras, en el caso de Sofía precisamente, no pasó de hablar con sus ex-ligues, que el primero, Suso, le pellizcó, un poquito, solo un poquito, en su moral, y el otro, Ricky, ya fue un auténtico elixir de crecimiento de su ego, y todavía deben de estar limpiando las babas de ambos en la sala en la que se reencontraron.


Además, lo más gracioso del caso, fue la razón esgrimida para que aparecieran de nuevo los incansables ex-concursantes, según palabras textuales de Doña Mila, Mercedes, “para disolver los malentendidos”. En mi pueblo al menos, a eso siempre se le ha llamado, y con perdón, “revolver la mierda”.



Como ya este vecino del mundo se está tomando con humor todo tipo de estratagemas que está urdiendo la dirección, para sorprender/manejar el programa, ya solo hace falta, y lo dije ayer en un tweet imposible de reprimir durante el programa, al comprobar la diferencia, y por mucho, del trato recibido por Aritz y los otros tres concursantes, solo faltaba que “casualmente” cambiaran, como lo hacen un día sí y otro también, las reglas del programa y, casualmente, impongan una que diga: “Prohibido los vizcaínos”. Y mientras expulsan a Aritz, la Milá, Doña Mercedes, jure y perjure que ellos contra Aritz no tienen nada, pero que las normas son así, para cumplirlas. 


Ayer, que la presentadora, muy sibilinamente, nos diga cómo alguien se tiene que comportar, o dejar de hacerlo, ante la salida, en este caso de Han, del concurso, más que de manipulación, es de vergüenza ajena. Y no quiso, sin embargo, comentar, otra vez Doña Mercedes, el por qué Aritz no quería/podía mirar a la cámara durante la despedida “con su pareja”; porque sabía, el de Santurtzi, que se iba a romper, y los vascos no lloran.

¿No nos vale ya con que haya dejado el armario hecho unos zorros?

*FOTO: DE LA RED

viernes, 4 de diciembre de 2015

LOS RESTOS DEL NAUFRAGIO (GALA 13, GRAN HERMANO 16)


Hemos asistido a una gala, la decimotercera, diseñada, en teoría para mantener la tensión y el interés, con dos expulsiones, la segunda no esperada por los habitantes de la casa. Creo, sin embargo, que la mayoría nos hemos aburrido como ostras, suponiendo que las ostras se puedan aburrir.


La primera expulsión de la noche, entre Marta, Aritz y Ricky, a poco que se explorara en internet se podía ver el percal, y de acuerdo a lo que se presuponía, se fue el argentino-canario.


Su paso por el plató, y si hubiera sido cuestión de un guionista se le podía acusar de hacer “un copiar y pegar”, porque fue un comportamiento-entrevista calcada a la de Suso, con balones fuera y reparto de culpas a terceros. ¿La diferencia? Muy fácil; estuvo en los decibelios. Ricky dejó más que claro que en las comunicaciones entre isla e isla, dentro de Canarias, él las debe de hacer sin teléfono.


Mercedes Milá, que como presentadora del concurso, y en opinión de este vecino del mundo, está viviendo sus horas más bajas, le tuvo que llamar la atención por lo que chillaba al hablar. Es curioso que este año prácticamente solo se llame la atención por el volumen del discurso, y no por el discurso en sí. Y es que a estas alturas de la película ya nos parece normal todo. Porque en esta edición se ha inventado la excusa perfecta, la edad del concursante, que como está en una gran mayoría, alrededor de los 22 años, con esa edad se les perdona todo por "niños".


Es una pena que fuera del concurso, todos nos hayamos tenido que tragar muchas broncas por comportamientos indebidos, incluso a edades menores o mayores.


Muchas veces, la mayoría, es importante el marco y las bases que se crean para un concurso, y hemos llegado a tal deterioro de todo, que ya no nos extraña nada, ni que se enteren de todo lo de fuera, ni que a estas alturas del programa se puedan hacer mil repescas, porque ya da lo mismo, y la credibilidad del programa es nula. Y aquí se puede adjuntar de esa caja que daba el visado para llegar a la final, y que a la postre a Han no le ha servido para nada, otro despropósito más del programa que se deteriora/lo deterioran, por momentos. Y que conste que a este vecino del mundo, desde el segundo cero, le pareció una muy mala idea, porque podía ser el pasaporte para meter a dedo a cualquiera en la final.


Recibieron la visita de Jorge Javier, y en realidad solo era para hacerse publicidad del espectáculo que tiene. Les regaló los folletos de la obra y les invitó a verla cuando salgan.


Más tarde, al terminar el programa en directo, y viéndolo ya por el veinticuatro horas, este vecino del mundo se enteró de que Aritz y Jorge Javier ya se conocían, dicho por el mismísimo Aritz, porque el vasco ha estudiado en la academia de la que el presentador es socio. Sinceramente, y como no hay nada que ocultar, el presentador lo debería de haber dicho durante el encuentro, eso en el supuesto de que se hubiera dado cuenta de que conocía a Aritz.


Y cuando los concursantes, los que quedan, más tranquilos estaban, se oyó la voz, por segunda vez en la noche, de Mercedes Milá, anunciando que se iba otro concursante. Esta vez, y en contra de la mayoría de los pronósticos, fue Vera. Hay que recordar que ahora las llamadas de los espectadores no eran para expulsar, sino para salvar. Sinceramente, este vecino del mundo no consideraba al de Barcelona como "expulsable", antes se hubiera decantado por Carlos o por Niedziela.


Vera mereció, porque había mimbres para ello, una mejor entrevista, pero encontré a una Milá cansada, o hastiada. Tampoco tiene que ser de extrañar con el ambiente que se tiene que respirar en el estudio. Ya que, a fin de cuentas, se trata de ganar un tesoro, y con respecto a tesoros, y su reparto, no hay bromas que valgan. O al menos eso parece, porque los escrúpulos nunca aparecen en pantalla. Debieron de ser exterminados hace años…


A remarcar que con la expulsión de Vera, Niedziela quedó muy tocada. A lo mejor ahora se da cuenta de que echa de menos al de Barcelona más de lo que ella pensaba.


En esta edición, a estas alturas del juego se nota más que nunca, y luego me explicaré, porque de primeras puede sonar mal, que lo que queda son los restos del naufragio.


Siempre, en todas las ediciones, se suelen hacer dos o tres grupos naturales, y uno de ellos es el que suele ir doblegando a los demás. Pero este año se han ido repartiendo puntos y víctimas en cualquier bando, y lo que ya queda son concursantes que provienen de diferentes bandos, y que a estas alturas del concurso no les queda más que llevarse bien por aquello de que “por lo que nos queda en el convento…”.

Ni que decir tiene que si hablamos de bandos, el formado por Marta, Sofía y Niedziela es el que más está durando. Y es que la pena, lloros, juventud y belleza vende mucho. En especial, si todo ésto se tiñe con un poco de feminismo barato. Y este vecino dice “barato”, porque es pura pose, ya que si indagamos, por ejemplo, en el tipo de “hombre” u “hombre tipo” que ellas han dicho que les gusta, está más cercano al hombre de cromañón, eso sí depilado y bajo la denominación de “canalla”, que al detallista, educado y mostrando sentimientos, y que muchas veces ellas mismas han tildado de “pagafantas”. Ha quedado más que claro que para ellas entre Vera y Suso, siempre ganaría Suso. No hay más que decir.


Entre los chicos quedan Aritz y Han que siempre han ido juntos, aunque Han vive en un mundo que es solo suyo, y aunque pueda estar piel con piel con el vasco, tras ese amaneramiento y parecer ser “el rey de la fiesta” veo a una persona muy, muy fría y calculadora.

Como un islote a la deriva, queda un Carlos, que muy en contra de lo que dicen muchos, este vecino del mundo cree que no ha sido nada pasivo en el concurso, y que al igual que Aritz nunca ha mirado alrededor para ver dónde y cómo estaba para meterse en cualquier charco si le parecía justo. Este detalle, esta posición, ha hecho que Carlos y Aritz se respeten y compartan momentos, porque se reconocen valores muy parecidos. ¿La diferencia entre los dos? Muy clara. Carlos es más egoísta, más de clase social, más de con los pies en la tierra. Aritz podría ir a luchar contra dragones si viera una razón, especialmente si ésta estuviera en su corazón. Y nunca contaría cuántos están a su lado. Siempre que se ha metido en un charco nunca ha mirado si estaba en inferioridad de condiciones.


Hace tiempo que el programa está en un coma empeorado en cada programa por las recetas de los doctores de la productora y del mismísimo Telecinco. En su mano, como siempre está, que gane un verdadero merecedor del título, o alguien, y esta vez claramente hablo en femenino, que dé el perfil de la cadena y que luego pueda ser paseada por el resto de la parrilla de programas y eventos varios.


Y ya para terminar, a destacar la importancia que este año se está dando a los ex-concursantes. Antes, otros años, en otras ediciones, concursante expulsado era prácticamente olvidado. Este año, a personajes, porque ya no son concursantes, y solo han quedado como tales, Suso, Raquel, Amanda, se les sigue dando, y si no se la toman, cancha en el programa. Y eso no es bueno para la normalidad del concurso, pero la misma productora les sigue requiriendo incluso para seguir calentando a los concursantes en activo.


Aviso, cualquier día nos encontramos con algún spin-off (o programa nacido a raíz de otro) de ex-concursantes.



Lo dicho, ya solo queda los restos del naufragio, y está en nosotros salvar a lo más valioso, bien sea de sentimientos, o para alegrar la vista. Más claro este vecino no lo puede decir. Al resto, no lo salvado, se lo llevará la próxima ola, el próximo programa, el olvido.

*FOTO: DE LA RED

viernes, 27 de noviembre de 2015

VISTIENDO CON EXCUSAS (GALA 12, GRAN HERMANO 16)


Hoy no voy a hacer  un resumen de la gala. Porque no me da la gana, porque no se lo merece el programa, y porque para estas horas ya lo podéis encontrar en otros medios.

En este desinfle semanal de reglas del programa, o de reglas a la carta, ya se ha llegado al paroxismo, o al cachondeo de dejar pasar la información que se quiere vía conexiones de despedida al final del programa, o como en este caso, vía familiares. Siendo en este apartado la más beneficiada, sin lugar a dudas, Sofia, con una madre ex-concursante, y por supuesto, familiar, que va y viene, entra y sale de la casa como una gaceta con patas.

Esta edición ha sido dedicada a los secretos. Y a pesar del guion elaborado, el mayor de los secretos tiene forma de llave, como metáfora metálica, y lo tiene, el que en teoría al repartir los secretos, no tenía ninguno. Así es el destino.

Es el programa y edición, todo en uno, de los despropósitos.
Continuamente ellos mismos, los propietarios, han dado/dejado que entre información de fuera, y ayer en los últimos estertores de una concursante como Marina, echan en cara a Enrique que le diera información, cuando en su caso ya estaba todo el pescado vendido.

Marta y Sofía están acusando a Ricky de ser machista, y lo es, y ellas se pasan toda la edición promocionando el machismo también comportándose como mujeres objeto, convirtiendo a los espejos protagonistas un día sí y el otro también. Y en el caso de Sofía arrastrándose por las noches para sentirse mujer deseada, aunque sea tras varias copas y un lenguaje lleno de grosería.

Ya no importa, a estas alturas del programa, quién lo ha hecho bien o mal. Cada uno (concursantes, familias y programa) ya tienen su candidato y ahora toca vestir a los demás de excusas para que gane el suyo.

Un programa que siempre se pone la vitola de riguroso, no debiera haber dejado que voten los familiares, porque lo hicieron, en el caso de Vera fue más que evidente, no como el concursante hubiera querido, sino tras unas conversaciones y su consenso correspondiente, lo que decidieron para unos y otros. La hermana de Vera votando a Aritz con tres puntos, mientras éste al verlo dice: no, no, no. El frente de las tres mujeres es más que evidente.

Durante el turno de los familiares, Maite, ex-concursante y también madre de Sofía le da a su hija todo tipo de información de fuera, y, sin embargo, no dejan que la madre de Han hable con él en chino, cuando es más que evidente que del castellano no conoce ni el  diez por ciento. 

Por cierto, Maite, al nominar da tres puntos al vasco, dando con ello más importancia al poder ganar el concurso (Aritz es mucho más fuerte que Ricky en opinión de este vecino del mundo), que el castigar el denigrante comportamiento del argentino-canario. Una vez más queda más que evidente que en Maite prima más el dinero que la moral.

Ha cambiado tanto la rigidez primitiva del concurso que como sigan haciendo cambios en el programa, el día que pongan una piscina que rodee la casa tendremos..."Supervivientes".

Se ha obrado tan mal al dirigir esta edición, que las mismas cabezas pensantes saben que el único morbo que queda es el misterio que rodea a Aritz, a su moral, a su llave. Y ayer, vía app del programa se premió a éste con que pasara la noche con Biky, la chica del bombín,  la que se cree que pueda ser pareja del vasco, y que visto el comportamiento de los dos al estar juntos, queda más que claro que no es “la poseedora del secreto de la llave”.

Desde aquí quisiera decir a Biky, que me consta que lee a este vecino del mundo, y a los que llevan la defensa y cuenta del vasco, que lo mejor para él es que nunca, nunca, se sepa el por qué de la llave y su significado. Es más que probable que no gane el concurso pero pasará directamente al Olimpo extraoficial del programa. 
No queríais sorpresas, pues os van a enterrar con una grande.

La mayoría de los familiares han hecho que sus representados abandonen y dejen colgado a un Aritz que está viviendo sus peores horas de apoyo a su imagen. Representa, sin embargo, una trayectoria con su verdad por delante, y que ha dicho siempre las verdades del barquero a la cara, aunque no gusten. No, como por ejemplo, una Marta que siempre lo hace cuando no es ni el momento ni el lugar, y que lo dice a todos menos al interesado. O una Sofía que hace todo lo contrario de lo que dice y además lo niega. De Niedziela no voy a decir nada, porque aparentemente nunca está en la casa sino en sus mundos, que son amplios y variados.

Este año no puede decir La Milá que las concursantes se devoran entre ellas, porque hace ya tiempo que han formado un frente común. Lo cual es muy lícito, pero siempre que lo reconozcan. Porque votan con un paripé elevado a la máxima potencia, como que se lo piensan, como que improvisan, como que les duele, pero dicen exactamente las mismas palabras y excusas, como ayer lo hicieron sus familiares.

Ayer Mercedes Milá y el concurso desperdiciaron una buena entrevista que Marina demostró que tenía.  Marina, tras esa imagen que muchos le han querido poner de mueble, demostró a los que todavía lo dudaban, que le sobra genio y figura, y que le gustan las cosas claras. Y que precisamente por eso le encanta Aritz, porque si algo es el vasco, más que claro,es diáfano. Y lo demás son excusas de unos concursantes, féminas especialmente, que ven esta semana como una ocasión pintiparada para deshacerse de un concursante, el propietario del secreto de la llave, muy, muy fuerte, aunque nos digan lo contrario.

Antes de terminar algunos detalles, y apuntes, durante esta última gala:

Marta cada vez que se salva se convierte en: La Reina del Paripé. Por un momento, me la imaginé cantando, al más puro estilo Pantoja: Yo soy…esa.
Confesó ayer que sus lloros son motivados porque sabe que es contestada fuera, y tiene miedo a que su novio abra los ojos.
La canaria quiere y ayuda, pero luego pasa factura. Actúa como una O.N.G. pero que luego no la nominen, porque se arma, y gorda.

Por la misma regla, si la del bombín es la persona especial de Aritz, el amigo de Han será “su” persona especial.
A todos los que piensan que Aritz y Han están juntos por estrategia, en realidad, Aritz al menos, tiene más que perder.
Hubiera estado muy bien que al entrar en el apartamento la del bombín, Aritz hubiera preguntado quién es ella aduciendo que no la conoce.
Ni Biky ni Aritz han dicho que son pareja, porque han dejado claro en la conversación, una vez juntos en el apartamento, que la llave es otra cosa u otra persona.
Sobre Aritz el programa solo tiene suposiciones, porque no saben nada, ni a quién pertenece la llave.


Ricky es un tío muy malo y egoista. Ve a todos como a enemigos, Carlos incluido. Suso en comparación con Ricky era el rey de la finura. El argentino-canario es el rey de los bastos, impresentable hablando de orificios.
Mal por Ricky, pero mal también por Sofía que no se valora y se arrastra.
Ricky ya no gana el concurso, aunque Suso era igual y la Milá en ningún momento se lo recriminó, ni a su salida.

Han cuando llora se le olvida el castellano.

Maite con lo dicho a su hija tras visitarla ha conseguido dos cosas:
1. Le ha dado las pistas para llegar a la final.
2. Sofía gana G.H.16 porque el programa lo quiere.

Triste, Milá no ha dado importancia a la información de Maite. Y, sin embargo, a la madre de Han no le dejan hablar en chino. ¡Hay que joderse!

Tras las conversaciones durante toda esta semana, de Carlos y Ricky, es muy difícil que ganen el concurso por lo fríos y calculadores que se han mostrado.

Las peticiones del programa para que los concursantes pudieran hablar con sus familiares no han sido equivalentes en importancia. Lo de Vera, cortarse la coleta, no tiene marcha atrás, pero no me creo que Sofía haga la comida; no sabe.

Diera la impresión de que La Milá no se va a acordar de que tiene que entrevistar a Marina.

El novio de Marta ha votado mal. Aritz sin sus votos ya salía nominado, y a él le hubiera convenido subir a más concursantes que tenían menos puntos. 

Al programa le viene bien que entre Biky,  para intentar enterarse de algo de la vida  de Aritz.
Tras la gala, y aún en directo, larga parrafada de Han con Vera, el chino granadino marca claras diferencias con  Aritz, mostrando miedo a que le arrastre fuera. ¿Seguís diciendo que Han no juega con Aritz? Tóxico para el vasco.

Voy a tomarme un café con leche hirviendo con pastas. La gala me ha dejado muy frío porque ya se ven todos en la final, y hasta los familiares, ellos los primeros, tienen el signo del dólar en sus pupilas. Hace ya tiempo que nada es verdad, ni mentira.

*FOTO: DE LA RED

viernes, 23 de octubre de 2015

SE BUSCA AL ESPÍRITU PERDIDO (GALA 7, GRAN HERMANO 16)



La gala de ayer, la séptima, se diría que ha sido una más. Sin embargo los sentimientos que me invaden son de añoranza.

¡Vayamos por partes! Tengo la sensación de que he ido a ver un concierto de mi cantante favorito, y con tantos teloneros, efectos especiales y servicio de cafetería y tienda, no me he metido en faena, y solo he sentido el des-concierto.

Y es lo que me está pasando esta temporada. Demasiados secretos, demasiada parafernalia, demasiada epidermis, y del concurso…nada de nada. Tengo la sensación, además, de que a los encargados del programa les pasa más o menos lo mismo, porque ya no es normal tanta acumulación de "cosas".

Ahora, además, no hay una rutina rígida que sirva de nexo de unión. La semana pasada enseñaron imágenes de diferentes videos, a los dos últimos que estaban nominados, ésta sin embargo no. Y sobre todo, a los que ese día han salido de la casa, les dejan hablar contando ciertas cosas, que dan pistas a los que están dentro.
Ponen y quitan según parezca a la organización, y eso no debe de ser de recibo.

Con respecto al último programa, al de hace unas horas, lo importante como en cada uno de ellos debería de ser, que Ivy, en este caso, se fue, pagando los platos rotos de las mentiras de otros, Suso, Carolina y Marta. Sin embargo, lo más importante fue la presentación de una repesca que se me antoja muy, muy, pronta.

Siempre he pensado que la repesca no es justa. Si los espectadores se han gastado sus buenos euros para mandar a alguien fuera, no se debería de utilizar un recurso como ese, para hacer de la capa un sayo.

No soy adivino, pero si entra alguien, que también hay opción "nadie",  será Maite o Raquel, más morbo, que en realidad desorientará, más si cabe, al espíritu verdadero del concurso que fue.

Respecto a cómo están las cosas ahora. Ricky, entró ayer mismo, se va a llevar muy mal con Suso, o al revés. Dos machos dominantes, en lo único que no chocarán es en lo cultural. Ni saben ni les interesa.

El antiguo Gran Hermano era una partida de pocker en la que podías engañar, e ir de farol. Aquí ya no se puede por la repesca, el que entré sabe la verdad.
Nos quieren sorprender tanto que en cualquier momento van a hacer otra edición de La Voz dentro de la casa. ¿Y el concurso?

En otro orden de cosas, Suso es tan manipulador que hasta quiere convencer al espectador de que ve otra cosa diferente a lo que ocurre realmente.

Ayer tras terminar la emisión del programa vi, mediante el veinticuatro horas, un rato más de esa noche.
Sinceramente, Ricky ya me ha cansado. Va de sobrado, y de que, en teoría, en cinco minutos ya es tu gran amigo... Me puedo equivocar pero para la semana que viene recibirá muchos votos.

En realidad, Suso y Ricky son como el hambre y las ganas de comer.  Y ésto, gran equivocación por parte de la organización, ni debería de ser un concurso de cocina, ni de varietés. 

Se ha perdido un espíritu. Si alguien sabe dónde está el de aquel concurso de las primeras temporadas, agradeceré la información. Pero mucho me temo que si ni Carolina, experta en esos temas,  lo ha visto, lo hemos perdido para siempre. Y así nos va.

*FOTO: DE LA RED