lunes, 2 de octubre de 2017

LO QUE UN BESO, AUNQUE SEA CATALÁN, PUEDE ESCONDER ...


Este vecino del mundo siempre ha intentado hacer en su blog, A TROCHE Y MOCHE, algo diferente a los demás, nunca sabe si mejor o peor, pero el intento de ofrecer algo diferente siempre ha estado en su ADN, suponiendo que un blog lo tenga.

Ocurre que tal día como hoy, 2 de Octubre, el día después, uno se ve forzado a hablar de sus opiniones a todo lo visto y oído a ayer.

Al ser desde la distancia, todo fueron sensaciones:
Indignación, porque se veía venir y vino. Una confrontación durante mucho tiempo soterrada, pero que ambos bandos, porque los hay, los dos gobiernos, el Central, y el Catalán, han ido cogiendo velocidad en cada uno de sus vuelos, y ya todo sigue por inercia.

Vergüenza, viendo la manipulación al pueblo, en este caso desde el Gobierno Catalán, a su pueblo, para que éste se comporte en realidad, por mucho que lo nieguen, como auténticos escudos humanos, para salvaguardar una estratagema muy bien llevada, con muchas familias que no sentían que estaban en un tablero de ajedrez, pero que en un momento dado, hubieran sido fichas prescindibles para ganar la partida.

Pena, viendo especialmente a ancianos y niños en un “paisaje” que nunca les hubiera correspondido. No olvidaré esa estampa de un guardia civil intentando convencer a un padre, llevando a un niño en hombros primero, y luego en brazos (FOTO), en la mitad de una manifestación. Muchos me dirán, porque ahora es palabra comodín, que es puro “populismo”, pero más de un padre por menos que eso, ha tenido problemas con la justicia.

Donde no llega la razón, siempre ha llegado el “patriotismo” y las banderas. Y ambos, patriotismo y los colores de un grupo, ya sirven para romper todo tipo de esquemas y dejar a la razón anulada.

En plena desazón por todo lo ocurrido, va el Señor Rajoy, sobre las diez de la noche, horario de máxima audiencia, y sin parpadear dice: Hoy no ha habido referéndum en Cataluña.
Y no pude más que reírme al recordar un viejo chiste:
Era descanso en un combate de boxeo de aficionados, y a uno le estaban dando una tunda bastante considerable. Su entrenador, para animarle, no paraba de decirle mientras intentaba reparar heridas: El adversario prácticamente ni te está tocando.
Por lo que a la quinta o sexta vez de volvérselo a repetir, el boxeador haciendo un gran esfuerzo para mirarle fijamente le dice: Jefe, pues entonces esté muy atento, porque en el ring hay alguien más, que me está zurrando, pero bien.

Sinceramente, y llamarme iluso, o inocente, pero cuando ayer vi al Señor Rajoy que iba a hacer unas declaraciones, y que parecía, por la parafernalia que le rodeaba, iban a ser importantes, por un momento, pensé que lo mismo que Pablo, el  apóstol, cayó del caballo,  y vio su realidad, Rajoy, quizá viendo el resultado de ayer, y que “las cosas” se le habían ido de las manos, en un alarde de vergüenza torera, iba a dimitir. 

Pero, al final, con tristeza comprobé que este marrón se lo va a comer él sólo, porque lo mismo que muchas veces ha hecho declaraciones a través de una pantalla de plasma, él ahora mismo es una pantalla para salvaguardar a el resto de su equipo.

Desde el lado de los independentistas, y más concretamente del Gobierno Catalán en pleno, está clarísimo que hace mucho tiempo que se doctoraron en “grandes manipuladores” y ellos sólo hacen lo que el pueblo quiere. El problema es que sólo atienden a una parte del pueblo catalán, ¡qué casualidad!, a los que tienen ideas independentistas.

Algún día, ese pueblo que ayer aplaudía a sus “mossos” por ser tan “comprensibles” con los manifestantes, comprobará que simplemente son el mando a distancia de los que les están gobernando. Y ayer tocaba ponerse los guantes de seda para acariciar, pero que el día que toque no dudarán en repartir candela, eso sí en un catalán perfecto, aunque los insultos sean también en catalán, pero esta vez a su gobierno.

En días como el de ayer, todos hemos perdido, aunque unos no se han enterado de que hubo un referéndum, eso sí ilegal, y a los otros, ya solo les quede, como si no quisieran, el seguir la ley del referéndum que hace apenas unas semanas  se la guisaron, y ahora intentan que todos nos la comamos.


Muchas veces en la vida hay que tratar de distinguir el tipo de beso que te quieren dar en la boca, porque muchas veces lo único que se pretende, en realidad, no es nada romántico, sino simplemente “callarte la boca”. Y ayer fue día de miles de besos, disfrazados de presunta libertad, patriotismo y “lo que el pueblo quiera” .

*FOTO: DE LA RED

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