viernes, 13 de abril de 2018

PABLO IGLESIAS Y EL AJEDREZ POLÍTICO



Si no fuera porque es perjudicial para ellos mismos, hay partidos políticos que son dignos de mención por la capacidad que tienen de auto-flagelarse.

Ahora que tanto el Partido Popular está más que confundido con qué hacer con Cristina Cifuentes, si regalarle un bosque para que se pierda o una colección completa de todos los masters que se ofrecen en España, y que Ciudadanos no sabe si dar un beso a Pedro Sánchez o dilapidar al P.P., a Pablo Iglesias le han entrado unas ganas terribles  de disfrazarse de un Charles Bronson de finales de los setenta como cuidador de la ley dentro de su partido y les amenaza, o mejor amenaza a un Errejón que intenta remontar su vuelo con un “Tonterías las justas” ahora que comienza a calentarse el fogón de las primarias de Podemos en Madrid.


Si el Clint Eastwood de Harry El sucio acojonaba apuntándote con una Magnum y su “alégrame el dia”, lo de Pablo Iglesias es más de profesor de barrio intentando poner orden en la clase, por cierto sin nada de clase. 

Ahora que va a ser padre parece que está intentando poner orden entre los suyos, porque el partido, eso dice él, es de todos, pero especialmente de él. Y si antes decía que él de ir iba con sus afines, ahora  dónde dije digo, le dice a Errejón que primero vas tú, y más tarde ya te llenaremos las listas con gente que nos convenga.
.
En realidad, ahora le está haciendo a Errejón y los suyos, lo mismo que intentó hacerle a Pedro Sánchez al intentar estudiar un tripartito: Yo colocó a los míos en los principales ministerios primero, y luego si eso, ya nos ponemos de acuerdo.

Para ser un auténtico líder de izquierdas, derechas o centro, es imprescindible ir aprendiendo constantemente, y el Señor Iglesias en el ajedrez de la  política repite movimientos y desperdicia oportunidades.



*FOTO: DE LA RED

No hay comentarios:

Publicar un comentario