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jueves, 27 de agosto de 2015

DEJAD EN PAZ A LISBETH


El poder de ser inmortal hace años que ya se ha encontrado, al menos en el universo literario.

¿Que un autor tiene la desagradable idea de morirse en pleno triunfo, o incluso en momentos antes de saborearlo? Pues si el mundo editorial quiere y hay unos familiares que parecen practicar ese famoso dicho de “El muerto al hoyo y el vivo al bollo”, ya tenemos el lío armado, y un cuarto libro de  Lisbeth Salander, la chica con el tatuaje de un dragón más famosa del mundo, llamando a nuestras puertas desde hoy en España.

Lo más injusto de esta historia es que en una sociedad en teoría tan moderna y libre, se dé tanta importancia a la ausencia de un papel que certifique un matrimonio que nunca existió porque la pareja en cuestión no lo estimó necesario, y eso haga, que unos familiares, padre y hermano, que presuntamente, al menos así se contó en su momento, no se hablaban con el aún desconocido autor, ahora rijan el destino de una herencia, al menos cultural, que ni presuntamente les había interesado, ni habían vivido de una manera cercana en su gestación.

Se presupone que la novia de Stieg Larsson, y su compañera hasta que falleció, mejor que nadie debía de saber las intenciones del autor con respecto al futuro de los personajes del universo de  Millennium, y siempre se ha dicho que ella se negaba rotundamente a que los personajes sobrevivieran a su autor.

Este vecino del mundo, y tras haber leído la trilogía sueca, nunca ha podido olvidar a ese personaje delicado y duro al mismo tiempo, en un ambiente tan negro como su manera de vestir, que como el Ave Fenix renace, no de sus cenizas sino del estercolero familiar que le rodeaba, y siempre ha estado seguro que si Lisbeth hubiera sido de carne y hueso, sin duda hubiera estado detrás de lo de WikiLeaks y ese tipo de filtraciones.

Los malos de su universo,  que de alguna u otra manera seguirán siendo familiares de ella, seguro que hubieran querido manchar, más si es posible, su imagen intentando hacernos creer, que ella era sin duda la cabeza culpable de casos como el robo de fotos, en la célebre nube, de famosas desnudas, que tuvieron lugar hace un año o dos, y últimamente, de ese robo de nombres de gente que ha sido infiel a sus parejas, y que además, al parecer, se pavoneaba de ello de una manera organizada.


Lo importante en todo, es saber dónde abrir una brecha y tener la suerte de encontrar un filón. Lo de la cuarta novela, “Lo que no te mata te hace más fuerte” es solo cavar en una dirección ya apuntada, como dirían en películas con doblaje “latino”, por un finado que desde el más allá quiere, sino contradecir al título, al menos variar ese dicho, y nos hace patente que “Lo que mata puede hacer a otros más ricos”

*FOTO: DE LA RED

miércoles, 18 de diciembre de 2013

UN AUTÉNTICO DESPROPÓSITO

Y es que ya no se respeta nada.
Esta aseveración viene al cuento de que este vecino del mundo se acaba de enterar por un periódico digital, de que la serie de novela negra sueca conocida como Millenium, del ya fallecido Stieg Larsson, muerto antes de que se publicaran sus tres novelas, va a continuar por de pronto con un cuarto libro, esta vez bajo la batuta del periodista y narrador sueco David Lagercrantz, y con la aquiescencia, es de suponer, de la editorial y de los herederos del autor.
En su momento se dijo que la novia de Larsson tenía en su poder lo que éste había escrito, antes de que sufriera el fatal infarto, de la cuarta entrega y no se aclara si se continuará sobre esas bases, o no, ya que la familia de Larsson, heredera de los derechos, no se llevaba bien con éste, y la novia siguió con la trayectoria elegida en vida por el ahora fallecido.
Sea lo que fuere a este vecino del mundo le parece rozando la necrofilia el tocar algo, especialmente sobre creación artística, de una persona ya fallecida. Porque, en realidad, transcurran a partir de ahora las nuevas aventuras por donde transcurran, éstas afectaran también al carácter del personaje.
¿Qué ocurriría por ejemplo si a partir de ahora Lisbeth Salander, protagonista de la saga eligiera abiertamente en sus devaneos sexuales decantarse solamente por las mujeres y olvidarse de Mikael Blomkvist, coprotagonista de la saga?
Los muertos y su memoria merecen un respeto, y no todo vale aunque las perspectivas económicas puedan ser buenísimas.
Como el cerebro es más rápido que el raciocinio, al enterarse este vecino de la nueva novela, que se publicará en el 2.015, su mente le ha traído a un primerísimo primer plano a Ignatius J. Reilly, personaje principal de la obra del escritor norteamericano John Kennedy Toole, La conjura de los necios, de publicación póstuma en 1980, y ganadora del premio Pulitzer tan sólo un año después.
Cualquier día de éstos, y como “el dinero es el dinero”, nos encontramos con una secuela o lo que ahora está de moda,  y que se conoce como “precuela” es decir lo que llevó al excéntrico de Reilly a ser como era, y eso sí que haría variar el sentido de la novela ya escrita, un auténtico despropósito, porque el propósito, más que claro, está nítido: el dinero.