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martes, 5 de abril de 2016

CHUS, ESPÉRANOS EN EL CIELO



Comenzamos a estar muertos, y ésto no lo dice otro más que el propio vecino del mundo,  cuando tenemos más incentivos en la otra dimensión, si la hubiere, que en ésta. Y desde ayer estamos un poco más muertos.


El fallecimiento de Chus Lampreave, como todos la conocimos, nos deja un poco más solos, dependiendo de nuestras edades, sin esa otra tía, o abuela, que en algún momento todos hemos tenido la necesidad de sentir por y con ella.


Vaya por delante que este vecino no quiere hacer un estudio sobre su vida, obra o premios, sino apuntar a vuela pluma, los sentimientos que afloran, y muchos, al recordarla.


Su caso es curioso. Mucho más culta, las cosas como son, de lo que hubiéramos presumido al verla por primera vez, nunca pretendió ser actriz (estudió Bellas Artes), ni lo fue, y que se entienda ésto. Chus Lampreave, al menos desde nuestro punto de vista, siempre ha sido un personaje en sí misma, al que tanto los guionistas como los directores pensaban en ella para que apareciera en diferentes historias.


Siempre se ha dicho que sólo los niños y los borrachos dicen la verdad. Hubiera sido justo añadir, “…y Chus Lampreave”. Porque ella, y me niego a hablar en pasado, siempre suena a verdad. Por eso muchas de sus apariciones han sido auténticas bombas de relojería, por lo que pudiera decir por esa boquita, y sobre todo, cuándo. Dotando a sus frases, cualquiera que fueran, de un sentido totalmente surrealista.


Este vecino siempre recordará a esa portera de Don Pedro Almodóvar, que no podía decir mentiras porque era testigo de Jehová, y ellos no pueden decirlas. O esa mujer, de “Espérame en el cielo”, de Antonio Mercero, que iba al cine para buscar en el “No-do” a su marido, como doble de Franco, y que cada vez que aparecía el entonces “generalísimo”, ella le decía: “Yo, también”.


Doña Chus Lampreave, ha sido, y por siempre será, una de las “Ñ” de nuestro cine; eso que nos diferencia del cine americano, y lo hace inequívocamente español, con sabor a cocido, o a alubias, pero nunca con aroma al “Actors Studio”, ni le hacía falta.



Chus, espéranos en el cielo. Nunca podremos olvidarte, ni queremos. Descansa en paz, y por favor, no le hagas preguntas incomodas a Dios, que te conocemos.


*FOTO: DE LA RED

jueves, 17 de diciembre de 2015

UNA HOSTIA BÚMERAN Y SU PHOTOSHOCK


Está claro que Almodóvar, Don Pedro, solo pudo nacer en España, porque esos guiones, los de su mejor época, frescos y alborotados, no son otra cosa, que un reflejo de nuestra España cañí, porque anda que  no hemos tenido unas horas moviditas desde que ayer uno de los candidatos en esta campaña electoral, y a la vez Presidente del Gobierno, Don Mariano Rajoy, sufrió una agresión durante, eso que se dice, un baño de multitudes.


Vaya por delante que este vecino del mundo condena, por supuesto, toda agresión vaya a donde vaya, y venga de donde venga. Pero este hecho, ha servido también para retratar a muchos. 


Bien pensado, se podría decir que ha sido una agresión búmeran, porque su movimiento de influencia ha sido curvo, y ha atravesado todos los espectros políticos para volver al centro, ya que ahora la mayoría de los partidos se retratan en esta zona, el centro, que viene a ser como lo políticamente, y nunca mejor dicho, correcto. Y que puede también explicar, el que si un partido, que hasta hace unos años hubiera sido claramente catalogado de derechas, si él mismo ahora se define como del centro de toda la vida, Podemos, que según el baremo de antes, hubiera sido catalogado como de izquierdas, ahora sea de extrema izquierda. Aunque por esa regla de tres, y partiendo de lo mismo, el Partido Popular desde la otra orilla, también pudiera ser catalogado como extremo.

A este vecino del mundo, sin embargo, una de las cosas que más le han chocado en esta noticia es el uso presunto del “photoshock” por parte de uno de los más famosos periódicos de este país, para intentar agravar una noticia que ya de por sí lo es, y al quedar en evidencia, daña lo que en teoría pudiera haber querido defender.

Es curioso por cierto, siempre se ha dicho, que cuando se destapan actos de corrupción, se les pone el sambenito, por parte del partido afectado, de “hecho aislado y al margen de los demás componentes del partido”. Sin embargo, un individuo, una persona, tiene un comportamiento salvaje y ya hay que etiquetarlo en un partido en concreto o como consecuencia de una filosofía determinada.

Ahora, y tras saberse que el joven causante de la agresión cerraba el círculo de las tendencias, al hacerse en cierta manera pariente lejano del agredido (hijo de una prima de su mujer), es cuando no hace falta ni el Photoshop ni el Photoshock porque a más de uno le habrán salido los colores, y otros los habrán perdido, como su razón.


Siempre se suele decir que el tiempo pone a cada uno en su sitio. Lo que ocurre es que en este caso solo se han necesitado muy pocas horas. Y quizás, lo mejor, es que todos los candidatos han estado, y por una vez, a la altura. Los no afectados, condenando desde el segundo cero, la agresión, y el agredido pidiendo cordura y calma. 

Lo demás, y nunca mejor dicho, ha sido un asunto de colores que iban y venían y de una hostia búmeran. Y, que algunas veces, conviene esperar a hacer un comentario porque el mismo tiempo, como esta vez, da su opinión.

*FOTO: DE LA RED