Mostrando entradas con la etiqueta Pantoja. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Pantoja. Mostrar todas las entradas

sábado, 9 de noviembre de 2019

PASANDO EL RATO, QUE ES GERUNDIO...



Mi vecina, La Rosa, me ha dicho bajando en el ascensor, y no estábamos en el Empire State precisamente, sólo eran cuatro pisos, que sospecha que ésto de las elecciones lo organiza el Señor Ferreras y Señora, o Ana Pastor y su marido, no vamos a andar a estas horas con machismos....

Pues en el caso de que fuera así, tienen un negocio bien montado... Dos elecciones al año les tiene que salir en programas de la tele por un buen pico, digo. 

Y es que ya nadie hace nada por nada, o como se solía decir, por amor al arte. Antes cuando solo había una cadena televisiva a nivel nacional, y en provincias o ciudades afortunadas, dos, incluyendo el U.H.F., podías encontrarte todavía alguna entrevista en profundidad en la que el protagonista, al final, no viniera a presentar lo último de lo suyo.

Es curioso por ejemplo la metáfora de la vida moderna que últimamente se ha materializado en una madre y una hija, famosas ambas, en sus orígenes por diferentes motivos, aunque ahora las dos coincidan en que generan “cotilleos”. La madre, Isabel Pantoja
Ahora, ya para pasar por caja, directamente la hija se hace llamar Isabel P. Que entre que preguntas por qué y te enteras que ha grabado una canción, no todo un disco, y la escuchas, pues ya has pasado el rato.

Que si te pones filosófico, puedes llegar a la conclusión de que vienes a este mundo, como mínimo a pasar el rato, y que si no tienes escrúpulos, los más afortunados hacen incluso dinero, y mucho.

Por cierto, y por razones que en estos momentos no me apetece contar, aunque tampoco son secretos de estado, son días en que tengo que hacer recopilación de todo lo que tengo en casa. Y estudiando caso por caso, todo lo acumulado, y nunca mejor dicho, llego a la conclusión de que no me conocía, naturalmente porque no he querido conocerme. O dicho de otra manera, llevo muchos años, desde el principio, compartiendo mi vida conmigo mismo, y no me reconozco.

Sabía que soy incapaz de comenzar una maleta sin llenarla de “por-si-acasos”, pero visto lo visto, al final mi casa está más llena de por-si-acasos que de una vida estable y lineal. En el argot deportivo se diría que soy más de los cien metros lisos que de la maratón.

Los que no me conocían, no conocían a este vecino del mundo, hasta este post,  habrán pensado al comienzo, que tengo muy mala baba con los demás, aunque al final habrán llegado a la conclusión de que mi mala baba me salpica a mí mismo, y que por aquello de la confianza, quizás incluso en demasía. 
Sólo puedo decir en mi defensa, o en mi acusación, ya no sé, que el ejemplo siempre se debe de comenzar por uno mismo, y en eso, en leerme la cartilla, nunca he fallado. Más de uno y una, conocidos o no, deberían de empezar sus críticas por uno mismo. La cosa, la famosa cosa, iría mejor…

*FOTO: DE LA RED


miércoles, 10 de abril de 2019

A PROPÓSITO DE PANTOJA....


Este vecino del mundo siempre ha tenido a gala el decir, y el cumplir, que cada tema expuesto en su blog está más que reflexionado para ser justo al menos con su manera esa de “vestirse por los pies”. Por eso el rumor primero que hace varios días arrasó en las redes, se ha visto refrendado hoy por la confirmación por parte de Telecinco, de que Isabel Pantoja va a formar parte de los participantes de esta temporada de Supervivientes, cobrando, al parecer, la nada despreciable cifra de 80.000 Euros a la semana.

Isabel Pantoja, y lo que ella representa (esa España del pelotazo, y del “yo primero”, de creerse la más lista, porque entre otras cosas está convencida, o al menos lo parece, que los demás son tontos), es de lo poco que puede hacer que este vecino, y además lo reconoce sin paños calientes, hoy escriba con las tripas para pedir que sea nominada, y despedida desde un primer momento, para así evitar que pueda seguir chupando de ese público del que salvo en sus conciertos, ha renegado.

Personalmente este vecino nunca olvidará aquel “dientes, dientes que es lo que les jode” mientras eran, ella y su pareja de entonces, la viva imagen del desprecio a los demás, y la autosuficiencia hecha carne.

Lo que ocurre es que Telecinco, como ente, ya se habrá blindado para que una vez que vaya  La Panto”, dure lo máximo posible. Hay que recordar que tanto en Supervivientes como en Gran Hermano, se han especializado, los organizadores-desorganizadores, en hacer de su manto un sayo, cambiando sus reglas, y “sus repescas” cuando les apetece, y que es la razón de que este vecino se alejara de estos concursos, aunque le gustaran a priori, cuando se pudo apreciar aquel famoso “pucherazo¨” que primero hizo que se salvara de la expulsión, en “Gran Hermano Vip”, una Esteban que en realidad era la “marca” de la cadena, y que incluso terminara ganando.

Las malas lenguas podrían decir incluso que la Familia Pantoja es una de las piedras angulares del éxito de “La cadena alegre”, Telecinco, en contraposición a que ellos llaman, o llamaban, “La cadena triste” a Antena 3. Pero lo que sí es seguro es que la cadena del Señor Vasile está doctorada en intentar dar brillo a gentes, sino con una moral cuestionable, sí con una manera de ver la vida nada recomendable para una juventud que tristemente parece creerse todo lo que se ve en pantalla, como si aparecer en televisión significara tener razón o ser el paradigma de la bondad.

Espero que nadie se rasgue las vestiduras, porque la realidad avala el hecho de que si quieres triunfar en Telecinco, cuando menos debes de tener una conducta más que cuestionable. Y lo triste es que los presentadores de los diversos programas, porque estos realities dan carnaza a todos los demás programas de esa cadena-fábrica, te intentan vender la moto de que en realidad eres tú el que les mira con malos ojos.

Antes de terminar, y como este vecino ya no es nada proclive a seguir los concursos de Telecinco, por aquello de que no tiene pelo para  que se lo tomen, y trastocando un tanto el célebre dicho de "aprovechando que el Pisuerga no pasa por La Pantoja", diré desde ahora, para así evitarme más comentarios posteriores, que de los concursantes ya confirmados: Carlos Lozano, Dakota, Omar Montes, Colate, e Isabel Pantoja, este vecino tiene especial simpatía por Colate, y no por nada del concurso, sino porque en un tiempo adoptó el rol del que se queda en casa durante su matrimonio, en su caso con Paulina Rubio, y  recibió palos de todo el mundo empezando por la cantante, y por su familia (madre y hermano incluidos) en la época del juicio. Quizás, por aquello de que la pela es la pela, y que lo que funciona para una mujer como colaboradora necesaria para el triunfo de su marido en el caso de que sea él el que vaya a trabajar, en el caso de Colate, y de muchos hombres, siempre queda la más que evidente sospecha de que son unos vividores. Y eso no es justo. 

Desde aquí mi apoyo hasta el final para el triunfo de Colate Vallejo-Nájera.

*FOTO: DE LA RED


sábado, 6 de junio de 2015

IT´S A LONG WAY TO TIPPERARY, O EL AUTOBÚS MULTIUSOS



Está claro que este vecino del mundo nunca podrá ser uno de esos millonarios, que con su avión propio, hoy está en Katmandú, mañana en Rawalpindi, y pasado, como dice la antigua canción británica, en Tipperary (ya os he dado una excusa, por cierto, para actualizar habilidades geográficas, como se dice ahora, “rarunas”). Porque este vecino cada vez que tiene que hacer un viaje de cierta entidad, está más nervioso que la Pantoja, ahora que está de actualidad otra vez, antes de volver a la cárcel.

Aunque casi faltan dos días para el viaje de vuelta a Donosti, esta noche apenas he podido dormir, y mi mente ha hecho la maleta (bolsa grandísima más bien) unas cien veces más o menos, por lo que esta mañana me he levantado como si no hubiera dormido.

Siempre he pensado que tengo un cierto parecido, sexual no, evidentemente, con Mary Poppins, porque como hace ella, de mi maleta sale de todo. El problema es que en la película no se ve el secreto para guardarlo todo otra vez. Y ese es mi problema. Que en los momentos previos al regreso, tengo la sensación de que la maleta mengua, y de “supersupersuperkingsize” pasa a minimaleta de Nancy exploradora.

Y la persona que piense que el viaje lo voy a realizar en avión desde Alicante, que vaya acortando el presupuesto de sus suposiciones sobre este vecino del mundo. Autobús, puro y duro, unas doce horas de viaje, aunque no hay mal que por bien no venga. Si no te duermes, que por la noche es lo normal, te da tiempo a poner en orden toda tu vida, aunque fueras un Matusalén moderno, lo cual en sí mismo ya es un contrasentido. Incluso, para los muy creyentes, te da tiempo a hacer ejercicios espirituales y obtener cum laude en teología por la Universidad del Cielo.

Siempre he pensado que en este tipo de viajes, en autobús, debería de ir siempre un notario para poder cambiar voluntades en testamentos. Y no me refiero por miedo al viaje, sino que te da tanto tiempo a pensar sobre tu vida y la de los tuyos, y que en cierto momento del viaje, te puede dar por pensar que toda tu vida ha sido un engaño, y que no merece la pena premiar a los timadores. O incluso al revés, tras diez horas de viaje, te puedes dar cuenta de, que en realidad, a la persona que realmente echas en falta, es a la que menos habías tenido en cuenta en tu testamento.

Es más, y no es una exageración, incluso el mismo chófer debería de tener un poder, al estilo del capitán de barco, para que pasajeros que se conocen durante el viaje, puedan casarse. Sería además una manera de amortizar el viaje, ya que por el mismo precio, es el viaje de novios. Y filosóficamente, un viaje cualquiera, se convertiría en el viaje de tu vida.


¡Bueno! Me pongo a ordenar las cosas en la maleta, mientras descubro, como siempre con mala leche, que no he utilizado ni la mitad de las cosas que he traído. Y no aprendo…

*FOTO: DE LA RED

jueves, 16 de octubre de 2014

¡CÓMO HA CAMBIADO EL CUENTO!

Con esa especie de veranillo que tenemos aquí por el Norte, que parece que el sol se ha escapado de donde estaba escondido y quiere hacerse notar, y como  el cuerpo ya no está para muchos cambios, este vecino se encuentra bastante pachucho. Y ya se sabe en estos días en que todo el mundo está atento si le sube un poco la temperatura, para que le pongan en cuarentena, este vecino se encuentra bastante remiso en decir su estado a los pocos que le rodean, no sea que le pongan bajo cuarenta candados.
Quizás por ese estado de medio bien y medio mal, medio estoy aquí, medio estoy en vaya usted a saber dónde, he pensado que si habría que modernizar el cuanto de Aladino y la lámpara maravillosa, ahora Aladino no se encontraría con un objeto de apariencia tan retro (con genio incorporado, que además ahora seguro que tendría problemas con los papeles o por la ausencia de ellos) a la que pedirle tres deseos (que siempre me ha parecido un poco corto el número de peticiones, pero ya se sabe que los cuentos tampoco responden a ninguna lógica) sino con una tarjeta “black”, con la que poder pagar todo tipo de vicios.
De todas maneras, aquí, en España,  creo que ha habido una mezcla de cuentos, y se ha comenzado con “Aladino y la lámpara maravillosa” y se ha terminado con “Alí Babá y los cuarenta ladrones (mínimo)”.
Y yo me pregunto, teniendo en cuenta como es España donde no olvidemos nació la “picaresca”, ¿cómo se tienen que sentir las cuatro personas que teniendo poder de usar  las tarjetas “black” nunca lo hicieron? ¿Se sentirán orgullosos de no haberlo hecho, o en realidad pensarán que son los más tontos del lugar?
¿Y sus mujeres? ¿Sus esposas estarán también orgullosas “de lo que tienen en casa”?, o dirán aquello de “me lo temía, es un calzonazos porque me podía haber comprado, como sus amigotes de tarjeta, ese abrigo de visón que sabe que me gusta…y no lo ha hecho”.
Por otra parte, y antes de terminar que no se me olvide mañana que tengo que ingresar la ayuda para la Pantoja, para intentar lograr que no vaya “a la sombra”.
En este caso también, lo que ha cambiado el cuento. Antes, y empezando por las escuelas, se daba un dinero para el Domund (que todavía se sigue dando, y más que se debería de dar) y ahora los fans se juntan para intentar salvar a la cantante de turno…
No es la primera vez, porque los que tenemos ya una edad nos acordamos de aquella Lola, La Flores de España, la Faraona, totalmente afligida y acuciada por Hacienda pidiendo una peseta a todos los españoles. 
Sin embargo, ocurre que entre una peseta y un euro hay mucha  diferencia, y entre persona y persona también. 
No es lo mismo una Lola, siempre con la verdad por delante, de lo natural y sincera que era, capaz de parar una actuación en directo por televisión para buscar por el escenario el pendiente, “que es de los buenos, oiga”, a Doña Isabel Pantoja, encantada de haberse conocido, y que aunque sea pasional con su arte, por la vida va de tan fría y calculadora como un tahúr del Misisipi.
Y, ya se sabe, que en cuestión de cuentos, los hay que terminan bien y otros que terminan mal, para que se aprenda de la moraleja. Mientras, este vecino, y sin echarle cuento a la vida, que sería lo propio, se encuentra peor que Kiko Rivera en una biblioteca….Hoy tengo mal día.

*FOTO: DE LA RED

viernes, 8 de noviembre de 2013

ROSA Y SU TONADILLERA.

Acabo de bajar a la calle para comprar el pan, y Rosa, la del quinto, estaba toda preocupada con la Pantoja, que parece que va a ser abuela otra vez, ahora de su hija, que hoy mismo cumple la mayoría de edad.
-Debe de ser un hijo consentido- me ha  dicho Rosa, mientras me hablaba con cara pensativa, más allá de sus dudas. 
Aunque no le he contestado nada, he pensado que lo que quería decirme Rosa es que es un embarazo consentido, porque a los hijos se les consiente, unos padres más y otros menos, después de haber nacido. Pero la pobre, Rosa, bastante tiene con acabarse de enterar de que va a ser una especie de “tía abuela honoris causa”, por la admiración que le tiene a la tonadillera, aunque en su día no le gustó aquello que dijo de “dientes, dientes, que es lo que les jode”, cuando estaba con su “noviete”, aquel que fue alcalde. Pero Rosa siempre le echó la culpa a él, porque ella solo era una pobre mujer enamorada.
Este vecino ha vuelto a casa, mientras intentaba fijar en su memoria la cara de la hija de la tonadillera, pero solo podía ver el cuerpo de una jovencita con “una nube” por cara, y es que con eso de la ley de la protección de menores, lo único que ves en la televisión son cuerpos andantes con una nube encima, que parece que les está lloviendo todo el rato.
Lo que se le sigue haciendo raro a este vecino es, que una vez que el hijo del famoso o famosa cumple la mayoría de edad, ese mismo día ya se pueden ver todas las fotos anteriores sin la nube en la cara, porque parece que ya ha escampado, al menos, de leyes que prohíben, y el misterio de toda una vida sale a la luz.
Hablando de nubes…También le parecería lógico a este vecino, cuando alguien es sospechoso por algo, que de primeras no se distribuyeran las fotos del “presunto”, a no ser que sea estrictamente necesario para encontrarlo, porque si luego resulta que la policía se ha equivocado, o que han encontrado otras pruebas que involucran a otra persona, el primer sospechoso ya está marcado para toda su vida. Y si hablamos de justicia, precisamente “éso”, no es justo.
Por cierto, me acabo de dar cuenta, de que con tanta noticia, al final, no he comprado el pan…Tendré que bajar otra vez, por culpa de Rosa y su tonadillera.

*FOTO: DE LA RED