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sábado, 27 de diciembre de 2014

"EL CASO" DEL TRIBULETE

El asunto al que me voy a referir hoy, no lo tenía preparado en absoluto. Es de las pocas veces en que el tema llama a mí, y ya se sabe que, el que busca, encuentra.  No me pareció nada afortunada la situación que escuché, y por eso la voy a comentar, para comprobar si soy yo sólo, o es una opinión general.
Ayer, sobre las nueve de la mañana, estaba enfrascado en uno de los informativos de la radio, de la Cadena Ser (lo digo simplemente por aportar más exactitud a la noticia, no por ningún tipo de recriminación en absoluto a la cadena en cuestión), cuando el locutor, y se supone periodista, anunció que la madre que había abandonado a tres niños de corta edad, noticia con la que llevamos conviviendo unos cuantos días, ya había sido detenida por la policía. Y añadió la siguiente información, que al menos este vecino del mundo desconocía:
"Los niños en el momento de ser encontrados por la policía, presentaban el siguiente estado: El pequeño de apenas unas semanas estaba llorando sin parar, el de año y pocos meses se estaba pegando cabezazos contra la pared, y el mayor, de tres años, estaba con la vista perdida, y no atendía a las preguntas que se le hacían."

Personalmente, me extrañó mucho esta descripción, en un país en el que desde hace años ya no se pueden ver las caras de los menores en las imágenes de los medios de comunicación. Y además, sinceramente creo que es una información que solo debe de interesar a la policía, y en todo caso, a las autoridades y servicios sociales que se hagan cargo de las tres criaturas. Y que conste claramente que este vecino no es partidario, en absoluto, de la censura, pero sí de un poco de lógica a la hora de relatar algo.
Fue una especie de vuelta al pasado y a aquellas informaciones dadas por "El caso" que cubrieron toda una época de la España negra.
Se debería de diferenciar muy bien entre información general y lo que atañe al ámbito privado, porque entre otras cosas, aunque la mayoría de nosotros no conozcamos a los niños, en este caso habrá personas allegadas que oirían ese relato, porque no deja de ser eso, "un relato", y es un sufrimiento que se añade a los familiares o conocidos de los sujetos de la noticia.
De todas maneras, tampoco es de extrañar que eso ocurra en un país en el que cuando hay un fallecimiento de alguna persona muy conocida, el periodista encargado de "cubrir" la noticia pone la "alcachofa" casi dentro de la boca (más para molestar que para captar las palabras) de alguno de los familiares, conocido también, y le hace la pregunta capital del periodismo actual: ¿Cómo se siente?
Todavía estoy esperando a que algún entrevistado responda, olé por él, lo que la mayoría estamos pensando: 
-Cómo se sentiría usted, si fuera a usted (recalcando los "usted") al que le ocurriera ésto?-
Pero, lógicamente, el reportero de turno juega con ventaja, sabiendo que nadie le va a contestar así, porque en ese caso, el "tribulete", cumpliría su objetivo que es crear una nueva noticia, una trifulca, de una noticia anterior, y eso, en ciertos sectores, vende, y mucho.

*DIBUJO: DE LA RED