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viernes, 14 de febrero de 2014

HABLANDO GRATUITAMENTE

Estación del tren en San Mamés, Bilbao, son las once y cuarenta y cinco de la mañana. Faltan diez minutos para el tren de Muskiz de acuerdo con el horario mostrado en la pantalla.
En el andén solo estamos cuatro personas. Escucho la radio en mis cascos cuando me parece oír una voz que no proviene del programa. Miro frente a mí y un señor de unos sesenta años, con cara de aburrido tras una sonrisa, me vuelve a hacer la misma pregunta: ¿Está usted escuchando música, verdad?
Sin el más mínimo ánimo de darle un corte contesto: -No, en realidad estoy escuchando la radio. 
–Pues mi cuñada canta en un coro de Santander, y el otro día les grabé mientras cantaban en una iglesia - Lo dice más para sí mismo que para informar a alguien más –Y se oye muy bien -mientras empieza a sonar en su móvil una canción a bastante volumen sin que suene distorsionado. –Además, me ha dicho – y su voz comienza a teñirse con ecos de orgullo – que gracias a ello, ahora viajan mucho.
En mi rostro ha tenido que aparecer una sonrisa,  y con un tono de inequívoca ironía le he contestado: -Todo depende de cómo se miran las cosas, porque Rajoy, y sin faltar a la verdad, puede decir que como consecuencia de la crisis y de su política, ahora a los jóvenes les da por viajar mucho, especialmente al extranjero, y en viajes muy, muy largos.
La verdad es que con una gran rapidez y sin esperarlo, prácticamente me corta contestando: -Sí, pero mi cuñada lo hace gratis.
Con aire pensativo y un poco triste, le contesto: -Es en lo único que se diferencia, en que los jóvenes tienen que pagar por viajar muy lejos, porque luego por lo que hacen les pagan como a su cuñada, prácticamente nada.
Por primera vez el hombre del teléfono cantarín me mira a los ojos, y dándose cuenta de que estábamos manteniendo conversaciones desde mundos muy lejanos, tras unos segundos de una especie de reconciliación, los dos comenzamos a reírnos.
Al fondo comienza a oírse el traqueteo de nuestro tren en una especie de aplauso sonoro por la escena que acabábamos de protagonizar.

*FOTO: DE LA RED