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viernes, 20 de noviembre de 2015

LA NOCHE DE LOS TRES TENORES Y UN TUPPERWARE (GALA 11, GRAN HERMANO 16)


Al terminar la decimoprimera gala todavía olía  a pólvora. Ayer, aunque en realidad hace unas pocas horas, el programa se convirtió en una especie de campo de batalla en el que no se hacían rehenes.

La casa, bajo la excusa de la discusión entre Han y Aritz, o viceversa, se ha mostrado totalmente dividida,  y como alguna de las féminas reconoció tras la gala, pero todavía en directo, según sus cálculos, ya solo les quedan tres semanas dentro. A este vecino del mundo, tras hacer los suyos, los cálculos, les quedan cinco programas. Otra cosa es que alguno de ellos se pudiera realizar en la misma semana. Pero lo importante es comprobar que los ánimos ya están puestos en resistir hasta el final.

La gala de ayer, y para resumir, tuvo su punto fuerte, y como si de una gala lírica se tratara, en los tres tenores, entendiéndose por ello, a Suso, que en contra de muchas opiniones fue el expulsado, Han en su papel, y nunca mejor dicho, más dramático, y un Aritz con su tensión más cerca de la Luna que de Guadalix.

Comenzó la gala con el confinamiento de los tres nominados, Sofía, Suso, y Marina. Esta última fue liberada a las primeras de cambio ya que el morbo, si lo hubiera, estaba entre la navarra y el catalán.

Durante su confinamiento Suso demostró una y otra vez, de cara a la galería naturalmente, su caballerosidad con Sofía. Suso jugó con las cámaras, y con nosotros, naturalmente, hasta el último segundo. No me creí nada del Don Juan de sí mismo y, en cambio, todo lo que dijo Sofía le salió del alma, viendo, según sus propias palabras, lo arrastrado de su comportamiento. Otra cosa es que vaya a cambiar, que este vecino está seguro que no.

Vaya por delante que nunca he querido disfrazar mis simpatías de unos y otros, porque quieras o no vas teniendo filias y fobias.
Han es muy, muy, inteligente,  en una mano, un puñal para Aritz, y en la otra, el pañuelo y lágrimas para todos los demás. 

Desde la última discusión entre Han y Aritz, provocada por unas palabras entre Suso y el vasco, las cartas están sobre la mesa. Tanto Carlos como Suso que estaban a escasos centímetros, y en la que el oriental de Granada, jugó a que echaran al vasco, dieron la razón a Aritz. Otra cosa es que las chicas consuelen a Han por su aparente fragilidad.

Para este vecino del mundo Han comenzó a mostrar, por decirlo de alguna manera, su patita la noche en que Aritz tuvo que ir al confesionario porque le encomendaron observar a sus compañeros en el salón, a través de una galería. Al volver, y tras pasar bastante tiempo en el confesionario, Aritz tenía que justificar ese tiempo de cara a sus compañeros, y dijo que estuvo con el médico. Nadie se paró en pensar sobre eso, pero Han, que está las veinticuatro horas de lleno en el concurso, no se creyó que el médico estuviera a las doce de la noche, eso dijo él, en la casa. Y se lo repitió mil veces, poniendo en compromiso al de Santurce.

Si tú eres pareja, o al menos amigo, y notas algo raro, te callas y lo comentas con él en privado. Sin embargo Han fue a desacreditarlo crudamente. Quedó claro que el chino granadino solo miraba por él, y si el vasco le importaba lo que le importaba, las chicas han sido presas fáciles para una gran mente bajo la apariencia de un corderito herido.
El comportamiento de Han NO es el de una persona enamorada, nunca lo ha sido, en todo caso el de una persona obsesionada y egoísta, muy egoísta.

La llegada al plató de Suso fue un auténtico espectáculo en cuestión de despropósitos con una Raquel intentando ocupar una posición que no ocupa en realidad. Y no se abrazó a Suso, que no parecía recordar a la extremeña, sino prácticamente se colgó de él, para no aparentar estar más sola que la una.

Suso demostrando una vez más, que en realidad es un cobarde. Apenas hizo caso a Mercedes Milá. Rompía el hilo argumental de la entrevista una y otra vez hablando con su madre y contestando a  un público más que provocador, provocado por el concursante.

Suso no soporta las notas discordantes, siempre tiene que ser él quien corte el bacalao, y a su manera, como quedó claro durante la entrevista, en la descripción que hizo de sus maneras en la cama. En todo momento habló de él, de su cuidado con vitaminas y tupperware con comida incluido tras el primer orgasmo. En ningún momento oí ninguna preocupación por la otra parte.

Suso quedó retratado por una Mercedes Milá intentando no reflejar su hartazgo ante una entrevista que no llevaba a nada, al tratarle en su despedida como un niño. Suso fue incapaz de captar el matiz de las palabras de la presentadora.

Suso, para este vecino del mundo, debió de ser expulsado del plató durante su despedida del resto de los concursantes al intentar manipularlos claramente contra Aritz, en favor de un Han que ya había adoptado el papel de damisela al borde del desmayo.

Por cierto, si en algún momento nos quisieron dar una buena imagen de Suso como hijo, al mostrarnoslo leyendo una carta a su madre, en opinión quizás muy cruel para algunos, de este vecino del mundo, esto fue totalmente bochornoso. Era una carta del nivel de  un niño de unos seis años. Ésto le puede llevar, en cierta manera, la contraria a un Suso que siempre se ha metido con los “bibliotecarios”, como él denomina a los que son un poco cultos, y dejó más que a la vista sus carencias.

Tampoco se deberían de admitir discusiones, ni opiniones de los demás,  durante las nominaciones a la cara. Lo de ayer fue bochornoso por parte de la mayoría. A destacar que aunque Marta y Sofía hicieron el paripé de pensárselo mucho, dijeron exactamente lo mismo para nominar al bando contrario, mientras ponían cara de corderito degollado.

Teniendo en cuenta que Carlos tenía el poder de salvar a quien quisiera, y estando nominado él, se salvó a sí mismo. Los nominados que quedaron finalmente son Sofía, Han, y Marta.

Como decía al principio, ya ha quedado clarísimo una brecha importante entre Marta, Sofía, Han y una Niedzela, que va y viene. Con Aritz y Marina por otro lado, Carlos más cerca de éstos, y un Vera y Ricky más en la órbita de las chicas.

Conviene recordar, y no es por nada, que la cama punto de referencia en alguna de las discusiones entre Han y Aritz, sobre invasión de intimidad, en realidad es la del vasco.

Lo mejor de la noche quizás fue justo después de terminar la gala y todavía con Telecinco en directo.
Se vio a una Marta vuelta al histerismo que es su terreno, manipulando a diestro y siniestro en contra de Aritz y Marina.

Fue curioso, pero algunas veces Han parecía uno de esos muñecos llorones, en cuanto le abrazaba Marta, comenzaba a llorar, sin lágrimas eso sí, y en cuanto le soltaba, se acababan los lloros.

Han es el claro enemigo en la sombra, el gran manipulador de esta edición, y las chicas, con excepción de Marina, porque llora le creen todo. Han no puede ni ver a Marina porque está convencido que es quien ha hablado mal de él a Aritz, y en realidad es él solito quien se ha ganado la bronca y el olvido del vasco.

La próxima vez que conecten con Guadalix, cerciórense primero de que no tienen ningún escape de gas, porque en cualquier descuido, y tal como está la cosa,  la casa de Gran Hermano puede explotar.

*FOTO: DE LA RED