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martes, 1 de noviembre de 2016

OTRA MIRADA A "OT: EL REENCUENTRO"




Este año ha sido un Halloween atípico con una gala en directo de los integrantes de "OPERACIÓN TRIUNFO 1" a las diez de la noche, que dejaría vacío a muchos negocios preparados para hacer el “agosto” hasta el primer alba de Noviembre.


Personalmente creo que ha sido la mejor manera de que muchos nos practicáramos un lifting de quince años, y volviéramos a recordar y sentir momentos que ya estaban “casi” olvidados.


No es intención de este vecino del mundo, los lectores habituales ya lo saben, hacer un resumen del concierto de ayer, sino solo comentarios-pensamientos que tanto el documental (en tres partes) como la gala en directo me sugirieron.


Juan Camus, uno de los grandes incomprendidos e injustamente tratados. Él sabe y domina ese negocio (licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales) , y no entró al trapo de lo poco que se le ofrecía bajo la apariencia de volverse a reunir un grupo de amigos. Cuando en realidad de lo que se trataba era de una gran tarta, reeditar un gran éxito televisivo para volver a amasar una fortuna. Pero ya tienen todos quince años más de experiencia, e incluso de desengaños… Ni tampoco es lo mismo desplazarse desde algún lugar de España, que desde Londres, cuando en un primer momento, al menos eso trascendió, se dijo “para ir por sus propios medios”.


Apenas veinticuatro horas antes del concierto se supo que Juan Camus, a excepción de Alex que ya iba a cantar, había conseguido que los otros integrantes de “Fórmula Abierta” no solo cantaran una canción de ese grupo, sino otra en individual. Y además ayer Geno, tras cantar, le dio las gracias en el escenario. En realidad tanto Camus como Chenoa, cada uno por su lado, siguen actuando como “padres” de los demás, y eso siempre es bonito.


Quedará para siempre la supuesta cobra de Bisbal a Chenoa, otra vez ella injusta víctima. Si algo ha demostrado Chenoa es ser una gran persona, y que otros no saben aceptar las consecuencias de sus actos pasados. Tanto en el documental dividido en tres partes como en la gala, el Señor Bisbal fue un “profesional”, a cada uno lo suyo, mientras los demás fueron amigo-personas, que es en el fondo lo que fue la primera edición, y que se supone “eso” les distinguía de las posteriores.


Entre las injusticias acaecidas, porque todavía eran jóvenes en un terreno que no conocían, es que la canción “Tu música es mi voz” que en realidad, todos lo pudimos ver en los resúmenes de cada día, fue compuesta por Naim Thomas y Juan Camus, al final fue inscrita en Autores con el nombre de todos los concursantes y demás allegados, creo recordar (en su momento se dijo), por más de doce personas, como productores, y Alejandro Abad, por ejemplo, que en aquella época era uno de los jurados habituales y que intervino en algunos arreglos.  Y ahora, sin embargo, si entras en Youtube,  en más de un sitio aparece como que el tema es suyo, sin más explicaciones.


Este vecino no le echa la culpa, por supuesto, al Señor Alejandro Abad, pero así es la historia, olvida los detalles. Y un gran detalle es el mucho dinero que esa canción ha dado, y entre otras cosas, lo injusto que siguen siendo los indocumentados con sus comentarios. Dicho todo la anterior, por eso no fue comprendido por muchos el detallazo del Señor Camus ayer, que al ir a cantar su parte de la canción, su criatura, se la cedió al público para que lo cantara en su lugar.


Creo que nos ha hecho mucho daño, directamente en nuestro ADN, y ya no somos los de hace quince años, los programas de cotilleo antropofágico. La gala de ayer fue para muchos el fijarse en los detalles que denotaran que lo que se veía era mentira, que no había poesía y sentimientos, una exaltación de la amistad por la amistad, y sí mucho de rencor y mentiras.


Ayer la gran mayoría de concursantes seguían comportándose como grandes amigos y cantaban para ellos mismos, para ese momento, y alguno, es evidente, entre éxito y millones, se ha quedado por el camino contando el dinero y defendiendo su presente, lo cual también es comprensible.


Personalmente me quedo con algunas imágenes de ayer, como el constante mar de lágrimas de Rosa, la amistad entre Bustamante y Alex, Chenoa y Rosa, Manu Tenorio y Nuria Fergó, con beso incluido y que alguno debería de aprender, porque el escenario debe ser como Las Vegas, lo que ocurre en él, debería de quedar en él.


Por cierto, no se puede disfrutar un concierto buscando los fallos, gallos incluidos. Y más de uno debería de tener la experiencia de cantar con un micrófono en la mano, para que luego pudiera oírse, con miles de personas cantando a su alrededor, y que por muchos cascos que lleve, apenas se oye uno mismo.


Para los que todavía piensen que lo de ayer fue una simple reunión de amigos, como en un principio se les intentó vender a ellos esa idea, quizás cambien de idea cuando en las próximas Navidades, no sé detalles pero me los imagino, el DVD tanto de la gala como del documental, sea uno de los regalos estrella.

Entre las parejas que nunca fueron, pero que a este vecino le hubiera gustado, siempre estará la formada, o en realidad "no formada" por Gisela-Bustamante. Deberían de volver a hacer algún otro dúo, complementan sus voces a la perfección.


Y ya para terminar, sigo pensando, como hace quince años, que hay algunos talentos de esa edición que hubieran merecido más reconocimiento, como: Naim Thomas, auténtico showman, Verónica, Alejandro Parreño, e incluso, por supuesto, Geno.


Lo de ayer, verdaderamente, fue un momento, quizás el último, para la eternidad de un país sin fronteras que incluso tiene su propio himno...

*FOTO: DE LA RED


miércoles, 11 de febrero de 2015

LOS DOS DAVID, Y LAS CHURRAS Y LAS MERINAS


Esta mañana leyendo una noticia en un periódico digital, me ha venido a la mente esa frase que creo que es de un cuento: ¿Qué le pasa a la Princesa que está triste? La única variante  es que en realidad el protagonista de la noticia era un hombre, un Príncipe, en este caso David Bisbal, que según noticias provenientes de la misma Argentina parece que lo suyo con La China, la actriz Eugenia Suarez, parece que ha finiquitado. Y esa noticia me ha retrotraído al año 2001,  exactamente a la primera edición de aquel fenómeno televisivo que fue Operación Triunfo, y aquello jovencitos, a los que se les dio por denominar de manera despectiva como Los triunfitos. Ya se sabe que en España si al triunfo se le considera pecado, entonces los triunfadores en ello llevan también su penitencia.
Y en aquella “ola” de nuevos valores,  había dos jóvenes talentos, y que por casualidades de la vida, los dos se llamaban, y se llaman, David, uno Bisbal y el otro, el más joven del grupo, con 18 años recién cumplidos, Bustamante.
Ante todo tipo de teorías, no hay nada como el tiempo para poner a cada uno en su lugar. Mucha gente se preguntaba quién de los dos era mejor. En realidad, aunque les unía la juventud, los dos eran muy diferentes, y siguen siéndolo. Bustamante todo electricidad, no piensa con el cerebro, piensa con el corazón, y eso le hace decir siempre lo que piensa.
Para ser políticamente correcto está el de Almería, David Bisbal, sabe que en su momento era el prototipo que toda madre hubiera querido tener como hijo, el hijo perfecto, y lo sigue cultivando. El problema del paso de los años es que salen las arrugas. Y este vecino del mundo no se refiere a las físicas, que también, sino a sacar la patita de lo políticamente correcto.
El Busta, Don David Bustamante, sacó la patita muy jovencito, con aquellas malas compañías que tuvo y que le afectaron hasta físicamente. Pero supo, no renacer de sus cenizas porque no fue para tanto, pero sí cambiar de rumbo, y ese nuevo camino le ha hecho un hombre como persona, incluso padre, y mejorar como artista, aprendiendo a tocar instrumentos y aventurándose en labores de compositor. Nunca le ha importado hablar, y lo hace, quizás se pueda contradecir, pero como lo hacemos todos. Porque hoy puedes pensar una cosa, y mañana la contraria, en la práctica del libre albedrío.
El problema de querer dar la misma imagen, como le puede pasar a Don David Bisbal, es que corre el riesgo de quedarse en un eterno Peter  Pan. Ha cambiado en lo básico, ahora para muchas actuaciones se viste de smoking, y domina el negro sobre el blanco de antaño, y ha cambiado en muchos casos el estruendo de lo eléctrico, por el famoso unplugged. Por lo demás, en cuanto sube las notas de una canción, no canta alto, sino que chilla, al intentar mostrar la potencia de voz.
El Señor Bustamente da imágenes de su vida privada, y el  Señor Bisbal identifica su vida privada con el backstage, haciendo publicidad encubierta de cada uno de sus conciertos a lo largo y ancho del mundo. Nadie pide nada, o todos piden todo, pero en cada uno está el saber ofrecer, si quiere, lo que quiere que se sepa de él, pero no haciéndonos pasar churras por merinas. Si no quieres que se sepa nada de tu vida privada, cosa muy loable por cierto, no lo hagas, pero no mandes como noticias de tu “otra vida” los momentos previos a un concierto, porque eso es PROPAGANDA.
Por todo lo dicho, todos pensarán que me cae peor Bisbal que Bustamante, cuando en realidad todos los concursantes de la primera edición, fueron mis niños, como de la mayoría de los españoles, y siempre se ha dicho que quien bien te quiere, te hará sufrir. Y últimamente el Señor Bisbal se está descarriando, porque no hay que cuidar la imagen, sino que hay que ser como se quiere ser, pero a su vez siendo consecuente con todo. No dedicarse, como ya dicho, a la venta de ovejas, y deshonestamente vender churras por merinas.
En su momento, Bustamente y Bisbal, cantaron juntos “Dimelo”, y uno, el primero, ha cumplido y nos lo ha dicho, el otro juega a decirlo, y nos engaña. Pero los padres perdonamos todo; eso sí que no nos tomen por tontos.

*FOTO: DE LA RED

viernes, 26 de septiembre de 2014

BUSTAMANTE, EN LA SECCIÓN DE VERDURAS

¡No os lo vais a creer!
Hace una media hora, y como me estaba preparando un cocido de garbanzos, he tenido que ir al frigorífico, que por razones de espacio, poco, no está ubicado en la cocina, y al abrirlo, como tengo pocas cosas, porque la despensa de un parado, es más bien frugal, le he visto enseguida.
Bustamente! ¿Qué haces ahí?-Estaba tumbado entre las verduras, y mientras intentaba moverse un poco me dice - Es que ésta es la parte del frigorífico con “clima” más suave, y ya se sabe que me tengo que cuidar la voz. Ya perdonarás… pero como ésto de la música está como está, hay que innovar en el mundo de la promoción – me lo decía con una media sonrisa.
-Últimamente te he oído en varias entrevistas radiofónicas, y has aparecido también en el programa de María Teresa Campos y en “El hormiguero”.- Se lo decía con tono de buen rollo, pero con la clara intención de que estimaba que ya era más que suficiente.
-Si yo estoy de acuerdo contigo, no faltaba más – me lo dice David, mientras le hace ojitos a un tomate - pero la multinacional me dice que como eso ya lo hacen todos, hace falta ese puntito más, marcar la diferencia, para promocionar mi último trabajo: "Vivir". Y claro, como diría mi Paula, a un “guaje” acostumbrado al andamio, cualquier esfuerzo le parece poco y aquí me tienes, como los políticos, luchando por cada voto, y he pensado que ésto es más original que ir al mercado, en el mismísimo frigorífico de unos cuantos, al azar.
Con toda la sinceridad del mundo, y sin que pasara por mi mente (dado lo sorprendente del momento) el decirle que saliera de la repisa aunque sea para descansar un rato, le he prometido –Mira, Busta, siempre me has caído muy bien, concretamente desde que en Operación Triunfo comentaste que al ahora rey, Felipe VI, le dijiste: ¡Qué casualidad! Usted Príncipe de Asturias y yo cántabro. Me ganaste para tu causa. Pero, ya perdonarás, soy uno de los muchos que ahora mismo están en paro, y a mis cincuenta y ocho años, es más difícil que yo encuentre trabajo, a que a ti te den un grammy latino. Entonces, comprarme tu próximo disco va a ser imposible, pero sí te voy a prometer que no lo voy a piratear, ni que me lo deje ningún amigo. Lo cual, considero que no es poco…
Y en ese momento sale el verdadero Busta, el joven todavía inocente que me dice: -Muchas gracias, muchas gracias, si no estuviera en esta postura tan peculiar te cantaría una canción ahora mismo, a capela. De todas maneras, y cuando quieras oír mis canciones… ¿qué vas a hacer?
-No hay ningún problema- mi tono de voz no deja ninguna duda de que es una idea que tengo totalmente asumida - Como últimamente sales… hasta en mi frigorífico (Bustamante se ríe con cara de niño que ha sido pillado en falta) pues escucho tus canciones en vivo, en directo o en playback que son las más, y con eso mato el gusanillo.
Busta, mientras pone cara de pensar, se agarra con dos dedos la barbilla, y sopesando la cuestión, contesta: -En eso no habíamos caído. Lo tendremos que estudiar…
Y mientras me despido del cántabro dándole la mano, ya que en su posición es imposible darle un abrazo, le digo: -Ya se sabe eso de que “En el pecado está  la penitencia”.
Ya de vuelta en la cocina, y cortando la zanahoria, lo dicho, no me lo podía creer: -Por cierto, que no se me olvide limpiar el frigorífico por dentro, no sea que en cualquier momento aparezca Bisbal, por aquello de que si la envida fuera tiña

*FOTO: F.E.PEREZ RUIZ-POVEDA