Mostrando entradas con la etiqueta Carlos. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Carlos. Mostrar todas las entradas

viernes, 11 de diciembre de 2015

UNA NOTABLE AUSENCIA Y SU RAZÓN (GALA 14, GRAN HERMANO 16)



Tratando de recomponer, tras una larga serie de notas, la decimocuarta gala, ¿qué decir de ella? ¿Que se fueron Carlos y Marta? ¿Que este vecino del mundo no se lo esperaba? ¿Que tras visitar webs que normalmente no se equivocan, estaba convencido de que se iban  Han, sí Han, y Niedziela? Al final, nada de eso ocurrió.

Mencionar, por comentar algo de la gala, que el reparto del tiempo para entrevistar tanto a Carlos como a Marta fue directamente proporcional al interés del programa por los concursantes, es decir, mucho tiempo para Marta, lo imprescindible para quedar bien con Carlos. Y que no le digan a este vecino que Carlos no tenía chicha como personaje para una entrevista. Y el tiempo dedicado a Marta, ésta se lo gastó en darnos otra edición de su show particular, puro histrionismo y reparto de mierda en forma de bombones-sonrisa a todo aquel que se moviera de sus todavía compañeros por contrato.

Bajo la excusa de que Marta es también periodista, La Milá, Doña Mercedes, practicó sonrisas y algún que otro capote a favor y en contra, para que le quedara una faena que no pasó, ni tampoco era la intención, de aseada.

Lo de ayer fue un programa de preparación del truco final, y ojalá que este vecino se confunda. Visto ya desde la lejanía que te puedan dar unas diez horas, fue una gala de ausencias, o mejor dicho, de ausencia.
Pero para explicarme mejor hay que ir un poco a la historia o esencia de Gran Hermano.

Lo importante, y dejo claro desde el comienzo que todo es cuestión de opiniones, que lo importante en un reality de largo recorrido como es éste, es nunca estar situado en un primer plano, durante las primeras semanas, aunque tampoco muy perdido entre el decorado, porque ahora enseguida te catalogan como mueble, y por los intereses de familiares y fans de los rivales, te intentan echar a las primeras de cambio.

No es bueno situarse en un primer plano por aquello de no quemar tu imagen, porque aunque caigas bien, en algún momento del concurso te van a ver que haces pis y cacas, sí, pis y cacas, “los pecados”, defectos, o llámese como cada uno quiera, que todos tenemos. Pero cogidos y ampliados por los defensores de los otros concursantes o por ellos mismos, te los arrojan a la cara y, claro, nunca se referirán a los suyos.

En esta edición, de los cuatro finalistas, por uno u otro motivo, tres de ellos, Sofía, Han y Aritz tienen ya su cara más que vista, quemada, y luego está Niedziela, a la que este vecino quiere mucho, porque se hace querer por su inocencia, y porque sabe hacérselo, años de espectáculo en un circo también tienen que servir para algo. Pero ésta, la catalana, sería el equivalente en el cine al amigo del protagonista, buenísima persona, pero que hacia el final de la trama muere y eso hace que la ira del “prota” acabe con los malos malísimos.

Y ahora viene lo de la “ausencia”. ¿Alguien vio ayer a Sofía? Tras las imágenes forzadas para dar un poco de intriga sobre quién de los seis se iba, la imagen de la navarra desapareció del concurso.

¿Conclusión que se puede sacar? No es difícil. La casa, la banca, los productores, “los amos del concurso”, la están protegiendo hasta el momento final. ¿Que por qué? Pensándolo bien, porque se ciñe mejor a la imagen de marca en sus programas, y la gente que se supone los ve. Gente joven, despreocupada, porque claramente se cree la mejor, y no tiene claras miras al futuro, sino al presente, y a la juerga. Ella, Sofía, y en especial su madre, Maite, estamos seguros que colaborarán dócilmente en todo show que se les proponga. Pero, ¿os imagináis a un Aritz colaborando con la cadena? Yo, tampoco.

Ayer, el programa jugó mucho con las imágenes, se le vio a un Aritz desquiciado y a un Han horrorizado, y sobreprotegido por una Marta que en momentos hacía recorder, salvo por su tez y pelo, a la Irene Papas de su mejor época dramática. Pero en todas las imágenes que dieron de los cabreos de Aritz, en ninguna se vió el comienzo. Y eso es lo importante en este caso.

Seamos serios: Si el Santo Job hubiera estado con Han, seguro que como Aritz hubiera perdido los papeles. El granadino es insoportable, y sobre todo un manipulador, porque lo importante siempre se ha visto en el Canal 24 horas, y este vecino le ha pillado en muchas ocasiones desvelando intimidades cuando no, varias, faltando a la verdad.

Carlos, hasta que le cortaron, para que luego digan que no habla, ya dijo que el comportamiento de Han era muy difícil de soportar, y que no petó él, palabras textuales del concursante, porque antes petó el vasco.

Las tres bellas se han pasado el concurso "mirando"/despotricando a los demás, y pensando en la final. Eso no es participar en Gran Hermano.

Carlos no creo que se merecía irse el primero. Y Aritz, ahora, y aunque no lo sepa, se queda solo ante el peligro.

Considero que de los cuatro finalistas que quedan, a Sofía le han dado el programa hecho, primero Suso y luego Ricky, por aquello de que quien a buen árbol se arrima, se puede llevar el maletín.

Quiero mucho a Niedziela, la hubiera deseado desde el principio como pareja de Aritz, pero el resumen de su paso por la casa puede ser unas imágenes al término de esta última gala. Todavía en directo, por primera vez se acerca a la cocina a freírse un filete, y luego pregunta: ¿Cómo se sabe cuándo un filete está hecho?

Si se conocen bien las mareas uno puede adentrarse en las aguas prácticamente sin nadar, el problema es cuando se quiere volver a la orilla, y Niedziela, ni ha estado, ni está preparada para estar sola en el concurso, en un trío disimulaba, pero ya en los dúos desafina, y todo eso si no canta. Si canta, quizás aparezca Noé como invitado especial.

La final va a estar entre Sofía y Aritz, por supuesto que según la humilde opinión de este vecino del mundo. Sofía lo sabe, y desde hace más de una semana está  hablando mal de Aritz a sus "compis" para que nosotros, los espectadores, lo oigamos. Y se hace preguntas en alto, claro, de: ¿Por qué sigue en el programa si trata tan mal a Han? Preguntas que hace a sus compañeros, pero que en realidad son para que las pensemos nosotros, y votemos por ella.

Sofía, sin embargo, nunca se ha preguntado sobre su conducta con los hombres, en especial si tenían pareja y, dicho por ella misma, eran más apetecibles. También hay que tener en cuenta que entró, aunque no lo pudiera decir en su momento, con su madre en el programa, y eso siempre es un salvavidas. Aunque en el caso de Maite su comportamiento no fuera el de una madre clásica, siempre ha servido como pararrayos para que todas las críticas cayeran sobre ella y nos olvidáramos del otro cincuenta por ciento de su apuesta. Porque ya lo ha dejado claro Sofía en alguna ocasión, si gana el maletín, y por supuesto el dinero, será para dárselo a su madre, que seguro lo sabrá administrar bien.


Este vecino desde hace unas semanas lo ha tenido clarísimo y además no ha disimulado, ni hoy tampoco.

*FOTO: DE LA RED

viernes, 4 de diciembre de 2015

LOS RESTOS DEL NAUFRAGIO (GALA 13, GRAN HERMANO 16)


Hemos asistido a una gala, la decimotercera, diseñada, en teoría para mantener la tensión y el interés, con dos expulsiones, la segunda no esperada por los habitantes de la casa. Creo, sin embargo, que la mayoría nos hemos aburrido como ostras, suponiendo que las ostras se puedan aburrir.


La primera expulsión de la noche, entre Marta, Aritz y Ricky, a poco que se explorara en internet se podía ver el percal, y de acuerdo a lo que se presuponía, se fue el argentino-canario.


Su paso por el plató, y si hubiera sido cuestión de un guionista se le podía acusar de hacer “un copiar y pegar”, porque fue un comportamiento-entrevista calcada a la de Suso, con balones fuera y reparto de culpas a terceros. ¿La diferencia? Muy fácil; estuvo en los decibelios. Ricky dejó más que claro que en las comunicaciones entre isla e isla, dentro de Canarias, él las debe de hacer sin teléfono.


Mercedes Milá, que como presentadora del concurso, y en opinión de este vecino del mundo, está viviendo sus horas más bajas, le tuvo que llamar la atención por lo que chillaba al hablar. Es curioso que este año prácticamente solo se llame la atención por el volumen del discurso, y no por el discurso en sí. Y es que a estas alturas de la película ya nos parece normal todo. Porque en esta edición se ha inventado la excusa perfecta, la edad del concursante, que como está en una gran mayoría, alrededor de los 22 años, con esa edad se les perdona todo por "niños".


Es una pena que fuera del concurso, todos nos hayamos tenido que tragar muchas broncas por comportamientos indebidos, incluso a edades menores o mayores.


Muchas veces, la mayoría, es importante el marco y las bases que se crean para un concurso, y hemos llegado a tal deterioro de todo, que ya no nos extraña nada, ni que se enteren de todo lo de fuera, ni que a estas alturas del programa se puedan hacer mil repescas, porque ya da lo mismo, y la credibilidad del programa es nula. Y aquí se puede adjuntar de esa caja que daba el visado para llegar a la final, y que a la postre a Han no le ha servido para nada, otro despropósito más del programa que se deteriora/lo deterioran, por momentos. Y que conste que a este vecino del mundo, desde el segundo cero, le pareció una muy mala idea, porque podía ser el pasaporte para meter a dedo a cualquiera en la final.


Recibieron la visita de Jorge Javier, y en realidad solo era para hacerse publicidad del espectáculo que tiene. Les regaló los folletos de la obra y les invitó a verla cuando salgan.


Más tarde, al terminar el programa en directo, y viéndolo ya por el veinticuatro horas, este vecino del mundo se enteró de que Aritz y Jorge Javier ya se conocían, dicho por el mismísimo Aritz, porque el vasco ha estudiado en la academia de la que el presentador es socio. Sinceramente, y como no hay nada que ocultar, el presentador lo debería de haber dicho durante el encuentro, eso en el supuesto de que se hubiera dado cuenta de que conocía a Aritz.


Y cuando los concursantes, los que quedan, más tranquilos estaban, se oyó la voz, por segunda vez en la noche, de Mercedes Milá, anunciando que se iba otro concursante. Esta vez, y en contra de la mayoría de los pronósticos, fue Vera. Hay que recordar que ahora las llamadas de los espectadores no eran para expulsar, sino para salvar. Sinceramente, este vecino del mundo no consideraba al de Barcelona como "expulsable", antes se hubiera decantado por Carlos o por Niedziela.


Vera mereció, porque había mimbres para ello, una mejor entrevista, pero encontré a una Milá cansada, o hastiada. Tampoco tiene que ser de extrañar con el ambiente que se tiene que respirar en el estudio. Ya que, a fin de cuentas, se trata de ganar un tesoro, y con respecto a tesoros, y su reparto, no hay bromas que valgan. O al menos eso parece, porque los escrúpulos nunca aparecen en pantalla. Debieron de ser exterminados hace años…


A remarcar que con la expulsión de Vera, Niedziela quedó muy tocada. A lo mejor ahora se da cuenta de que echa de menos al de Barcelona más de lo que ella pensaba.


En esta edición, a estas alturas del juego se nota más que nunca, y luego me explicaré, porque de primeras puede sonar mal, que lo que queda son los restos del naufragio.


Siempre, en todas las ediciones, se suelen hacer dos o tres grupos naturales, y uno de ellos es el que suele ir doblegando a los demás. Pero este año se han ido repartiendo puntos y víctimas en cualquier bando, y lo que ya queda son concursantes que provienen de diferentes bandos, y que a estas alturas del concurso no les queda más que llevarse bien por aquello de que “por lo que nos queda en el convento…”.

Ni que decir tiene que si hablamos de bandos, el formado por Marta, Sofía y Niedziela es el que más está durando. Y es que la pena, lloros, juventud y belleza vende mucho. En especial, si todo ésto se tiñe con un poco de feminismo barato. Y este vecino dice “barato”, porque es pura pose, ya que si indagamos, por ejemplo, en el tipo de “hombre” u “hombre tipo” que ellas han dicho que les gusta, está más cercano al hombre de cromañón, eso sí depilado y bajo la denominación de “canalla”, que al detallista, educado y mostrando sentimientos, y que muchas veces ellas mismas han tildado de “pagafantas”. Ha quedado más que claro que para ellas entre Vera y Suso, siempre ganaría Suso. No hay más que decir.


Entre los chicos quedan Aritz y Han que siempre han ido juntos, aunque Han vive en un mundo que es solo suyo, y aunque pueda estar piel con piel con el vasco, tras ese amaneramiento y parecer ser “el rey de la fiesta” veo a una persona muy, muy fría y calculadora.

Como un islote a la deriva, queda un Carlos, que muy en contra de lo que dicen muchos, este vecino del mundo cree que no ha sido nada pasivo en el concurso, y que al igual que Aritz nunca ha mirado alrededor para ver dónde y cómo estaba para meterse en cualquier charco si le parecía justo. Este detalle, esta posición, ha hecho que Carlos y Aritz se respeten y compartan momentos, porque se reconocen valores muy parecidos. ¿La diferencia entre los dos? Muy clara. Carlos es más egoísta, más de clase social, más de con los pies en la tierra. Aritz podría ir a luchar contra dragones si viera una razón, especialmente si ésta estuviera en su corazón. Y nunca contaría cuántos están a su lado. Siempre que se ha metido en un charco nunca ha mirado si estaba en inferioridad de condiciones.


Hace tiempo que el programa está en un coma empeorado en cada programa por las recetas de los doctores de la productora y del mismísimo Telecinco. En su mano, como siempre está, que gane un verdadero merecedor del título, o alguien, y esta vez claramente hablo en femenino, que dé el perfil de la cadena y que luego pueda ser paseada por el resto de la parrilla de programas y eventos varios.


Y ya para terminar, a destacar la importancia que este año se está dando a los ex-concursantes. Antes, otros años, en otras ediciones, concursante expulsado era prácticamente olvidado. Este año, a personajes, porque ya no son concursantes, y solo han quedado como tales, Suso, Raquel, Amanda, se les sigue dando, y si no se la toman, cancha en el programa. Y eso no es bueno para la normalidad del concurso, pero la misma productora les sigue requiriendo incluso para seguir calentando a los concursantes en activo.


Aviso, cualquier día nos encontramos con algún spin-off (o programa nacido a raíz de otro) de ex-concursantes.



Lo dicho, ya solo queda los restos del naufragio, y está en nosotros salvar a lo más valioso, bien sea de sentimientos, o para alegrar la vista. Más claro este vecino no lo puede decir. Al resto, no lo salvado, se lo llevará la próxima ola, el próximo programa, el olvido.

*FOTO: DE LA RED

viernes, 27 de noviembre de 2015

VISTIENDO CON EXCUSAS (GALA 12, GRAN HERMANO 16)


Hoy no voy a hacer  un resumen de la gala. Porque no me da la gana, porque no se lo merece el programa, y porque para estas horas ya lo podéis encontrar en otros medios.

En este desinfle semanal de reglas del programa, o de reglas a la carta, ya se ha llegado al paroxismo, o al cachondeo de dejar pasar la información que se quiere vía conexiones de despedida al final del programa, o como en este caso, vía familiares. Siendo en este apartado la más beneficiada, sin lugar a dudas, Sofia, con una madre ex-concursante, y por supuesto, familiar, que va y viene, entra y sale de la casa como una gaceta con patas.

Esta edición ha sido dedicada a los secretos. Y a pesar del guion elaborado, el mayor de los secretos tiene forma de llave, como metáfora metálica, y lo tiene, el que en teoría al repartir los secretos, no tenía ninguno. Así es el destino.

Es el programa y edición, todo en uno, de los despropósitos.
Continuamente ellos mismos, los propietarios, han dado/dejado que entre información de fuera, y ayer en los últimos estertores de una concursante como Marina, echan en cara a Enrique que le diera información, cuando en su caso ya estaba todo el pescado vendido.

Marta y Sofía están acusando a Ricky de ser machista, y lo es, y ellas se pasan toda la edición promocionando el machismo también comportándose como mujeres objeto, convirtiendo a los espejos protagonistas un día sí y el otro también. Y en el caso de Sofía arrastrándose por las noches para sentirse mujer deseada, aunque sea tras varias copas y un lenguaje lleno de grosería.

Ya no importa, a estas alturas del programa, quién lo ha hecho bien o mal. Cada uno (concursantes, familias y programa) ya tienen su candidato y ahora toca vestir a los demás de excusas para que gane el suyo.

Un programa que siempre se pone la vitola de riguroso, no debiera haber dejado que voten los familiares, porque lo hicieron, en el caso de Vera fue más que evidente, no como el concursante hubiera querido, sino tras unas conversaciones y su consenso correspondiente, lo que decidieron para unos y otros. La hermana de Vera votando a Aritz con tres puntos, mientras éste al verlo dice: no, no, no. El frente de las tres mujeres es más que evidente.

Durante el turno de los familiares, Maite, ex-concursante y también madre de Sofía le da a su hija todo tipo de información de fuera, y, sin embargo, no dejan que la madre de Han hable con él en chino, cuando es más que evidente que del castellano no conoce ni el  diez por ciento. 

Por cierto, Maite, al nominar da tres puntos al vasco, dando con ello más importancia al poder ganar el concurso (Aritz es mucho más fuerte que Ricky en opinión de este vecino del mundo), que el castigar el denigrante comportamiento del argentino-canario. Una vez más queda más que evidente que en Maite prima más el dinero que la moral.

Ha cambiado tanto la rigidez primitiva del concurso que como sigan haciendo cambios en el programa, el día que pongan una piscina que rodee la casa tendremos..."Supervivientes".

Se ha obrado tan mal al dirigir esta edición, que las mismas cabezas pensantes saben que el único morbo que queda es el misterio que rodea a Aritz, a su moral, a su llave. Y ayer, vía app del programa se premió a éste con que pasara la noche con Biky, la chica del bombín,  la que se cree que pueda ser pareja del vasco, y que visto el comportamiento de los dos al estar juntos, queda más que claro que no es “la poseedora del secreto de la llave”.

Desde aquí quisiera decir a Biky, que me consta que lee a este vecino del mundo, y a los que llevan la defensa y cuenta del vasco, que lo mejor para él es que nunca, nunca, se sepa el por qué de la llave y su significado. Es más que probable que no gane el concurso pero pasará directamente al Olimpo extraoficial del programa. 
No queríais sorpresas, pues os van a enterrar con una grande.

La mayoría de los familiares han hecho que sus representados abandonen y dejen colgado a un Aritz que está viviendo sus peores horas de apoyo a su imagen. Representa, sin embargo, una trayectoria con su verdad por delante, y que ha dicho siempre las verdades del barquero a la cara, aunque no gusten. No, como por ejemplo, una Marta que siempre lo hace cuando no es ni el momento ni el lugar, y que lo dice a todos menos al interesado. O una Sofía que hace todo lo contrario de lo que dice y además lo niega. De Niedziela no voy a decir nada, porque aparentemente nunca está en la casa sino en sus mundos, que son amplios y variados.

Este año no puede decir La Milá que las concursantes se devoran entre ellas, porque hace ya tiempo que han formado un frente común. Lo cual es muy lícito, pero siempre que lo reconozcan. Porque votan con un paripé elevado a la máxima potencia, como que se lo piensan, como que improvisan, como que les duele, pero dicen exactamente las mismas palabras y excusas, como ayer lo hicieron sus familiares.

Ayer Mercedes Milá y el concurso desperdiciaron una buena entrevista que Marina demostró que tenía.  Marina, tras esa imagen que muchos le han querido poner de mueble, demostró a los que todavía lo dudaban, que le sobra genio y figura, y que le gustan las cosas claras. Y que precisamente por eso le encanta Aritz, porque si algo es el vasco, más que claro,es diáfano. Y lo demás son excusas de unos concursantes, féminas especialmente, que ven esta semana como una ocasión pintiparada para deshacerse de un concursante, el propietario del secreto de la llave, muy, muy fuerte, aunque nos digan lo contrario.

Antes de terminar algunos detalles, y apuntes, durante esta última gala:

Marta cada vez que se salva se convierte en: La Reina del Paripé. Por un momento, me la imaginé cantando, al más puro estilo Pantoja: Yo soy…esa.
Confesó ayer que sus lloros son motivados porque sabe que es contestada fuera, y tiene miedo a que su novio abra los ojos.
La canaria quiere y ayuda, pero luego pasa factura. Actúa como una O.N.G. pero que luego no la nominen, porque se arma, y gorda.

Por la misma regla, si la del bombín es la persona especial de Aritz, el amigo de Han será “su” persona especial.
A todos los que piensan que Aritz y Han están juntos por estrategia, en realidad, Aritz al menos, tiene más que perder.
Hubiera estado muy bien que al entrar en el apartamento la del bombín, Aritz hubiera preguntado quién es ella aduciendo que no la conoce.
Ni Biky ni Aritz han dicho que son pareja, porque han dejado claro en la conversación, una vez juntos en el apartamento, que la llave es otra cosa u otra persona.
Sobre Aritz el programa solo tiene suposiciones, porque no saben nada, ni a quién pertenece la llave.


Ricky es un tío muy malo y egoista. Ve a todos como a enemigos, Carlos incluido. Suso en comparación con Ricky era el rey de la finura. El argentino-canario es el rey de los bastos, impresentable hablando de orificios.
Mal por Ricky, pero mal también por Sofía que no se valora y se arrastra.
Ricky ya no gana el concurso, aunque Suso era igual y la Milá en ningún momento se lo recriminó, ni a su salida.

Han cuando llora se le olvida el castellano.

Maite con lo dicho a su hija tras visitarla ha conseguido dos cosas:
1. Le ha dado las pistas para llegar a la final.
2. Sofía gana G.H.16 porque el programa lo quiere.

Triste, Milá no ha dado importancia a la información de Maite. Y, sin embargo, a la madre de Han no le dejan hablar en chino. ¡Hay que joderse!

Tras las conversaciones durante toda esta semana, de Carlos y Ricky, es muy difícil que ganen el concurso por lo fríos y calculadores que se han mostrado.

Las peticiones del programa para que los concursantes pudieran hablar con sus familiares no han sido equivalentes en importancia. Lo de Vera, cortarse la coleta, no tiene marcha atrás, pero no me creo que Sofía haga la comida; no sabe.

Diera la impresión de que La Milá no se va a acordar de que tiene que entrevistar a Marina.

El novio de Marta ha votado mal. Aritz sin sus votos ya salía nominado, y a él le hubiera convenido subir a más concursantes que tenían menos puntos. 

Al programa le viene bien que entre Biky,  para intentar enterarse de algo de la vida  de Aritz.
Tras la gala, y aún en directo, larga parrafada de Han con Vera, el chino granadino marca claras diferencias con  Aritz, mostrando miedo a que le arrastre fuera. ¿Seguís diciendo que Han no juega con Aritz? Tóxico para el vasco.

Voy a tomarme un café con leche hirviendo con pastas. La gala me ha dejado muy frío porque ya se ven todos en la final, y hasta los familiares, ellos los primeros, tienen el signo del dólar en sus pupilas. Hace ya tiempo que nada es verdad, ni mentira.

*FOTO: DE LA RED