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lunes, 27 de enero de 2020

VISTO Y NO VISTO



Leo en una de mis columnas favoritas de los lunes, Begoña Ameztoy en “Plaza de Gipuzkoa” de “El Diario Vasco”, haciendo alusión, y me imagino que ilusión también, a la  ministra de igualdad, diciendo que “se acabó el heteropatriarcado. Dentro de poco los heteros al armario.

Este tipo de cosas, creo yo que se suelen decir para que te despiertes con susto, con una especie de ducha fría, para que todo lo que venga después sea, como aquella frase que se decía antes, “miel sobre hojuelas”.

Lo que está más que claro, clarinete, es que ya ni los armarios van a ser lo que eran, sino una especie de escaparate de lo que te estás perdiendo en la vida real por no escuchar a otras tendencias, las que están o hemos enviado a los armarios de invierno.

Mientras, en nuestra España, estamos en pleno espectáculo, ni de Goyas ni de armarios empotrados, sino en plena pista central del circo político, asistiendo a como el Ministro Ábalos, nos presenta su último espectáculo, esta vez de cambio de ropas al instante. Y nos da varias versiones del viaje de la número dos de Maduro.

Al final ocurrirá como en el comienzo de la Gala de los Goya de este año, en el que Jesús Vidal, componente del reparto de “Campeones”, premiado el año pasado como mejor actor revelación, todavía estaba en el escenario, dando las gracias a sus más, y menos, allegados.

Totalmente convencido de que el Señor Ábalos al llegar a su casa ni sabrá cuál es la versión verdadera, si la hay. Ya le pueden pasar la máquina de la verdad, que seguro que ésta explota.

Por lo demás, y por si no lo habíais notado, algo está muy mal en nuestro país cuando las demás cadenas de televisión copian a Telecinco sus maneras, y entonación, de dar el cotilleo, incluido el pleno “Corazón” de Televisión Española que hace tiempo que cambió las luces de neón del gran espectáculo de nuestra vida, por el  "brigi brigi" del mercadillo más cercano.

*FOTO: DE LA RED

domingo, 26 de enero de 2020

LA NIÑA DE OJOS COLOR MAR


Acaba de terminar la ceremonia de entrega de los Goya 2020. Antes de nada decir que ni voy a hacer una recopilación de los premios, ni comentar si estoy de acuerdo con ellos, entre otras cosas porque no he visto todas las películas en competición. 
Tampoco tenía previsto hacer un post sobre el tema hoy. Lo que ocurre es que este vecino del mundo es mucho de estómago, de tripas. Y mis tripas me fuerzan a hablar antes, incluso, de ir a dormir.

Hace un rato he puesto un tweet con el que se puede resumir entre otras cosas el sentimiento que me invade:
#Goya2020 La belleza siempre me ha hecho llorar, y ahora estoy llorando a mares. El homenaje a Marisol con esa canción en la voz de Amaia Romero es impagable.

Hoy la Academia del Cine ha galardonado a Marisol, a Pepa Flores como ella quiere que le llamen, con el premio de honor de los Goya 2020. Se sabía que lo iban a recoger sus hijas y que Amaia Romero iba a cantar. 
En su momento, estando en la Academia de O.T., y conectados en directo casi todo el día,  Amaia siempre decía que ella cantaba por Marisol, porque de pequeña se sabía todas sus canciones y quería hacer lo mismo que ella.

Lo que ocurre es que la mayoría de la gente no se esperaba esa elección de canción, sino más bien al estilo "Estando contigo me siento feliz". Nos ha cambiado el chip que tenemos de una Marisol con canciones alegres y pegadizas, por una canción, que claramente además su título era el homenaje, "Canción de Marisol", que curiosamente, en cambio, muy pocos  la relacionarían, aunque se hizo por y para ella, y que nos habla de una niña que por las noches al mirar a una estrella se acuerda de un viejo capitán que ya no volverá… y lo más bonito, y comienzo de la canción, "tiene los ojos azules de tanto mirar al mar".

El año pasado en la misma gala nos sorprendió una Rosalía (https://www.youtube.com/watch?v=32d1bq-kG5c) cantando a capella acompañada de un coro. 
Esta vez, Amaia, prácticamente en penumbra, como aquella,y acompañada solo por una guitarra, ha dejado con un nudo en la garganta a las propias hijas de la cantante malagueña, y este vecino del mundo añadiría que a todo el que estaba viendo la retransmisión en directo, y ama la belleza hecha arte. O dicho de otro modo, Rosalía decidió el año pasado "Me quedo contigo", y Amaia también.

Este vecino del mundo estaba convencido de que Marisol, en la más pura tradición “Greta Garbo” no iba a recoger el premio por aquello de “genio y figura hasta la sepultura”, y que sus razones siguen siendo las mismas que en su momento la alejaron de una profesión que le trajo malos recuerdos de su utilización como niña prodigio.

Siempre he sido simpatizante de Amaia Romero, pero me gustaría que esta especie de homenaje a la niña de ojos color mar, no se convirtiera en una bola de nieve cada vez más grande que sepultara sus, en principio, buenas intenciones, con sus seguidores volviéndose locos con otra “amayitis” salida de madre. 

Las carreras largas y bien asentadas se hacen poco a poco, y no "perreando" unos días y otros saliendo en las portadas con el novio, o novia, de turno.

*FOTO: DE LA RED


lunes, 14 de agosto de 2017

MÁS QUE UNA SERPIENTE VERANIEGA


Este año, el verano no se caracteriza, que también, por poder realizar con éxito, ese jeroglífico playero de pasar de la arena repleta de fardos con bañador al líquido elemento, ni hacer cola durante más de media hora en un restaurante cercano al paseo marítimo para cenar algo de tercera división que lo único que tendrá de espléndido será el sablazo final, y la única vez en el día en que te van a llamar “caballero” o “señora”.

Este verano tenemos esa serpiente veraniega llamada Donald Trump disfrazado, metafóricamente hablando, de Godzilla paseando por las calles estadounidenses (para los amantes de la pintura, nos da mucho más miedo realista, verlo como al Saturno del Goya más delirante) y, ya se sabe, el poder de sus pisadas hace retumbar y cambiar el paisaje por el que pasa, dejando libres a fascistas blancos de cualquier pelaje a los que ya les ha dado tiempo, desde las elecciones, a desempolvar sus viejas creencias, y a creer en cierta manera que tienen carta blanca, no confundir con “casa blanca”, aunque algunas veces pareciera.

Se ha puesto, el Señor Trump, a disparar a todo el que se mueva, y por ahora se mueve y mucho ese Kim Jong-un de Corea del Norte. Y los dos se han puesto a proclamar, como lo haría cualquier macho alfa, que la tienen más grande, se supone que su bomba, y especialmente esa estupidez lunática, o desde nuestro punto de vista, saturnal.

Mención aparte tiene esa acción del Señor Trump, amenazando con lanzar sus tanques, se supone que vía aérea, para no invadir países limítrofes, a su versión venezolana pero en Maduro. A este vecino del mundo, sinceramente le parece que cada vez que el mandatario venezolano pronuncia “Trum”, suena a patada en los bajos al orgullo de ricachón todopoderoso del Señor Donald.

Entre unos y otros, no diría que “indocumentados”, pero sí de cortas miras, no es que nos dejen la casa sin barrer, sino, mucho más peligroso, las vidas de muchos entre escombros.
Es lo que tiene votar a “Friquis”, aunque el norcoreano se “votara” sólo. Ahora vamos aprendiendo, aunque se veía venir, que los friquis evolucionan, mutan, como ciertos personajes en los videojuegos, y desgraciadamente a peor.

Al menos, intentando ver algo positivo para no estropearnos del todo este veranito, Donald Trump, no es ni español, ni mucho menos valenciano, y no está acostumbrado a las tracas para terminar una “fiesta” como se merece. Porque él, y eso es lo más peligroso, tiene la posibilidad, en forma de arsenal, de celebrar  “la traca de las tracas”, o según sus propias palabras una furia y un fuego que el mundo jamás ha visto.


Al final, este vecino del mundo se queda con ese  “Saturno” de Goya, porque siempre valdrá más una pesadilla con arte incluido, aunque incluso, nos pueda causar la muerte, que un vulgar lunático engreído, con muchos recursos eso sí, que también nos pueda matar cuando menos de vergüenza y humillación. 

*CUADRO: "SATURNO", DE  GOYA.

domingo, 5 de febrero de 2017

CORTARLE LOS PIES A DANI ROVIRA, NO ES LA SOLUCIÓN


Sería digno de comprobar si desde que han aparecido las redes sociales ha disminuido el número de visitantes a los psicólogos. 

Este vecino está convencido de que sí, de que muchos utilizan las redes, especialmente Twitter, porque Facebook, en teoría, es menos anónimo, para soltar todo el lastre que lleva dentro, y que se lo quiere endiñar al vecino, en especial si éste es famoso, que no nos equivoquemos, aunque tampoco serviría de excusa, no tiene por qué ser millonario.

Ayer, y este vecino se hizo eco de ello, en el anterior post (http://patxipe.blogspot.com.es/2017/02/el-boicot-como-truco-naif.html), ya se comentaba que la gala de los Goya al parecer se presentaba calentita, con un grupo que invitaba al boicot por, estaba en el aire, el bien de España.

Hoy voy a hablar de esa gala, pero no quiero llevar a engaño, no voy a comentar ni los premios, ni si estamos  de acuerdo o no, sino más bien del envoltorio, de lo que se veía  y te sugería.

Acabo de comprobarlo. Si buscas en el Diccionario de la Real Academia de la Lengua, el significado de “austero”,  viene una foto de la Gala de los Goya 2017.

Ante una gala tan austera he llegado a pensar hasta que la orquesta no tocaba, y era playback. De todas maneras, ha quedado claro que a Dani Rovira le han debido de pagar por palabra dicha. Por eso, el por qué de que le hayan dejado prodigarse tampoco.

Quizás el llenar el escenario durante toda la gala con  La Film Symphony Orchestrafuera para alejar posibles ansias de los guionistas de la misma, con llenar huecos con bailarines, siempre recordaremos esa especie de examen de claqué que en su primera edición, como presentador de los Goya, pasó el Señor Rovira.
A entender de este vecino del mundo, la gala estuvo no sé si un poco desangelada, pero sí que se demostró que se iba “solo” a entregar premios.

Se introducía,  agasajaba, a los presentes, durante unos dieciséis minutos a la gala, con un brillante-como-siempre Dani Rovira,  se daban agradecimientos de parte de los premiados por el premio recibido, que era lo que menos había durado, y… a otra cosa mariposa, es decir: Adiós y buenas noches.

Ayer se contaba con, y que se entienda, por favor, a este vecino del mundo, el inconveniente de que la Presidenta de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España, Ivonne Blake (toda una institución cinematográfica andante)no domina bien el castellano,  y su mensaje era lento. Estuvo bastante bien solventado con la idea de que la acompañara el Vicepresidente, Mariano Barroso, quien “soltó” la mayoría del discurso.

Y llegó el único premio que tenia ganador, ganadora en este caso, determinado desde antes de comenzar la Ceremonia: Goya de Honor, y la Señora Ana Belén demostró, desde el primer segundo, que había dos maneras de hacerlo: la corta y la larga. Y tras escoger la larga, optó además por demostrarnos, que era una buenísima actriz, ejerciendo más de una Gloria Swanson en "El crepúsculo de los dioses" (Sunset Boulevard),  sabiendo, y saliendo a demostrar, que era la reina de los tiempos y las pausas, hasta pidió un vaso/botella de agua. 

Sinceramente, este vecino del mundo se acordó, y lo echó de menos, del discurso, hace tan sólo dos años, de Antonio Banderas, que también requirió su tiempo, pero que para este vecino resultó mejor. Llegando a la conclusión, de que Doña Pilar Cuesta no se besó ella misma, porque no llegaba. Como hubiera dicho el Señor Bárcenas: una auténtica sobrada.

Y… poco más. Añadir, quizás, que si hacen un homenaje a los fallecidos, como todos los años, y me parece una idea excelente: ¿Por qué, durante la realización televisiva, le dan más importancia al músico que “ejecutaba” más las imágenes que la música, visto los resultados? No se veían ni las imágenes, ni la identificación de los fallecidos. Un despropósito.

Ya para terminar, y por elegir un modelo de dedicar un premio, y para los malpensados, o bien-pensados, no me quedaré precisamente con uno de los agradecimientos más cortos, pero sí con uno de los que sonó a más verdad, y, visto lo visto, totalmente improvisado: Goya a la mejor Actriz revelación, Anna Castillo, por su gran trabajo en “El olivo”.

El futuro del cine español es excelente. Eso sí, si no pensamos que todo el mundo está forrado, ni seguimos llamando, como ayer, al boicot. Y sobre las futuras galas, una realidad, las ceremonias duran un tiempo, y el que tenga prisa, pues... muy sencillo, que no vaya, ni vea, la ceremonia.


Otra sugerencia: este vecino del mundo le hubiera dado más cancha, ya que estaba contratado para ello,  a Dani Rovira, es un seguro para cualquier ceremonia, y la de ayer resultó un poco encorsetada. Y no fue la culpa del malagueño. Por cierto, el día que dejen de contratarlo para ello, aunque sea dentro de veinte años, los mismos de siempre, aunque ya mucho más viejos, le estarán esperando para recordarle que Manolete murió por su culpa.

*FOTO: DE LA RED

sábado, 14 de enero de 2017

¿AYUDAMOS AL MALO? (... A ESTAS ALTURAS DE LA PELÍCULA)

 

Para los detractores de la época digital, diremos, hay que reconocerlo, que tiene sus cosas buenas. Como darle otra oportunidad a esas películas que en su momento de estreno te perdiste en su pase “por las mejores salas”, porque tu agenda estaba petada, o tu bolsillo no recordaba ya lo que era ser poseedor de unos cuantos euros sin estar destinados para algo vital.
Este vecino del mundo, como sus seguidores ya saben, es un enamorado hasta la médula del cine, y este año se ha propuesto ver, antes de la entrega de los “Goya”, el mayor número de películas nominadas, mediante el recurso del DVD; y ayer le tocó a “Tarde para la ira”.

La ópera prima del hasta ahora actor Raúl Arévalo, comienza con un robo frustrado y mediante el recurso de rodar con cámara en mano, mitad dando la apariencia de un documental, y mitad de improvisación en la puesta en escena,  el espectador que acaba de sentarse se encuentra ya sin resuello intentando escaparse de la ley.

“Tarde para la ira" es un golpe en la mitad de la cara del espectador que todavía se crea ese inefable “todo va bien”.

El guion, en el que también ha intervenido Raúl Arévalo, junto a David Pulido, tal como está planteado, juega muy bien con el espectador, al mostrarnos personajes que hacen cosas malas, y que siempre tendemos a tacharlos de “los malos de la película”, pero que al ir conociendo  su pasado tendemos a enfatizar con ellos y comprender que el comienzo de la maldad puede ser una línea no tan fácil de distinguir, ya que si a nosotros nos pasara lo mismo... ¿cómo nos comportaríamos?
 
En la trama no hay puntos muertos, ni momentos que sobren. La historia es más de gestos, de silencios, de miradas, porque hay historias en las que sobran las palabras, y ésta es una de ellas.
 
En el orden interpretativo, Antonio de la Torre y Luis Callejo, ambos nominados a los Goya al “Mejor actor protagonista”, de recibirlo, según este vecino del mundo, lo justo quizás sería un ex aequo, ya que son personajes que cargan las pilas del otro, según el diccionario, “se realimentan”.
 
A destacar los aproximados cinco minutos en los que interviene Manolo Solo como el empleado de un gimnasio: simplemente “sembrao”, y justamente nominado a los Goya como “Actor de reparto”.
 
En el lado femenino, Ruth Díaz está rotunda en su papel de esposa sufridora, y arrebatadora en su mirada final debatiéndose entre lo que tiene y lo que quiere… Y en opinión de este vecino del mundo, también justa nominada como “Actriz revelación” en los próximos Goya.
 
Una historia que en su explosión de violencia final, y aunque difiera en la temática, en momentos le ha recordado a este vecino a aquella joya, para muchos ya olvidada, y desconocida para las nuevas generaciones, “Perros de paja”, de Sam Peckinpah, aunque en muchas ocasiones a la hora de plantear la manera de rodar las escenas le recuerde más al Sergio Leone de “Hasta que llegó su hora”, en la que en escenas  de amplios paisajes, te impide ver todo lo que ocurre, y solo ves lo que la mirada del protagonista alcanza.
 
Una película de esas que te remueven por dentro, y te hacen plantear ese algo más que las apariencias ocultan; con una mezcla de sabores, entre el costumbrismo “Made in Spain” y el regusto de los westerns crepusculares. Quizás, es lo que va consiguiendo esa idea de “la aldea global”.
*FOTO: DE LA RED

P.S.: Horas después de escribir este post, esta misma                 película  ha recibido en Sevilla, el "Premio Forqué al mejor largometraje".
¡Enhorabuena a todos los que han contribuido a que este proyecto se convirtiera en una excelente realidad!
 

domingo, 18 de diciembre de 2016

SOLO LOS VENCIDOS SE ARRASTRAN (...A ESTAS ALTURAS DE LA PELÍCULA)


Ha caído en mis manos, he tenido la suerte de poder ver (uno tiene amigos con posibles) una película de la última hornada, pero que pasó más bien desapercibida durante su periplo, por las salas de cine. Y como este vecino está convencido del poder del boca a boca, va a romper una lanza, e incluso el incomprensible silencio para que la gente mueva su trasero y compre una copia, o la alquile en los lugares habilitados para ellos. ¿Por qué? Porque cuando menos es una película interesante; en mi opinión particular: más que eso. Y a los que nos gusta el cine nos debería preocupar que los que lanzan un producto al mercado, no ya que se hagan millonarios, sino que cuando menos puedan sobrevivir, e incluso algo más, para que puedan continuar con su oficio de contar historias…

 
Hablamos de una película argentino-española, y no al revés, ya que por de pronto “huele” a Argentina por los cuatro costados: “Al final del túnel”.

 

El argumento, que te dejará clavado en tu butaca, o en el sillón de tu casa, tiene como protagonista a Joaquín que, punto importantísimo, está en una silla de ruedas y, como iremos viendo, consecuencia del drama familiar del que viene. Su casa, prácticamente la mitad, o más, del decorado de nuestra aventura, es triste, descuidada y sucia, e iremos comprobando que conoció tiempos mejores. El triste y continuo silencio es roto por Berta, bailarina de striptease, que junto a su hija Betty, aparecen, en uno de los peores momentos personales de Joaquín, como respuesta a un anuncio que puso para alquilar una habitación, y del que pretende desdecirse. Su presencia alegrará la casa y la vida de Joaquín, se supone, aunque con lo que está aconteciendo, a los espectadores nos traerá más nervios, porque una noche, trabajando en su sótano como informático, Joaquín escucha un debilísimo ruido. Nos daremos cuenta entonces de que una banda de la peor calaña construye un túnel, que por esas casualidades de la vida, y del guion, pasará bajo su casa, con la intención de robar un banco cercano.

 
Es curioso lo de este thriller. Te deja agotado, como agotado quedan la mayoría de los personajes, empezando por un inconmensurable Leonardo Sbaraglia. Aunque su marco, el decorado de la película, son más bien unas pocas estancias, la carga que tiene el argumento y lo que discurre en ellas, hace olvidar persecuciones de coches y explosiones varias de otras películas. Porque el problema, siempre hay uno, transcurre entre personas, y las de esta película están minadas. En cualquier momento sabes que van a explotar, todas y cada una de ellas.

 

Hay un altísimo nivel interpretativo, como ya comentado, con un en estado de gracia, Leonardo Sbaraglia, que para no poder andar, no para, en un continuo alarde físico, dejándonos a todos al borde del infarto. Los malos, son todos de dar de comer aparte:  Pablo Echarri, a su vez en labores de producción, Javier Godino,  Walter Donado, y un Federico Luppi en un papel más que resultón.

 

Lo de Clara Lago merece un párrafo aparte. Su perfecto acento porteño, dicho por los mismísimos porteños, acentúa aún más su esfuerzo por hacer suyo un papel que dista años luz de la imagen que hasta ahora tenemos de ella. Pero de eso trata “actuar”, de romper moldes, de sorprender. Y Clara Lagos una vez más nos sorprende, especialmente para los que seguimos su carrera, y evidentemente la hemos vista pasar de niña a mujer, y ahora a madre, aunque un tanto peculiar. Me da la impresión de que si ella quiere al menos, en muy poco tiempo, ya ha empezado, se la van a rifar en el extranjero. Aunque ella, Clara, ha dado muchas muestras de tener los pies en el suelo, y eso ya es una garantía.
 


El guion y dirección es de un Rodrigo Grande atinadísimo como director, que ha puesto a punto cada uno de los instrumentos para que la sinfonía suene aunque algunas veces sus notas nos pongan muy nerviosos, e incluso nos incomoden. Entre sus directrices, y la ocre y oscura fotografía de Félix Monti, la cinta tiene un punto de teatro, de obra en sitio cerrado, aunque haya escenas rodadas en Tenerife. Porque no hay que olvidar, y no voy a dar pistas, que mientras la mayoría de los personajes se pueden mover como resortes, alguno quizás necesite de la palabra para utilizarla como arma de defensa, que se presenta, además, con extremada contundencia…

 
 Una película que puede que no sea una obra maestra, de hecho no lo es, pero cumple perfectamente con el objetivo de toda película que se precie: hacernos pasar un rato alejados de este mundanal ruido, y en este caso alegrarnos, al final, de seguir vivos y sin ninguna mancha ni de polvo ni de sangre; y secos, que tiene su aquél, especialmente con la cantidad de agua que al terminar la película habremos visto…



Si en algún momento se puede vislumbrar algo del engranaje que nos llevará al final, tampoco importa, porque eso nos ayudará a respirar un poco, sabiendo que por lo menos hay alguna esperanza.

 

Por cierto, y ya para terminar, es una pena que aunque tenía 19 candidaturas a los Goya, no hayan llegado como finalista en ninguna. Más que nada porque se le hubiera brindado, posiblemente, otra oportunidad para un nuevo periplo por las salas de cine, y esta vez, seguro, que hubiera tenido más éxito. Se lo hubiera merecido.
 
*FOTO: DE LA RED

viernes, 4 de noviembre de 2016

AL DOBLAR LA ESQUINA DE CUALQUIER DÍA...



Anuncian la retirada de 2,8 millones de lavadoras Samsung en EE UU por riesgo de explosión. El problema, parece ser, afecta a 34 modelos de lavadoras de carga superior vendidos por la compañía surcoreana entre marzo del 2011 y noviembre del 2016, con  un precio que variaba entre 450 y 1.500 dólares.


Hace alrededor de dos meses  le ocurrió a la misma compañía otro tanto con las baterías de su Galaxy Note 7. Al final, y como la cosa siga así, nos enteraremos de que esa compañía en realidad pertenecía a la industria armamentística…


Humor negro aparte,  aunque no nos demos cuenta pareciera que. somos tan pequeños, que el mero hecho de salir cada día a la calle, o permitir la entrada a nuestras vidas de ciertas costumbres vía nuevas personas o inventos varios, es adentrarse en terreno minado. Y bien pensado, nos creemos tan libres y diseñadores/directores de nuestra propia vida, cuando en realidad somos tan frágiles que vivimos porque el que está a nuestro lado, cualquier vecino, quiere que vivamos, o mejor dicho, no nos quiere hacer ningún daño, al menos, ese día.


Pero la vida nos sorprende, al doblar la esquina de cualquier día, con tormentas aniquiladoras sobre mares que segundos antes estaban en aparente “calma chicha”.


Una niña, tan solo de doce años, que muere, presuntamente, por beberse una botella entera de alcohol durante un botellón. Se supone que jugando a ser mayor, pero alguien le dio esa botella, y quizás también intervino además una serie de factores como la desidia de muchos, incluidos esos encargados de ir moldeando la ley de acuerdo con las nuevas costumbres.


Una mujer, otra, es atacada brutalmente por un violador convicto que estaba disfrutando de un permiso de fin de semana fuera de la cárcel, porque hay que probar que los presos se pueden rehabilitar, como manera, quizás, de defender la opinión de  que la cárcel sirve como efecto reparador…



He estado valorando con qué ilustrar este post. He de confesar que por primera vez no he puesto lo que me pedía el cuerpo, que  era el cuadro de Goya sobradamente conocido “Saturno devorando a un hijo”. He creído conveniente, después de todo, que quizás era demasiado rotundo para el tono general de este blog.  Hoy mi estado de ánimo, como se puede desprender de lo escrito, me pedía pintar negro sobre negro, aunque eso en un primer momento se pudiera confundir con un “borrón”, que es, quizás, lo que la supuesta divinidad hizo al crearnos…


*FOTO: DE LA RED

domingo, 3 de enero de 2016

LAS MONTAÑAS NO ES UN LUGAR (...A ESTAS ALTURAS DE LA PELÍCULA)


Creo recordar que entre las críticas a  películas que de vez en cuando incluyo en el blog del vecino, nunca he utilizado la expresión cine alternativoSin embargo, esta vez lo tengo que hacer, y no de una forma peyorativa, para referirme a una película, “Requisitos para ser una persona normal”, muy pequeña en sus formas pero llena de aire fresco en ese planteamiento de juega jugando.


Leticia Dolera, esa joven actriz, no confundir con novata, porque tras de sí, se diría que ya tiene una trayectoria más que sólida, nos presenta su primer largometraje, y como si de Juan Palomo se tratara, ella se lo guisa y se lo come, escribiendo el guión original, dirigiendo y encarnando a María de las Montañas, una chica de 30 años, y a quien la vida, como a tantos hoy en día, no le ha sonreído. No tiene trabajo, y tiene que volver al piso familiar, de quienes estaba un tanto distanciada, y ni tiene pareja ni se le espera.


En la entrevista de trabajo, con la que prácticamente comienza la película, le preguntan qué tipo de persona es, y tras reflexionar, lejos ya de la propia entrevista, se da cuenta de que no cumple ninguno de los requisitos para ser considerada como una "persona normal", por lo que se pondrá, y éste será el argumento de la cinta, manos a la obra para convertirse en eso: una persona normal.

Quizás ahí, precisamente, este vecino del mundo le pueda ver el punto más frágil a una cinta cargada de buenas intenciones, pero ya en los tiempos en que estamos, y visto como está el patio nacional, y cómo se presentan, en televisión al menos, las nuevas generaciones, todo musculitos, guapos/as pero de cultura, flojos muy flojos, creo que ahora no mucha gente está precisamente preocupada por ser una persona normal, porque vende lo diferente, por no decir a-normal.


Hay momentos en la cinta que a este vecino le recuerdan al cine de Woody Allen, con personajes que de pronto hablan a la cámara, y personas que sólo pasaban por allí, pero que en un momento dado son requeridos en su opinión por alguno de los personajes protagonistas.


Parte muy importante del peso de la película recae en un casting muy bien ejecutado, especialmente con el coprotagonista, con un Manuel Burque, desconocido para este vecino, y que está sembrado, como bonachón, en todas sus intervenciones.

Desde que aparece en la película el Señor Burque, tienes la sensación de que es algo más que una persona, trasciende al espectador, y luego, al decirlo uno de los personajes, y no es “spoiler” en sí, te recordará a un gnomo pero en gigante, quizás una contradicción en sí misma, pero es así.

La otra fuente de cariño es el actor que hace de hermano de la protagonista, Jordi Llodrá, que ya tan solo el planteamiento de un personaje como éste requiere mucha valentía, y está muy bien resuelto. No profundizo más para no estropear parte de la trama.

A destacar también, no se debe ni puede olvidar, esa escena dentro del coche, en el garaje, de madre e hija, la madre interpretada por una injustamente olvidada Silvia Munt, en el que el duelo de miradas transmite unos "efectos especiales" de lo mejorcito del cine español.

Quizás, el presunto formato de película pequeña pueda confundir a más de uno, porque en realidad es una película, cuando menos, valiente, diferente, fresca, y fuente de sensaciones, como cariño, alegría, melancolía…Y en momentos como los que vivimos, te hace plantearte si el poseer mucho, verdaderamente te hace feliz. 

Ahora, voy a decir una maldad, entre otras cosas porque me apetece: El gobierno actual, el que todavía está, seguro que no ha visto esta película, está más que claro, ya que nunca han cuidado la cultura, porque de ser así, la hubieran recomendado, para ver la vida de otra manera, y no lo que realmente hay, o queda.

Si no han visto esta película, pónganlo remedio, porque seguro, seguro, que durante los Goya, se hablará de ella, y mucho.

*FOTO: DE LA RED


lunes, 10 de febrero de 2014

CONTANDO PELÍCULAS

Este fin de semana el vecino se ha hecho un lío y pensaba que el paseíllo que tenía que dar la Infanta Cristina era para recoger un Goya a la mejor interpretación femenina principal por “Vivir es fácil con los ojos cerrados”, una comedia con una trama judicial en el que una ama de casa, eso sí con el curioso detalle de que es de sangra azul, intenta demostrar que vivía en un mundo multicolor confiando ciegamente en su marido.
Y posteriormente, el vecino se ha dado cuenta de que estaba confundido y que había dos películas, una la que ha contado la Infanta el sábado en su comparecencia ante el juez, y otra, la premiada en la gala de los Goya, con la mejor película, y el mejor director.
De todas las maneras, la gran beneficiada va a ser la esposa del socio del Señor Urdangarín,  porque si se cree la versión de la Infanta Cristina, se tiene que creer que la esposa del Señor Diego Torres tampoco supiera nada sobre los negocios de su marido, y como consecuencia, en el futuro, la esposa de todo acusado con todo tipo de cargo.
Nos pasamos la vida, y en instancias institucionales también, invirtiendo hasta dinero en publicidad, concienciando sobre la igualdad de derechos entre el hombre y la mujer. Sin embargo, en el posicionamiento de la actuación de la Infanta Cristina, se nos quiere hacer comulgar con ruedas de molino, y una mujer con educación universitaria y con años siendo autosuficiente, no sabe nada de los negocios de su marido, ni incluso, a qué cuenta pertenecía la tarjeta que sus manos reales usaban.
Entre el planteamiento anterior y el posicionamiento de “la mujer con la pata quebrada y atada a la cama”, típica de la época franquista, no hay mucha diferencia.
Nos pasamos, día sí y el otro también, con la cantinela de especificar, especialmente en los discursos políticos, entre “vecinos y vecinas, hombres y mujeres” y ahora resulta que el planteamiento de las autoridades en teoría competentes, es ver de lo más normal que la Infanta solo es un convidado de piedra.
Al final va a resultar que el verdadero Goya al mejor guion es el urdido para la defensa de la Infanta, y que a La gran familia española le cuenten películas fuera de la pantalla.

*FOTO: DE LA RED

lunes, 21 de octubre de 2013

LÍDERES DE LA MANADA

Lo triste no es cometer errores, sino no aprender de los mismos. De qué ha servido pasar por cuarenta años de “dictadurísima”, si ahora vemos posiciones totalitarias y no las reconocemos.
Que el ayuntamiento de Barcelona se haya descolgado con una censura a una foto que anunciaba una exposición fotográfica porque salía retratado en el cartel promocional un torero, o el ayuntamiento de Fuengirola dicte en un bando el tipo de música que se puede escuchar, no son temas baladíes.
Quien más quien menos se ha tenido que enfrentar en su propia casa con sus progenitores que en más de una ocasión en lugar de sugerirte actitudes de vida te las han querido imponer, y asistimos desde la barrera, aunque a lo mejor esta expresión debiera estar prohibida por referirse también al mundo taurino, impasibles porque en este momento no nos involucra a nosotros personalmente.
Una cosa es que en Cataluña se hayan prohibido las corridas de toros, y otra es que uno no pueda admirar una obra de arte sobre el mundillo de la tauromaquia. Y es que porque se haya prohibido ahora, en España, fumar en espacios cerrados, no se pueda ver películas como “Casablanca”, “El gran Gatsby”,”Cotton Club”… donde se ve humo por todas partes.
Al final vamos a conseguir que pintores como Goya o Zuloaga sean obscenos y perjudiciales para la salud cultural de los ciudadanos de este país, porque en su momento captaron retazos de una época en los que la figura del torero o de las corridas de toros eran importantes para la idiosincrasia de este país.
Quizás algún día se descuelgue algún otro edil con otro bando advirtiendo que como en su municipio hace sol una media de trescientos treinta días al año, y éste puede ser muy perjudicial para la piel, y con eso de los recortes no se puede gastar tanto dinero, en el cuidado de cánceres y similares, “dicta” que nadie puede salir a la calle sin taparse todas las partes de su cuerpo, incluso cuando el  denominado “astro rey” no esté presente. Aquí no estaría involucrada la religión pero el resultado sería bastante parecido a otro tipo de posiciones morales.
Si a nuestros propios padres no les hemos permitido que se inmiscuyan en ciertos momentos de nuestras vidas, por qué se lo permitimos a esos señores y señoras que lo único que han conseguido es obtener un cargo político y ahora se quieren erigir en líderes de la manada. Precisamente esa posición también pudiera referirse al mundo taurino, y en ese caso no les importa beber de esa fuente, ni exigirte su manera de pensar, porque quizás, en el fondo es "eso" lo que les molesta, que lleguemos a pensar.

*CUADRO: BELMONTE, inmortalizado por Zuloaga.