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sábado, 14 de marzo de 2020

MAQUILLANDO VERGÜENZAS



Creo que ya lo he comentado aquí alguna vez. Soy un gran seguidor de Boris Izaguirre y su columna semanal, los sábados, en El País, por aquello de que siempre está en un lugar diferente, y que como el panorama que le rodea, hoy habla de una cosa y mañana de otra, pero siempre con un toque de clase y de cierto aroma a jet lag.

Hoy haciendo guardia en casa, y tras leerle, me estaba preguntando, si en los ambientes que frecuenta Don Boris, también caerán rendidos al coronavirus. Por lógica sí, pero me imagino que en su versión más “posh” (elegante). Nada vinculado con China, sino algo proveniente por ejemplo de Mónaco. Ya se sabe que la corona en Mónaco siempre ha estado más que cuestionada.

Nosotros, nuestra España en cambio, en momentos donde queda al descubierto nuestras prioridades, demostramos que lo que más nos preocupa es la retaguardia. Única manera de explicar esa gran preocupación por el papel higiénico y de terminar con sus existencias.

La experiencia demuestra que siempre hay alguna Universidad rara, de esas perdidas en algún lugar desconocido hasta entonces, que siempre se descuelga, especialmente en verano, con algún estudio de esos muy raros que te hace cuestionar cómo puede haber alguien que se pueda hacer esa pregunta.

¿Para cuándo un estudio de la preocupación que tenemos los españoles con el papel higiénico en momentos en que pudiéramos correr riesgo de desaparecer?

Si ayer me hacía eco de esos madrileños que han tomado al asalto las tierras valencianas, y lo enfocaba en Gandía, horas después nos enterábamos de que el Señor Aznar y su esposa, o la Señora Botella y su esposo, también emprendían su éxodo particular, estos a Guadalmina, en Marbella. Que todavía hay clases, y más si fueran verdad lo que las malas lenguas contaron en su momento sobre pisos municipales  que fueron vendidos en Madrid a fondos buitres

Pero ya se sabe que la gente siempre es muy mal hablada y pensada, especialmente si les quitan la vivienda y no les queda… ni para limpiarse el trasero. 

Por eso sigo sin comprender esa obsesión por algo tan superfluo como un papel que solo maquilla vergüenzas pero nunca otorga patente de corso para cualquier tropelía, y sino que se lo pregunten a los Aznar Botella.

*FOTO: DE LA RED

domingo, 26 de noviembre de 2017

BORIS, LO MÁXIMO AL CUADRADO


Nunca he añorado ser otra persona, quizás porque bastante ocupado estoy en intentar ser yo mismo. Ya se sabe sin embargo, que la programación de películas en nuestros canales televisivos está fatal, y en algo hay que darle al magín. Por eso uno de estos días me he preguntado quién me gustaría ser  si tuviera que ser otra persona, y ya de paso, que sea conocida.

La verdad es que no he dudado en ningún momento. Y desde el primer instante, siempre he deseado ser Boris Izaguirre. No, no por su elección sexual, ni por sus poses siempre tan grandilocuentes y la mayoría de las veces buscadas, sino y quizás como resultado de lo anterior, por su sentido de la ironía.

Este vecino precisamente promociona su blog, A TROCHE Y MOCHE, haciendo hincapié en que es irónico, pero Boris juega en otra liga. Él es como si Obelix, y claro está que no lo digo por su figura sino por su bondad, hubiera caído en una marmita repleta de esencia de ironía, además purificada. 

No pretende ser irónico, sino que es la ironía pura con acento venezolano que termina de definir además a su personaje. Y siempre es una delicia ver la vida, desde su columna, cada sábado en El País, y desde sus sabias entendederas.

Nadie debería de sentirse herido por sus comentarios, porque desde un primer momento, y como un animalito herido, Boris siempre ha ofrecido su yugular. Y a partir de lo que pudiera ser su debilidad, él se ha hecho, sino más fuerte, sí más sabio.

La vida de Boris Izaguirre de ser convertida en película, debería de tener un presupuesto, sin duda, de peliculón estadounidense. Paisajes con diferentes contrastes pero todos grandiosos; y fiestas, muchas fiestas, de esas que se pudieran denominar como suntuosas, pero dando preponderancia al conocimiento de personas y no de juergas. Una película, sin duda, llena de interesantes personajes encarnados por actores de talla mundial que aunque en escasas secuencias, desgranaran su sabia esencia actoral.

Hasta que conocí por televisión al Señor Izaguirre, primero como un show en sí mismo, y poco a poco adivinando a la persona que se encuentra, en su caso más al lado, que tras el personaje, el adjetivo “divino” siempre lo había relacionado con un Dalí que en cualquier entrevista, y eran innumerables, siempre se definió como tal. Sin embargo, y desde que Boris está en nuestro mundo, “divino” es el adjetivo que más le cuadra y que él utiliza constantemente como plenitud de lo máximo al cuadrado.

Por eso ya para terminar, y dirigiéndome directamente a él, quiero decir, quiero decirte, que contigo dentro, el mundo, sin duda, es mucho mejor y natural.

Boris, te quiero. Eres, y en tu caso además estarás siempre, divino.

*FOTO: DE LA RED

domingo, 6 de diciembre de 2015

TOÑO SANCHÍS, Y LAS CASUALIDADES DE LA VIDA



Este vecino del mundo nunca ha soportado que se haga leña del árbol caído, y esta semana pasada, hemos asistido, en frío, y en apenas un abrir y cerrar de ojos, al linchamiento de Toño Sanchís, que de manos de una de sus representadas, la número uno, y erigida extraoficialmente como “Princesa del pueblo”, ha vivido momentos de gloria, al menos para sus respectivos bolsillos.

Antonio Sanchís García, Toño Sanchís para la mayoría, quién lo hubiera dicho tan solo unos meses atrás, ha sido vapuleado, destruido su honor, su pasado y su futuro, utilizando las palabras de una persona/personaje, Doña Belén Esteban, que el paso de los años nos ha demostrado que no siempre lo que contaba era la verdad, al menos única, con presuntos amoríos, por ejemplo, paralelos a los de la "versión oficial".

Vaya por delante que Toño Sanchís no es una persona a la que este vecino ponga velas todas las noches, para que cumpla sus sueños. Pero tampoco puede olvidar que todos los que ahora le quieren dilapidar, hasta ahora comían de su mano, o han comido con él contándose sus cuitas.

Bajo la imagen de un exceso de confianza al llevar los asuntos de La Esteban, lo que prima al parecer es el resultado de una auditoría según la cual han desaparecido más de un millón de euros, y que ella, La Esteban, ha preferido tocar las campanas a arrebato antes que hablar unos segundos con el hasta ahora su representante, al menos según la versión oficial.

Una de las cosas que más chocan en toda esta historia es que quien cuenta todo esto, y en el foro en que se cuenta es, a la postre, la propia Cadena Alegre, y lo hace desde la óptica de quien no conoce nada de la historia. Y en esta España llena de pícaros desde el medievo, este vecino se pregunta un tanto retóricamente: ¿Un representante como Toño Sanchís, máximo proveedor de concursantes, famosos y sucedáneos, que tiene el poder o la suerte de colocar a sus representados en la mayoría de los programas de la cadena, de veras que no tiene nada que ver con ella, con esta historia?

Otra cosa que choca viendo el Sálvame Deluxe es que muchas de sus historias ocurren en paralelo o en directísimo con la emisión del programa. Es como si la casualidad viera siempre La Cadena Alegre.

Se pone el énfasis, estos días se ha recalcado varias veces, en que Toño Sanchís ha pasado de ser un vendedor de teléfonos móviles a uno de los representantes más importantes de España, y  no se dice nada, por otro lado, de dónde proviene la Princesa del Pueblo y el mismísimo Kiko Hernández, sin olvidar a cuñadas de folclóricas (que se fueron pero que van a volver), a exmujeres de cantantes caídos en desgracia y que ellas a su vez se convierten en una especie de traductora de sentimientos de tonadillera con problemas con la ley.

Y lo malo, o lo bueno, quizás, según se mire, es que todo tiene pinta de ser una especie de castillos en el aire, o piezas de un dominó gigantesco en el que puede haber, presuntamente, conexiones con la mismísima Cadena Alegre, porque no hay que olvidar que en muchos concursos / programas de la casa, uno de los mayores representantes, a menos a vista del público, siempre ha sido Toño Sanchís. En esta misma edición de Gran Hermano, según se dice, muchos de los concursantes más controvertidos son de su cuerda, como ocurrió en el último Gran Hermano VIP, que tanto La Esteban como Olvido Hormigos, enemigas irreconciliables, pertenecían a su camada, sin olvidar a Ylenia. ¿Hasta que punto puede ser válido, moralmente al menos, que varios concursantes que luchan entre ellos, vengan de la misma raíz?

Por las manos u oficinas del Señor Sanchís ha pasado todo tipo de gente, como un Boris Izaguirre, que casualidades de la vida, tuvo un papel muy activo en que la Señora o Señorita Belén Esteban en momentos en que estaba a punto de quedarse eliminada en el concurso “¡Más que baile!”, con el 10, lo máximo, que le dio el poseedor de doble nacionalidad, hispano-venezolana, como juez del programa, consiguió que siguiera adelante, y que a la postre fue la vencedora. Y por casualidades que tiene la vida, otra vez,  cuando se preparó el libro de Belén Esteban, el mismo Boris Izaguirre fue el encargado de hacer el prólogo y las entrevistas que conformaron ese proyecto. Y uno, desde la distancia, y que va hilvanando una noticia con otra, aunque pasen varios años, se sigue preguntando si son casualidades o intercambio de cromos.

Desde hace unos años hemos ido aprendiendo en esta cadena que todo vale para ser convertido en espectáculo, aunque fuera lamentable. No ha importado hablar de cuernos, o de presuntos cuernos, del dolor de unas familias que en el fondo tienen que sufrir que unos cuantos hagan dinero de sus miserias.

Y lo triste es que en toda esta tragedia de un Toño Sanchís al que ahora se le disfraza incluso de topo contra su representada, solo se llega a una triste conclusión, y es que Antena 3 se ha hecho con el liderazgo de las noches de los viernes, con un programa más que blanco, blanquísimo, y ellos en cambio ya no saben qué hacer con las suciedades que durante mucho tiempo han sabido convertir primero en noticia, y al final, y especialmente, en dinero contante/constante y sonante.

En la retina de muchos quedará esa imagen de Belén Esteban llorando compungida al enterarse, otra vez durante el programa, de que el hasta hace poco su representante y amigo-para-siempre, estaba internado en un hospital, al encontrarle su mujer "en muy mal estado", preguntándose si habrá sido su culpa. En un país que ya estamos acostumbrados a todo, al final seguro que nos enteramos de que la culpa es nuestra, porque entre otras cosas, todo lo hacían para que les viéramos y, naturalmente, compráramos, los productos que nos anunciaban.

Quizás alguien se debiera de dar cuenta de que el público, tanto televisivo como el de cualquier espectáculo en directo, somos como ese novillo que puede ser toreado a la luz de la luna, y que si lo haces durante cierto tiempo, aprende, y ya nunca más podrá ser toreado, porque ya no buscará la muleta, sino al torero.


Y en todo este asunto parece que alguien ha sacado un capote, pero todavía este vecino del mundo no sabe quién quiere dar las cornadas, a quién y por qué. Pero todo eso, al menos a este vecino del mundo, no hace olvidar que Antena 3 se ha hecho indiscutible propietario del PRIME TIME de los viernes noche, y eso, para unos cuantos al menos, es la mayor de las cornadas.

*FOTO: DE LA RED

jueves, 5 de diciembre de 2013

UNA DE CAFÉ, Y OTRA DE LECHE

Acabo de llegar de la calle, de dar una vuelta para templar los ánimos, y luego contactar con vosotros.
Me he parado un momento, en el escaparate de una librería, y haciéndome a duras penas hueco entre tres jubilados que estaban leyendo también, para pulsar el pálpito de las mal llamadas “revistas del corazón” cuando en realidad,  se deberían de llamar “revistas de la entrepierna”, porque antiguamente, y todavía en alguna de ellas, se hace una especie de oda a la descendencia, con fotos de bodas, bautizos, comuniones…, y actualmente, en cambio, pero también relacionado, cada uno dice lo que le sale…de lo más profundo.
Esta semana, y es lo único que he robado/leído de los titulares, porque ha sido más que suficiente, la Señora María José Campanario, esposa de un actor en ciernes llamado Jesulín de Ubrique (debido a su próxima aparición como uno de los protagonistas en Torrente 5), confiesa que ella “cuando se enfada, limpia”. El periodista, que me imagino que no lo habrá hecho por educación, le debía de haber preguntado en ese momento, si es que está continuamente limpiando. Más que nada para así saber si normalmente está de mal café.
A este vecino del mundo, en realidad le pasa lo mismo, cada vez que está de mala leche (observese que hace muy buena combinación con el café mencionado anteriormente), le da por escribir. Y aquel que habitualmente le sigue, sabrá que lo hace, el escribir en esta ventana, unas cinco veces a la semana, por lo que normalmente su tensión está bastante alta.
Quizás en momentos de excitación cada uno saca lo que lleva dentro, Doña Campanario la bayeta, y lo mismo que Don Boris Izaguirre saca la pluma, este vecino lo hace con el teclado del ordenador.
Y es que en realidad, y bien pensado, somos cada uno de nosotros como una moneda, con dos caras. Una que es la que normalmente se ve, y otra la íntima. La que quizás no quieres que se sepa porque sería dar mucha ventaja al posible enemigo, sobre pistas en las que poder atacar.

*FOTO: DE LA RED