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lunes, 17 de abril de 2017

DEFENDIENDO A UNA MUJER


Tenía un tío, Pablo, que cada vez que pasaba una procesión por el pueblo, me decía: Si la Iglesia saca eso de paseo, imagínate lo que tiene que tener guardado.

Con mi tío me pasó algo que con el tiempo me dio mucho qué pensar.

Al ir creciendo, me fui dando cuenta de que Pablo era la oveja negra de la familia, aunque realmente nunca descubres el por qué (pero nunca contaba para reuniones familiares, ni se hablaba de él; simplemente, estaba),  a no ser que sea por sus ideas netamente ácratas, y que claramente eran “la cruz”, y no voy con segundas, de “la cara” del resto de la familia, demócratas,  y de toda la vida, aunque no existiera la  democracia todavía, y muy españoles, que se traduce prácticamente en misa, fiestas de guardar, y lo nuestro es siempre mejor.

En España hay libertad para opinar lo que quieras, siempre y cuando opines lo mismo que la "mayoría”, y si no que se lo pregunten estos días a Elvira Lindo, lo que ha tenido que oír, y en especial, leer, en Twitter por su artículo de este fin de semana en “El País” (http://cultura.elpais.com/cultura/2017/04/13/actualidad/1492107162_872898.html?id_externo_rsoc=TW_CM).

No tengo la suerte de conocer a Doña Elvira, pero siempre me han atraído las personas a las que nunca les duele decir lo que piensan como tarjeta de presentación, porque entre otras cosas, te están mostrando, cosa que es muy noble, de qué pie cojean; y es como si te ofrecieran su yugular. Y este fin de semana han sido muchos los que se han cebado en ella, y no lo olvidemos, la gran mayoría desde el anonimato.

Este vecino del mundo piensa como Elvira Lindo, que la fe de cada uno es libre y muy respetable. Pero algo tan personal e íntimo no tiene por qué invadir las calles, e incluso el ámbito, no de los “contrarios”, sino, quizás, de los que no se definen, más que nada por aquello de el que calla otorga.

Por cierto, en esa es, especie de “guerra” de opiniones que se montó, descubrí, y es real, que tu opinión vale lo mismo que vale el número de “seguidores” que tienes. Me lo dijeron a la cara. Y, claro, como este vecino del mundo nunca ha estado empeñado en extender su opinión, sino en darla, no tiene, por ahora, más de trescientos “followers”.

¡Es curioso! Todo comienza con una cuestión de opiniones, con Elvira Lindo en su artículo semanal, donde muchos, lo son, ven como peligroso su manera de ver la vida, y todo acaba en una cuestión de quién la tiene más larga. “Triste, muy triste”.  

El título de este artículo no tiene que ser visto, porque conozco a muchos que siempre se van por el lado más polémico, como algo machista, "un hombre defendiendo a una mujer", sino por la empatía que uno siente, este vecino del mundo, con la opinión de otro ser humano, y que en este caso, es mujer.


Por cierto, la ilustración para el artículo era demasiado fácil, ya que lo primero que me pedía el cuerpo es esa imagen de un Javier Bardem jovencísimo, en el poster de promoción de “Huevos de oro”, tocándose los mismísimos. Pero aunque muchos, quizás, no se lo merezcan, no he querido ser tan zafio, sino algo más sutil, buscando, quizás, el amago de una sonrisa. ¡Espero haberlo conseguido! 

*FOTO: DE LA RED

lunes, 2 de noviembre de 2015

EL DESEO DUERME EN SOFÁ, Y LA CHULERÍA SE DISFRAZA.



Este vecino del mundo tiene sus vicios ocultos, muy ocultos. Uno de ellos es leer cada cierto tiempo, gozando con antelación, sabiendo que se van acumulando para leer más de uno, los artículos escritos en el blog de Elvira Lindo.

Y esta mañana, cuando estaba a punto del orgasmo por ir acercándome al momento, y escribía en Google “el blog de El… esperando que automáticamente me saliera ya su nombre, como deseo repetido de mucha gente más, he descubierto que el deseo no era Elvira, mi querida Elvira Lindo, sino… Elsa Pataky.

En realidad era de esperar, por aquello de las tetas y las carretas, y que la cabra tira al monte. Al final, y visto lo visto, es mentira lo del triunfo de los documentales de la dos, y una cruda realidad, en cambio, que la gente en algún momento se pasa por alguna de las franquicias de Telecinco, bien sea bajo la piel de Sálvame, Sálvame Deluxe, y derivados.

Pues me he quedado frío. No, no sexualmente, sino anímicamente, comprobar que en general lo que nos mueve son las bajas pasiones, y no las pasiones, así, sin adjetivarlas.

Y que conste que este vecino, como se suele decir, tiene ojos en la cara, y nuestra exportada Elsa Pataky, que también se tuvo que ir a buscar las habichuelas fuera, aunque sean deluxe, me parece de los más bellos rostros del panorama actual, y de esas personas, que ganan con las distancias cortas, porque no hablan de los mundos de Yupi, sino de su familia, y no es mera pose, porque sus bellos ojos se iluminan, más si es posible, al hablar del australiano (por no equivocarme al intentar deletrear su nombre correctamente), y de su prole.

También me he quedado frío al comprobar una vez más que la gente no sabe comportarse, y más cuando gana y tiene el bolsillo, más que lleno, a rebosar. Porque lo de los jugadores del Barcelona, y no todos, en el estadio del Getafe,  dando la nota disfrazados de Halloween, irrumpiendo en la rueda de prensa que estaba dando el azulón Víctor Rodríguezes, se mire como se mire, de juzgado de guardia. Y más cuando hay en marcha una campaña de limpieza de imagen sobre Piqué, para que no le piten, al menos, durante sus comparecencias con la selección española de fútbol.

Sin embargo, Gerard Piqué, como si fuera Paco Martínez Soria, se empeña en interpretar a Don Erre que erre, y allí donde hay un charco, pues allí se mete sin escatimar en medios. Ya sabemos, lo ha dado a entender más de una vez, que se metan con él le debe de poner, pero siempre saca alguna excusa para no ser claro. Esta vez, se han confundido y no querían “reventar” la rueda de prensa, que es en realidad lo que han conseguido. 

Pique, si eres chulo, y te crees chulo, que es una opción completamente válida, dá un paso al frente, y grita a los cuatro vientos eso tan televisivo de: “Para chulo, chulo, mi pirulo”. Y te desmelenas, porque tú lo mereces, porque eres el mejor, y porque te da la gana. 

Los grandes no se equivocan nunca, lo hacen porque les da la gana. Pero, sinceramente ahora, si en algún momento, crees que te has confundido,  pide perdón, que eso además te dará un grado mayor de humanidad. A mí personalmente, no me vale el comunicado de disculpas por parte del club. No solo hay que ser humilde sino parecerlo, y el problema debe de ser, está más que claro, que ni quieren serlo ni aparentarlo.

Y a este vecino del mundo, como también le da la gana, prefiere seguir a Elvira Lindo, aunque reconozca que La Pataky te pueda hacer creer en Dios, porque un ser humano, sin ayuda, no ha podido hacerla también. Aunque La Lindo, tiene su morbo, y …su marido, que ya lo sé. Como yo tengo a La Nuri, mi sufrida, que además sé que me estará leyendo, y desde aquí le mando un saludito; y las excusas se las daré en casa, pero se las daré, antes de irme a dormir al sofá, que ya lo sé también.

*FOTO: DE LA RED


miércoles, 23 de septiembre de 2015

DEJARSE ALGO EN EL TINTERO


Lo bueno que tenemos los “bloggers”, blogueros, o sucedáneos, que de todo hay en la viña de internet, es que podemos escribir lo que nos sale de la peineta. Eso sí, algunos tienen una peineta de marca, patrocinada, publicitada o subvencionada por un ente superior, y otros nos las vemos y nos las deseamos para intentar hacernos ver en esa mar procelosa que es la jungla de las redes sociales.

Con la crisis, hay algo que ha aflorado, como cuando una botella con un mensaje es depositada en la orilla de cualquier playa, y me refiero a esos que ya no tienen nada que perder, porque han perdido casi todo, y de lo poco que les queda es una conexión más o menos fiable a internet,  o manera de mandar sus “mensajes” cada cierto tiempo. Y, por lo tanto, una voz para contar sus venturas y desventuras, que como nada hay nuevo bajo el sol, siempre habrá alguien que se sentirá representado por esas cuitas y disparates que la voz, y en este caso no me refiero ni a Frank Sinatra, ni a un morning singer, o cantamañanas patrio cualquiera, sino del bloguero superviviente que no es que haga la guerra por su cuenta, sino que cuenta sus historias, chanzas, o simplemente lo que le apetezca, porque sigue vivito y coleando. Y eso, no es poco.

Este vecino del mundo se confiesa un ferviente admirador de Elvira Lindo en su faceta de articulista, o incluso se pudiera decir de bloguera, ya que expone sus opiniones por la red de redes. Y hace unas dos semanas, se le dio leña al mono, en este caso a la mona, con perdón, todo lo que se quiso y más.

Me refiero a ese artículo (http://elpais.com/elpais/2015/09/08/estilo/1441726397_330245.html) en el que la escritora, Doña Elvira (aunque seguro que no le gusta esta manera de referirse a ella, pero es mostrarle el respeto que otros, al menos en ese momento, se lo perdieron), fantaseaba con una relación con Pablo Iglesias, a raíz de una especie de entrevista que le había hecho Ana Rosa Quintana en la intimidad de la casa del político. Pero, pocos se dieron cuenta, o al menos eso parece, que ella en ningún momento mencionaba su nombre... pero las imágenes de "esa" entrevista eran muy recientes.

Este vecino del mundo, y muy en contra de, al parecer, la gran mayoría de opiniones, considera que la opción de Elvira Lindo cuando menos fue arriesgada, bajo un formato, quizás fue lo que confundió al personal, de esa aparente pequeñez de alguno de sus artículos. Porque hay quien presenta sus escritos bajo trompetas y timbales, y quien, por su oficio, no le da importancia a lo que está diciendo, porque lo importante es decir. Y, si se puede, no dejar al personal indiferente… Y ella, está claro, que no lo dejó.

El personal, que siempre es muy entendido en todo, y para cuando tú, humilde y tranquilamente vas, ellos ya han vuelto, sin resuello, pero ya han vuelto cinco veces, te dicen que desde hace tiempo te has anclado en la nada.
Y tú, te preguntas ¿Por qué me siguen leyendo? ¿Para sufrir ellos, o para que sufra yo a posteriori con la leña que me van a dar?

Está claro que muchos no entendieron esa vuelta de tuerca que la Señora Lindo le dio al reportaje de Ana Rosa, o de lo que puedes sufrir cuando unas imágenes pasan de la retina a una especie de disco duro que de la memoria pasa, primero al riego sanguíneo, y en el caso de Elvira Lindo se le instaló en las entrañas, y de allí salió. Con mucha más mala leche de lo que la mayoría de los lectores parece que se dieron cuenta.

Algunas veces cuando intentas ridiculizar a alguien, te estás fotografiando, en una especie de selfie mortal de necesidad, a ti y a tus carencias. Porque no te estás dando cuenta de que no te has enterado de nada, ni sospechas de ello.

Si estuviéramos hablando de una novela de crímenes, en ese caso se hubiera logrado el crimen perfecto, porque el lector ni se hubiera dado cuenta de que el crimen había sido perpetrado, única manera para que el acto fuera perfecto.


Lo dicho, lo bueno que tiene un blogger es que habla de lo que quiere, y este vecino del mundo se ha despachado a gusto. Y espero fervientemente que hoy los aludidos se hayan enterado de todo. 

Por cierto, para los malpensados, no conozco de nada a Doña Elvira Lindo, lo cual es una pena, ni le debo pleitesía de alguna manera. Pero los hechos, siempre son como son, y si uno cree que se tiene que partir la cara por alguien, pues lo hace, y punto. Porque quien escribe, si algo no debe de hacer es, dejarse algo en el tintero. especialmente cuando el tintero, además, es lindo.

*FOTO: DE LA RED

domingo, 27 de abril de 2014

NUEVA YORK Y PATA NEGRA (...A ESTAS ALTURAS DE LA PELÍCULA)

Ayer estuve en el cine viendo una película española, y no, no era “Ocho apellidos vascos”, de la que ya hablé durante su estreno (http://patxipe.blogspot.com.es/2014/03/euzkadi-tiene-un-color-especial-estas.html), porque hay más cine español, y muy interesante, tras la citada película.

La vida inesperada”, según un guion de Elvira Lindo, trata de un actor español, Juanito concretamente, que fue a Nueva York en busca de su sueño. Pasados bastantes años y sin el ansiado reconocimiento, su monotonía repleta de pequeños trabajos en lo que sea, para subsistir, se rompe con la llegada, llena de incógnitas, de su primo, y se nos presentará como la antítesis del protagonista. Sin embargo, la convivencia entre ambos irá descubriendo la realidad que hay detrás de cada uno de ellos.

Antes de nada he de comentar la parte mala, para este vecino, de la proyección, y es que la cinta estaba traducida totalmente al castellano. 
Hay que tener en cuenta, de que la historia al tratarse en Nueva York, debe de ser bilingüe, en los momentos en que los personajes hispanos interactúan con los americanos. Y todo ese trabajo interpretativo por parte de Javier Cámara, Raúl Arévalo y Carmen Ruiz, fue escamoteado. Me consta de que existen copias de la película en que las escenas comentadas están subtituladas, pero no fue el caso en los cines del centro comercial Max Ocio, cerca de Bilbao. En películas de este tipo debería de ser obligatorio su pase en versión bilingüe, ya que entre otras cosas, este vecino ama el sonido directo, y en este caso se pierde.
La película en sí, un proyecto que ha tardado Elvira Lindo en que cogiera cuerpo desde el 2002, merece muy mucho la pena. Es un “redescubrimiento” de un Nueva York, captado por la fotografía de Kiko de la Rica, melancólico, mediante encuadres diferentes,  y huyendo de grandes panorámicas.

Es una historia triste, pero llena de cucharadas de ricino realista, porque duro es el tener que confesarse que su tiempo de los sueños ya pasó.
Si el reparto español está sembrado con un Javier Cámara espléndido, y excelso en su aportación como showman cantando al final de la cinta, y un Raúl Arevalo “odioso” en su composición del personaje y significado, como contrapunto a su primo, la aportación de Carmen Ruiz, aunque aparentemente menor, le da ese toque de añoranza, cariño y cordura, a una historia de sueños por terminar. Por el lado americano, Sara Sokolovic saca de Raúl Arévalo, la verdad que se negaba a confesar, en un trabajo aunque corto lleno de búsqueda de cariño y comprensión.

El gran descubrimiento de esta cinta, este vecino tiene que admitirlo, es Tammy Blanchard. Verla te llena de una sensación de déjà vu, y es que es la reencarnación física de Judy Garland, a la que ya interpretó en una película para televisión. Los encuentros del personaje de  la Señora Blanchard con el de Javier Cámara es lo mejor de la película.
El trabajo de Jorge Torregrossa como director, está a la altura, sacando todo el jugo de un Nueva York que él también conoce, y huyendo de la postal, para llegarnos al corazón.

Este vecino ha de reconocer que ha tardado en deglutir la película toda la noche, pero ha merecido la pena, porque es una historia que te hace sentir lo que es la vida, con sus aciertos y sus fracasos.
A destacar también dos momentos, al comienzo de la historia con un “Soldados de Kazan”, delicioso, y especial para todo donostiarra que se precie, debido al genio, y nunca mejor dicho, de un Pablo Sorozabal extraordinario. Y la escena final, y no voy a destripar nada, cuando el personaje de Javier Cámara al buscar la mirada de su socio, en realidad está rompiendo con esa cuarta pared del espectáculo, y nos está mirando a nosotros.

El cine es caro, y no vamos a entrar en debates, pero no se pierda esta película, se lo digo de corazón, en el mismo idioma en el que habla esta cinta.

*FOTO: DE LA RED