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miércoles, 23 de agosto de 2017

VASCO, SÍ, PERO COBRA




Lo que este vecino va a contar ahora es totalmente cierto y le ocurrió hace ya unas semanas, pero le ha costado procesarlo y deglutirlo un cierto tiempo, porque le ha hecho plantearse ciertas cosas.

Primera semana de agosto, en Torrevieja, con un calor que no es que apriete sino te espachurra contra el suelo. Tengo que sacar una fotocopia, y estoy buscando un lugar donde hacerlo, y de paso escaparme, aunque sea unos instantes del astro rey, y veo muy cerca uno de los muchos locutorios que en esta ciudad hay.

Entro, saludo al respetable y espero. Los respetables en este caso sólo son el dependiente (en mi opinión palabra ya en desuso, pero que se debería de desempolvar para no convertirnos en miembros del "español en mil palabras", cuya agrupación cada vez más numerosa, entre los propios nacidos en España, merecería un artículo propio), y una pareja de unos cuarenta años.

Están hablando el hombre y el dependiente, y en un momento dado el cliente exclama una expresión tan vasca como “Jesús, María eta José”, y me dejo llevar, una vez más, por el corazón e irreflexivamente me acerco a él y le digo: “Me parece que somos de la misma zona”. A lo que él sin nada de expresión y como si fuera la máquina del tabaco me dice, sin apenas mirarme: “Nosotros somos vasco-españoles”. Sin dejar acusar el golpe, le contesto: Hombre, los andaluces, por ejemplo, no se definen como andaluz-español. Porque eso se presupone.

No hubo más acercamientos, y un muro de silencio se forjó entre los dos. Está claro que él no quería, y yo nunca me he considerado "vasco-español". Eso sería, por defenderlo de alguna manera, algo políticamente correcto que no va con este vecino del mundo, que siempre ha tenido sus ideas clarísimas, y los que me leen habitualmente lo saben. De todas maneras, lo de dejar de hablarnos hay que verlo como una manera práctica de ahorrar tiempo; por parte de ambos, claro.

Con ese "vasco-español" me decía mucho. Me decía que los dos vascos sí, pero cómo, que cuidadito con las diferencias. A través de los años le había calado si no el miedo, sí la precaución de qué decir, y cómo decirlo. Y quizás ahí estuvo la gran diferencia. Porque una persona que ha vivido toda su vida en un mismo lugar, primero es de ahí, pero no tiene por qué renegar de nada. Y tiene un código, unas costumbres que pueden servir de sintonía para facilitar posibles acercamientos, pero decir "vasco-español" no es darte, de ningún modo, un puñetazo moralmente, pero sí una especie de mano en vertical, en forma de barrera, que intenta frenar a la otra persona.

Me sentí como Chenoa en la gala de los 15 años de “Operación Triunfo” en manos de Bisbal y su célebre cobra.

Nunca me había pasado eso, y lo que es peor, nunca me lo hubiera imaginado. Para este vecino del mundo fue una escena bastante triste. Es, a la postre, lo que los analistas denominarían como “daños colaterales” de un conflicto que tardará años en cicatrizar por mucho que se diga.

*FOTO: DE LA RED


martes, 1 de noviembre de 2016

OTRA MIRADA A "OT: EL REENCUENTRO"




Este año ha sido un Halloween atípico con una gala en directo de los integrantes de "OPERACIÓN TRIUNFO 1" a las diez de la noche, que dejaría vacío a muchos negocios preparados para hacer el “agosto” hasta el primer alba de Noviembre.


Personalmente creo que ha sido la mejor manera de que muchos nos practicáramos un lifting de quince años, y volviéramos a recordar y sentir momentos que ya estaban “casi” olvidados.


No es intención de este vecino del mundo, los lectores habituales ya lo saben, hacer un resumen del concierto de ayer, sino solo comentarios-pensamientos que tanto el documental (en tres partes) como la gala en directo me sugirieron.


Juan Camus, uno de los grandes incomprendidos e injustamente tratados. Él sabe y domina ese negocio (licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales) , y no entró al trapo de lo poco que se le ofrecía bajo la apariencia de volverse a reunir un grupo de amigos. Cuando en realidad de lo que se trataba era de una gran tarta, reeditar un gran éxito televisivo para volver a amasar una fortuna. Pero ya tienen todos quince años más de experiencia, e incluso de desengaños… Ni tampoco es lo mismo desplazarse desde algún lugar de España, que desde Londres, cuando en un primer momento, al menos eso trascendió, se dijo “para ir por sus propios medios”.


Apenas veinticuatro horas antes del concierto se supo que Juan Camus, a excepción de Alex que ya iba a cantar, había conseguido que los otros integrantes de “Fórmula Abierta” no solo cantaran una canción de ese grupo, sino otra en individual. Y además ayer Geno, tras cantar, le dio las gracias en el escenario. En realidad tanto Camus como Chenoa, cada uno por su lado, siguen actuando como “padres” de los demás, y eso siempre es bonito.


Quedará para siempre la supuesta cobra de Bisbal a Chenoa, otra vez ella injusta víctima. Si algo ha demostrado Chenoa es ser una gran persona, y que otros no saben aceptar las consecuencias de sus actos pasados. Tanto en el documental dividido en tres partes como en la gala, el Señor Bisbal fue un “profesional”, a cada uno lo suyo, mientras los demás fueron amigo-personas, que es en el fondo lo que fue la primera edición, y que se supone “eso” les distinguía de las posteriores.


Entre las injusticias acaecidas, porque todavía eran jóvenes en un terreno que no conocían, es que la canción “Tu música es mi voz” que en realidad, todos lo pudimos ver en los resúmenes de cada día, fue compuesta por Naim Thomas y Juan Camus, al final fue inscrita en Autores con el nombre de todos los concursantes y demás allegados, creo recordar (en su momento se dijo), por más de doce personas, como productores, y Alejandro Abad, por ejemplo, que en aquella época era uno de los jurados habituales y que intervino en algunos arreglos.  Y ahora, sin embargo, si entras en Youtube,  en más de un sitio aparece como que el tema es suyo, sin más explicaciones.


Este vecino no le echa la culpa, por supuesto, al Señor Alejandro Abad, pero así es la historia, olvida los detalles. Y un gran detalle es el mucho dinero que esa canción ha dado, y entre otras cosas, lo injusto que siguen siendo los indocumentados con sus comentarios. Dicho todo la anterior, por eso no fue comprendido por muchos el detallazo del Señor Camus ayer, que al ir a cantar su parte de la canción, su criatura, se la cedió al público para que lo cantara en su lugar.


Creo que nos ha hecho mucho daño, directamente en nuestro ADN, y ya no somos los de hace quince años, los programas de cotilleo antropofágico. La gala de ayer fue para muchos el fijarse en los detalles que denotaran que lo que se veía era mentira, que no había poesía y sentimientos, una exaltación de la amistad por la amistad, y sí mucho de rencor y mentiras.


Ayer la gran mayoría de concursantes seguían comportándose como grandes amigos y cantaban para ellos mismos, para ese momento, y alguno, es evidente, entre éxito y millones, se ha quedado por el camino contando el dinero y defendiendo su presente, lo cual también es comprensible.


Personalmente me quedo con algunas imágenes de ayer, como el constante mar de lágrimas de Rosa, la amistad entre Bustamante y Alex, Chenoa y Rosa, Manu Tenorio y Nuria Fergó, con beso incluido y que alguno debería de aprender, porque el escenario debe ser como Las Vegas, lo que ocurre en él, debería de quedar en él.


Por cierto, no se puede disfrutar un concierto buscando los fallos, gallos incluidos. Y más de uno debería de tener la experiencia de cantar con un micrófono en la mano, para que luego pudiera oírse, con miles de personas cantando a su alrededor, y que por muchos cascos que lleve, apenas se oye uno mismo.


Para los que todavía piensen que lo de ayer fue una simple reunión de amigos, como en un principio se les intentó vender a ellos esa idea, quizás cambien de idea cuando en las próximas Navidades, no sé detalles pero me los imagino, el DVD tanto de la gala como del documental, sea uno de los regalos estrella.

Entre las parejas que nunca fueron, pero que a este vecino le hubiera gustado, siempre estará la formada, o en realidad "no formada" por Gisela-Bustamante. Deberían de volver a hacer algún otro dúo, complementan sus voces a la perfección.


Y ya para terminar, sigo pensando, como hace quince años, que hay algunos talentos de esa edición que hubieran merecido más reconocimiento, como: Naim Thomas, auténtico showman, Verónica, Alejandro Parreño, e incluso, por supuesto, Geno.


Lo de ayer, verdaderamente, fue un momento, quizás el último, para la eternidad de un país sin fronteras que incluso tiene su propio himno...

*FOTO: DE LA RED