Mostrando entradas con la etiqueta España. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta España. Mostrar todas las entradas

domingo, 24 de mayo de 2015

COMENTARIOS A EUROVISIÓN 2015, O EL TIMO DE CADA AÑO


Como hice el año pasado (http://patxipe.blogspot.com.es/2014/05/mi-festival-de-eurovision-2014.html) y que, al parecer, tanto gustó, hoy solo voy a pasar a limpio, los comentarios que he ido anotando a vuela pluma, mientras he visto las actuaciones,  y ese primer impacto, que a la postre es lo que realmente cuenta.

Los comentarios y últimas valoraciones llegarán horas después, pero desde ahora digo que yo echo de menos desde hace varios años un único escenario que se te quede en el recuerdo. Ahora siempre es igual, un espacio en negro que se convierte en cualquier cosa. Tendrá sus cosas buenas, y un gran despliegue técnico, como es de comprender, pero en este caso me quedo con lo tradicional, aunque pueda ser más aburrido. También echo de menos la música en directo. Ahora el festival es como un gran musical con música enlatada, que le resta valor. Y es una pena.

Comienza el festival.

En primer lugar, Eslovenia, “Aquí por tí”. Mientras un  chico toca un piano en un segundo plano, Maraaya  canta  con los auriculares puestos, dice que es para sentirse como durante la grabación del disco, y para concentrarse. Personalmente, me parece una falta de respeto, pero seguro que soy incomprendido.  
La atención se posa todo el rato en la bailarina que vestida de un negro brillante y con brillantes, simula tocar el violín. Llega a ser molesta la imagen del pelo de la cantante más que mecido, huracanado por el viento. Entre el viento y el violín de la bailarina que no aparece, termina la canción sin pena ni gloria.

Segundo, canta Francia: su título en castellano “No olvidéis”.
La cantante vestida de negro delante de un paisaje con toques tenebrosos, pero de gran belleza. Salvo por el vuelo de una paloma, pudiera casar con el musical “Los miserables” por los colores y un paisaje desolado; una gran voz.
Si antes nombro a “Los miserables” al poco aparecen cuatro tambores en vivo, con otras decenas de ellos, en una grabación, desfilando al más puro estílo  revolucionario, al más puro estilo del musical.  Si no olvidamos la canción es porque nos lo pide el título y la pericia de la cantante.

Tercero: Israel, presenta “Chico de oro”. Tras un comienzo clásico, unos efectos especiales hacen aparecer al resto del grupo  y la canción se convierte en una especie de rap con toques étnicos, y con mucha marcha. Puede dar que hablar.

Cuarto: Estonia,Adiós a ayer”, presenta un dúo que se juntó gracias a las redes sociales. La puesta en escena, sobria, con dos puertas que se abren, a los espectadores veteranos nos puede recordar a  “Historias para no dormir”. Más que por la canción, se mantiene el interés por la pareja protagonista, y sus miradas. Se respira una tensión sexual que no se resolverá con el resultado del concurso, porque está claro, salvo sorpresón, que no ganarán.

Quinto: Reino Unido, “Todavía enamorado de ti” es un electro-swing. Canción y puesta en escena divertida de un dúo, hombre y mujer. Suena a Cole Porter, lo cual no es poco. En cualquier momento se puede cometer un asesinato y aparece Hércules Poirot. Las bandas eléctricas que lucen tanto cantes como bailarines desvían demasiado la atención. Me ha gustado, pero sería una sorpresa que ganara.

Sexto: Armenia, Varias voces, dos hombres y tres mujeres, todos vestidos de negro. Canción clásica que recuerda, a pesar de haber gente de ambos sexos, a cualquier canción de Il Divo. No pasará nada con ella.

Séptimo: Lituania, Canción “Esta vez”, otro duo, mixto. Por las sonrisas que lucen puede ser un anuncio de Coca-Cola o de “Profident”. El fondo colorido simula una especie de abanico. Parece que en cualquier momento vamos a entrar en “Oz” o en “Los mundos de Yupi”.  Salvo por los besos que se dan los cantantes y el coro, me sigo preguntando por qué parecen tan contentos, si “esta vez” no van a ganar.

Octavo: Serbia. Al ver a la cantante, potente en todos los sentidos, he creído que estábamos ante una representación de Ópera, concretamente “El anillo de los Nibelungos”.

Noveno: Noruega. “Un monstruo como yo”. Por el vestuario del cantante pareciera que ha tenido que salir al escenario en el último momento. A eso ayuda su “look” de barba de varios días.
Ahora sale una joven pelirroja, el, al parecer,  solista se convierte en dúo, y la interpretación y la canción ganan. Un bonito y delicado dúo, aunque no es precisamente la alegría de la huerta. La parte más bonita suena como ya oído y a Celine Dion.

Décimo: Suecia. “Héroes”. Está claro que es una de las grandes favoritas, pegadiza, a mí me suena a “Sting”. Es una actuación que en próximos años podrían copiar otros países, con mezcla de dibujos animados. Para mí personalmente le falta algo, aunque como ya he dicho, puede ganar.

Decimoprimero: Chipre. “Una cosa debía haber hecho”, canción mayormente representada en blanco y negro. Me recuerda a algún video de Elvis Costello, e incluso el cantante ayuda a ello. Me he quedado esperando a que apareciera la protagonista de “Notting Hill”, pero no ha aparecido. Nada pasará.

Decimosegundo: Australia, país invitado. “Esta noche otra vez”. Una gran voz de góspel. Puesta en escena divertida. Por la etnia de los que actúan, brindo una idea, anuncio de Bennetton. En total, distendido pero intrascendente. Una gran voz desperdiciada por una canción que mucho me temo pasará inadvertida.

Decimotercero: Bélgica.  Una canción nada fácil, pero resultona, con una elegante puesta en escena en blanco y negro.

Decimocuarto: Austria, país anfitrión. “Soy tuyo”. Canta un grupo con look a lo Woodstock. Sabiendo que la canción no es muy allá, aparecen llamas del piano, intentando no pasar desapercibidos. Me temo que Austria se ha dormido en los laureles.

Decimoquinto: Grecia.     “Un último aliento” El comienzo me suena más a un fado, pero Portugal ha quedado eliminada ya, y Melina Mercuri también ya es historia, historia griega pero historia.
Una gran voz femenina que pese a una melodía ascendente se pierde sin pena ni gloria.

Decimosexto: Montenegro. “Adio” Una chica, ahora sí con violín, recibe al cantante entre azules y oscuros en el escenario. Una de las pocas canciones cantadas en el idioma del país.
Me recuerda mucho a una canción, "Tajabon", el intérprete es Ismael Lo, que forma parte de la película de Almodobar en “Todo sobre mi madre”. No será plagio, porque no copiará las notas necesarias para demanda…

Decimoséptimo: Alemania, ”Humo negro” Entre siluetas de la cantante y focos apuntándonos tengo la impresión de que en cualquier momento va a salir Roger Rabbit, pero no sale y me decepciono. Una buena voz para otra canción más que pasará desapercibida.

Decimoctavo: Polonia, ·”En el nombre del amor”. Piano blanco y colores rosas y violetas en escena. El romanticismo es otra cosa.
A mí no me gusta la canción, pero me considero romántico.

Decimonoveno: Letonia. Canción nada fácil con toques claramente étnicos. La cantante es también la compositora. Puesta en escena muy elegante en colores rojos y negro. Cantante con una gran voz que da sensación al mismo tiempo de fragilidad y fuerza. Está claro que es una de mis favoritas.

Vigésimo: Rumania, Canta un grupo masculino. Junto a ellos varias maletas. Espero que no estén de mudanzas, significaría que están de paso, y al oír la canción, la primera idea se me confirma. No espero nada de ella, ni de ellos.

Vigesimoprimero: Por fin, Edurne en el escenario. Intentaré ser imparcial.
Una gran canción,"Amanecer", una excelente voz, la única en bailar en el escenario, poco pero peligroso. Valiente puesta en escena. Magnífica actuación, y un gran final con una silueta muy sugerente. Esperemos que a los demás países les “sugiera votarnos”.
Se ha hecho todo lo posible, ya no depende de nosotros.

Vigesimosegundo: Hungría. Todavía en shock por la actuación de Edurne para cuando vuelvo de “urgencias” la representación húngara ha debido de pasar sin pena ni gloria.

Vigesimotercero: Georgia, “Guerrera”. Por un momento parece Angelina Jolie haciendo de madrastra para Disney. Canción con toques étnicos y muchos tambores. Años atrás hubiera ganado, pero ya está muy visto, digo yo.

Vigesimocuarto: Azerbaiyán, “La hora del lobo”. Lo mejor, la actuación de la pareja de bailarines emulando a sendos lobos. Balada resultona que pudiera estar en los primeros lugares. Muy cuidada ambientación a lo “Luna de Calenda”, gama de grises y mucha oscuridad. Nos hemos quedado con el cantante y su canción. Eso es muy importante.

Vigesimoquinto: Rusia, “Un millón de voces”. Por un momento he pensado que era Marilyn cantándole al presidente, pero de aquello hace muchos años. Ahora es en color. Una voz extraordinaria, pero la canción aunque con una gran producción a mí personalmente no me pone la carne de gallina, y eso siempre es importante.

Vigesimosexto: Albania, ”Ahora sí” Me temo que el título no es un vaticinio. Una canción más, en mi opinión, tristemente sin pena ni gloria. Eso sí, una gran voz, como lo han sido en la mayoría de las actuaciones.

Vigesimoséptimo y último: “Grande Amore”. Un trio internacional, Il Volo, lírico y ya muy famoso. Me los habían vendido como Il Divo, pero aunque son buenos, no son excelentes como ellos. Gran puesta en escena. Se convierten por lo buena de la canción, y esa aureola de “importantes” que tienen las voces líricas, en uno de los máximos favoritos.

Mientras esperamos a las votaciones una gran actuación al estilo de “echar la  casa por la ventana” con una gran orquesta y coro dando espectáculo con algo, que se supone, debería de ser serio y aburrido. Un gran acierto. Varios estilos de música con una gran percusión. Si este espectáculo se pusiera en gira me apunto a verlos, pero parece ser que son más de un grupo juntos, y será “solo una vez en la vida”.

El lema de este año del festival, que cumple sesenta años y se celebra en Viena es “Tendiendo puentes”, pero como siempre nos han escamoteado la actuación, yo al menos no la he visto, del ganador de Eurovisión para niños de este año. Me he acordado de los andaluces y de las uvas de este año, solo que ésto ha sido con premeditación y nocturnidad.

Imágenes de ganadores de otros años, los dos títulos de España están ya en la prehistoria, y la vuelta al pasado del grupo de imágenes, no llega a tanto.

Comienzan las votaciones. ¡Suerte para Edurne!
No voy a comentar cada una de las votaciones, pero Montenegro ya nos ha dado dos puntos, que me temo puede ser una especie, en el mejor de los casos, de predicción.

Portugal nos ha dado tres puntos. De los pocos vecinos que nos dan puntos, porque el compadreo como otros años es más que evidente entre los países de la Europa del Este especialmente.
Moldavia nos dan un punto. Espero que Edurne  no esté sola porque es para cortarse las venas. Ya está claro que no hay nada que hacer, otro año más.

Otro punto de Azerbaiyán.

En la octava votación, Serbia, ya la “cosa” está entre pocos países: Rusia, Italia y Suecia, los demás descolgados. Y a mí me da mucha pena Edurne, que aunque tiene a unos cuantos por debajo, solo lleva cinco puntos. Espero que no le afecte mucho, porque se ve venir un gran desastre.

Gracias, Francia, os dejaremos venir a veranear este año, cinco puntos lo merecen.

Seguimos con la modalidad de estos años, yo te doy el perejil, entre vecinos, a ti, y tú me das sal a mí.

Llega Alemania. Solo utilizan a España para venir a veranear y comprar todo, barato para ellos. No olemos un solo punto, solo se acuerda de nosotros la Merkel, y eso nunca es bueno.

Israel nos ha dado un punto y Rusia también, gracias.

Italia tampoco se acuerda de nosotros, ¡Hay que joderse!

Con todo esto, no voy a ir a la cama ahora, porque no voy a poder dormir. Lo mejor es dar un paseo…hasta Australia concretamente, aunque me traiga recuerdos de este festival.

Hoy como os habréis dado cuenta, ésto no lo ha escrito “el vecino del mundo”, porque me lo tomo como algo personal.

Suecia, el ganador, al final 365 puntos, y España 15. ¿Era tanta la diferencia? En mi opinión, no.

Por cierto, además de sufridores, somos los más tontos de Europa, porque continuamos sufriendo el timo del tocomocho: Votar en España cuesta 1,45 € y, por ejemplo, en Alemania solo 0,20 €

Si me repongo, mañana haremos una especie de resumen de sentimientos y recuerdos de antaño relacionados con el Festival de Eurovisión (http://patxipe.blogspot.com.es/2015/05/reflexiones-eurovision-2015-o-esa.html)

*FOTO: DE LA RED



sábado, 18 de abril de 2015

ESPAÑA COMO UN BALCÓN INTERIOR



Si tuviéramos que hacer un símil de España, una comparación, no me cabe ninguna duda: España es un patio interior, o incluso, una corrala.
Este vecino del mundo no vive en Andalucía, sino en el País Vasco. Galopa por razones personales entre Guipúzcoa y Vizcaya, y ya se sabe que tenemos fama de ser más discretos, más secos en el Norte que en el Sur. Pero, incluso así, España es un patio interior.

Aún antes de tener televisión con muchas cadenas, nosotros ya teníamos multi-programas. Más de una vez nos hemos sentado en nuestro balcón interior  (suena a algo filosófico, incluso transcendental, pero es literal), y nos hemos pasado horas muertas muy vivos.

Pasan los años y los espectáculos interiores, como el patio, van cambiando.

Actualmente tenemos en cartel, entre las dos alturas que alcanzamos a ver, a la del segundo izquierda que convive con su cuñada, y todos los días tenemos una especie de sitcom, comedia de situación, mezcla de ricas y famosas y criadas y señoras.  Reivindicaciones y reproches están a la orden del día. Alguna vez aparece como estrella invitada el señor de la casa, a la par marido y hermano, intentando hacer de una especie de negociador entre ambas. Es cuando la comedia ácida adquiere tintes de thriller porque sabes que en cualquier momento va a pasar algo, y nunca adivinas qué.

En el segundo derecha tenemos aires juveniles. Es un piso de estudiantes, y además el único balcón que tiene programación nocturna, con concursos de bailes y realities de supervivencia a los excesos. Está muy entretenido aunque los decibelios, especialmente en horario nocturno, suelen exceder el buen gusto.

Por el contrario, en el tercero izquierda tenemos una especie de cine de barrio con tres generaciones de una misma familia. Los abuelos y padres nacidos en el Sur. Entre su corta pero nada homogénea programación, tenemos a Lola Flores, Manolo Caracol por un lado, y un Arturo Pareja Obregón, actuando como bisagra de un cancionero, que bascula entre el Sur de las primeras generaciones, y un Benito Lertxundi y Ken Zazpi a cargo de la generación ya nacida en Euskadi. El espíritu de esa vivienda se puede resumir en ese abanico con flecos blancos y azules cosido a la pared, y esa pancarta descolorida pidiendo la independencia que hace ya años que lleva puesta.

Y ya para terminar, tenemos el tercero derecha, que puede ser todo un símbolo de nuestros días. Aunque recordemos que es un patio interior, luce desde  hace más de dos años un gran cartel de “Me venden” con el consiguiente número de teléfono. La familia lleva el mismo tiempo que el cartel, malviviendo en Alemania a la que se trasladaron, primero con ganas de decir cuatro cosas a la Merkel, y a la que finalmente solo dijeron “Socorro”, eso sí, mediante un traductor al que, por supuesto, tuvieron que pagar.


Muchas veces, esos balcones interiores dicen más que el mejor de los editoriales en cualquier medio de comunicación.


*FOTO: DE LA RED